26 de diciembre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 85 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 85 »

Después, el responsable de nuestro grupo de trabajo, tomó la palabra, preguntando:
–¿Cómo está nuestra hermana Laudemira? Hoy tuvimos noticias graves...
Sí –dijo el interpelado– todo hace creer que la pobrecita sufrirá una peligrosa intervención quirúrgica. Envuelta en los fluidos anestesiantes que le lanzan sus perseguidores durante el sueño, tiene la vida uterina sensiblemente perjudicada por extremada apatía. El cirujano volverá en una hora y, si los recursos aplicados no surten efecto, tendrá que hacer una cesárea...(66)
Nuestro amigo mostró profunda preocupación en su rostro habitualmente tranquilo, y dijo:
–Una operación de esa naturaleza le acarreará grandes perjuicios para el futuro. De acuerdo con el programa, tiene que recibir tres hijos más en el templo de su hogar, para que pueda servirse de su actual reencarnación, cuanto le sea posible...
El vigilante hizo un gesto de respeto y comentó:
–Creo, entonces, que no hay tiempo que perder.
Silas nos tomó la delantera conduciéndonos a una pequeña sala, en la que una joven señora se lamentaba, afligida.
Una simpática señora de nevados cabellos, en cuya ternura percibíamos la presencia materna, velaba, con la mayor atención, acariciando sus manos inquietas.
Notando la expresión de pavor que mostraban los ojos de la enferma, en abundante llanto, pregunté a Silas la causa de tan agudo padecimiento.
–Nuestra hermana –aclaró con presteza–, será nuevamente madre dentro de breves minutos. Se encuentra, por tanto, encadenada, a pruebas difíciles. Se demoró mucho tiempo en nuestra Mansión, antes de regresar al cuerpo denso de carne, siempre vigilada por enemigos que ella misma creó en otro tiempo, cuando se valió de su belleza física para complicarse en el crimen. Mujer de gran belleza, actuó en decisiones políticas que arruinaron a mucha gente. Mis Observaciones
(66) Acá analicemos lo que muchos llaman programación desde el mundo espiritual y también creen que está programado todo, incluso la muerte, tipo de muerte y la fecha exacta. También que están fijados ciertos sufrimientos de los cuales no podemos librarnos por estar ya acordados antes de encarnar.
En este caso vemos que peligra el nacimiento de un hijo y hasta la vida de la madre a pesar que se habla de una programación para llegar a tener 3 hijos.
Si todo está planificado, no tendrían que ocurrir estos contratiempos. Todo debería salir a la perfección como fue planeado.
La realidad es que se programa en acuerdo con todos los involucrados la mejor manera de llevar a cabo la encarnación, pero luego puede cumplirse o no y no existe el determinismo o el destino que fatalmente deba cumplirse. Por lo tanto no es verdad que sepamos cuando y como desencarnaremos porque eso depende del Espíritu y del entorno donde se desarrolla.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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El Pensamiento es la Base Viva de Todas las Realizaciones en el Plano Físico y Extra físico

Materia Mental y Co-Creación

El Pensamiento es la Base Viva de Todas las Realizaciones en el Plano Físico y Extra físico

por Hernani Guimarães Andrade.

El pensamiento es producto del alma y no secreción del cerebro, como creen los eruditos materialistas. Uno de los atributos del Espíritu, el pensamiento nace de las profanidades de la reflexión mental, está constituido de partículas, derivadas de la materia elemental primitiva o plasma divino, expresándose también como ondas electromagnéticas que alcanzan velocidades por encima de los 300 mil Km. por segundo (ondas supraluminares).

Aprendemos, con los Espíritus Superiores, que el Universo es un todo de fuerzas dinámicas, expresando el Pensamiento del Creador y cada criatura es dueña de una capacidad intrínseca – la co-creación -, inherente a la facultad de pensar, a través de la cual asimila la fuerza emanante de Dios, moldeándola, a su voluntad, e influenciando, de esa forma, la propia creación.

En los fundamentos de la Creación vibra el pensamiento inmensurable del Creador y sobre ese plasma divino vibra el pensamiento mensurable de la criatura, constituyéndose en el vasto océano de fuerza mental en que los poderes del Espíritu se manifiestan.

El pensamiento es, así, la base viva de todas las realizaciones en el plano físico y extrafísico. La materia que entra en su constitución se presenta en una nueva escala estequiogenética, teniendo por base elementos atómicos más complicados y sutiles, al lado del hidrogeno y más allá del uranio, trascendiendo, por lo tanto, a la Escala de Mendeleiv, esto es, el sistema periódico de los elementos químicos conocidos en el mundo, formando, igualmente, lo que podríamos denominar protones, neutrones, positrones, electrones o fotones mentales, a falta de otra nomenclatura, una vez que desconocemos la naturaleza de ese otro tipo de materia.

Obedecen, sin embargo, a las mismas leyes de la física cuántica: el halo vital o aura de cada criatura permanece tejido de corrientes atómicas sutiles de los pensamientos que le son propios o habituales, dentro de normas que corresponden a la ley de los “quánticos de energía” y a los principios de la mecánica ondulatoria, que les imprimen frecuencia y color peculiares.

Extractos del Libro "El Alma de la Materia", por Hernani Guimarães Andrade.

Etiopatogenias por Ley de Acción y Reacción

Etiopatogenias por Ley de Acción y Reacción


(Etiología + Patogénesis)  hace referencia a las causas y mecanismos de cómo se produce una enfermedad concreta.

En los envoltorios sutiles, reside la verdadera causa de las dolencias. Somos herederos de nuestras acciones pretéritas, tanto buenas como malas. El karma o “cuenta del destino creada por nosotros mismos” está impreso en el cuerpo causal. Esos registros fluyen hacia los demás cuerpos y acaban determinando el equilibrio o el desequilibrio de los campos vitales y físicos.

No todos los desequilibrios físicos, sin embargo, son originarios de cuentas kármicas (pasadas), aunque reflejen el estado espiritual del individuo, son generados por su conducta actual. Los vicios de la mente, conocidos como egoísmo, orgullo, vanidad, tiranía, pereza, etc., se constituyen en causas de múltiples dolencias, porque se constituyen en el móvil de nuestras acciones.

Cuando sean descubiertas las tecnologías que nos posibilitarán el examen profundo del periespíritu, la Medicina cambiará radicalmente, porque trabajaremos mucho más de forma preventiva, evitándose, así, las intervenciones quirúrgicas largas, agresivas, realizadas todavía hoy, aún con los grandes progresos ya alcanzados, en las últimas décadas.

Los médicos tendrán oportunidad de conocer, con detalles, la fisiología transdimensional, comprendiendo mejor el modo como se conjugan los variados envoltorios, en las llamadas sinergias, para auxiliar mejor en la manutención del estado de salud mental y física de sus pacientes.

Vamos a dar algunos ejemplos prácticos, correlacionando dolencias congénitas o de la primera infancia con la desarmonía de los cuerpos sutiles, siguiendo informaciones de André Luiz, médico e investigador, desencarnado en la década de 1930, en Río de Janeiro.

Si la personas se suicidó, en la vida anterior, por envenenamiento, al tomar un nuevo cuerpo físico podrá ser portador de afecciones valvulares, hemopatías diversas, como la leucemia, por ejemplo, u otras dolencias similares. Si incendió el propio cuerpo, en la existencia posterior, podrá presentar dermatosis más o menos extensas, de difícil curación o tratamiento, como el Pénfigo Foliáceo y la Ictiosis.

Si empleó, en el suicidio, agua o gas, podrá renacer con problemas en las vías respiratorias, tales como Enfisema y Cistos pulmonares. Si la causa fue la horca, la consecuencia posterior podrá ser la Parálisis Cerebral Infantil o Neoplasias diversas.

Si se destrozó el cráneo, sufrirá los reflejos, después, presentando dolencias como: Hidrocefalia, Síndrome de Dawn, Deficiencia Mental, Encefalitis, Epilepsia. Si eliminó el cuerpo precipitándose de grandes alturas, podrá tener, después, males como Osteosis Difusa, Distrofia Muscular Progresiva, etc.

Prácticamente todas las molestias tienen sus raíces en el periespíritu. Aunque esté aparentemente saludable, una persona puede traer, en sus Centros de Fuerza o Chacras, disfunciones latentes, adquiridas en esta o en otras vidas, que, más tarde o temprano surgirán a la superficie en el cuerpo físico, bajo la forma de dolencias más o menos graves, conforme la extensión de la lesión y la posición mental del deudor.

El Prof. Ian Stevenson, de la Universidad de Virginia, EUA, presenta en dos volúmenes del libro Reencarnación y Biology, entre los 2.600 casos investigados, los de marcas de nacimiento y defectos congénitos, elucidándolos con el estudio de las vidas pasadas.

Extractos del Libro "El Alma de la Materia"

Tomado del Sitio "Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís"

La Explicación Lógica de las Desigualdades Intelectuales y Morales.

El Problema de la Existencia del Mal y Gabriel Delanne

La Explicación Lógica de las Desigualdades Intelectuales y Morales.

por David Santamaría

Me he esforzado en el curso de esta obra en presentar al lector los hechos, de diversa naturaleza, que parecen probar científicamente la demostración de las vidas sucesivas.

Habiendo omitido voluntariamente las enseñanzas que los espíritus nos han dado sobre la gran ley de la evolución espiritual, debo ahora resumirlas sumariamente, a fin de que pueda apreciarse su importancia y su grandeza.

Con inesperada claridad iluminan el problema del destino humano, ofreciéndonos soluciones nuevas sobre la naturaleza divina y sobre el verdadero destino reservado a todos los hombres. (…)

“Con inesperada claridad” nos iluminan sobre esas elevadas cuestiones, siempre y cuando sepamos aproximarnos a ellas con el valor de enfrentar los prejuicios que la sociedad acostumbra a tener con relación a las mismas. Y, también, con el valor necesario para enfrentar los prejuicios y los miedos propios. No podemos olvidar que quien acepta el Espiritismo, deberá cambiar hábitos y actitudes obligatoriamente, de forma paulatina.

A las clásicas pruebas relativas a la demostración de la causa primera, ha venido el espiritismo a añadir una nueva, en cierto modo experimental, que nace de nuestras relaciones con los espíritus desencarnados. De una manera irrefutable el estudio de las comunicaciones espiritas nos ha probado que la situación del alma después de la muerte, está regida por una ley de justicia infalible, según la cual cada ser se encuentra en condiciones de existencia rigurosamente determinadas por su grado evolutivo y por los esfuerzos que para mejorarse ha realizado.

No podría sintetizarse con más precisión esa formidable idea de una justicia infalible, incompatible con cualquier sobrenaturalismo, y directamente conectada con el grado de responsabilidad personal modulada por la propia realidad evolutiva.

Nuestras relaciones con el Más Allá nos han hecho saber que no existe cielo, ni infierno, pero que la ley moral impone sanciones ineludibles a los que la han violado, mientras reserva dichas sin límites* a los que se han esforzado en practicar el bien en todas sus formas. (Véase “El Cielo y el Infierno”, de Allan Kardec, donde se hallará la justificación de estas afirmaciones. Consúltese también “El Libro de los Espíritus”, en el que está sintetizada la doctrina espirita).

Extractos del Boletín "Flama Espírita"

Del Alma


Materialismo

Del Alma

por Allan Kardec.

147 – ¿Por qué los anatomistas, los fisiólogos y en general los que profundizan las ciencias naturales, con frecuencia están inclinados al materialismo?

– El fisiólogo lo refiere todo a lo que ve. Orgullo de los hombres que creen saberlo todo y que no admiten que algo pueda sobrepasar sus conocimientos. Su misma ciencia los hace presuntuosos y piensan que nada puede ocultarles la Naturaleza.

148 – ¿No es lamentable que el materialismo sea consecuencia de estudios que deberían, por el contrario, demostrar al hombre la superioridad de la inteligencia que gobierna el mundo? ¿Es necesario concluir que son peligrosos?

– No es verdad que el materialismo sea una consecuencia de esos estudios, sino que el hombre deduce de ellos consecuencias falsas; porque puede abusar de todo, incluso de las mejores cosas. La nada, por otra parte, los amedrenta más de lo que demuestran, y los espíritus fuertes, son, con frecuencia más fanfarrones que valientes. En la mayor parte de las veces son materialistas por no tener nada con que llenar el vacío del abismo que se abre ante ellos. Muéstreseles un áncora de salvación y se asirán solícitos a ella. Por una aberración de la inteligencia, hay personas que no ven en los seres orgánicos más que la acción de la materia a la que atribuyen todos nuestros actos. No ven en el cuerpo humano más que una máquina eléctrica; no estudiaron el mecanismo de la vida sino por el funcionamiento de los órganos que vieron extinguirse, con frecuencia, por la ruptura de un hilo y no han observado más nada que ese hilo. Investigaron si quedaba algo y como no encontraron otra cosa que la materia, que se tornara inerte y como no vieron desprenderse el alma y no pudieron apoderarse de ella, dedujeron que todo estaba en las propiedades de la materia y por lo tanto, después de la muerte el pensamiento se aniquilaba. Triste consecuencia si fuera así, porque entonces el bien y el mal no tendrían finalidad. El hombre tendría razón en pensar sólo en sí mismo y en poner por encima de todo la satisfacción de sus placeres materiales. Los lazos sociales se romperían y rotos quedarían para siempre los más santos afectos.

Afortunadamente, semejantes ideas están lejos de ser generales; puede decirse que están muy circunscriptas y no constituyen más que opiniones individuales, pues en ninguna parte se han erigido en doctrina. Una sociedad apoyada en esas basesllevaría en sí misma el germen de su disolución y sus miembros se devorarían unos a otros como animales feroces. El hombre tiene instintivamente la convicción de que todo no concluye para él con la vida; tiene horror a la nada y se obstina inútilmente, contra la idea del futuro. Cuando llega el momento supremo, pocos son los que dejan de preguntarse qué será de ellos; porque la idea de dejar la vida para no regresar jamás, tiene mucho de dolorosa. ¿Quién podrá, en efecto, mirar con indiferencia una separación absoluta y eterna, de todo aquello que se ha amado? ¿Quién podrá, sin horrorizarse, ver cómo se abre a su vista el inmenso abismo de la nada, donde irían a disiparse para siempre todas nuestras facultades, todas nuestras esperanzas?, Y decirse: ¡Qué! Después de mí nada, nada más que el vacío; todo acabó para siempre, dentro de algunos días mi recuerdo se habrá borrado de la memoria de los que me sobreviven, pronto no quedará vestigio de mi tránsito por la Tierra.

El bien que hice será olvidado por los ingratos que he servido, y, ¡nada para recompensar todo esto, nada más que la perspectiva de mi cuerpo roído por los gusanos! ¿No tiene algo de horroroso y de glacial, este cuadro? La religión nos enseña que no puede ser así y la razón nos lo confirma, pero esa existencia futura, vaga e indefinida no tiene nada que satisfaga nuestro amor por el positivismo, siendo para muchos el origen de la duda. Tenemos un alma, pero, ¿qué es nuestra alma? ¿Tiene una forma, una apariencia cualquiera? ¿Es un ser limitado, o indefinido? Unos dicen que es un soplo de Dios, otros que es una chispa, éstos, una parte del gran Todo, el principio de la vida y de la inteligencia, pero, ¿qué aprendemos de todo eso? ¿Qué nos importa tener un alma, si después de la muerte se confunde en la inmensidad, como las gotas en el océano? ¿La pérdida de nuestra individualidad no es para nosotros como la nada? Se dice que es inmaterial, pero una cosa inmaterial no tiene proporciones definidas y para nosotros no representa nada. La religión nos enseña también que seremos felices o infelices, según el bien o el mal que hayamos hecho; pero, ¿en qué consiste esa felicidad y qué nos espera en el seno de Dios? ¿Es una beatitud, una contemplación eterna sin otra finalidad que cantar alabanzas al Creador? ¿Las llamas del infierno, son una realidad o un símbolo?

La misma Iglesia lo entiende como un símbolo, pero, ¿cuáles son esos sufrimientos? ¿Dónde está el lugar del suplicio? En una palabra, ¿qué se hace, qué se ve, en ese mundo que nos espera a todos? Se dice que nadie regresó para presentarnos cuentas. Esto es un error y la misión del Espiritismo es precisamente la de ilustrarnos sobre ese futuro, haciéndonoslo, hasta cierto punto, tocar con los dedos y ver con los ojos, no ya por la razón, sino por los hechos. Gracias a las comunicaciones espíritas, esto ya no es una presunción, o una probabilidad sobre la que cada uno entiende a su voluntad, que los poetas embellecen con sus ficciones o siembran de imágenes alegóricas que nos engañan, es la realidad la que se nos presenta, pues son los mismos seres del otro mundo los que vienen a describirnos la situación, a decirnos lo que fueron, que nos permiten asistir, por decirlo así, a todas las peripecias de su nueva vida y por ese medio, mostrándonos el destino inevitable que nos está reservado, según nuestros méritos y faltas. ¿Hay algo de irreligioso en esto? Todo lo contrario, puesto que los incrédulos encuentran la fe y los indecisos una renovación de fervor y de confianza. El Espiritismo es, por lo tanto, el más poderoso auxiliar de la religión. Y puesto que es así, es porque Dios lo permite, y lo permite para alentar nuestras esperanzas vacilantes y conducirnos al camino del bien, por la perspectiva del futuro.

Extractos del Libro "El Libro de los Espíritus", por Allan Kardec.