12 de febrero de 2019

¿La Inteligencia se Debe a una Aptitud del Cerebro?

Mis Conceptos Espíritas - Comportamientos del Hombre

¿La Inteligencia se Debe a una Aptitud del Cerebro?


Solemos escuchar a personas referirse a otros como que nació para ser cantante o violinista o pintor o simplemente genio. Se tiene la creencia que fue un afortunado, que recibió un don de Dios y que lo debe aprovechar.

Si consideráramos a Dios un Ser Justo, no podría dar a unos lo que no le dá a otros. Y si creemos que Dios es una Ley Divina Impersonal, entonces debe ser Perfecta y Exacta por lo cual no puede dar resultados distintos para unos o para otros Espíritus que estén en igualdad de condiciones.

En definitiva, no existen tales fortunas, ni dones. El que nace con una vocación o habilidad sin dudas que la tuvo que haber adquirido con estudio y esfuerzos en vidas anteriores.

El Espíritu tiene atributos pero no recibe cualidades intelectuales o morales. Las desarrolla partiendo desde su creación como espíritu simple e ignorante y ejerciendo esos atributos como son el pensamiento y la libertad de elección.

A partir de la etapa humana y eternamente estará en capacidad de tomar experiencias que le permitirán diferenciar lo bueno de lo malo, lo que le dá placer y displacer. Todo dependiendo únicamente de sus decisiones y acciones que tome y sometiéndose a las consecuencias que ellas impliquen.

Si hoy en una encarnación demuestra capacidad en algún sentido, sin dudas a tenido que aprenderlas en vidas pretéritas y no se debe a una conformación determinada del cerebro que lo ha favorecido como algunos materialistas creen.
Estas personas piensan que existe el azar y que algunos nacen genios como otros idiotas por un simple capricho de la naturaleza o una disfunción física que afectó los cromosomas en la generación del cuerpo antes del nacimiento.

Por lo tanto, el cerebro es un efecto y no una causa. No solo el cerebro, sino el cuerpo en sí, es el resultado y la impresión física de un trabajo previo realizado por el Espíritu desde su inicio y que solo con méritos se ha construido a si mismo. Su cuerpo físico en la última encarnación refleja todas sus virtudes y sus defectos siendo este una máquina de carne, hueso y sangre, accesoria para su continua evolución.

Roby Delgado