Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 23 »
El dinero me granjeó consideraciones sociales y privilegios públicos que la política distribuye entre todos aquéllos que se hacen vencedores en el mundo... por la sagacidad y por la inteligencia... De vez en cuando,... recordaba mi crimen... una nube ensombrecía constantemente mi conciencia... pero, en compañía de Alzira... la esposa inolvidable... buscaba distracciones y viajes que ocuparan mi atención... Nunca pude ser feliz... Cuando mi hijo era ya un joven, mi esposa enfermó gravemente... y de la fiebre que la devoró durante muchas semanas,... pasó a la locura... en medio de la cual se ahogó en el mismo lago... en una noche de horror..., Viudo, me preguntaba a mí mismo si no estaba siendo juguete... del fantasma de mis víctimas... mientras tanto, temía todas las referencias a la muerte... Y busqué simplemente, gozar de la fortuna que era bien mía…(31)
El infeliz se entregó a una larga pausa de reposo, continuando después:
Pero, ¡ay de mí!... Tan pronto como cerré los ojos físicos... ante el sepulcro… no me valieron de nada las oraciones que dejé pagadas... porque mis hermanos, que yo suponía muertos... se hicieron visibles... Transformados en vengadores se pusieron a mi lado en la tumba... Me echaban en cara mi crimen y me cubrían de improperios... hasta que... tal vez... cansados de acosarme y golpearme..., me condujeron a una gruta tenebrosa... en donde fui reducido a la pesadilla en que me encuentro... En mi pensamiento... veo sólo el barco en el crepúsculo siniestro... escuchando los gritos de mis víctimas que sollozan y ríen a carcajadas, en forma extraña... ¡Ay de mí! me encuentro preso a la terrible embarcación... sin que me pueda separar de ella... ¿Quién me hará dormir o morir?...
Como si el final de la confesión le proporcionase algún descanso, el pobre enfermo se sumergió en una enorme apatía.
Druso le enjugó el llanto, dirigiéndole palabras de consuelo y de cariño, recomendando al asistente que le trasladase a la enfermería especializada para el caso, diciéndonos, pensativo:
–Ya sabemos lo necesario para establecer un punto de partida en nuestra tarea de asistencia. Volveremos a ocupamos de este caso en el momento oportuno.
–Y, después de larga pausa, añadió:
–Que Jesús nos ampare.
No nos fue posible hacer más observaciones, porque llegaba un mensajero para comunicar al instructor que una caravana de recién desencarnados estaba próxima a llegar, y le acompañamos en el servicio que él denominó “tarea de inspección”.
MIS OBSERVACIONES
(31) Durante la encarnación podemos de alguna manera tapar con distracciones los desequilibrios que somos conscientes de haber provocado, pero una vez desencarnados, eso se torna imposible. Sentimos todos los dolores mucho mas intensamente y a eso se refiere el infierno tan temido. No hay dudas que sus hermanos desde el mas allá influyeron en su posterior desgraciada vida y los percances graves que tuvo que soportar. Seguramente aún lo seguirán atormentando hasta que se arrepienta y los hermanos sientan piedad por él.
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz
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