25 de noviembre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 54 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 54 »

Ante el intervalo espontáneo y observando que el Ministro se proponía mantener contacto con nosotros a través de la conversación, dije con interés:
–Conmueve saber que siendo la Divina providencia la magnanimidad perfecta, generando sin límite tesoros de amor para distribuirlos con abundancia en favor de todas las criaturas, es también la equidad vigilante, en la dirección y en la aplicación de los bienes universales.
–Efectivamente, no podría ser de otro modo, –añadió Sanzio con bondad. Con relación a la ley de causa y efecto, es imperioso recordar que todos los valores de la vida, desde las más remotas constelaciones a la más mínima partícula subatómica, pertenecen a Dios, cuyos inabordables designios pueden alterar y renovar, anular o reconstruir, todo lo que está hecho. Por tanto, somos simples usufructuarios de la naturaleza que se identifica con los tesoros del Señor, con responsabilidad en todos nuestros actos desde el momento en que poseamos algún discernimiento. El espíritu, sea donde sea, encarnado o desencarnado, en la Tierra o en otros mundos, gasta, en verdad, lo que no le pertenece, recibiendo como préstamos del Padre eterno, los recursos de que se vale para efectuar la propia sublimación en el conocimiento y en la virtud. Los patrimonios materiales y la riqueza de la inteligencia, los procesos y los vehículos de la manifestación, el tiempo y la forma, los afectos y los rótulos honoríficos de cualquier procedencia, son de la propiedad del Todo misericordioso, que nos los concede a título temporal, para que los utilicemos en el perfeccionamiento de nosotros mismos, marchando a través de las grandes líneas de la experiencia, con el fin de que entremos en la posesión definitiva de los valores eternos, sintetizados en el amor y en la sabiduría con que, en un futuro remoto, podamos exteriorizar Su gloria soberana. Desde el electrón hasta los gigantes astronómicos del Cosmos, todo constituye reservas de las energías de Dios, que usamos en nuestro provecho, por Su permiso, de manera que promovamos con firmeza nuestra elevación a Su majestad sublime. De ese modo, es fácil percibir que, después que conquistemos la corona de la razón, se nos pedirá cuentas de todo en el momento oportuno, ya que no puede haber progreso sin justicia ni estimación de valores.
Recordé, instintivamente, nuestro equívoco concepto de la vida en la Tierra, cuando nos hallamos siempre dispuestos a apoderarnos indebidamente de los recursos de la estancia humana, tierras, casas, títulos y favores, prerrogativas y afectos, arrastrando por todas partes las cadenas del más irritante egoísmo...
Sanzio percibió mis pensamientos, porque, después de una ligera pausa, añadió:
–Realmente, en el mundo, el hombre inteligente debe estar harto de saber que todo concepto de propiedad exclusiva, no pasa de ser una simple suposición.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


» 1,...505152535455565758596070...

Percepción y Sensación son un tanto Difícil de Separar

Las Percepciones de la Mente

Percepción y Sensación son un tanto Difícil de Separar

por Ubaldo Rodríguez de Avila

La percepción se ha definido frecuentemente como el conocimiento directo de los objetos y acontecimientos a través de los sentidos. El conocimiento indirecto, sin intervención de los sentidos, como por ejemplo el recuerdo, no es una percepción, sin embargo es muy difícil aislar la percepción de los otros fenómenos psicológicos.

Ante una mancha roja y algo redonda, por ejemplo, percibimos una manzana; pero es indudable que reconocemos ese objeto gracias a la experiencia que de él hemos tenido anteriormente. De este modo, la percepción está ligada íntimamente a nuestra experiencia que tenemos del mundo externo, de modo que es imposible percibir algo sin relacionarlo con ella. Por ello, mientras no se tenga la experiencia inicial de algo, sólo tendremos sensaciones de las cosas, siendo este elemento el primer contacto con el mundo. Percepción y sensación son un tanto difícil de separar en el proceso de construcción del conocimiento.

Las escuelas materialistas en el estudio de la percepción se centran en un punto concreto, además de otros que no señalaremos para no salirnos de la exposición sintética, como es la invariable necesidad de los sentidos físicos para recibir las impresiones del mundo y convertirlas en percepción, para lo cuál preguntamos: de donde provienen las percepciones de esos niños “superdotados” que terminan en conocimientos muy profundos dentro de la cultura, del arte y la ciencia? De donde procedieron los conocimientos de algunos grandes pensadores de la historia, que sin tener los elementos que les proporcionaran captar la experiencia por los sentidos físicos, dieron con teorías tan acertadas a cerca la vida y del universo?.

Pongamos sólo un caso específico: Nicolas Copérnico en el siglo XVI de nuestra era, nos legó su teoría del heliocentrismo en su trabajo “De la revolución de los Cuerpos Celestes”, echando por tierra el sistema Geocéntrico de Ptolomeo y defendido por Aristóteles y Tomás de Aquino; de donde provino ese conocimiento si en esa época no había como experimentarlo por medio de los sentidos físicos a falta de aparatos especializados como el telescopio? O el caso de la Gravitación Universal de Newton? Por cuál sentido captó Isac Newton esa fuerza gravitacional de los astros?, qué decir de la curvatura espacial de Einstein o de los Agujeros Negros de Stephen Hawking?

Si las percepciones dadas por la experiencia, que proporcionan un conocimiento son inicialmente canalizadas por los sentidos físicos, y de hecho esto es lo aceptado, de dónde procede el lenguaje matemático? De dónde vino la idea del átomo de Demócrito en un momento de la historia en que no habían los aparatos especiales para su captación? En un ambiente más del común de todas las personas; de donde proviene la diferencia conductual de los niños educados bajo los mismos parámetros de comportamiento de los padres? Y sus diferencias de aptitudes e ideas innatas?

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"

WILLIAM CROOKES


WILLIAM CROOKES


(1832 – 1919) Inglaterra – científico del siglo 


Químico, uno de los científicos más importantes en Europa del Siglo XIX, tanto en el campo de la física como en el de la química. Estudió en el Colegio Real de Química de Londres. Fundó la revista de divulgación “Chemical News”. En 1863 entró a la Real Sociedad de Química, recibiendo la prestigiosa medalla para 1875. En 1888 recibe la Medalla Davy, fue nombrado caballero en 1897, la Medalla Copley en 1904 y en 1910 fue nombrado “Sir” recibiendo la Orden del Mérito.

Sus premios fueron por sus investigaciones sobre la electricidad, la radiación y el descubrimiento de un nuevo elemento: el thallium.

Fue además, Presidente de la Real Sociedad de Química, miembro de la Real Sociedad Científica, presidente de la Unión de Ingenieros Eléctricos, Director y escritor de la Revista de ciencias del Reino Unido “Quarterly Journal for Science”.

En 1869 comenzó sus investigaciones espíritas, trabajando con los mejores médiums de la época, como la Sra. Marshall, J.J.Morse y Daniel Home. Pero sin duda, la más famosa de sus médiums fue Florence Cook.

La investigación de los fenómenos psíquicos, llevada a cabo por Sir William Crookes en los años 1869 a 1874, es uno de los principales hechos en la historia, tanto más si se tiene en cuenta el alto nivel científico del investigador, el serio y justo espíritu que le animó, los resultados extraordinarios que consiguió y su declaración de fe como consecuencia final de ellos.

En 1873 se funda en Londres la “Asociación Británica de los Espiritistas”, de la cual Crookes fue miembro destacado.

Crookes declara que comenzó sus investigaciones de los fenómenos psíquicos, creyendo que era necesario demostrar el engaño que en ellos se encerraba. Estudió durante 4 años el ectoplasma emanado de la médium Florence Cook.


Florence Cook, era una joven de 15 años, dotada de grandes facultades psíquicas bajo la rara forma de materializaciones completas. Crookes realizaba los experimentos en su propia casa. Un pequeño estudio o habitación, daba a un laboratorio de química, separando ambas habitaciones una cortina. La Srta. Cook descansaba, sumida en trance, en un diván colocado en la habitación interior. En la exterior, en una semioscuridad, hallábase sentado Crookes en unión de otros observadores, a quienes había invitado. Al cabo de un rato, que oscilaba entre veinte minutos y una hora, aparecía una figura materializada por el ectoplasma de la médium. La existencia de tal substancia y el procedimiento de su producción eran desconocidos en aquellos días.

El ectoplasma que salía de todos los poros y orificios de la joven médium se arrastraba por el suelo hasta elevarse, lentamente, y formar la figura completa del espíritu, quien venía del otro mundo a dejar su testimonio sobre la continuación de la vida.

Aquella aparición, que podía andar, hablar y accionar en todos los sentidos, como un ser independiente, es conocida con el nombre de «Katie King», que ella misma se atribuyó.

En un principio, Crookes sostenía que Florence Cook y Katie King era el mismo individuo, hasta que pruebas más convincentes vinieron a demostrarle que ello era imposible, por las grandes diferencias en altura, tamaño y personalidad entre las dos jóvenes.


Hizo innumerables exámenes al Espíritu materializado de Katie King, a quien pesó, midió, tomó la temperatura y el pulso, examinó el vestido, uñas y cuerpo; tomándole 44 fotografías, valiéndose de la luz eléctrica.

Katie King, afirmó que era hija de Juan King, conocido desde hacía tiempo por los espiritistas como el espíritu que presidía muchas sesiones en las que se obtenían diversos fenómenos materiales en Velmont (Estados Unidos), a través de la mediumnidad de los hermanos Eddy, Guillermo y Horacio.

Katie dijo que su nombre terrenal había sido el de Morgan; King era más bien el título genérico de cierta clase de espíritus, pero no un nombre corriente. Su vida se había extinguido hacía doscientos años, en la isla de Jamaica, durante el reinado de Carlos II.

Con experiencias repetidas en laboratorio, durante más de tres años Willian Crookes registró cuidadosamente todas las materializaciones, conversaciones y detalles de tan importantes manifestaciones del mundo espiritual, ocurridas con el único propósito de despertar las conciencias dormidas de los hombres inmersos en la materialidad.

Finalmente, el 31 de mayo de 1875, Crookes escribió a la Sociedad Dialéctica de Londres: «Los señores me solicitaron observar si los fenómenos son posibles, mas yo les diré, no sólo son posibles, son reales».

Los resultados obtenidos por Crookes, fueron relatados por él en el Diario Científico, causando la más profunda conmoción en el mundo científico. Sólo muy pocos, pero elevados espíritus, como Russell Wallace, Lord Rayleigh, el joven y notable físico Guillermo Barrett, Cromwell, Varlery y alguno más, veían en aquel relato la confirmación de ideas propias o motivo suficientemente serio para continuar el camino de investigaciones. Hubo, en cambio, un grupo intolerante encabezado por el fisiólogo Carpenter, que ridiculizó aquellos hechos, acusándolos de locos y fraudulentos.

Cuando Crookes advirtió que su reputación científica peligraba. Entonces, sin recurrir a ambiguos pretextos, procuró ponerse en guardia y tomó precauciones. Prohibió que sus artículos fueran reproducidos, y retiró de la circulación las extraordinarias fotografías en que se le veía del brazo de Katie King materializada. También se mostró excesivamente parco en definir su posición en el asunto.

Sin embargo, en su discurso presidencial ante la Real Sociedad Británica, en Bristol, en 1898, aludió brevemente a sus primeras investigaciones de carácter psíquico y se expresó en esos términos: «No he tocado otro punto de mayor interés y, para mí, el de más peso y de mayor alcance. En toda mi carrera científica no hay episodio más generalmente conocido que la parte que tomé, hace ya muchos años, en ciertas investigaciones psíquicas. Han transcurrido treinta años desde que publiqué el relato de aquellos experimentos encaminados a demostrar que fuera de nuestros conocimientos científicos existe una Fuerza ejercitada por una inteligencia distinta de la inteligencia común de los mortales... No tengo que retractarme de nada de lo que entonces dije. Sigo fiel a los hechos que publiqué. Y aún podría añadir en corroboración de ellos mucho más.»

Años más tarde, en 1917, declaró en la revista Psíquica Internacional: “Estoy muy satisfecho de todo lo que dije en los primeros días de mi investigación psíquica. Es verdad que fue establecido contacto entre este mundo y el otro”.


Fuentes consultadas:
•CONAN DOYLE, Arthur. “Historia del espiritismo”
•SCHULTE, Etel. “Espiritismo Sendero de Luz”
•WIKIPEDIA, la enciclopedia libre. Biografías

Tomado del Sitio "Confederación Espírita Argentina"

Muchos Fenómenos No Explicados por la Ciencia Tendrían una Explicación Racional

¿Somos Espíritus Inmortales?

Muchos Fenómenos No Explicados por la Ciencia Tendrían una Explicación Racional

por Grupo Villena

Cotejando lo que las religiones nos han venido diciendo acerca de la sobrevivencia del espíritu después de la muerte, analizando las conclusiones de materias como la metapsíquica de Charles Richet en el XIX, o las investigaciones de Williams Crookes (ambos premios Nobel) la parapsicología de Rhine en el XX y revisando las investigaciones y métodos científicos que desde hace más de un siglo se vienen realizando sobre vida después de la vida, llegamos a un punto en el que la observación y el análisis nos llevan a aceptar como mucho más lógica la transcendencia del ser después de la muerte que la inexistencia de la vida después de la vida.

Esto significa que muchos fenómenos ahora no explicados por la ciencia tendrían una explicación racional, lógica y coherente si se valorara el estudio de la personalidad humana bajo el prisma de su supervivencia como ser integral después de la muerte del cuerpo físico. Afrontando este ángulo de investigación, algunos neurólogos ya los han llevado a cabo en sus estudios sobre terapias de vidas pasadas y han obtenido excelentes resultados para solucionar problemas psicológicos cuyo origen se remonta a las vidas anteriores de los individuos.

Se nos ofrecen pues los razonamientos necesarios para afirmar con rotundidad y desde la lógica, no desde la creencia que el ser humano sobrevive a la muerte mediante un proceso natural. Podemos afirmar sin duda alguna que somos espíritus inmortales inmersos en un proceso evolutivo que contempla etapas de desarrollo con cuerpo físico y otras sin él.

Para profundizar en cómo son esas etapas, de qué manera nos vemos afectados por las leyes que rigen este proceso y cómo podemos dirigir y forjar un futuro mejor, les invitamos a conocer el contenido del espiritismo de Kardec; en la seguridad de que encontrarán las respuestas lógicas y coherentes a muchas de las dudas existenciales que se hayan planteado alguna vez, así como el consuelo y la esperanza de la inmortalidad del ser humano y la confianza en la justicia divina.

La aceptación de estas leyes espirituales y la incorporación de las mismas a sus propios principios es algo que solamente compete a ustedes en el ejercicio de su libre albedrío y que, como no podría ser de otra forma, respetamos profundamente.

“El espiritismo, marchando con el progreso nunca se desbordará, pues si la ciencia demostrara su equivocación sobre un punto, se modificará sobre ese punto, y si una nueva verdad se revelara, la aceptaría.” Allan Kardec El libro de los Espíritus

Extractos de "Revista Espirita FEE"

El Limbo

El Infierno

El Limbo

por Allan Kardec.

Verdad es que la iglesia admite una posición especial en ciertos casos particulares. No habiendo hecho mal los niños que mueren en edad temprana, no pueden ser condenados al fuego eterno; por otra parte, no habiendo hecho ningún bien, ningún derecho tienen a la felicidad suprema. Están entonces, dice la iglesia, en el limbo, situación mixta que nunca ha sido definida, en la que aunque no padezcan, no disfrutan tampoco de la dicha perfecta. Pero, puesto que su suerte está fijada irrevocablemente, están privados de esta por toda la eternidad. Esta privación, cuando no dependió de ellos que fuese de otro modo, equivale a un suplicio eterno inmerecido. Ocurre lo mismo con los salvajes, que no habiendo recibido la gracia del bautismo ni las luces de la religión, pecan por ignorancia, abandonándose a sus instintos naturales, por lo cual no pueden tener ni la culpabilidad ni los méritos de los que han podido obrar con conocimiento de causa. La lógica más sencilla rechaza tal doctrina en nombre de la justicia de Dios. La justicia de Dios está enteramente contenida en estas palabras de Cristo: “A cada uno según sus obras.” Pero hay que aplicarla a las obras buenas o malas que se realizan libre y voluntariamente, únicas de las que somos responsables, en cuyo caso no están ni el niño, ni el salvaje, ni aquel de quien no dependió ser ilustrado.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.