16 de abril de 2019

La Palabra y el Hombre

La Palabra y el Hombre

por Allan Kardec.

La razón humana en los primitivos tiempos carecía de solidaridad: las más fáciles ideas no se podían expresar con palabras, sino que muchas veces suplían a falta de estas los gustos y contorsiones de músculos y de otras partes del cuerpo. Mas tarde, cuando con la recopilación de palabras pudieron formar un idioma incompleto y bastardo, ya había el hombre alcanzado mucho, o investigando siempre sobre el sentido y significación que pudieran dar a las cosas, acabó de formarse el diccionario, sino escrito, comprendido.

No tardó mucho el hombre en dar más amplitud a las ideas y encontrar con la continuidad de unas y otras palabras, hasta formar un acento armonioso, suave y grato al oído, por lo que, estimulando al gusto, nació una diferencia entre los hombres, que armonizaban a los que bruscamente manifestaban sus ideas, sus sentimientos, sus acciones. A los primeros se les dio el nombre de filósofos, a los segundos el de vulgo o generalidad.

Grecia fue la primera que cultivó este gusto hasta el esmero más culto y refinado. En tiempo de los filósofos, ya tenía las mismas expresiones con que manifestaban los más grandes sentimientos, las mismas con que expresaban la dulzura, la afección, la coquetería, la suavidad y todo aquello que con la palabra tiende a atraer y cautivar los ánimos. La lengua griega era la única que podía contrarrestar por sus adelantos a todas las de su época, porque los Griegos fueron los que buscaron en la palabra y en las voces más variedad, y de esta variedad y de este mágico concierto, resultó naturalmente la expresión más dulce, más bella y de una significación más elocuente que hubieron encontrado los demás pueblos con su distinto idioma. ¡Y cómo no así!

La mitología pagana, que todo lo fundaba en el sentimiento, en el amor, les inspiró la dulzura y esas sensaciones que naciendo del corazón sirven para deificar al Ser Supremo. El paganismo griego se inspiró en Venus, diosa de la hermosura, y sus cánticos de admiración y gloria fueron queriendo conmover las fibras más delicadas y sensibles de esta deidad.

Los griegos que se inspiraron en Marte, cantaron a este dios en el ardimiento del combate, y fue para impulsarles valor y ensancharles el corazón en la pelea. Los griegos que se inspiraron en las Parcas, cantaron tristes y llorosos para que les devolvieran el pedazo de corazón, con el ser querido que les arrebataban, y Júpiter, Saturno y otros, fueron como los anteriores dedicados para conmoverles con la voz con el acento y con la afección mas intima, para alcanzar en las fabulosas deidades la gracia, el amor, la vida, el ardimiento, la nobleza y con la ciencia, el renombre perpetuo para todas las posteridades de la humanidad.

Revista La Revelación Año 1872, por Allan Kardec.

Que no es el Laicismo

Que no es el Laicismo

por David Grossvater.

Si el Espiritismo se redujese solamente a hablar con los espíritus, creer en Dios y en la Reencarnación, no habría motivo para tanto alboroto. Pero cuando se concibe que el Espiritismo abarca la totalidad de todas las Ciencias (Ciencia Universal), a toda manifestación humana y todo fenómeno cósmico, material y espiritual, morfológico y energético, automático y consciente; cuando el estudio del Espiritismo envuelve la Vida Universal, la antropología y genética, causas y efectos, astronomía y electrónica, mecánica celeste y biología circunscrita y trascendental, quimismo y cinetismo, física especulativa y física objetiva. esencia y sustancia, anatomía determinante y estructural, psiquis y normas; todo manipulado matemáticamente en magnitudes inconcebibles por nuestra actualidad, es cuando debemos analizar muy seriamente, y con la mayor admiración, la palabra Laicismo, para no enredar en nuestras ideas personales los ideales de los Maestros.

Laicismo no es materialismo ni es ateísmo, ni divinismo, sino seriedad escrupulosa en la búsqueda de conocimientos y en su análisis.
Por medio de la pedagogía Laica, se comprueban todos los enunciados, confrontándolos con los principios conocidos experimentalmente en relación con los nuevos aportes científicos. Y todo enunciado cierto y todo principio verdadero, evidenciará mayor nitidez en su veracidad cuando lo cotejamos con tal austeridad.

De lo contrario sería inclinarnos a la Fe Ciega, y por nuestro fanatismo, exponerse a precipitadas conclusiones, y finalmente destruir con los pies el entusiasmo en aquello que es motivo de nuestras más sublimes esperanzas.

LAICISMO quiere decir nada de misterio, nada de círculo cabalístico, ni secretos, ni sagradas palabras. Laico es sin interferencias de normas dogmáticas, ritos, reverendos o venerables, ni disciplinas claustrales o jerárquicas de ninguna iglesia o cosa parecida; sin patronatos de partidos o de personajes; sin rutina y sin aquello que restrinja el pensamiento o que lo circunscriba a una eterna agenda de estancamiento y que le reste libertad de estudio a la colectividad o a sus miembros.

De lo contrario, estaríamos rodeados de esas formas parroquiales de espiritisrno-budista, espiritismo romano o cristiano, espiritismo islámico o musulmán, espiritismo judío o yanqui, chino o argentino, francés o ruso. Cada uno de éstos bajo los auspicios sectarios de su propia biblia o de su alcorán, y también de su peculiar modo de considerarse superiores a los demás, igualmente sectarios, y que, con el tiempo, o de una vez, se consagrarían en iglesias o en religión, con su grey, sus feligreses, con su papa o papisa, y algunos directores se nombrarían representantes o vicarios de los maestros, otros se intitularían sus profetas en la tierra o en su respectiva región, entronizados por la rutina y eternizados por la reglamentación, "In Nomini Dei"

Conceptos Extractados de "Espiritismo Laico", por David Grossvater.

La Glándula Pineal y las Enfermedades

La Glándula Pineal y las Enfermedades

Por Germán Bravo

La glándula Pineal o Epífisis es la principal glándula endocrina del cuerpo humano; se encuentra ubicada en el techo del diencéfalo, dentro del sistema límbico, y está conectada con el cerebelo. La Pineal es denominada la “glándula maestra” porque aparte de ejercer influencia en otras glándulas endocrinas, ejerce gran influencia en el sistema inmunológico, con la finalidad de mantener la salud en los seres humanos. Aparte de sus funciones neurofisiológicas naturales, procesa las emociones producidas por los pensamientos, tanto positivos como negativos, así como los aspectos cognitivos de orden metafísico que producen la conciencia en los seres humanos, como son el saber de dónde venimos, por qué estamos en este mundo y adónde vamos después de la muerte.

En la actualidad la Biología tradicional conoce muy poco sobre las funciones de esta glándula. Se sabe que sincroniza la liberación de ciertas hormonas con las fases de luz-oscuridad. Es así considerada un transductor neuroendocrino y un reloj biológico. En tal sentido, secreta la hormona melatonina (sintetizada en base a la serotonina y los triptófanos), que entre otras funciones, la más conocida es el control del ritmo circadiano (control vigilia-sueño). Las limitaciones que presenta la Biología tradicional está en no reconocer que la glándula Pineal está vinculada con el mundo espiritual y que el prejuicio de los biólogos tradicionales pretende en vano negarlo. Pero como el progreso avanza impretermitiblemente, en nuestro tiempo la Neurobiología ha demostrado esta hipótesis, conocida desde muy antiguo; así, en la década de los noventa, el Dr. Rick Strassman realizó el primer estudio científico donde demostró que la glándula Pineal secreta una hormona denominada Dimetiltriptamina (DMT), la cual permite la conexión directa con el mundo espiritual. Estas investigaciones las publicó el Dr. Stassman en su libro “DMT La molécula del espíritu”.

Nos dice el Dr. Rick Strassman que la DMT es una sustancia psiquedélica (manifestación del alma) y enteónica (modificadora de la conciencia), estimulante de la conexión cuerpo-mente-espíritu, que facilita el aprendizaje, proporciona paz de espíritu, incita a un profundo respeto por la Naturaleza y permite promover la paz y la armonía. Su función esencial es facilitar las imágenes o visión de la mente. Estas funciones de la glándula Pineal ya eran conocidas desde la antigüedad; los sumerios la denominaron “El Cubo del Pino” (por su parecido con la semilla del Pino) o “Piña Annunaki” (la semilla de “Dios”) para representar el más alto grado de iluminación espiritual. En la India se conoció como “El Tercer Ojo”; y los egipcios la llamaban “El Ojo de Horus”. Estas concepciones estaban representadas en un Ojo: “El Ojo Celestial dentro de los seres humanos que les permite ver la Luz Divina”. Esta simbología esotérica fue utilizada por los Iluminatis y la Masonería (Un ojo dentro de un triángulo). En la Época Moderna el famoso filósofo francés René Descartes llegó a afirmar que la glándula Pineal era el asiento del alma, por lo cual fue duramente criticado por los filosofastros. En los últimos tiempos, algunos científicos la han vinculado directamente con el chakra Shahasrara, principal centro magnético del alma humana.

La glándula Pineal tiene finalidades protectoras, purificadoras y sanadoras; en tal sentido, tiene injerencia directa en el sistema inmunológico. Aparte de reaccionar ante la luz y la oscuridad para regular el ritmo circadiano (ciclo vigilia-sueño), reacciona por influencia del pensamiento, en cuyo caso hace las funciones de transductor neuroendocrino; es decir, recibe una señal (una emoción) y produce una respuesta dependiendo del contenido del pensamiento; el cual puede ser positivo o negativo; negativo si es producto de las pasiones (instinto perturbado), y positivo si son influencias del espíritu, que son pensamientos de amor. Estos pensamientos se convierten en emociones y son procesados en la región límbica del cerebro, en la glándula Pineal, favoreciendo o afectando la salud. Si los pensamientos llevan buenas intenciones se activa la oxitocina (hormona del amor), y la Dimetiltriptamina (DMT), manteniendo la armonía del alma y, por ende, la salud mental y física. Por el contrario, si los pensamientos son de odio, rencor, resentimientos, soberbia y maledicencia en general, la glándula Pineal emite una sustancia denominada monoaminooxidasa que desactiva la secreción de la DMT, y envía una señal que activa la producción del cortisol, trayendo como consecuencia un entorpecimiento de las facultades cognitivas (cuando una persona está ofuscada no tiene control, no razona), así como la obstrucción de la memoria y la inhibición del sistema inmunológico. Si esta situación se hace recurrente la glándula Pineal se va calcificando poco a poco, originando patologías como la esquizofrenia, el alzhéimer, la bipolaridad y, aun, enfermedades físicas, entre ellas el cáncer.

En su obra “DMT La molécula del espíritu” el Dr. Rick Hassman nos dice que los problemas no resueltos producen un descontrol hormonal en la glándula Pineal (las causas de los problemas no resueltos están constituidos por traumas radicados en el Inconsciente), afectando el sistema inmunológico y, con ello, el aspecto cognitivo. Al no producirse una secreción natural de melatonina y de la DMT, es señal de que la persona está siendo afectada por un conflicto no resuelto y, en consecuencia, lo ataca el insomnio, producido por una preocupación, temor, cargos de conciencia, angustia, ansiedad, etc., que le inhibe la producción de melatonina. Estos síntomas van acompañados de visualizaciones hacia el pasado o el futuro (recuerdos o proyecciones); es decir, la persona recuerda sus desgracias o visualiza un futuro nefasto que le sobrevendrá; no vive el aquí y ahora, sino en un mundo que ya pasó o que aún no ha llegado. Estas visualizaciones son posibles a la DMT (dimetiltriptamina), pues las ideas y pensamientos se concretan mediante visiones (videre).

La deficiencia de la DMT (producida por pensamientos negativos) es debido a que la glándula Pineal segrega las beta-carbonilas que son inhibidoras de la monoaminooxidasa (MAO), que desactivan la acción de la DMT, inhibiendo las funciones del sistema inmunitario, originando las patologías psíquicas y físicas.  ¿Cómo mantener el equilibrio de la DMT?

En condiciones naturales la DMT se libera cuando dormimos, ya que su función natural es facilitar las imágenes oníricas; pero también podemos lograr su liberación con la lectura espiritual bien entendida, así como una conducta moral eficiente, la práctica de la meditación, la hipnosis y las regresiones. Estos estados fuerzan a la visualización y, por ende, a la producción de la DMT.

De manera artificial se puede activar la producción de la DMT con sustancias naturales como es la ayahuasca y otras, pero bajo la supervisión médica. Asimismo, existe un método denominado “Método Energético de la Glándula Pineal”, el cual es utilizado en varias partes del mundo con la finalidad de activar la producción de la DMT y así lograr la curación; pero la manera más práctica  y sana es, como lo hemos señalado, la lectura del conocimiento espiritual, el cual modificará nuestra manera de pensar hacia el Bien.

Extractado del Blog Escuela Elipse.

La reencarnación es el camino de la evolución

La reencarnación es el camino de la evolución

por Alejandro Mota

El infinito es lo desconocido, sin comienzo o fin, así como Dios. Nosotros, espíritus en evolución, si tuvimos un comienzo, no sabemos cómo y dónde tendremos un fin. Se puede comprender esto luego a las primeras respuestas de los Espíritus en el Libro de los Espíritus.

El Espiritismo nos propone la reencarnación como la clave de la comprensión del camino del espíritu en el infinito, y sugiere que podremos a partir de algún momento entender a Dios.

Ese momento está ligado a cuanto evolucionado podremos ser en el futuro. Entender la palabra evolución en el sentido de acercarse a Dios es algo tan grandioso como nebuloso; grande por estar acercándose a nuestro destino, nebuloso por tener poco de como entender la amplitud de Dios.

Sin embargo, ese camino, ciertamente lleva a la respuesta de una de las mayores angustias de la posmodernidad: el sentido de la vida.

Para nosotros, espíritas, la reencarnación es el camino de esa evolución, individual y colectiva. Al mirar la historia del planeta Tierra, podremos entender la epopeya del espíritu como ser humano y circunscrito a ese planeta: salimos de una situación precaria de conservación de la vida física y evolucionamos hacia un mundo tecnológico; evolucionamos de un sistema nómada para la complejidad de las aglomeraciones humanas regidas por instituciones, diferentes culturas interconectadas e interdependientes.

Este proceso histórico fue calcado en la ley del más fuerte que, poco a poco, se convirtió en la ley del poder económico, y desde siempre el modelo de siervos y maestros rige nuestro mundo, con rupturas y mejoras aquí y allá, pero aún habitamos un planeta en que miles de millones de personas duermen con hambre, frío y son vulnerables a los más diversos tipos de violencias.

Extractado del Blog de la Asociación Brasileña de Pedagogía Espírita.