14 de agosto de 2019

El Pensamiento del Espíritu Encarnado Actúa sobre los Fluidos Espirituales


Cualidades de los Fluidos

El Pensamiento del Espíritu Encarnado Actúa sobre los Fluidos Espirituales

por Allan Kardec.

Como los hombres son espíritus encarnados poseen, en parte, los atributos de la vida espiritual, ya que viven en los dos planos, fundamentalmente durante el sueño y a veces también en el estado de vigilia. Cuando un espíritu encarna conserva las cualidades que le son propias, pues, como se sabe, el periespíritu no está circunscrito por el cuerpo, sino que emite rayos a su alrededor y lo circunda de una atmósfera fluídica. Por su unión íntima con el cuerpo, el periespíritu juega un papel preponderante en el organismo: gracias a su expansión, relaciona al espíritu en forma más directa con los espíritus libres y también con los espíritus encarnados.

El pensamiento del espíritu encarnado actúa sobre los fluidos espirituales como el pensamiento de los espíritus desencarnados. Se transmite de espíritu a espíritu por la misma vía y, según sea bueno o malo, sanea o corrompe los fluidos circundantes. Si los fluidos ambientes sufren modificaciones ante la proyección de los pensamientos del espíritu, su envoltura periespiritual, que es parte constitutiva de su ser y que recibe en forma directa y permanente la impresión de sus pensamientos, debe llevar en ella, en mayor medida aún, sus cualidades buenas o malas.

Los fluidos viciados por los efluvios de los malos espíritus pueden depurarse por el alejamiento de éstos, pero sus periespíritus no cambiarán, hasta tanto el espíritu no se modifique. Siendo el periespíritu de los encarnados de naturaleza idéntica a la de los fluidos espirituales, él los asimila con facilidad, como una esponja se empapa de líquido. Tales fluidos ejercen una acción directa sobre el periespíritu, sobre todo porque al expandirse y proyectarse el periespíritu se confunde con los fluidos. Estos fluidos actúan sobre el periespíritu y éste sobre el organismo material con el cual se halla en contacto molecular. Si los efluvios son de naturaleza buena, el cuerpo recibirá una impresión saludable; si son malos, la sensación será desagradable.

Si los malos son permanentes y enérgicos, podrán ocasionar desórdenes físicos: ciertas enfermedades no tienen otro origen. Los ambientes donde abundan los malos espíritus se encuentran impregnados por los malos fluidos que se absorben por todos los poros -digamos- del periespíritu, tal como el cuerpo absorbe los miasmas pestilenciales.

Extractos del Libro "El Génesis", por Allan Kardec.

¿Tienen Alma los Animales?


Resurrección y Reencarnación 

Antiguas Culturas y Civilizaciones


Reencarnación.- Definición: volver a encarnar, es decir que el Espíritu que animaba al cuerpo de una persona muerta vuelva a vivir pero en un nuevo cuerpo.
Todas las antiguas culturas y civilizaciones, tuvieron la creencia de la reencarnación:

Los antiguos egipcios creían que los hombres podían reencarnar. Todo hombre cuando moría tenía una prueba que transcurría en el "Aduat", suerte de purgatorio, era un lugar donde se pesaba el corazón del difunto en una balanza, y se le hacía una serie de preguntas a las que debía contestar. Aquellos que eran suficientemente sutiles podían llegar al Amen-Ti, o sea, la Tierra de Amón,... Pero aquellos que, careciendo de esta fuerza espiritual, quedaban presos en las ansias de volver a la tierra, no podían pasar el Aduat y tenían que regresar otra vez a las experiencias terrestres.

En América, entre los Aztecas, existía la creencia de que el alma volvía de nuevo a este mundo. Decían que los hombres que morían, pero que estaban muy aferrados a la tierra, quedaban presos del encanto de la tierra. Pero sostenían que, las almas, que ya no tenían apegos en el mundo, iban a lo que hoy llamaríamos la fotósfera del sol, es decir, que iban a vivir en la Luz, como colibríes bajo la forma de Huitzilopochtli.

Lo mismo nos indican los chinos, los griegos, a Sócrates le preguntaron: "¿De dónde nacen los vivos?, y él contestó preguntando a su vez: ¿De dónde nacen los muertos? Los muertos nacen de los vivos, y los vivos de los muertos.

Los hindúes, dentro de sus distintas religiones o sectas, han llegado a afirmar que en el mundo todas las cosas reencarnan, todas las cosas vuelven a vivir, habían tratado de demostrar, no solamente mediante la fe, sino también mediante el razonamiento, de que el hombre podía volver a vivir. Decían que todas las cosas son cíclicas. Miles de años antes, ellos habían ya descubierto las leyes de Lavoisier: "En la Naturaleza nada se pierde, todo se transforma". También nos hablan de la ley científica de acción y reacción, Ley del Karma: la Ley de Causa y Efecto.

Tomado del Blog "Amanecer Espírita"


¿Qué Importa la Salud, la Fortuna, la Gloria, si Nos Corroe el Remordimiento?

Hoy y Mañana del Hombre

¿Qué Importa la Salud, la Fortuna, la Gloria, si Nos Corroe el Remordimiento?

por Quintín López Gómez

Consecuencia del ayer es el hoy en el espíritu humano. Su vida, como hemos dicho, es una labor comenzada en el principio y que ha de durarle hasta el fin ignoto de lo eterno. En ella empezándose por arrancar malezas, se termina por tejer guirnaldas. Quien es perezoso para la faena ruda, tarda en ser obrero de la delicadeza; más siendo su labor exclusivamente suya, no puede eximirse de operación alguna, y hoy empezará donde ayer terminó y mañana donde termine hoy.

De aquí el que sea aspiración noble de todos los espíritus antes de empezar, cumplir como buenos obreros en la tarea del día; y si es cierto que no a todos les alcanzan las fuerzas para tanto, débese, no a que la labor sea insoportable, sino a que, o bien quieren recuperar muchas de las jornadas perdidas, o bien se imponen mayor tarea de la que buenamente pueden desempeñar. De todos modos, el espíritu trabaja en su propiedad, y según sea la diligencia y la cordura que en el trabajo emplee, así serán los rendimientos que le ofrezca. Nadie es acreedor a más de lo que en justicia le pertenezca, y si en el orden material este axioma puede ser violado, en el orden moral puede asegurarse se cumple con extricta equidad.

En efecto; el cumplimiento moral de la ley de justicia, lo tenemos evidenciado en nosotros mismos; y si tendemos la mirada a nuestros semejantes, en ellos veremos también las huellas del implacable juez, acusador y verdugo que en nosotros funciona y del que no podemos separanos jamas: la conciencia. ¿Qué importa la salud, qué la fortuna ni la gloria, si constantemente nos corroe el remordimiento? ¿Será nadie feliz, ni aun en medio de báquicos placeres, si esa voz misteriosa le acusa? ¿Conciliará el sueño mientras ella le atormente? No. Por eso el mayor de los castigos es el que nos proporcionamos sin flagelación alguna; por eso la mayor de las miserias es la miseria del alma. Podrán los Cresos ocultar sus desnudeces con sedas cuajadas de oro y pedrería; pero no podrán jamás reír con satisfacción mientras su proceder tenga armado el brazo vengador de la conciencia.

¡Y qué imparcial es en todos sus fallos’. ¡Con qué severidad recluye al delincuente! ¡Cómo le arroja y le fuerza!... No tiene penitenciarias de piedra con gruesas rejas y sendos candados; pero ¡ay! tiene a su mano el horror que inspira toda acción proterva, y propinando la dosis conveniente al que debe castigar, le ahuyenta de sus semejantes más dignos para mezclarle con los de su rango, le prepara a la reparación por medio del arrepentimiento, y le hace resarcir con creces la falta cometida, una vez arrepentido, mediante obras de verdadero desinterés y sacrificio. Sólo a este precio cesa en su enemistad; sólo a este precio le deja gozar del sol de la dicha.

Extractos de "Revista Amor, Paz y Caridad".

MI COMENTARIO
No importa absolutamente nada mas que aquellos que sentimos, lo que pensamos. Podremos haber sido muy exitosos y haber ayudado materialmente a muchos, pero lo verdadero importante es aquello que hicimos con buenas intenciones hacia el prójimo.
De nada vale ser religioso y hablar permanentemente de amor, paz y caridad si en lo íntimo pensamos que solo expresando palabras bonitas, nos convertiremos en buenos. Esas expresiones pueden hacerle creer a otros que estas superado, pero lo importante es lo que tu sientes y piensas. Y si tus pensamientos no están acordes, mañana tendrás el remordimiento de reconocerte a ti mismo como una simple actuación hacia los demás. No vale mucho hacer grandes donaciones de dinero cuando eres millonario si sientes que solo das las sobras de lo que has ganado. Mejor sería que la donación sea con la intención de ayudar por amor al otro.
Hay que cuidarse mucho durante la encarnación porque los remordimientos mas dolorosos vienen luego de la desencarnación. Mientras estamos encarnados, los remordimientos son maquillados con cosas materiales que los tapan, pero en el mundo espiritual lo material deja de tener ese efecto y el dolor aflora. Cuida tus pensamientos hoy y trata de que no sea por una auto imposición sino por la elevación que te dá el conocimiento y el crecimiento.


La Necesidad une Espíritus y la Abundancia los Separa

Justicia y Progreso

La Necesidad une Espíritus y la Abundancia los Separa

por León Denis.

Mira a las aves de nuestros climas durante los meses de invierno, cuando el cielo es sombrío, cuando la tierra está cubierta de un abrigo blanco de nieve; apretadas unas contra otras, al borde de un tejado, se calientan mutuamente en silencio. La necesidad les une. Pero vienen los bellos días, el sol resplandeciente, la comida abundante, pían a cual mejor, se persiguen, se pelean, se hieren. Así es el hombre. Dulce, afectuoso para sus semejantes en los días de tristeza; la posesión de los bienes materiales lo hace demasiado a menudo duro y olvidadizo.

Una condición modesta convendrá mejor al espíritu deseoso de progresar, de adquirir las virtudes necesarias para su ascensión moral. Lejos del remolino de los placeres mentirosos, juzgará mejor la vida. Preguntará a la materia qué es necesario para la conservación de sus órganos, pero evitará caer en costumbres perniciosas, hacerse presa de las necesidades innumerables y ficticias que son las plagas de la humanidad. Será sobrio y laborioso, contentándose con poco, atándose por encima de todo a los placeres de la inteligencia y a las alegrías del corazón.

Extractos del Libro "El Porqué de la Vida", por León Denis.


Luz y Calor

Fluido Cósmico

Luz y Calor


Los mundos, o campos de desarrollo del alma, con sus diversas manifestaciones de materia y variada expresión vibratoria, siempre bajo el influjo de los Tutores Espirituales, son arrullados por irradiaciones luminosas caloríficas, sin referirnos a otras fuerzas de distintas especies que son enviadas desde el espacio cósmico sobre la Tierra y el hombre, a efecto de garantizarles la existencia y la estabilidad.

Tenemos así, por tanto, la luz y el calor que, teóricamente, clasificamos entre las irradiaciones nacidos de los átomos proveedores de energía. Son éstos que, excitados en su íntima estructura, despiden sus ondas electromagnéticas.

Sin embargo, no obstante haber investigado con relativa seguridad las realidades de la materia, definiendo la naturaleza corpuscular del calor y de la luz, y aunque sepamos que otras oscilaciones electromagnéticas –insospechadas por nosotros– se asocian en la inmensidad universal, por debajo del infrarrojo y más allá del ultravioleta, completamente fuera de la zona de nuestras percepciones, confesamos, con humildad, que no sabemos aún nada de lo referente a la generación de la luz y cuál será la fuerza que provoca la agitación inteligente de los átomos, impulsándoles a producir irradiaciones capaces de lanzar ondas en el Universo a la velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, prefiriendo reconocer, con toda humildad, nuestra obligación de estudiar y progresar siempre en el hálito divino del Creador.

Extractos del Libro "Evolución en dos mundos", por André Luiz-Chico Xavier