Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 14 »
El mentor hizo una breve pausa en sus nuevas consideraciones, y continuó:
–Imaginemos que la mente es como un lago. Si las aguas están tranquilas y limpias, la luz del firmamento se puede retratar en él con toda seguridad. Pero, si las aguas están revueltas, las imágenes se pierden al quebrarse en las ondas, especialmente cuando el lodo acumulado en el fondo, sube a la superficie. (24)
Realmente aquí, en las zonas inferiores, estamos seres humanos muy distantes de la renovación espiritual, a pesar de estar desencarnados.
El joven le escuchaba visiblemente sorprendido y se disponía a formular nuevas preguntas ante la pausa de Druso, pero éste, anticipándose a su palabra, acentuó en tono amigable:
–Mira la realidad en ti mismo. A pesar de los estudios que actualmente estás realizando y las sublimes esperanzas que ocupan ahora tu corazón, tu pensamiento vive prendido a los sitios y a los paisajes de los que, supuestamente por la muerte, te separaste. En pleno camino de la espiritualidad, te sigues identificando con los oscuros recuerdos lejanos en el tiempo: el hogar, la familia, los compromisos imperfectamente solucionados...
Todo eso es un lastre que inclina tu mente hacia el plano físico, donde nuestras deudas reclaman sacrificio y liquidación.
–Es verdad, es verdad... –suspiró el muchacho, compungidamente.
Pero el instructor prosiguió:
–Bajo el estado hipnótico, nuestra memoria puede regresar y recuperarse por algunos momentos. Eso, no obstante, es un fenómeno de compulsión... y en todo conviene satisfacer la sabiduría de la naturaleza. Liberemos el espejo de la mente que yace bajo el lodo del arrepentimiento, del remordimiento y de la culpa, y ese espejo divino reflejará el sol con todo el esplendor de su pureza.
Druso iba a continuar, pero la llegada de un colaborador nos impidió finalizar el tema
El nuevo compañero, que el dirigente de la casa nos presentó como el asistente Barreto, revelando la recóndita aflicción que ensombrecía sus ojos, comunicó:
–Instructor Druso: en la enfermería cinco, tres de los hermanos recientemente acogidos, entraron en crisis de angustia y de rebelión...
–Ya sé –replicó el interpelado– es la locura que se produce por telepatía alucinatoria. Aún no se encuentran suficientemente fuertes para poder resistir al impacto de las fuerzas perversas que les lanzan a distancia los compañeros infelices.
–¿Qué hacemos?
–Retire los enfermos normales y aplique en la enfermería los rayos de choque. No disponemos de otro recurso.
MIS OBSERVACIONES
(24) Sin dudas la metáfora del lago es sublime para explicar el porque de nuestro desconocimiento y falta de memoria de vidas anteriores cuando aún nuestro espíritu está en turbulencia.
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz