6 de abril de 2019

La Obsesión Bajo el Prisma del Amor

La Obsesión Bajo el Prisma del Amor

María de la Gracia Ender

El obsesor es un hermano o hermana que enfermó. Es alguien que fue ultrajado, herido, maltratado y vilipendiado por nuestra personalidad de antes, que tanto daño hizo a tanta gente.

Los obsesores necesitan de nuestro amor o por lo menos de nuestra compasión. Somos nosotros los grandes deudores de la gran ley. Ellos son los resentidos que guardan en el alma la hiel de nuestros maltratos.

Es por eso que cuando ya estamos un poco más fortalecidos, somos compelidos a reconocer nuestra lenta evolución individual e invitados a trabajarnos para transmutar el egoísmo en amor universalista, y la iniquidad en justicia real y se nos ofrece la oportunidad de «granjear amigos con las riquezas de nuestras injusticias…» («También os digo: granjead amigos con las riquezas de la injusticia ». Jesús – Lucas 16, 9)

Cada vez que nos encontramos con nuestros deudores es una oportunidad de transformación que Dios faculta a ambas partes para recomenzar una historia que quedó mal resuelta entre algunas almas. Evidentemente que esa cobranza no es propiciada con la intuición de hacer daño a ninguna de las dos partes. ¡Al revés!… Las historias de reconciliación suelen ocurrir por la necesidad de Auto-pacificación.

Las almas culpables se sienten muy mal. La intuición de las agonías que causamos a los demás es fuente de mucho desasosiego espiritual en nuestras almas. Por tal motivo, los bienhechores espirituales nos reaproximan a esas almas que claman por justicia por las propias manos. De esa manera se suceden las oportunidades para hacer las paces y recomenzar la historia en los reencuentros de trabajo de crecimiento espiritual. Ante tal circunstancia, ambas partes son esclarecidas acerca de la importancia de esa nueva oportunidad reparadora y, por eso, hay que fortalecer la Fe y el Valor de las partes interesadas (sobre todo la del que, ahora, va a ser la víctima … ), puesto que el verdugo vendrá a cobrar todos los impuestos de todo ese tiempo de lucha, desasosiego y sufrimiento que las acciones infelices de su gran deudor dejaron en sus almas.

Las almas amigas de ambos lados de la vida se proponen a ayudar al deudor. Pero su esfuerzo será individual e intransferible. Llegada la hora de la gran batalla de luz en que el amor floreciendo en nuestras almas en forma pujante será capaz de enfrentar la incomprensión de los adversarios con paz, luz y serenidad, conmoviendo de alguna forma a los verdugos, dándoles la oportunidad de entender el porqué de sus dolores y sufrimientos prolongados, fomentándoles el deseo de amarse más para liberarse de los dolores, los odios, la sed de justicia por las propias manos, para desear soñar con nuevos rumbos de paz. Del otro lado del velo, al igual, hay un equipo preparado para socorrer al espíritu cobrador estimulándole las ganas de rendirse por amor, para aprender a conquistar su propia paz. Resultado: ¡Crece el deudor valeroso, por amor!….¡Crece el verdugo cobrador, por amor!…

Porque delante del valor y la valentía del renovado, su corazón queda tocado y el odio pierde la fuerza perseguidora dando lugar a la aurora de la voluntad de empezar un proceso de reconciliación para sellar una amistad eterna.

Extractado del Blog Luz Espiritual.

Los materialistas tienen un principio que impide la existencia del alma

Los materialistas tienen un principio que impide la existencia del alma

por Allan Kardec.

Los que atacan al Espiritismo en nombre de lo maravilloso, se apoyan, pues, generalmente, sobre el principio materialista, porque negando todo efecto extramaterial, niegan, por lo mismo, la existencia del alma. Rebatiendo a cuenta de lo maravilloso, todo lo que se deduce de la existencia del alma, son consecuentes consigo mismo; no admitiendo la causa, no pueden admitir los efectos; de ahí en ellos una opinión preconcebida que les hace impropios para juzgar sanamente el Espiritismo porque parten del principio de la negación de todo lo que no es material. Muchos críticos juzgan el Espiritismo sobre los cuentos de hadas y las leyendas populares que son sus ficciones; es como si juzgáramos la historia sobre los romances históricos o las tragedias.

En lógica elemental, para discutir una cosa es menester conocerla, porque la opinión de su crítico no tiene valor, hasta tanto que hable con perfecto conocimiento de causa; sólo entonces aunque su opinión fuese errónea, puede tomarse en consideración ¿pero qué valor tendrá sobre una materia que no conoce? El verdadero crítico debe hacer prueba, no sólo de erudición, sino de un saber profundo respecto del objeto que trate, de un juicio sano y de una imparcialidad a toda prueba; de otro modo el primer músico del lugar podría arrogarse el derecho de juzgar a Rossini, y un aprendiz el de censurar a Rafael.

Nosotros nos resumimos en las siguiente proposiciones:

1º Todos los fenómenos espiritistas tienen por principio la existencia del alma, su supervivencia al cuerpo, y sus manifestaciones.

2º Estos fenómenos, estando fundados sobre una ley de la Naturaleza, no tienen nada de maravilloso ni de sobrenatural en el sentido vulgar de estas palabras.

3º Muchos de los hechos son reputados sobrenaturales porque no se conoce su causa; señalándoles el Espiritismo una causa, les hace entrar en el dominio de los fenómenos naturales.

4º Entre los hechos calificados de sobrenaturales, hay muchos cuya imposibilidad demuestra el Espiritismo, y coloca entre las creencias supersticiosas.

5º Aunque el Espiritismo reconozca en muchas creencias populares, un fondo de verdad, no acepta de ningún modo la solidaridad de todas las historias fantásticas creadas por la imaginación.

6º Juzgar al Espiritismo por los hechos que no admite, es manifestar ignorancia, y quitar todo el valor a su opinión.

7º La explicación de lo hechos admitidos por el Espiritismo, sus causas y sus consecuencias morales, constituyen toda una ciencia y toda una filosofía, que requieren un estudio serio, perseverante y profundo.

Conceptos Extractados de "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.

Diagnosticar como psicóticas a personas que dicen ver y oir muertos

Diagnosticar como psicóticas a personas que dicen ver y oír muertos


En otros países, como los Estados Unidos, el interés por la mediumnidad aun es una sorpresa. Los editores del médium americano James Van Praagh, autor de Conversando con los Espíritus, lanzado en Brasil por la editora Salamandra, se asombran con la venta de 600 mil ejemplares que alcanzó en tres meses en aquel país. Praagh vino a Brasil hace tres semanas para un tour espiritual con un grupo de 39 norteamericanos.

Existe hoy una creciente disposición de la ciencia para entender fenómenos como esos. Aunque continúe negando la existencia de espíritus hasta prueba en contrario, hay menos prejuicios y más interés por el asunto. Sucesores de Freud, que a finales del siglo XIX calificó como histeria y múltiple personalidad lo que sus contemporáneos consideraban posesión, abrieron espacio para nuevas respuestas.

Esa brecha puede ser observada, por ejemplo, en las recientes recomendaciones del National Institute of Health, en los Estados Unidos: Se sugiere la oración y los tratamientos espirituales, como los pases o toque por las manos, para complementar tratamientos médicos. Otro ejemplo es la excepción del último DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), especie de Biblia de la psiquiatría. Según el informe, el clínico debe tener cuidado al diagnosticar como psicóticas a personas que dicen ver y oír muertos, pues en algunas culturas religiosas eso puede no significar alucinación o psicosis. “Es la admisión antropológica de la mediumnidad, una primera apertura para entenderla como función psíquica”, dice el psiquiatra Sérgio Felipe de Oliveira, investigador del área de anatomía de la Universidad de Sao Paulo y director del Instituto Pineal-Mind de Salud, que estudia la integración cerebro, mente y espíritu. “La mediumnidad no es un concepto religioso, sino un atributo biológico”, afirma él, que también da un curso de Psicobiofísica en convenio con la USP.

Extractado de Anuario de la Federación Espírita Española.

ALLAN KARDEC, Ayer, Hoy y Siempre (prosa)

ALLAN KARDEC, Ayer, Hoy y Siempre (prosa)

Por Tilde Pérez Pieroni De Capalbo

Hace más de un siglo dijiste la verdad de los siglos:
-La muerte es un ajado vestido que se deja.
Morir es renacer... progresar siempre... Y siempre
superar un estado más hondo de pureza.
Como a todos los sabios, te tuvieron por loco...
Y te llovían piedras...

Dijiste que los muertos alternan con los vivos
y que, por ellos mismos aquí se manifiestan.
Pulverizaste el velo secular del misterio
que separaba el cielo clerical de la tierra.
Revelabas al hombre hacedor de sí mismo...
Y te llovían piedras...

La verdad, en un puño bajaste de su trono
al implacable Dios de las penas eternas.
Dios solo puede ser Dios de Amor y Justicia,
y un mismo juez en todos: La voz de la conciencia.
Entre ciegos brillaba tu luz incomprendida...
Y te llovían piedras...

Igualaste a los pobres y a los ricos, probando
que no hay Dios que por rezos o dádivas se venda;
que la hermandad del hombre es la ley de las leyes;
que cada cual cosecha, al final, lo que siembra:
Todos sin privilegios son hijos de sus obras...
Y te llovían piedras...

Y el día más oscuro de la Historia de España
-celoso el Santo Oficio de tus obras maestras-,
por condenar tus libros, condenaba a la iglesia,
en un “auto de fe” –farsa de cruz y óleos-
el pueblo recogía, devoto, las cenizas...
Y aún te llovían piedras...

ALLAN KARDEC. Maestro sembrador de verdades
La nueva humanidad ya no deriva a ciegas.
Con el Espiritismo le has legado una brújula
de luz, que marca el norte del Amor y la Ciencia.
Y desde el cielo impar del Espíritu Puro...
Hoy te llueven estrellas...

Extractado del Sitio Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís.