28 de abril de 2019

La Difusión de los Fenómenos Mediúmnicos

La Difusión de los Fenómenos Mediúmnicos

Por Dante López

La vida es cada vez más compleja a partir de varios factores como el crecimiento de la población y  las ciudades, la presión por vivir actualizados por la tecnología, la pérdida parcial de los vínculos familiares tradicionales, las influencias culturales cruzadas producto de la globalización y otros aspectos que sería largo enumerar.

A pesar de esa complejidad hay una raíz de búsqueda que no se pierde y es la búsqueda del ser humano en su intimidad. Cuando está solo se pregunta por la felicidad, por la serenidad, por el sentido de la vida y no siempre encuentra respuestas que lo satisfagan.

Por un lado, las religiones tradicionales han perdido su ascendencia y en la mayoría sólo sirven de vehículo para no perder las tradiciones y aferrarse a “algo” que no ofrece certezas. Por otro lado la Ciencia ha encontrado a Dios y hoy tiene explicaciones mucho más cercanas a la trascendencia individual, aunque sigue alejada del hombre común.

La difusión de los fenómenos mediúmnicos en los medios de comunicación más las publicaciones editoriales como los libros de Brian Weiss, Elizabeth Kübler Ross, Stalisnaf Groff y otros investigadores serios, y la cantidad de gente que ha vivido experiencias místicas y las difunden, han abierto una puerta hacia una nueva mirada, asistimos a una verdadera explosión de espiritualidad.
Los espíritas tenemos una gran oportunidad en este contexto: la de difundir las consecuencias que derivan de comprender al hombre como un “Espíritu viviendo una existencia corporal” que nos asegura la continuidad de la vida, desacraliza el miedo a la muerte física y le da un verdadero sentido a la vida.

Aunque sólo pudiésemos transmitir ese concepto habremos hecho una gran contribución para alejar al ser humano de la angustia existencial. Nada produce tanta angustia como la incertidumbre. Muchas veces los espíritas estamos enfocados en discutir las cuestiones básicas y no difundimos lo más importante: las consecuencias de cambiar a una visión más  amplia del hombre en el proceso de la evolución.
Ante cada dificultad el hombre se pregunta ¿Por qué a mí? y se desmoraliza, luego si consigue tener muchas cosas materiales se pregunta ¿Para qué? y también se angustia, no entendiendo que unas y otras circunstancias son parte del proceso de aprendizaje en la Existencia Corporal.

El Espíritu o ente Inteligente es el verdadero actor de las situaciones. Necesita de la vida de encarnado, con sus dificultades y sus conflictos, pero también con alegría y felicidad para evolucionar, para aprender de cada vivencia.

Extractado del Blog Selecciones Espíritas.

Hay Mundos particularmente Destinados a los Seres Errantes

Hay Mundos particularmente Destinados a los Seres Errantes


Hay mundos particularmente destinados a los seres errantes. Mundos que pueden servir como vivienda temporal, los campos de las especialización, los puntos de descanso, campos donde descansan un mundo demasiado grande y espiritual, no siempre dolorosas, sino que son graduales , es decir, entre los otros mundos hay posiciones intermedias, de acuerdo con la naturaleza de los Espíritus que a ellos pueden tener acceso y donde gozan de mayor o menor bienestar.

Los Espíritus que se encuentran en estos mundos pueden dejarlos libremente para ir a donde necesiten cumplir con sus necesidades. Podemos compararlos como bandas de aves que se posan en una isla, para aguardar hasta que sus fuerzas se rehacen para seguir su destino.

Mientras permanecen en los mundos transitorios, los Espíritus progresan, pues los que van a tales mundos lo hacen con el objetivo de instruirse y de poder más fácilmente obtener permiso para pasar a otros lugares mejores hasta llegar al nivel que los puros Espíritus alcanzaron.

Por su naturaleza especial, los mundos transitorios NO son perpetuamente destinados a los Espíritus errantes, la condición de ellos es meramente temporal.

Estos mundos poseen una constitución análoga a la de los otros planetas, pero su superficie es estéril, por lo que no son habitados por seres corpóreos, por lo que los seres que acampan en estos mundos están exentos de nuestras necesidades y de nuestras sensaciones físicas. Incluso, la esterilidad de estos mundos NO es permanente, son estériles por transición.

La naturaleza de estos mundos se traduce por las bellezas de la inmensidad, que no son menos admirables de lo que en la Tierra denominamos bellezas naturales.

En nuestro sistema planetario ya no existen esas especies de mundos. Sin embargo, la Tierra, durante su formación, ya perteneció a esa categoría de mundo.

Extractado del Blog  ADE- SE Ade-Sergipe.

Todos tenemos el mismo Destino aunque Distintos Caminos

Todos tenemos el mismo Destino aunque Distintos Caminos


Nuestro organismo sutil, afinado por miles de vidas, vibrará a todos los soplos, voces y llamamientos de la inmensidad, con una memoria que podrá buscar en las edades desvanecidas, que podrá revivir a voluntad todo lo que ella haya vivido. Podremos reunirnos con las almas amadas que han compartido nuestras penas y alegrías.

Nuestros destinos son idénticos. No hay privilegiados ni malditos. Todos recorremos el mismo camino, y, a través de mil obstáculos, lograremos los mismos fines. Aunque somos libres de aminorar o acelerar nuestra marcha, de hundirnos en la ociosidad vidas enteras, tarde o temprano, el sentimiento del deber se despierta, el dolor llega a sacudir nuestra apatía y forzosamente reanudamos nuestra carrera.

La vida actual es, pues, la consecuencia directa, inevitable, de nuestras vidas pasadas, como nuestra vida futura será la resultante de nuestras acciones presentes. Con la ley de la reencarnación, la soberana justicia resplandece sobre los mundos. Todo ser, cuando alcanza el grado suficiente de conciencia, se convierte en el artesano de sus destinos. No tenemos otro juez ni otro verdugo que nuestra conciencia.

Extractado del Blog Sociedad Española de Divulgación Espírita.

El Periespíritu

El Periespíritu

por Allan Kardec.

Los Espíritus, según hemos dicho, tienen un cuerpo fluídico al que se da el nombre de periespíritu. Su sustancia es tomada en el fluido universal o cósmico, que lo forma y alimenta, como el aire forma y alimenta el cuerpo material del hombre. El periespíritu es más o menos etéreo según los mundos y el grado de depuración del Espíritu. En los mundos y en los Espíritus inferiores, su naturaleza es más grosera y se acerca mucho a la materia bruta. En la encarnación, el Espíritu conserva su periespíritu, que es el órgano de transmisión de todas las sensaciones. Para las que vienen del exterior, puede decirse que el cuerpo recibe la impresión, el periespíritu la transmite, y el Espíritu, el ser sensible e inteligente, la siente. Cuando el acto parte de la iniciativa del Espíritu, puede decirse que este quiere, el periespíritu transmite y el cuerpo ejecuta.

El periespíritu no esta encerrado en los limites del cuerpo como en una caja. Por su naturaleza fluídica es expansible; irradia al exterior y forma alrededor del cuerpo una especie de atmósfera, que el pensamiento y la fuerza de voluntad pueden extender más o menos. De aquí se sigue, que personas que no están en contacto corporal, pueden estarlo por medio del periespíritu y transmitirse, aun a pesar suyo, las impresiones y a veces hasta la intuición de sus pensamientos.

Conceptos Extractados de "Obras Póstumas", por Allan Kardec.