27 de febrero de 2019

Prácticas exóticas dentro del Espiritismo


Prácticas exóticas dentro del Espiritismo

por Jorge Hessen

Sabemos que la Doctrina Espírita es pura e incorruptible. Pero el movimiento espírita, es decir, la organización de los hombres para practicarla y divulgarla es susceptible de los mismos graves perjuicios que dificultaron la acción del cristianismo tradicional, hoy bastante fraccionado.

Observamos con tristeza muchas direcciones de las casas espíritas que se mantienen bajo una incómoda y rígida jerarquía (aquella del aquí mando y quiero ser obedecido!). Son dirigentes contaminados por la prepotencia en el ejercicio del cargo y totalmente vacíos de conciencia sobre sus cargas. De ahí, permanecen bastante lejos de la práctica evangélica, inventando un "Espiritismo" extraño al proyecto de la Tercera Revelación.

Como no se puede imaginar el espírita con dos conductas divergentes, la conducta del hombre y la conducta del espírita, tampoco se puede imaginar el movimiento espírita, ora aconteciendo según los preceptos espíritas, ora según otros preceptos dudosos, aceptados equivocadamente en su contexto en nombre de la tolerancia suave.

Kardec es único. Espiritismo también, por consiguiente. El maestro lionés siempre preconizó la unidad doctrinal. No hay el menor espacio para componer con otras ideas que no sean, o convergentes y al unísono con las suyas, o reflejos resplandecientes de éstas. La unidad doctrinal fue la única y última divisa de Allan Kardec, por ser la fortaleza inexpugnable del Espiritismo. Por eso, necesita ser nuestro lema, nuestro norte, nuestra bandera.

Muchas veces los Centros Espíritas se transforman en islas de aislamiento, por falta de estudio serio, profundizado y metodizado de la Doctrina, de donde surgen innumerables interpretaciones equivocadas sobre sus postulados, en perjuicio de la verdad doctrinal. Si abrazamos el Espiritismo, por ruta de crecimiento espiritual, no podemos negarle fidelidad. Sin embargo, es la lamentable falta de fidelidad a los conceptos y principios del Espiritismo, que son difundidos de forma truculenta por dirigentes ignorantes, que han aislado las casas espíritas, haciéndolas aisladas y desérticas de consuelo.

El compromiso del Centro Espírita y de los dirigentes es con la Doctrina Espírita. La adopción de teorías y prácticas exóticas, o no afinadas con la simplicidad y pureza de los trabajos espíritas, comprometen el objetivo de la Casa Espírita y desorientan a sus frecuentadores y asistidos. Cuando citamos la palabra pureza, los "vanguardistas de turno" abren los ojos o alzan las orejas, exclamando:

AH! ¡Ahí viene ese purista !! En el caso de que se produzca un cambio en la calidad de vida de la población, se debe tener en cuenta que, desgraciadamente, la irresponsabilidad de muchos individuos, que colaboran de buena voluntad en las filas espíritas, hacen que ciertas prácticas, poco concordantes con la pureza doctrinal, se implante en diversas instituciones y acaben incluso divulgadas en charlas, libros y periódicos dichos espíritas .

Quien entiende esta situación debe trabajar para modificarla. La vía más segura, para eso, es la del esclarecimiento, del estudio, del convencimiento por la razón y por el amor, jamás por los anatemas, obvio!

Extractado del Blog La Luz en la Mente.