Llegamos a un Punto Esencial; la Confianza en Nuestro Guía

Los Guías Espirituales se Expresan

Llegamos a un Punto Esencial; la Confianza en Nuestro Guía

por Isabelle Chevalier

El guía es el espíritu que, a veces, se rebela contra las decisiones y las actitudes que perjudicarían nuestro camino de vida, el compromiso que hemos adquirido, lo cual, por extensión, perjudicaría la comunicación espírita: “Como guías luchamos a menudo, muy a menudo, contra vosotros mismos, quiero decir contra vuestras debilidades y es por eso que, en nuestros mensajes, a veces lanzamos advertencias. Nosotros no somos jueces, pero estamos para iluminar y para aconsejar.

No condenamos en absoluto, pero queremos despertar las conciencias. Nuestro único objetivo es volverlas lógicas consigo mismas desde el momento en que esas conciencias han aceptado el contacto con nosotros. En espiritismo no hay escapatorias, en espiritismo no hay disfraces, en espiritismo no hay renuncias y nunca, oh, nunca jamás, interpretaciones personales del mensaje del más allá. Se trata del consejo del espíritu que disfruta provocando a los espíritas cuando es necesario para su bien, para su fuerza. Quien se molesta por la reflexión, quien se molesta por la corrección, no comprende nuestro mensaje. Se aleja todavía más y más de nosotros”.

Llegamos a un punto esencial del espiritismo: la confianza en nuestro guía, en sus palabras, en su clarividencia, en su superioridad moral que le da la sabiduría que nosotros no siempre tenemos. En la historia de nuestro Círculo, muchos espíritas han recibido el testimonio amoroso de sus guías, han recibido sus consejos y no siempre comprendieron que ese amor llevaba a sus guías a decir palabras que no esperaban para impulsarlos hacia la humildad del esfuerzo y el cuestionamiento.

Es así como muchos guías, después de treinta y ocho años de comunicación en nuestro Círculo, conocen la renuncia de sus protegidos, renuncia con la que sufren inmensamente. La renuncia es un fracaso para el protegido, es también un cruel fracaso de la misión del guía que, después de haberlo intentado todo, tanto en encuentros nocturnos como durante las comunicaciones mediúmnicas, a veces dará testimonio de su decepción y su amargura: “Cuando, desde el más allá, decidí guiar a uno de vosotros, al menos por el momento, lo decidí con mucha sinceridad, mucho fervor y esperanza para él. Ya no está más y creo que actualmente, le da lo mismo. No está allí, tampoco lo añoro”. A veces, es Allan Kardec o Gabriel Delanne quienes manifiestan su opinión: “No hay que confundir el juego con la vida. El espíritu de G.M. está triste en este momento. Hay que comprender y no burlarse ni del hombre ni de los espíritus”.

Espero que este artículo alcance su objetivo: el de volver más accesibles y más familiares los hombres convertidos en espíritus que velan por nosotros. Por supuesto, ustedes no conocen su identidad, pero tengan la seguridad, todos tenemos un guía, lo cual quiere decir que nunca estamos solos, en los buenos momentos como en los más difíciles.

Extractos de "Revista Le Journal Spirite".