23 de agosto de 2019

¿ Qué son los Polstergeist y las Casas Encantadas?

Polstergeist y Casas Encantadas

¿ Qué son los Polstergeist y las Casas Encantadas?


El término Polstergeist es de origen alemán, y significa “ espíritu ruidoso”. Básicamente es un fenómeno muy espectacular e impresionante que se manifiesta de muy diversas formas: objetos que se mueven o caen sin un motivo físico aparente, muebles que se desplazan solos, ruidos misteriosos, olores desagradables, levitación incontrolada de alguna persona, objetos que vuelan literalmente, etc. A veces lo que se desplazan y aparecen expontáneamente son fuegos o combustiones expontáneas de carácter paranormal, lo que en Parapsicología se conoce como “Papirogenia”.

Este fenómeno viene causado por una energía que se desprende y proyecta a través de un sujeto dotado para ello o por un médium que normalmente desconoce que la causa del fenómeno la lleva en sí mismo y provoca lo que se llama “actividad polstergeist”. De él se encuentran testimonios de su existencia desde el siglo XII y siempre sus manifestaciones se achacaban al diablo , personaje amenazador y terrible, siempre presente en las mentalidades de aquella época.

Los polstergeist pueden ser de dos clases según su origen: anímico o causado consciente o inconscientemente por una persona sujeto emisor de una energía psíquica llamada Psicorragia, y también puede ser de origen mediúmnico, cuando está provocado por Entes desencarnados que utilizan para su manifestación la energía psíquica del médium, dirigiéndola y proyectándola sobre los objetos materiales Este fenómeno es diferente y no se debe confundir con el de las “Casas Encantadas”, cuyos efectos físicos son similares, pero no así el mecanismo que los produce, pues en este caso el fenómeno también se debe a la utilización de la energía Psi de un médium, pero quedando circunscrita a un determinado lugar en donde el Ser o Seres desencarnados actúan de forma directa sobre la materia y objetos del lugar.

Este fenómeno viene a ser motivado por la fijación en ese lugar de ciertos seres desencarnados que ignoran su estado real así como nuestro sentido del tiempo del que ellos carecen en la dimensión espiritual donde existen. Otras veces no son entidades reales quienes intervienen, sino que en efecto , existen unas presencias paranormales que se podrían considerar como verdaderos fantasmas irreales presentes en el ambiente por la “impregnación psiquica” causada por personas que alguna vez tuvieron un fuerte choque psíquico en el lugar de las manifestaciones ( terror, ira, etc).

Según la Parapsicología, la impregnación psíquica consiste en que en los objetos materiales o en el medio ambiente que rodeó a unas personas protagonistas de unos hechos en el pasado, quedaron impregnados a lo largo del tiempo y tras haber dejado atrás las causas que lo generaron, quedando formados como unos “clichés” fotográficos con esa energía psíquica emanada en su día en aquel lugar de modo impactante a causa de unos hechos impactantes.

Tomado del Blog "El Espírita Albaceteño"


La Reencarnación en Occidente

La Reencarnación en Occidente

Cuando oímos la palabra "reencarnación", habitualmente la asociamos con ideas procedentes del mundo oriental, con su particular misticismo de muchos milenios de antigüedad. Sin embargo, Occidente tampoco es ajeno a esta creencia.

Es corriente referirse al fenómeno de la reencarnación como a una creencia arraigada exclusivamente en el Oriente, más concretamente en las religiones hinduista, budista o creencias derivadas. Este es un error muy común entre los neófitos, y limita bastante la posibilidad de pensar en la teoría de la reencarnación como fenómeno en sí mismo, asociándolo siempre a las ideas que uno entiende como "orientalistas", entre las que se encuentran las doctrinas del karma, la recta acción, etc.

El efecto contraproducente de esta creencia es, a primera vista, el de colocar la reencarnación como un tema "oriental" por definición, e incompatible con los pensamientos que han tenido impacto en Occidente. Entonces se hace dificultoso identificarse con la reencarnación y leer a un autor como Tomás de Aquino, que la niega, o a otro como Séneca, que no la menciona más que alusivamente y para quienes lo leen con cierto conocimiento previo, y compartir sus ideas al mismo tiempo, dado que se nos antojan como pensamientos incompatibles. Uno no puede entonces identificarse plenamente con las ideas occidentales si cree en la reencarnación, si esta es exclusivamente oriental.
El hecho de buscar ser un filósofo en el sentido amplio, que implica comparar conocimientos y doctrinas, nos moviliza a querer superar estos aparentes antagonismos entre Oriente y Occidente. El objetivo del presente trabajo es indagar la presencia de la reencarnación en pensamientos occidentales, que nos permita abandonar el prejuicio orientalista hacia este tema.

Ideas sobre la reencarnación
Ya en Egipto era patente el concepto de reencarnación, y ciertamente de un modo muy científico. Casi podría asociarse a la ley de la gravedad. Simplificadamente, la creencia era que después de la muerte, el alma del ser humano era pesada en una balanza por el dios Anubis, y si el peso superaba al de una pluma, por la necesidad aún insatisfecha de experiencias terrenales, esta volvía a nacer en la tierra una y otra vez, hasta que el peso del alma fuese tan etéreo que no requiriese más vida material, encaminándose a un estado de conciencia que en la India llamarían el "Nirvana".

Sitio Web "Revista Esfinge"   Leer artículo completo >>>


El Infinito

Extracto del discurso en Sociedad Espírita Española del 19 de abril de 1872

El Infinito

por José Navarrete

Uno de los fundamentos del espiritismo; he ahí su concepto de la causa primera; infinitesimal e infinita al mismo tiempo; principio y fin; alfa y omega: toda la creación, todo el universo, en un punto infinitesimal. Esa causa primera infinita, era en el principio, la condensación de todas las creaciones del universo, y, como principio infinito, siempre creó y creará sin fin; es decir siempre produjo variedades de su principio único, y las producirá, sin concluir jamás; nosotros no podemos comprender cuándo empezó a crear, ni cuándo concluirá. Esto no es decir que esa causa, que podemos llamar increada, no comenzara alguna vez a crear; empezó en un tiempo que no podemos concebir, porque, cuando fue, nosotros estábamos en la causa creadora.

El fluido inteligente, llamémosle así, está dividido en infinitas inteligencias infinitesimales e infinitamente perfectibles, que producen las infinitas variedades inteligentes de la creación y que, en el tiempo infinito, han llegado a ser, en este planeta, seres humanos en distintos grados inteligentes, o bien agrupadas, asimilándose espíritu y materia se han manifestado por la superficie de esta, en forma de perla, en forma de camelia, en forma de gota de rocío; o, sin conciencia todavía de sí mismas, constituyen, unidas, el océano fluídico, siempre constantemente infinito, por donde navegan las demás creaciones.

Existen, pues, lazos que unen todas las inteligencias, y a estas con todos los espíritus y a espíritus e inteligencias con toda la materia: no hay nada solo, no hay nada aislado, no hay nada fuera de la gran asociación universal; y ¿qué extraño es que, cuando los espíritus abandona la materia más grosera de sustancia envolvente, puedan sentir los que aquí quedan las inspiraciones, más o menos acentuadas, de los espíritus de los que se fueron? ¿qué extraño es que haya médiums escribientes, y auditivos y videntes y que míster Daniel Dunglas Home, sea, con sus sesiones experimentales, el asombro de Francia, Inglaterra, Italia, Rusia y América?

Extractos de "Revista La Revelación Año 1872", por Allan Kardec.

Los Fluidos se Unen por la Similitud y los Contrarios se Repelen

Cualidades de los Fluidos

Los Fluidos se Unen por la Similitud y los Contrarios se Repelen

por Allan Kardec.

El pensamiento produce una especie de efecto físico que actúa sobre lo moral, y sólo el Espiritismo cuenta con los elementos necesarios para explicar este hecho. El hombre lo siente por instinto, ya que busca las reuniones homogéneas y simpáticas en las que sabe que podrá extraer nuevas fuerzas morales. Se podrá decir que allí recupera las pérdidas fluídicas que tiene cada día por la emanación del pensamiento, como recupera mediante el alimento las pérdidas de energía del cuerpo material. En efecto, el pensamiento es una emisión que ocasiona una pérdida real de los fluidos espirituales y, como consecuencias, de los fluidos materiales, de manera que el hombre necesita sumergirse en los efluvios que recibe del exterior. Cuando se dice que un médico cura a su paciente con buenas palabras, se está en lo cierto, ya que el pensamiento benévolo aporta fluidos reparadores que actúan tanto en el plano físico como en el moral.

Se podrá decir: Es posible huir de los hombres que se sabe malintencionados, pero, ¿cómo sustraerse a la influencia de los malos espíritus que pululan a nuestro alrededor y se deslizan por doquier sin ser vistos? El medio es muy simple: depende enteramente de la voluntad del hombre mismo, que lleva en sí el resguardo necesario.

Los fluidos se unen por la similitud de su naturaleza: los fluidos contrarios se repelen; hay incompatibilidad entre los buenos y los malos fluidos, como entre el aceite y el agua. ¿Que se hace cuando el aire está viciado? Se sanea, se depura, destruyendo el centro de las impurezas, expulsando los efluvios malsanos mediante las corrientes de aire salubre más fuertes. Ante una invasión de malos fluidos hay que oponer otra mayor de buenos, y como cada uno tiene en su periespíritu una fuente fluídica permanente, el remedio lo lleva uno mismo. Sólo hay que purificar esa fuente y darle cualidades que actúen como un repulsivo para las malas influencias y no como una fuerza de atracción. El periespíritu es una coraza a la que conviene saber templar.

Ahora bien, como las cualidades del periespíritu guardan relación con las del alma, es preciso trabajar en su mejoramiento, puesto que son las imperfecciones del alma las que atraen a los malos espíritus. Las moscas se sienten atraídas por la suciedad, y a ella se dirigen; si se acaba con esos focos insalubres, las moscas desaparecen. También los malos espíritus se sienten atraídos por la suciedad, aunque moral, y a ella van. Destruid, por tanto el centro de atracción y se alejarán. Los espíritus buenos, encarnados o desencarnados, no tienen nada que temer de la influencia de los malos espíritus.

Extractos del Libro "El Génesis", por Allan Kardec.


MI COMENTARIO
Siempre digo que la energía es una sola y que nos diferencia el punto en que vibramos dentro de esa linea imaginaria que va desde 0 a 100, por poner un rango cualquiera.
Los que estén cercanos al 0, diríamos que vibran en una frecuencia muy baja que no es placentera, y los cercanos al 100 vibrarán en una zona de felicidad y placer.
Quienes estén cercanos en esas vibraciones sentirán atracción y los que se distancien demasiado en esas vibraciones, también estarán repelidos entre si por la falta de afinidad.