Organización del Trabajo en una Colonia Espiritual

Organización del Trabajo en una Colonia Espiritual

por Médium X

P: ¿Cómo se organiza el trabajo espiritual en una colonia espiritual?

R: “realmente es algo parecido a cómo se organiza en La Tierra una empresa, siempre hay como un director general que es el que moralmente está más elevado y tiene más conocimientos, y él es el que va a poner a los responsables de cada una de las áreas, pero es escalonado, saben perfectamente a qué espíritus tienen que poner, a qué espíritus se debe tratar, quién necesita mejorar y en qué campo y cómo puede hacerlo y le van a llevar a esos trabajos y a esas clases; está todo perfectamente organizado y no se deja nada al azar, es un engranaje perfecto.”

P: ¿Y hay gente que quiere trabajar y no se le deja porque no está preparado?

R: “Por supuesto, hay algunos espíritus que , por las profesiones que desarrollaban cuando estaban encarnados, solicitan realizar el mismo trabajo cuando están aquí, pero no siempre es posible, porque una vez que desencarnan el espíritu es otro, realmente es el mismo espíritu pero ya no con esa profesión, si por ejemplo eras maestro o pedagogo a lo mejor aquí no puedes desempeñar esa actividad porque puede que seas sanador o tienes que ir a sanarte tú; a veces es muy complicado que un espíritu entienda esto pero cuando lo hace progresa mucho más rápido.”

P: Pero la vida allí de un espíritu ¿es siempre en una colonia espiritual?

R: “No, empiezas en una colonia y puedes ir a otras

P: “Pero siempre estás en una colonia, es decir, la vida allí ¿es en colonias espirituales?”

R: “Sí, estás en lugares donde hay otros espíritus que van a dirigir tu desarrollo moral y tu evolución, les puedes llamar colonias, ciudades…”

P: ¿Y cómo son de grandes esas colonias? Por ejemplo, como Madrid…

R: “No, no, no… son mucho más grandes, son muy diferentes; no son ciudades al uso, sino que es muy distinto.”

Tomado del Blog "El Susurro del Ángel"

Desvelan el Misterio de las «Puertas al Infierno»

Desvelan el Misterio de las «Puertas al Infierno»

Un equipo de geólogos ha analizado una cueva en Turquía considerada una puerta al inframundo. Los registros parecen confirmar que no hay nada sobrenatural que explique porque los sacerdotes sobrevivían allí... pero no todos están de acuerdo.

Había viajado a Turquía en busca de su pasado más antiguo. Las ciudades helénicas del país son más numerosas y hermosas que las de Grecia y gozan de una luz que me sorprende por su singularidad.  Sus muchas piedras son para viajeros soñadores como yo, una suerte de rompecabezas mágico de cuantos conquistaron, con el paso de los siglos, el territorio de Asia Menor. Recorrí Aspendos, Termesos, Perge,  Side o Antalya, esta última fue fundada por Atalo II de Pérgamo, quien ordenó a sus hombres encontrar el «cielo en la Tierra» para erigir allí una ciudad que, con el tiempo, se convertiría en el puerto más importante de la región.

Fue en el templo a Apolo de este Edén grecorromano donde oí hablar –paradójicamente- de la Boca al infierno de Pamukkale, que en turco significa «castillo de algodón». Reconozco que nunca había figurado este destino en el mapa de mis preferencias en Turquía por ser demasiado turístico pero resultó que mi Murath, mi guía,  me explicó que sobre las blancas termas del río Menderes,  ricas en bicarbonatos y calcio, se erigía la antigua Hierápolis, un importante lugar de veraniego para los nobles de todo el Imperio, que acudían hace 2.000 años –como los turistas de hoy- atraídos por el beneficio de sus aguas. «Entre sus ruinas –me dijo- se encuentra la mítica cueva Plutonio referida por el historiador griego Estrabón como la «puerta al Inframundo». Di un respingo.

El nombre de esta cavidad, deriva de Plutón, el dios del inframundo, que según el historiador eructaba el «aliento de la muerte», matando a todos los que estaban a su alcance, excepto a los sacerdotes que «divinamente inmunes» guiaban a los animales al sacrificio.

La descripción era de lo más certera pues, a principios de 2018, un equipo de vulcanólogos liderado por Hardy Pfanz ha analizado los niveles de CO2 de la cueva y ha constatado que oscila del 4 al 53% en la boca del «infierno», hasta el 91% en su interior, lo que equivale a decir que resulta letal para los seres vivos.  El geógrafo griego Estrabón, que vivió entre el año 64 a. C. y el 21 d. C., ya adivinó en su época que esta reacción se relacionaba con la emisión de gas pues dejó escrito: «El espacio está lleno de un vapor tan brumoso y denso que apenas se puede ver el suelo». No obstante, no podía explicar por qué afectaba sólo a los animales y no a los sacerdotes, ¿Era por su divina providencia o que, simplemente, contenían la respiración?

Sitio Web "Revista Enigmas"  Leer artículo completo >>>

Llegamos a un Punto Esencial; la Confianza en Nuestro Guía

Los Guías Espirituales se Expresan

Llegamos a un Punto Esencial; la Confianza en Nuestro Guía

por Isabelle Chevalier

El guía es el espíritu que, a veces, se rebela contra las decisiones y las actitudes que perjudicarían nuestro camino de vida, el compromiso que hemos adquirido, lo cual, por extensión, perjudicaría la comunicación espírita: “Como guías luchamos a menudo, muy a menudo, contra vosotros mismos, quiero decir contra vuestras debilidades y es por eso que, en nuestros mensajes, a veces lanzamos advertencias. Nosotros no somos jueces, pero estamos para iluminar y para aconsejar.

No condenamos en absoluto, pero queremos despertar las conciencias. Nuestro único objetivo es volverlas lógicas consigo mismas desde el momento en que esas conciencias han aceptado el contacto con nosotros. En espiritismo no hay escapatorias, en espiritismo no hay disfraces, en espiritismo no hay renuncias y nunca, oh, nunca jamás, interpretaciones personales del mensaje del más allá. Se trata del consejo del espíritu que disfruta provocando a los espíritas cuando es necesario para su bien, para su fuerza. Quien se molesta por la reflexión, quien se molesta por la corrección, no comprende nuestro mensaje. Se aleja todavía más y más de nosotros”.

Llegamos a un punto esencial del espiritismo: la confianza en nuestro guía, en sus palabras, en su clarividencia, en su superioridad moral que le da la sabiduría que nosotros no siempre tenemos. En la historia de nuestro Círculo, muchos espíritas han recibido el testimonio amoroso de sus guías, han recibido sus consejos y no siempre comprendieron que ese amor llevaba a sus guías a decir palabras que no esperaban para impulsarlos hacia la humildad del esfuerzo y el cuestionamiento.

Es así como muchos guías, después de treinta y ocho años de comunicación en nuestro Círculo, conocen la renuncia de sus protegidos, renuncia con la que sufren inmensamente. La renuncia es un fracaso para el protegido, es también un cruel fracaso de la misión del guía que, después de haberlo intentado todo, tanto en encuentros nocturnos como durante las comunicaciones mediúmnicas, a veces dará testimonio de su decepción y su amargura: “Cuando, desde el más allá, decidí guiar a uno de vosotros, al menos por el momento, lo decidí con mucha sinceridad, mucho fervor y esperanza para él. Ya no está más y creo que actualmente, le da lo mismo. No está allí, tampoco lo añoro”. A veces, es Allan Kardec o Gabriel Delanne quienes manifiestan su opinión: “No hay que confundir el juego con la vida. El espíritu de G.M. está triste en este momento. Hay que comprender y no burlarse ni del hombre ni de los espíritus”.

Espero que este artículo alcance su objetivo: el de volver más accesibles y más familiares los hombres convertidos en espíritus que velan por nosotros. Por supuesto, ustedes no conocen su identidad, pero tengan la seguridad, todos tenemos un guía, lo cual quiere decir que nunca estamos solos, en los buenos momentos como en los más difíciles.

Extractos de "Revista Le Journal Spirite".

No Menos Necesaria para una Comunicación, es la Calma

Médiums Escribientes o Psicógrafos

No Menos Necesaria para una Comunicación, es la Calma

por Allan Kardec.

Otra cosa no menos necesaria, es la calma y el recogimiento unidos al deseo ardiente y a una firme voluntad de conseguir la comunicación que se apetece. Por voluntad no entendemos aquí un deseo efímero que actúa de acometida y que a cada minuto es interrumpido por otras preocupaciones, sino una voluntad paciente, perseverante, sostenida por la plegará que se dirige al Espíritu evocado. Al recogimiento le favorecen la soledad, el silencio y la lejanía de todo lo que puede causar distracciones.

Hecho esto, no falta más que esperar sin desanimarse y renovar todos los días la tentativa durante diez o quince minutos, y esto durante quince días, un mes, dos meses o tres si es preciso. Por ello hemos dicho que hacía falta una voluntad paciente y perseverante; por ello también, los Espíritus consultados sobre la aptitud de tal o cual persona, dicen casi siempre: “con voluntad, lo conseguiréis”. Es, pues, posible, que se logre la primera vez, como es posible que se tenga que esperar mas o menos tiempo. Si al cabo de tres meses no se obtiene nada en absoluto, será poco menos que inútil continuar.

Es de notar que cuando se interroga a los Espíritus sobre sí uno es o no médium, responden casi siempre afirmativamente, lo que no impide que los ensayos resulten infructuosos en determinados casos. Esto se explica perfectamente. Se le hace al Espíritu una pregunta genérica y responde de manera genérica; porque, como se sabe, nada es más elástico que la facultad medianímica en sus múltiples modalidades y grados. Se puede ser médium sin que uno se dé cuenta de ello y en diferente modalidad de la que se piensa. A esta pregunta vaga: “¿Soy médium?”, el Espíritu puede responder “Sí”; y a esta otra, más precisa: “¿Soy médium escribiente?”, puede responder que “no”. Además, es preciso tener en cuenta la naturaleza del Espíritu a quien se interroga, porque los hay ligeros e ignorantes que responden a tuertas y a derechas como verdaderos atolondrados.

Extractos del Libro "Manual Práctico", por Allan Kardec.

MI COMENTARIO

Los espíritus son muy escuetos para dar sus respuestas. Necesitan que se les pregunte con la mayor especificidad posible para dar las respuestas que luego no traigan interpretaciones ambiguas. 

Ante la pregunta de si uno es médium, siempre responderán que si porque todos tenemos ese atributo o capacidad desde siempre.

Otra cosa muy distinta es si esa capacidad la hemos desarrollado al punto de considerarse "mediumnidad destacada", o sea, aquellos que tienen fluidez en la comunicación entre distintos planos vibracionales.