27 de febrero de 2019

La separación del alma no ocurre instantáneamente


La separación del alma no ocurre instantáneamente


Según pregunta 155 del Libro de los Espíritus , como una regla general, la separación del alma no ocurre instantáneamente. Ella se libera gradualmente y no como un pájaro cautivo que, de repente, ganara la libertad.

Todo, al principio, es confuso en el momento de la muerte. El Espíritu desencarnante necesita algún tiempo para entrar en el conocimiento de sí mismo. Él se halla como que aturdido, en el estado de una persona que despertó de profundo sueño y procura orientarse sobre su situación. La lucidez de las ideas y la memoria del pasado le vuelven poco a poco, a medida que se apaga la influencia de la materia que acaba de abandonar y se disipa la especie de niebla que le oscurece los pensamientos.

El proceso de desprendimiento espiritual es lento o demorado, según el temperamento, el carácter moral y las adquisiciones espirituales de cada ser. No hay dos desencarnaciones iguales. Cada persona despierta o se demora en la perturbación, según las características propias de su personalidad.
La perturbación puede, pues, ser considerada el estado normal en el instante de la muerte, y perdurar por tiempo indefinido, variando de algunas horas a algunos años, de conformidad con el estado evolutivo del Espíritu.

Breve en el caso de las almas elevadas, puede ser larga y penosa en el caso de las almas culpables. Para aquellos que ya en la existencia corpórea se identificaron con el estado que los aguardaba, menos larga ella es, porque comprenden inmediatamente la posición en que se encuentran.


Extractado del Blog Espiritismo Siglo XXI.


MI COMENTARIO
La turbación que sobreviene al momento de la muerte tiene una duración que no se puede medir en tiempos de la tierra. Para el espíritu el tiempo no existe. Solo entiende una sucesión de acontecimientos pero no puede evaluar el tiempo que transcurre entre esos eventos.
Es por esto que algunos toman consciencia de su muerte a poco de ocurrir y otros pueden estar como suspendidos en su entendimiento por años o siglos no sintiendo que pasen esos años terrestres, casi inentendible para quienes estamos ahora encarnados.

¿Ciencia o Religión?

Espírita LibrePensador. Conceptos Espíritas

¿Ciencia o Religión?

por Ramsay

Es este un tema controvertido cuando, en realidad, no debería serlo, y que, además no es nuevo, sino que ya era una cuestión presente desde los primeros tiempos de la codificación espiritista. Pero, ¿no es ya hora de haber superado el tiempo de la discusión? ¿o se trata más bien de que no hemos entendido con profundidad, de verdad, el alcance y significado de nuestra doctrina?

Un asunto debería quedarnos suficientemente despejado antes de adentrarnos en esta controversia siempre de actualidad (desafortunadamente), y es que, pese a todo, y como controversia, sólo existe en la mente de aquellos aficionados a la polémica y a la discusión, en lugar del estudio y la reflexión que es lo que nuestra doctrina precogniza. Para algunos es irresistiblemente más atractiva la vía del escándalo y la actitud polemista, que el trabajo netamente espírita que es la auto-reforma y el crecimiento espiritual a través del estudio y el apoyo fraternal.

Allan Kardec es sobradamente explícito cuando manifiesta que el espiritismo es ciencia, filosofía y moral. Apunte similar da en “Qué es el Espiritismo”, donde dice que: // Su verdadero carácter es el de una ciencia y no el de una religión. // Pero también es cierto que el codificador se expresa de la siguiente manera en la obra antes citada: // Desde el punto de vista religioso, el Espiritismo tiene por base las verdades fundamentales de todas las religiones. (…) No es una religión especial porque no tiene sacerdotes ni templos. //.
Veamos: “No es una religión especial”, no es lo mismo que decir que no es ninguna religión, sino que no presenta las características de las demás religiones.

Cuando un espírita habla del aspecto religioso, es porque forma parte de la codificación, no es invención de nadie; se está refiriendo a un “aspecto” religioso y no a una religión propiamente dicha. ¿Por qué seguir discutiendo? ¿Olvidamos que el capítulo primero del “Evangelio según el Espiritismo” habla de la Alianza de la Ciencia y Religión?.

Dejando a un lado controversias y posturas más o menos discutibles, cierto es que todos traemos un bagaje cultural y social que nos inclina de una manera natural hacia suposiciones. El que haya cultivado más la ciencia sentirá más afinidad por esta vertiente de la doctrina; el que se sostiene en “El Génesis” o “El libro de los médiums”, de la misma manera que el que se haya inclinado por lo religioso o espiritual, tendrá una natural predisposición por la parte espiritual y moral de la misma; la que descansa en “El evangelio según…”


Prácticas exóticas dentro del Espiritismo


Prácticas exóticas dentro del Espiritismo

por Jorge Hessen

Sabemos que la Doctrina Espírita es pura e incorruptible. Pero el movimiento espírita, es decir, la organización de los hombres para practicarla y divulgarla es susceptible de los mismos graves perjuicios que dificultaron la acción del cristianismo tradicional, hoy bastante fraccionado.

Observamos con tristeza muchas direcciones de las casas espíritas que se mantienen bajo una incómoda y rígida jerarquía (aquella del aquí mando y quiero ser obedecido!). Son dirigentes contaminados por la prepotencia en el ejercicio del cargo y totalmente vacíos de conciencia sobre sus cargas. De ahí, permanecen bastante lejos de la práctica evangélica, inventando un "Espiritismo" extraño al proyecto de la Tercera Revelación.

Como no se puede imaginar el espírita con dos conductas divergentes, la conducta del hombre y la conducta del espírita, tampoco se puede imaginar el movimiento espírita, ora aconteciendo según los preceptos espíritas, ora según otros preceptos dudosos, aceptados equivocadamente en su contexto en nombre de la tolerancia suave.

Kardec es único. Espiritismo también, por consiguiente. El maestro lionés siempre preconizó la unidad doctrinal. No hay el menor espacio para componer con otras ideas que no sean, o convergentes y al unísono con las suyas, o reflejos resplandecientes de éstas. La unidad doctrinal fue la única y última divisa de Allan Kardec, por ser la fortaleza inexpugnable del Espiritismo. Por eso, necesita ser nuestro lema, nuestro norte, nuestra bandera.

Muchas veces los Centros Espíritas se transforman en islas de aislamiento, por falta de estudio serio, profundizado y metodizado de la Doctrina, de donde surgen innumerables interpretaciones equivocadas sobre sus postulados, en perjuicio de la verdad doctrinal. Si abrazamos el Espiritismo, por ruta de crecimiento espiritual, no podemos negarle fidelidad. Sin embargo, es la lamentable falta de fidelidad a los conceptos y principios del Espiritismo, que son difundidos de forma truculenta por dirigentes ignorantes, que han aislado las casas espíritas, haciéndolas aisladas y desérticas de consuelo.

El compromiso del Centro Espírita y de los dirigentes es con la Doctrina Espírita. La adopción de teorías y prácticas exóticas, o no afinadas con la simplicidad y pureza de los trabajos espíritas, comprometen el objetivo de la Casa Espírita y desorientan a sus frecuentadores y asistidos. Cuando citamos la palabra pureza, los "vanguardistas de turno" abren los ojos o alzan las orejas, exclamando:

AH! ¡Ahí viene ese purista !! En el caso de que se produzca un cambio en la calidad de vida de la población, se debe tener en cuenta que, desgraciadamente, la irresponsabilidad de muchos individuos, que colaboran de buena voluntad en las filas espíritas, hacen que ciertas prácticas, poco concordantes con la pureza doctrinal, se implante en diversas instituciones y acaben incluso divulgadas en charlas, libros y periódicos dichos espíritas .

Quien entiende esta situación debe trabajar para modificarla. La vía más segura, para eso, es la del esclarecimiento, del estudio, del convencimiento por la razón y por el amor, jamás por los anatemas, obvio!

Extractado del Blog La Luz en la Mente.


Allan Kardec definió así el Espiritismo


Allan Kardec definió así el Espiritismo


“la ciencia que estudia el origen, naturaleza y destino de los espíritus, así como sus relaciones con el mundo corporal”. Dice también que es una ciencia de observación (estudiando las relaciones que pueden establecerse con los espíritus) y una doctrina filosófica. (lo que comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones)”. (¿Qué es el Espiritismo? – Allan Kardec)

Cotejando esta definición con los criterios científicos arriba descritos, verificamos que el espiritismo posee un objeto científico (“el origen, la naturaleza y destino de los espíritus; y sus relaciones con el mundo corporal”), porque en aquel momento ninguna ciencia se planteaba este objeto de estudio, sino que este era un tema de las religiones, del misticismo y de la superchería y no de la ciencia. También percibimos que Kardec la define, como ciencia de observación, como ciencia práctica, que como detallaremos adelante, utilizó el método experimental como las demás ciencias. El propio codificador, en “La Génesis” nos explica diciendo:

“Como método de elaboración, el espiritismo utiliza exactamente el mismo que las ciencias positivas, es decir, aplica el método experimental. Se presentan hechos de un nuevo orden que no pueden explicarse mediante las leyes conocidas: el espiritismo los observa, compara y analiza, y del efecto se remonta a las causas y de estas a la ley que los gobierna, luego deduce las consecuencias y busca sus aplicaciones útiles.

“No establece ninguna teoría preconcebida, motivo por el cual no ha formulado hipótesis sobre la existencia e intervención de los espíritus, como tampoco sobre el periespiritu, la reencarnación, ni ningún otro de los principios de la doctrina; ha terminado por ACEPTAR la existencia de los espíritus, cuando su existencia se mostró EVIDENTE a través de la observación de los hechos, y de igual manera se ha procedido con los demás principios”.

“No son los hechos que han venido a confirmar a la teoría, sino ésta es la que ha llegado posteriormente para explicar y resumir a los hechos. Es rigurosamente exacto decir que el espiritismo es una ciencia de observación y no producto de la imaginación.

Todavía más, no ha dicho, el insigne maestro Lionés, que se bastaría el Espiritismo en ser sólo una ciencia de observación, sino que era a la vez una doctrina filosófica que expresaría las consecuencias morales de las descubiertas que la primera hiciera. Lo que León Denis corrobora afirmando tajantemente que “El Espiritismo es una ciencia porque descansa sobre principios positivos de los que pueden extraerse deducciones científicas incontestables”. No es disociable ésta doble dimensión (ciencia de observación – doctrina filosófica), que para Herculano Pires es trina (ciencia – filosofía – religión).

Extractado del sitio Federación Espírita Española.

MI COMENTARIO
Lamentablemente el espiritismo terminó mas orientado a la religión que a lo propuesto por Kardec. Para el existía una doble dimensión, Ciencia y Filosofía, pero los compulsivos religiosos lo llevaron a incorporar aspectos morales como el area principal y casi básica de enseñanza. Los fieles a los dogmas se encargaron de convertirlo en la moralina propia de las religiones, desvirtuando la orientación original. Kardec contribuyó luego a que esto se afirmara con ciertas menciones en su pentateuco.

La actualización del Espiritismo

La actualización del Espiritismo

Por Jon Aizpúrua

Actualizar el Espiritismo no implica, en forma alguna, la eliminación o la sustitución de ninguno de sus postulados centrales. Pero significa, eso sí, revisar la manera como son entendidos e interpretados, y adecuarlos a las nuevas conquistas del conocimiento científico. Encontramos numerosos temas y conceptos que apenas fueron insinuados en las obras kardecianas, y que requieren ser completados y desarrollados. La ciencia y sus aplicaciones tecnológicas han abierto rumbos que antes no existían y que el Espiritismo debe también incorporar. Y el lenguaje con que se comunican las ideas, con todas sus implicaciones semánticas y semiológicas, debe ser revisado, modificado y perfeccionado.

Eso, que es tan obvio y elemental, y que provoca tanto escozor a los espíritas de mentalidad conservadora y dogmática, ya lo hizo Kardec en su momento. En abril de 1857 publicó El Libro de los Espíritus conteniendo 501 preguntas y respuestas, y en 1860, dio a conocer la que sería la segunda y definitiva edición con 1018 cuestiones. ¡Había revisado diversas opiniones y más que duplicado el número de asuntos abordados! En 1858 publicó Instrucción práctica sobre las manifestaciones espíritas, y después tomó la decisión de no editar más esa obra y refundirla en El Libro de los Médiums. Tanto en sus libros como en la Revue Spirite, Kardec reconoce, con la honestidad que le caracterizaba, que en numerosas oportunidades se vio obligado a variar su opinión sobre ciertos temas e interpretaciones, e invita a los espíritas a actuar siempre de ese modo para evitar que la doctrina quede marginada del progreso en general.

La actualización del Espiritismo es un planteamiento y una actitud que se sintonizan plenamente con la letra y con el espíritu de las enseñanzas de su ilustre Codificador. No otra cosa haría él en estos momentos y no otra cosa nos está reclamando que hagamos. Esta convicción nos mueve a expresar con firmeza y serenidad que la vigencia de Kardec no está en discusión, que su pensamiento es muy actual, y que el sentido dinámico y progresista de su obra es la mayor garantía de que siempre estará en sintonía con el progreso.

La actualización del Espiritismo es una necesidad inaplazable y un desafío a la inteligencia, a la cultura y a la sensibilidad de los espíritas.

Extractado del Blog Selecciones Espíritas.

Las ondas mentales


Las ondas mentales no necesitan ningún medio para propagarse ¿entonces?

por Claudia Bernardes De Carvalho

Cuando emitimos un pensamiento producimos una onda y se la puede clasificar como mecánica o electromagnética. Las ondas mentales son del segundo tipo, cuya característica es no necesitar de ningún medio material denso para propagarse. Cada creación mental tendrá asociada una onda de determinada frecuencia, amplitud y duración, que dependerá de la persistencia en lo que se exprese y la intensidad de la voluntad de la mente que lo impulse.

En física se sabe que cuando un sistema es alcanzado por una onda, éste vibra con la frecuencia de la onda y con una determinada amplitud. Hay algunas frecuencias y amplitudes que absorben la máxima energía y la amplitud de oscilación es cada vez mayor. Se dice, entonces, que el sistema entra en resonancia.

Eso ocurre también cuándo decimos que entramos en sintonía con otro pensamiento, significa que entramos en resonancia con otra onda, anteriormente emitida.

Los espíritus actúan sobre estos fluidos, crean un pensamiento y con su voluntad les impregnan una fuerza impulsora, de ese modo le dan a esos fluidos una dirección, los unen, los cambian o los dispersan. Los fluidos son el vehículo del pensamiento.

Esas transformaciones pueden ser el resultado de una intencionalidad o de una idea inconsciente. A un espíritu encarnado o desencarnado le basta pensar algo para que se produzca una "forma" de lo que piensa poniendo en acción al cuerpo fluídico, el cual lo reproduce. En ese medio se ejecuta el pensamiento y la escena aparece como en un cuadro.

Así es como otro espíritu encarnado o desencarnado en sintonía con el espíritu pensante puede leer en esa imagen como si de un libro abierto se tratara.

Extractado del Blog Sociedad Española de Divulgación Espírita.
MI COMENTARIO
Las ondas mentales, o sea el pensamiento emitido por los espíritus, utilizan como medio de propagación un elemento que lo atraviesa y lo llena todo, que es llamado fluido cósmico, fluido universal o simplemente fluido.
Este fluido es totalmente moldeable a la voluntad de los espíritus y estos lo utilizan para transmitir ideas, influirlas, trasladarse y para infinidad de otras necesidades.

¿Tiene peso el periespíritu de constitución semi material?


¿Tiene peso el periespíritu de constitución semi material?


Se puede, dentro de la relatividad de las cosas, admitir un peso específico para el periespíritu. Los de mayor peso específico son los Espíritus de las regiones inferiores, imposibilitandoles el acceso a planes más elevados y, por eso mismo, el ingreso en mundos de mayor elevación espiritual.

La acentuada densidad del periespíritu de gran número de Espíritus los lleva a confundir con el cuerpo material que utilizaron durante su última encarnación. Este es uno de los motivos que llevan a muchos a considerarse todavía encarnados ya vivir en la Tierra, imaginándose entregados a ocupaciones que les eran habituales.

El periespíritu de los Espíritus superiores, de reducido peso específico, les confiere una ligereza que les permite vivir en planos más elevados y desplazarse a otros mundos. Pueden, evidentemente, bajar a los planos inferiores y, dada la sutileza de su envoltura, no serán percibidos por las entidades inferiores desencarnadas.
Cuando está encarnado, el Espíritu mantiene el envoltorio periespirítico, constituyendo el cuerpo material un segundo envoltorio, más grosero, apropiado al medio físico en que vive. El periespíritu sirve, en tal situación, de intermediario entre el alma y el cuerpo. Es el órgano de transmisión de todas las sensaciones, ya sea desde el Espíritu, o desde el exterior, a través del cuerpo físico. Debido al estado grosero de la materia, los Espíritus no pueden actuar directamente sobre ella. Lo hacen, entonces, por medio de su periespíritu. Los fluidos periespirítico se constituyen, de esta forma, bajo la acción de la voluntad, en verdaderas palancas que les permiten producir ruidos, golpes, desplazamientos de objetos, etc.

La materia -tal como la conocemos en nuestro mundo- no ofrece obstáculo alguno al periespíritu, porque la condición etérea del cuerpo espiritual le confiere la propiedad de penetrabilidad. Él atraviesa la materia como la luz atraviesa los cuerpos transparentes. Por eso las puertas y ventanas cerradas no impiden que allí penetren los Espíritus.

En condiciones normales, el periespíritu es invisible, pero puede tornarse visible en razón de las modificaciones que venga a experimentar por la acción de la voluntad del Espíritu. Estas modificaciones consisten en una especie de condensación o en nuevos arreglos de las moléculas que lo componen, pero eso requiere la existencia de ciertas circunstancias que no dependen sólo del Espíritu. En las apariciones, el periespíritu se presenta comúnmente con aspecto vaporoso y diáfano. De otras veces, tiene las formas delineadas y los rasgos bien nítidos, pudiendo presentar la solidez de un cuerpo físico, es decir, tangible, lo que no le impide retomar instantáneamente el estado normal de invisibilidad e intangibilidad.

No es, pues, idéntica a la constitución íntima del periespíritu de los individuos que pueblan la Tierra y el espacio que la circunda, hecho que no se da con el cuerpo material, formado por los mismos elementos, independientemente de la elevación espiritual de las personas.

Extractado del Blog  ADE- SE Ade-Sergipe.

MI COMENTARIO
A medida que el espíritu evoluciona los periespíritus se constituyen con materia mas elaboradora o mas etérea y por lo tanto las densidades de sus cuerpos son menores y por ende, también su peso.
Pero, si un espíritu elevado deseara hacerse visible a habitantes de un mundo atrasado, su periespíritu sería pesado. Su elevación no lo libera de tener que tomar la materia circundante que es mas densa que la de mundos mas avanzados al momento que visibiliza. En caso de no desear mostrarse, nadie inferior a él podrá verlo.