Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 60 »
Mi compañero volvió a considerar:–Acción por acción, tenemos igualmente mucho trabajo después de la muerte del cuerpo carnal. Del mismo modo que cometemos faltas en la carne, para sufrir muchas veces sus consecuencias aquí, aún en la Tierra, ¿es natural que por nuestras acciones deplorables, cometidas aquí, tengamos que padecer en la carne?
–Perfectamente –confirmó Sanzio bondadosamente– Nuestras manifestaciones contrarias a la ley divina, que es, invariablemente, el bien de todos, son corregidas en cualquier parte. Por tanto, hay expiaciones en el Cielo y en la Tierra. Muchos desencarnados que se envuelven en desarreglos pasionales que rayan en el crimen, sobre todo en los procesos de obsesión, a pesar de ser advertidos por su propia conciencia y por los avisos respetables de instructores benévolos, crean para sí mismos pesadas y aflictivas cuentas con la vida, cuyo rescate más tarde les reclama lucha y sacrificio por largo tiempo.
Además, con relación al tema, es justo recordar que nuestro esfuerzo de autorreajuste en la vida espiritual antes de alcanzar la reencarnación, en la mayoría de las circunstancias nos ayuda mucho, garantizándonos una infancia y una juventud repletas de esperanza y de tranquilidad, así como en las recapitulaciones de la madurez, con excepción hecha, naturalmente, de los problemas de dura e inmediata expiación, en los que el alma es obligada a sufrir duros padecimientos (muchas veces desde el vientre materno), tales como los desengaños, achaques, humillaciones y dolores de la vejez o de larga enfermedad, antes de desencarnar. Esos dolores, angustias y sufrimientos diversos, suavizan nuestra condición de espíritus endeudados, permitiéndonos una bendita tregua en los primeros tiempos de la vida espiritual, después de la peregrinación llevada en el plano físico.(53)
La mayoría de las personas encarnadas en el mundo, al alcanzar la vejez, generalmente dedican las últimas fases de la existencia, a la ponderación y a la meditación, a la serenidad y a la dulzura.
MIS OBSERVACIONES
(53) Es de hacer notar que en el mundo espiritual no estamos flotando o haciendo nada como algunos libros manifiestan. Estamos siempre activos aunque no siempre conscientes de lo que nos sucede y como debemos actuar cuando estamos mentalmente muy turbados por los desequilibrios. Si hemos superado grandes traumas y solo debemos reparar errores, es muy importante saber que el mundo espiritual nos da la posibilidad de capacitarnos para que la encarnación no sea dolorosa y aceptemos los momentos duros que seguramente acontecerán.
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz
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