2 de marzo de 2019

Citas y Frases de ANDRÉ LUIZ 1

Citas y Frases de ANDRÉ LUIZ 1


Conserve la propia fe, de tal manera que usted no pueda afligirse excesivamente, con ninguna dificultad.

Viva el presente, actuando y sirviendo con fe y alegría, sin preocuparse por el  futuro, porque para vivir mañana, necesita vivir hoy…


No permita que la dificultad abra la puerta al desanimo, porque la dificultad es el medio de que se vale la vida para mejorarnos en propósitos y resistencia.

En cualquier indecisión, valore la opinión de los amigos que le hablen del asunto, pero conserve la convicción de que la decisión final será siempre suya.

Aun en las horas aflictivas, procure actuar con serenidad y discernimiento, porque de todo lo que hagamos recogeremos siempre.

No se oponga en contra de quien hable por el placer de contradecirle.

Cada uno de nosotros, sea donde fuere, está siempre construyendo la vida que desea.

La existencia es la suma de todo lo que hicimos de nosotros hasta hoy.

Si usted cometió algún error no se detenga para lamentarse; raciocine sobre el asunto y rectifique la falla habida, porque sólo así la existencia le convertirá el error en lección.

La vida por fuera de nosotros es la imagen de lo que somos por dentro.

Vivir es ley de la naturaleza, pero la vida personal es obra de cada uno.

Si usted encuentra a una persona difícil en su intimidad, esa es la criatura exacta que las leyes de la reencarnación le traen al trabajo de perfeccionamiento propio.

Cuando hablamos, cada uno de nosotros presenta el propio retrato espiritual pasado a limpio.

Quien condena echa una piedra que volverá siempre al punto de origen.

Siempre que pueda y cuanto pueda, absténgase de comentar el mal; la palabra crea la imagen y la imagen atrae la influencia que le corresponde.

En las dificultades de lo cotidiano, olvide los contratiempos y siga adelante, recordando que Dios esculpió en cada uno de nosotros la facultad de resolver nuestros propios problemas.
Confíe en Dios y en usted mismo para dirigirse, pero entienda que usted, por ahora, aún es un ser humano, sin ser un ángel.

Si usted cayó en algún error y consigue saber de eso, ya posee también discernimiento bastante para rectificarse.

Comprendamos a los demás en sus luchas para que seamos comprendidos en nuestras dificultades.

Si usted espera progreso y milagros en su camino, no pare de trabajar.

El pensamiento es nuestra capacidad creativa en acción. En cualquier tiempo, es muy importante no olvidamos de eso.

La idea forma la condición; la condición produce el efecto; el efecto crea el destino.
Su vida será siempre lo que usted esté pensando constantemente. En razón de eso, cualquier cambio real en sus caminos, vendrá únicamente del cambio de sus pensamientos.

Imagine su existencia como desea que deba ser y, trabajando en esa línea de ideas, observará que el tiempo le traerá las realizaciones esperadas.

El destino le traerán de vuelta todo aquello que usted piense. Ya sea todo lo que se refiere al bien como al mal.

El Bien Eterno es la Ley Suprema; manténgase en el bien a todo y a todos y la vida será fuente de bendiciones.

Si usted cree en el valor de la pereza, mire el agua estancada.

Sea cual sea su problema, el trabajo será siempre la base de su solución.
Olvidemos lo que no sirve para el bien, a fin de que se realice lo mejor.

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Terapia de vidas pasadas

Terapia de vidas pasadas


Según la postura de Kardec, “olvidar es regla”, y que recuerdos concretos y pormenorizados de hechos de vidas pasadas serían excepciones.
De un tiempo a esta parte, se vienen divulgado mucho, en el medio espiritista y fuera de él, las llamadas “terapias de vidas pasadas”. Se sostiene que, en determinadas circunstancias, rememorar hechos de vivencias pasadas (y olvidadas) de otras y de esta misma vida, puede ser el camino para su tratamiento. Revivir el hecho, con un correcto acompañamiento de algún profesional capaz de demostrar al paciente que aquel episodio puede ser superado, a través del dinamismo de las leyes de la vida, deberá revertir en beneficio en los tratamientos de fobias, antipatías personales, odios, rechazos, etc. Y he ahí que, naturalmente, surge la pregunta:

¿Puede esa terapia realizarse en el Centro Espiritista?

El Espiritismo, dice Kardec, “es una ciencia de observación”. Tiene una visión propia acerca del fenómeno humano: su origen, su evolución y el destino de la vida humana. De cierta forma, todas las áreas del conocimiento, de la física a la medicina, de la astronomía al derecho, de las ciencias matemáticas a las humanas, todo puede ser visto bajo un ángulo más abierto, más amplio y más ordenado, a partir de las ideas centrales del Espiritismo: la inmortalidad del espíritu (como consciencia individual), su evolución (a través de las diversas encarnaciones) y su realización ética (a través de la observancia de las leyes morales).

El Espiritismo nos da, pues, una visión teórica de hombre, de mundo y de universo. El espiritista asume la convicción de que esa forma de ver el mundo tiene que favorecer todas las áreas humanas. La Medicina, por ejemplo, a partir de esa visión, tendrá ciertamente un campo más amplio para prevenir y tratar dolencias. El Derecho ha de ser mejor interpretado y dirimido si es contemplado como un ordenamiento natural, no meramente positivo, sino con fundamentos éticos permane ntes y universales. Y, naturalmente, la Psicología, como verdadera “ciencia del alma”, escudriñando mejor los orígenes de los disturbios psicológicos, será más apta para tratarlos. No por eso, el centro espiritista (lugar donde se estudia Espiritismo) se transformará en consultorio médico, centro donde se dirimen controversias jurídicas ni, tampoco, en consultorio psicológico. En la medida en que se convirtiera en eso, se estará desviando de su finalidad principal. La medicina es para los médicos. El Derecho es para los juristas. La Psicología es para los psicólogos. Claro que éstas y cualesquiera otras actividades, según la forma de ver de los espiritistas, saldrán cualificadas y enriquecidas si a sus presupuestos teóricos y prácticos se aplica la visión del conocimiento espiritista.

En el caso específico de las llamadas “Terapias de Vidas Pasadas” al terapeuta no le bastará tener el conocimiento teórico espiritista. Será importante que esté dotado de suficiente equilibrio y sentido común para no transformar, en la práctica terapéutica, ese conocimiento en factores de agravamiento de los males eventualmente radicados en episodios de la vida pasada.


Extractado del Boletín Flama Espírita.

Ego y budismo, ¿cuál es su relación?

Ego y budismo, ¿cuál es su relación?


¿Cuál es la relación entre ego y budismo? El budismo es una de las pocas corrientes psicológicas y filosóficas que niega la existencia inherente del ego. Desde el budismo puede cambiar la relación que tenemos con nosotros mismos y con los demás.

Ego y budismo son dos términos indisociables. Quien quiera adentrarse en el budismo, uno de los primeros temas que abordará será el ego. Quien quiera adentrarse en el ego, una de las corrientes filosóficas y psicológicas más profundas que encontrará es el budismo. ¿Qué diferencia al budismo de las religiones más conocidas con respecto al ego? La carencia de su existencia inherente. Esto es, desde el budismo no existiríamos como parecemos existir. Interesante, ¿verdad?

Podría asegurarse que una gran parte del conocimiento budista está enfocado en destronar al ego de su posición de rey. Existe la creencia de que el ego debe ser destruido, sin embargo, esto no es del todo cierto.

El ego ahora mismo ocupa una posición central que controla y domina nuestra vida. El budismo nos dice que lo pongamos en la posición de ministro o consejero. Es indiscutible que tenemos un nombre, unas creencias, unas costumbres… pero si el ego nos domina, haremos de ello una identidad fija. Sin embargo, si lo colocamos en la posición adecuada, seremos personas más libres de condicionamientos, y, por ende, más felices.

¿Qué es el ego?

Sitio "La Mente es Maravillosa"  Leer el Artículo Completo...

Ventajas de las comunicaciones con los seres espirituales

Ventajas de las comunicaciones con los seres espirituales


¿Y qué ventajas reporta a los hombres la comunicación con los espíritus?:

¡Muchas! si se saben apreciar, inmensas si se comprenden sus tendencias generalmente moralizadoras. La comunicación de los espíritus, rasga el tupido velo de los misterios religiosos; y como dice muy bien Kardec:

Hasta ese día el hombre no había podido crear sino hipótesis acerca de su porvenir, y he aquí porqué sus creencias en esa materia estaban divididas en sistemas tan numerosos y tan opuestos desde el aniquilamiento, hasta las fantásticas descripciones del paraíso y del infierno. Hoy son testigos presenciales los actores mismos de la vida de ultratumba, los que vienen a decirnos lo que en eso hay, lo cuál solo ellos podrán hacerlo.

Esas manifestaciones han servido para damos a conocer el mundo invisible que nos rodea y que ni siquiera sospechábamos, cuyo conocimiento, por sí solo es de una importancia capital, aun suponiendo que los espíritus no pudieran enseñarnos otra cosa.

¿Quién, si se encontrara en un país desconocido, despreciará las señas que pudiera darle el campesino más humilde que a su paso encontrara? ¿Rehusaría preguntarle, siquiera, acerca del estado del camino, porque fuera un pobre labriego?

En verdad que no habría que esperar de él profundas instrucciones, más en su esfera y por ser lo que es, podría en ciertos puntos guiarnos mejor que un sabio muy distinguido que no conociera el país.
Se sacarían de sus indicaciones, consecuencias que quizás él mismo no podría sacar, sin que por eso hubiese dejado de ser un medio muy útil para hacer ciertas observaciones, aunque no hubiese servido sino para damos a conocer las costumbres de los habitantes del país. Lo mismo puede decirse de las relaciones de los espíritus, de los cuales el más humilde puede damos instrucciones muy útiles.

Amalia Domingo Soler , tomado de su libro "La Luz del Porvenir"

Extractado del Blog Albacete Espírita.