30 de julio de 2019

La Sabiduría del Silencio Interno

La Sabiduría del Silencio Interno

por Dr. Oskar Salazar

Cultivar la sabiduría del silencio interno, es uno de los mejores métodos para conservar nuestra energía, reequilibrar nuestro Ser profundo, y preservar nuestra salud física, emocional y espiritual.

La habladuría constante a través de nuestra mente y de nuestra boca (dialogo interno), agotan el Chi, y nos debilitan considerablemente.

El mental rechaza el silencio, porque el silencio no tiene límites, no tiene forma, y no se puede definir. El mental ama los sonidos y los ruidos, porque se parecen a los pensamientos. Se les puede dar una forma, una definición, analizarlos, y conceptuarlos. El mental evita el silencio, porque para el ego el silencio es el sonido de la muerte.

Sin embargo, el silencio es el estado natural de todas las cosas, y es necesario aprender a respetar esto, comenzando por el interior de nosotros mismos. Para poder penetrar en el Camino del Tao, debemos encarnar el silencio interno. Los sabios taoístas, nos han legado una serie de consejos útiles y prácticos que descubrieron hace mucho tiempo, gracias al cultivo del silencio interno.

Habla simplemente cuando sea necesario; piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca; sé breve y preciso, ya que, cada vez que dejas salir una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo, una parte de tu chi. Así aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.

Nunca hagas promesas que no puedes cumplir. No te lamentes y no utilices en tu vocabulario, palabras que proyecten imágenes negativas, porque esto producirá a tu alrededor, todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi. Si no tienes nada bueno, verdadero, y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada.

Aprende a ser como un espejo: escucha y refleja la energía.

El Universo mismo, es el mejor ejemplo de un espejo que la Naturaleza nos ha dado, porque el Universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía el reflejo de nuestra propia energía, bajo la forma de las distintas circunstancias que se presentan en nuestra vida. Si te identificas con el éxito, tendrás éxito; si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así, podemos observar que las circunstancias que vivimos, son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna (dialogo interno).

Aprende a ser como el Universo, escuchando y reflejando la energía, sin emociones densas y sin prejuicios. Siendo como un espejo, sin prejuicios, aprendemos a hablar de otra manera.

Con el mental tranquilo y en silencio, sin darle la oportunidad de imponerse con sus opiniones personales, evitamos que este tenga reacciones, emociones excesivas. Simplemente permite que una comunicación sincera y fluida, exista.

No te des mucha importancia, sé humilde, porque cuanto más superior te muestres, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen, viviendo en un mundo de tensión y de ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberarás de la opinión de los otros, y llevarás una vida tranquila–volviéndote invisible, misterioso, indefinible e insondable como el Tao.

No compitas con los demás, vuélvete como la Tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, sus virtudes, y a brillar.

El espíritu competitivo hace que crezca el ego, y crea conflictos inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna, evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.

No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada, sin tomar consciencia profundamente de la situación, te vas a crear complicaciones.

La gente no tiene confianza en aquellos que dicen «sí» muy fácilmente, porque saben que ese famoso «sí», no es sólido y le falta valor.

Toma un momento de silencio interno, para considerar todo lo que se presenta, y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo, y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes, o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saberlo todo, siempre tener razón, y siempre dar su opinión muy personal.

En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace de cuenta que sabe.

Evita el hecho de juzgar y de criticar. El Tao es imparcial y sin juicios. Uno se hace un favor si silencia la razón. Hay resistencias tremendas a ideas, juicios… El hombre es un tanto por ciento de razón, y de otras cosas.

La maravilla la hace el hombre cuando no piensa.. Es tremendo someter todo a los criterios de la razón. Eso es un atropello.

El hombre tiene otra parte, que es la imaginación. Es una parte importante. La imaginación trabaja mucho. Te ilusionas. A veces haces horas extraordinarias. No dejas de trabajar. Hay que dar descanso. Devolver al silencio la imaginación. Para que luego pueda ser más creativa.

El mundo de nuestra emoción es otra parte que hay que hacer descansar. En un breve espacio de tiempo se está: desalentado, animado, furioso, contento… Las emociones ahogan. Hay que devolver la calma. No excitarlas; darles calma. No nos pueden extender, ni cansar. Devolver el silencio a la emoción, es un acto lleno de salud.

Otra parte que existe en nosotros, es la voluntad de desearlo todo. De poseerlo.

Es bueno dar silencio a nuestra voluntad. El deseo nos orienta hacia fuera. No hay que desear nada. No es preciso. En este campo profundo todo está ya en el hombre. Todos los recursos están dentro. Hay que tener confianza.

Hay que sospechar que los recursos que necesitamos para vivir, están dentro.

El silencio es bueno para alejar los deseos de uno mismo. Si yo vivo deseando algo, me apoyo en otra cosa. Surge la agitación.

Nos aíslan de nosotros mismos.

Silencio en nuestros deseos… para no alejarnos de nuestro corazón.

Cuando todas las partes entran en sosiego, puede brotar la intuición.

Es una luz rápida. Se enciende en nosotros y nos ayuda a caminar. Cuando algo se ve desde dentro, no se necesita ayuda ni respuesta. Nadie puede cambiarnos si la luz se hace dentro.

Nadie puede decirnos nada. Esta luz sólo se pone en marcha, cuando todo se serena. No somos lo que nos empeñamos ser. Un silencio para permitirse ser. Permitirse vivir. La intuición es hija del silencio. La presencia del Reino en nosotros se intuye desde el silencio.

El silencio es el espacio para esta intuición, esta revelación. No es callar por callar. Es callar para permitir que la vida se dilate, se expanda. Son los ruidos, los que tapan esa fuerza interior. Los que nos dividen en mil piezas sin sentido. Acallarlos es encontrar de nuevo la confianza y la salud..

¡Buena Suerte!

En el Silencio…

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"

La Infelicidad o Atribulaciones de los Espíritus

El Cielo

La Infelicidad o Atribulaciones de los Espíritus

por Allan Kardec.

Las atribulaciones de los espíritus son proporcionadas a su adelanto, las luces que poseen, sus capacidades, su experiencia y al grado de confianza que inspiran al soberano Señor. Allí no existen los privilegios ni los favores que no sean premio del mérito: todo está medido con el peso de la justicia divina. Las misiones más importantes sólo son confiadas a los que Dios reconoce como capaces de llevarlas a cabo e incapaces de faltar a ellas o de comprometerlas. Mientras que a la vista de Dios, los más dignos componen el consejo supremo, la dirección de las infinitas evoluciones planetarias está confiada a jefes superiores, y a otros está conferida la de mundos especiales.

Vienen después en el orden de adelanto y de la subordinación jerárquica las atribulaciones más restringidas de aquellos que presiden la marcha de los pueblos, la protección de las familias y de los individuos, el impulso de cada ramo de progreso, las diversas operaciones de la Naturaleza hasta los más ínfimos detalles de la Creación. En ese amplio y armonioso conjunto hay ocupaciones para todas las capacidades, aptitudes y buenas voluntades. Ocupaciones aceptadas con alegría, solicitadas con ardor, porque son un medio de adelanto para espíritus que aspiran a elevarse.

Así como las grandes misiones son confiadas a los espíritus superiores, las hay de todos los grados de importancia, destinadas a los espíritus de diferentes rasgos; de lo que puede deducirse que cada encarnado tiene la suya, es decir, deberes que cumplir para el bien de sus semejantes, desde el padre de familia a quien incumbe el cuidado de hacer progresar a sus hijos, hasta el hombre de genio que aporta a la sociedad nuevos elementos de progreso. A menudo en esas misiones secundarias se encuentran debilidades, prevaricaciones, apartamientos, pero sólo perjudican al individuo y no al conjunto.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Carlos Roberto Campetti

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Carlos Roberto Campetti 

“Educación del Espíritu”


…el espiritismo cuando ha surgido nos ha anunciado la venida de esta nueva era, vino a informar la situación de la tierra y por esto la situación de la mayor parte de sus habitantes. Y vino a anunciar, que la humanidad estaba en proceso de maduración para alcanzar esta condición de asumir el control del propio proceso evolutivo. Pero esto no ocurre de un momento para otro. Nosotros hemos comprendido a lo largo del tiempo que la naturaleza no da saltos y nuestro proceso evolutivo tampoco se compone de saltos. Es un proceso continuado y es efectivamente progresivo en el amplio sentido de la expresión.

Es una conquista de cada uno a la medida de sus esfuerzos de su interés, de su dedicación, y para que esto ocurra a la necesidad del despertar.

Allan Kardec nos ha dicho que la educación que la humanidad necesita no es propiamente la instrucción, la instrucción forma parte del proceso educativo. Él decía que la instrucción es necesaria, tiene que venir dentro del proceso educativo, pero ella no es suficiente. La escuela instruye, ¿pero quién educa? Y hay dicen los espíritus superiores, cuestión 385 del libro de los espíritus. «Los padres son los responsables»

…Nuestros hijos aprenden de aquello que hacemos.

Los niños tienen una cosa llamada atención difusa que después con el tiempo la mayor parte de nosotros, conforme se desarrollan los órganos en la composición física, perdemos esta capacidad. Raros la conservan, pero los niños todos la tienen en grados distintos de profundidad, y entonces con esta atención difusa los niños son capaces de percibir lo que está ocurriendo en su entorno aunque no estén mirando, a veces los papás piensan, están distraídos, están jugando con sus juguetes y ellos están con la atención en todo lo que está pasando y aprenden de eso.

…nosotros los papás, los familiares que componemos la familia, nosotros cuando caminamos vamos dejando huellas como si camináramos en la arena y nuestros hijos necesariamente seguirán estas huellas muchas veces incluso en contra de su voluntad. La reencarnación es en sí misma un proceso de reeducación del individuo.

Extractos de "Revista Espirita FEE"

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ COLAVIDA

JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ COLAVIDA

(Tortosa, 1819 – Barcelona, 1888)


Si deseáramos describir, en pocas palabras, quién es José María Fernández Colavida, deberíamos afirmar, ante todo, que se trata del ejemplo real y concreto del hombre de bien y del verdadero espírita, enseñado en El Evangelio según el Espiritismo.

Conocido, con toda justicia, como el ?«Kardec español??»?, trabajó y sigue trabajando permanentemente por el progreso de la humanidad, divulgando la Doctrina Espírita no solamente por medio de su perfecto conocimiento doctrinario, sino también por el fiel ejemplo que siempre ha dado de la práctica de las enseñanzas espíritas, sobre todo de la ley de amor, de justicia y de caridad.

Primer traductor y editor de los libros de Allan Kardec al idioma español, jamás buscó ventajas materiales en las obras que publicaba, donando muchas de ellas en beneficio de la divulgación doctrinaria o vendiéndolas a precios simbólicos, que ni siquiera cubrían los costos generados por la impresión.

Fue gracias a su abnegado trabajo de divulgación doctrinaria que Amalia Domingo Soler, entre otros innumerables beneficiarios, pudo tener las obras de Allan Kardec, como ella misma cuenta en Memorias: ??«[…] Fernández Colavida me mandó la colección completa de su Revista, las obras de Allan Kardec y una carta cariñosísima. Cuando yo me vi dueña de los libros de Kardec por los que tanto había suspirado, mi alegría fue inmensa??».

Fundador, director y redactor, en Barcelona, de la Revista Espiritista –Periódico de Estudios Psicológicos, posteriormente denominada Revista de Estudios Psicológicos, fue el mayor divulgador espírita para los países de lengua española. Realizó un trabajo admirable de orientación doctrinaria a espíritas de varios lugares del mundo, tales como Argentina, Colombia, Cuba, Ecuador, Filipinas, México, Perú, Uruguay, además de España.

En la obra La luz que nos guía, se transcribe la siguiente información, publicada en el periódico barcelonés El Diluvio, con ocasión de la desencarnación de Fernández Colavida: «Nada más cierto Fernández ha sido un verdadero apóstol del Espiritismo; ha amado su ideal filosófico sobre todas las cosas de la Tierra, y bien lo probó cuando en el día 9 de Octubre de 1861 en la explanada de Barcelona en el lugar donde se ejecutaban los criminales condenados al último suplicio, por orden del Obispo de la ciudad Condal fueron quemados trescientos volúmenes y folletos sobre Espiritismo, propiedad del Sr. Fernández. Éste siguió imperturbable su trabajo de propaganda [...]».

Fue el fundador de la primera librería espírita en la capital de Cataluña, así como de la Asociación de los Amigos de los Pobres, de la Sociedad Barcelonesa Propagadora del Espiritismo, y fue el director del Grupo Espírita La Paz, instituciones en las que trabajó con ahínco por el bien del prójimo.

Presidente de honor del Primer Congreso Internacional Espírita, realizado en Barcelona en septiembre de 1888, pocos meses antes de su desencarnación, recibió el homenaje con la mayor humildad, pues jamás buscó ningún reconocimiento, excepto el de su propia conciencia.

Gran soldado de la paz del Cristo, ha trabajado de manera incesante por la unión de los espíritas alrededor del estudio y de la práctica de la moral de Jesús, así como de las enseñanzas codificadas por Allan Kardec. Sus manos laboriosas, herramientas luminosas en servicio constante a la causa espírita, escribían, en su más reciente encarnación, textos doctrinarios, cartas de orientaciones a espíritas de todas las condiciones sociales y de varias nacionalidades. Igualmente, llevaban auxilio a necesitados de toda especie, tanto la ayuda material a las personas pobres económicamente como los fluidos saludables a los enfermos de cuerpo o de alma. En la vida espiritual, esas mismas manos, además de permanecer fielmente en el trabajo de las letras y del auxilio, nos son extendidas amorosamente para sostenernos en el recto cumplimiento de nuestros deberes como espíritas.

En su tumba, donde yace el cuerpo mortal, los espíritas de España y América, como una muestra de gratitud, deseaban construir un monumento. Con todo el respeto que esa iniciativa merece, no dejemos de prestar también otro homenaje al ejemplo inmortal de ese noble Espíritu bienhechor, edificando, en nosotros mismos, el monumento de la práctica de las dos enseñanzas fundamentales para todo espírita: «Hermanos, amémonos e instruyámonos».

por Simoni Privato Goidanich

Principales fuentes consultadas:
- Amalia Domingo Soler. Memorias. 4ta ed. Araras-São Paulo: Mensaje Fraternal-IDE, 2000.
- Amalia Domingo Soler. La luz que nos guía. 3.a ed. Orihuela-Alicante: Centro Espírita La Luz del Camino, 2004.
- Divaldo Pereira Franco. Hacia las estrellas. Dictado por diversos Espíritus. 2da ed. Araras-São Paulo: Mensaje Fraternal-IDE, 1994.

Extractado de "Revista Espírita 1858-1861", por Allan Kardec.