11 de julio de 2019

CARLOS NORBERTO FONTINOVO

CARLOS NORBERTO FONTINOVO

(1936 – 2009) Argentina


Carlos Norberto Fontinovo nació en la Ciudad de Buenos Aires el 29 de abril de 1936. Su familia se instaló en Villa del Parque y luego en Floresta. Fue único hijo y con su familia, desde pequeño, concurre a la Sociedad "Luz Justicia y Caridad".

Desde muy joven trabajó para el Ideal Espírita y en el año 1959, con otros jóvenes, formó en su sociedad la Agrupación Infanto Juvenil "Léon Denis", de la cual fue su primer Presidente.

En 1960 con otros contemporáneos, en la CEA, dieron vida a la Federación Espiritista Juvenil Argentina -FEJA- en la cual trabajó permanentemente desde diversas áreas, siendo su Presidente durante los años 1971 y 1972. Hizo valiosos aportes para el Boletín de la FEJA, colaborando en su confección y armado.

Con su compañera de toda su vida, Blanca Moreno, tuvo cuatro hijos, que les han dado seis nietos.

También trabajó durante diez años dirigiendo la Revista "La Idea" y fue asesor de la misma hasta su desencarnación.

En épocas aciagas para el Espiritismo confederado (1975-1981), de verdadero desmantelamiento material y espiritual de la Casa Madre, junto con otros hermanos del Ideal, dio vida y formó parte del Movimiento al Servicio del Espiritismo -MASDE-, donde se desempeñó como Secretario General.

Al recuperarse la CEA para los espíritas de verdad, desempeñó los cargos de Secretario de Difusión y, más adelante, como Vicepresidente.

Además de realizar las tareas brevemente reseñadas, nunca descuidó la labor doctrinaria y mediúmnica de su sociedad en la cual fue Presidente durante los años 1979-1984 y 1989-1995, ocupando además otros cargos como el de Tesorero, Secretario de Actas y Vicepresidente. También colaboró con los socios en las emisiones del Boletín "LUZ".

Se destacó siempre por sus conocimientos doctrinarios, siendo un referente permanente de consulta de los jóvenes, incansable lector, siempre predispuesto al trabajo y su facilidad para la oratoria lo llevó a disertar en otras casas espíritas dentro del país y fuera de él.

Aquejado por su enfermedad y con el agregado del propio proceso de enfermedad de su mujer, empezó a mermar su presencia en su institución, mientras, día a día, daba muestras de su decadencia física. No obstante ello, su lucidez le permitía seguir siendo la guía y el ejemplo para sus hermanos, en lo que respecta a la comprensión e interpretación del Ideal, por su conocimiento y por su coherencia conceptual.

En el último tiempo, requería atención y cuidados permanentes, recluyéndose en su hogar bajo la atención y el cuidado de sus hijos, quiénes eventualmente lo traían a nuestra sociedad, porque tal era su deseo cuando el físico lo acompañaba. El sábado 21 de noviembre de 2009, Carlos Norberto Fontinovo partió a la patria espiritual, dejándonos como legado una vida dedicada al Ideal Espírita, su conocimiento del Ideal Codificado por Kardec, su vehemencia para defender la Doctrina Espírita, para estimular a la juventud a continuar la senda de sus mayores y esencialmente, su humanismo, que ponía en práctica a toda hora, en todo momento y bajo cualquier circunstancia.

Fuente consultada:
Asociación Espiritista “Luz, Justicia y Caridad” Ciudad de Buenos Aires

Tomado del Sitio "Confederación Espírita Argentina".

Enseñar a los Niños los Principios del Espiritismo es Deber de los Padres

Educación en el Hogar

Enseñar a los Niños los Principios del Espiritismo es Deber de los Padres

por José Herculano Pires

La educación espírita comienza en el hogar. En las familias espiritas es deber de los padres iniciar a los hijos en los principios doctrinarios desde temprano. La falta de comprensión de la doctrina hace que ciertas personas piensen que los niños no deben preocuparse con el asunto. Estas personas se olvidan de que sus hijos necesitan de orientación espiritual y que esta orientación será tanto más eficiente cuanto más temprano les fuere dado. Kardec, en un trecho de la Revista Espírita, cuenta como en Francia, en su tiempo, la educación espírita en el hogar comenzaba a producir maravillosos efectos.

Será preciso no olvidar que los niños son espíritus reencarnados, espíritus adultos que se visten, como enseña Kardec: «con el ropaje de la inocencia» para volver a la Tierra e iniciar una vida nueva. Los espíritus que se reencarnan en familias espiritas llegan a este medio para recibir desde temprano el auxilio que necesitan. Los padres que, con el pretexto de respetar la libertad de escogencia de quien aún no puede escoger, o de no forzar a los hijos a tomar un rumbo seguro en la vida, dejan de iniciar a los hijos en el Espiritismo, estarán faltando con sus deberes más graves.

Enseñar a los niños el principio de la reencarnación, la ley de causas y efectos, la presencia del ángel-guardián en sus vidas, la comunicabilidad de los espíritus y así por delante, es un deber inalienable de los padres. Pensar que esto puede asustar a los niños es crear temores innecesarios e ignorar que los niños ya traen consigo el germen de estos conocimientos y también que están más próximos del mundo espiritual que los adultos.

Descuidar la educación espírita de los hijos será negarles la verdad. El mayor patrimonio que los padres podrán legar a los hijos es el conocimiento de una doctrina que les garantizará la tranquilidad y la orientación cierta en el futuro. Los padres que temen dar educación espírita a los niños no tienen una noción exacta del Espiritismo y por esto mismo no confían en el valor de la doctrina que abrazan.

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"

Se es Feliz o Desgraciado según el Bien o el Mal que se Hizo

El Cielo

Se es Feliz o Desgraciado según el Bien o el Mal que se Hizo

por Allan Kardec.

En el intervalo de las existencias corporales, el espíritu vuelve, por un tiempo más o menos largo, al mundo espiritual, en el cual es feliz o desgraciado según el bien o el mal que hizo. El estado espiritual es el estado normal del espíritu, ya que ese debe ser su estado definitivo, puesto que el cuerpo espiritual no muere, y el estado corporal sólo es transitorio y pasajero. En el estado espiritual, sobre todo, el espíritu recoge los frutos del progreso logrados por su trabajo realizado por la encarnación.

También se prepara para nuevas luchas y toma las resoluciones que se esforzará en practicar a su vuelta a la Humanidad. El espíritu progresa igualmente en la erraticidad. Allí adquiere conocimientos especiales que no podría lograr en la Tierra, y sus ideas se modifican. El estado corporal y el espiritual son para él el origen de dos géneros de progreso solidarios el uno con el otro, y por eso pasa alternativamente por estos dos modos de existencia.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Jean Paul Evrard

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Jean Paul Evrard

“Las Leyes Morales”


Todas las leyes de la naturaleza son leyes divinas, ya que Dios es el autor de todas las cosas. El sabio estudia las leyes de la materia, el hombre de bien estudia las del alma y las practica. Entre las leyes divinas, unas rigen el movimiento y las relaciones de la materia bruta: son las leyes físicas; su estudio es del dominio de la ciencia. Otras conciernen especialmente al hombre en sí mismo y a sus relaciones con sus semejantes y con Dios. Ellas comprenden las reglas de la vida del cuerpo, así como las reglas de la vida del alma: son las leyes morales.

La ley de Dios está escrita en la conciencia de los hombres. Por esta razón, todos nosotros podemos conocerla, pero todos no la comprenden; los que la comprenden mejor son los hombres de bien y los que quieren buscarla; sin embargo, todos la comprenderemos algún día, porque es necesario que el progreso se cumpla.

El amor al prójimo, enseñado por Jesús, es una enseñanza que resume la ley de Dios. Esta máxima encierra todos los deberes de los hombres entre sí; pero hace falta mostrarles su aplicación, de otro modo la descuidarán como lo hacen hoy. Los hombres todavía necesitan reglas precisas; las ideas generales y demasiado vagas dejan demasiadas puertas abiertas a la interpretación.

Nuestro mundo ha llegado al final de un sistema, el período de transición anunciado. Desde un mundo de sufrimiento, nosotros entramos progresivamente en un mundo de regeneración. Esta transición no se hará sin grandes trastornos, a veces dolorosos …cuando la Filosofía Espírita sea bien comprendida, nuestra forma de ver la vida y de enseñar será diferente. La enseñanza de las matemáticas, de la ciencia, de la biología, de la química, no será ya más abordada desde un punto de vista materialista. Los estudios, cualesquiera que estos sean, no se llevarán a cabo únicamente como un medio para obtener una ganancia financiera. La pedagogía vista desde el punto de vista Espírita será una pedagogía humanista que tendrá en cuenta los intereses de todos y, sobre todo, se impartirá con el único propósito de hacer evolucionar todo el planeta y no sólo para nuestro interés personal y a menudo egoísta.

La investigación de todo tipo no se verá obstaculizada por la falta de recursos financieros pues la meta no será ya material, sino simplemente para ampliar el conjunto de conocimientos y para aportar saber y bienestar a nuestra humanidad a fin de llevarla cada vez más lejos en su proceso evolutivo. El trabajo ya no será considerado una necesidad o una obligación, será considerado como un deber y un deseo de contribuir al bienestar general. El hombre tendrá sed de conocimientos, ¡pues habrá comprendido la meta, por no decir la misión, por la cual él reencarnó aquí en la Tierra!

Seamos fuertes e inflexibles con nuestras debilidades y llenos de misericordia hacia nuestros hermanos. Seamos inflexibles con ese ser, nuestro ser que más de una vez tropezará de nuevo y que tendremos que levantar una y otra vez. Preparemos este mundo donde el Amor con “A” mayúscula, reinará absolutamente, ese mundo que será finalmente convertido en paraíso donde el hombre podrá dedicarse totalmente al estudio del universo, al estudio de Dios. Este Dios de amor que nos ha creado y hacia el cual volveremos un día, cuando hayamos aprendido a “Amar”.

Centenario del nacimiento de Francisco Cándido Xavier, “Contribuciones de su Obra Psicográfica”: “Ejemplo de vida” e “Impacto de la Obra en el mundo”.

Extractos de "Revista Espirita FEE"