12 de mayo de 2019

¿Eutanasia si o no?

Mis Conceptos Espíritas - Comportamientos del Hombre

¿Eutanasia si o no?


Es un tema muy difícil de tratar porque no estamos en el cuerpo de pacientes terminales que no soportan una enfermedad muy destructiva del cuerpo y de la mente. Podemos argumentar en favor o en contra, de considerarlo correcto o incorrecto, pero no tenemos mas que la razón y la intuición para aceptar o rechazar tal práctica. Menos aún cuando no sufrimos esa situación.

Según manifestaciones del mas allá por parte de los espíritus sobre las consecuencias de tomar esta decisión de terminar con la vida propia o la de un familiar en esas circunstancias dolorosas, se equipararían al suicidio o al crimen, respectivamente. A pesar de estas manifestaciones en contra y las enseñanzas que reafirman ser la eutanasia un error, hay casos de agradecimientos por pacientes sufrientes que desencarnaron por la decisión de un familiar que lo consideró el mejor camino a tomar.
Espíritus que fallecieron después de un muy prolongado tratamiento sin existir la posibilidad de recuperar la salud, agradecen a médicos y familiares que hayan tomado la decisión de no suministrarles ninguna droga hasta que el cuerpo colapsara definitivamente.

Ellos dicen que no podían expresarse debido a su problema físico o psíquico pero que deseaban se tomara esa decisión que por si mismos no podían solicitar. Según relatos en psicografías de André Luiz realizadas por Chico Xavier, desde el mundo espiritual se practica la eutanasia . Dice en esos libros que hay espíritus que se especializan en ayudar a los encarnados a realizar el tránsito lo mejor posible para evitarles sufrimientos. Ellos mismos provocan situaciones y condiciones para que los cuerpos no puedan seguir con una vida, que ya no prosperarán y que es innecesario el sufrimiento.

Para ellos hay un punto en el dolor humano y toman decisiones para que se acelere la muerte de las personas. Incluso se han lamentado de los impedimentos que se les presenta en esa tarea cuando los médicos aplican drogas tan fuertes como anestésicos que dificultan llevar a cabo la desencarnación hasta que pasen los efectos.También los pensamientos de familiares que no desean que muera, afecta su desencarnación y por esto, desde el mundo espiritual suelen aplicar una leve mejoría en la persona para que los familiares calmen sus pensamientos al advertir la recuperación y de ese modo facilitarles su tarea.

Si desde el mundo espiritual, espíritus de reputación, aceptan la eutanasia, en cierta forma convalidan que lo mismo suceda en el mundo físico por decisiones de encarnados. En definitiva siempre está en juego el libre albedrío de los que participan y cada uno se hará cargo de las consecuencias que acarree el tomar la decisión de llegar a una eutanasia activa, realizando su propia muerte, o la eutanasia hacia otras personas incapacitadas de decidir. Mas aún cuando la ciencia y la medicina han avanzado tanto que permite mantener un cuerpo con vida asistida por tiempos muy prolongados, que hasta hace poco tiempo no ocurría y la gente simplemente moría.

¿Deberíamos considerar un punto de no retorno a la vida normal? Pienso que si. Que la eutanasia es válida llegado a un punto de no retorno. Tenemos una eternidad para corregir un error, pero el atenuante será que lo hicimos con la intención y el amor por el prójimo a que no sufra.

Roby Delgado

Contactos: ¿con quién? ¿cómo? ¿por qué? ¿para qué?

Contactos: ¿con quién? ¿cómo? ¿por qué? ¿para qué?

Por: Oscar M. García Rodríguez

Otros mundos, otras realidades o planos de existencia, han venido conviviendo permanentemente con el género humano e influyéndose recíprocamente. Pero, evidentemente, cuando en el pasado de forma espontánea se producían tales interconexiones entre nuestra cotidiana realidad y esos otros diferentes planos, dichas experiencias no eran bien interpretadas por el hombre en aquellas etapas infantiles, por lo que el vacío de la ignorancia precisó ser rellenado mediante la creencia, la fábula y el mito, es decir, mediante el pensamiento mágico y/o supersticioso.

Evolucionar implica, entre otras cosas, substituir la creencia y la fe por la evidencia y la comprensión, en otras palabras, por la CONCIENCIA. En este sentido, el descubrimiento y la exploración de esos otros planos, de esos otros mundos, parece estar interconectado, a semejanza de vasos comunicantes, con el descubrimiento de sus manifestaciones en el interior del ser humano; de ahí que pensemos que el CONTACTO con esas otras realidades que es un signo de nuestros tiempos, sea también un acontecimiento de hondo significado evolutivo que no escapa a las previsiones del Plan Cósmico, un acontecimiento natural, necesario e ineludible.

Debemos recordar que entre el plano donde de forma natural y plena se manifiesta el espíritu y el plano terrestre, hay una serie de estadios intermedios compuestos de energías y materias consonantes con ellos, por lo que nuestro ser esencial, nuestro espíritu, no puede manifestarse en el mundo físico de manera directa dando un salto sobre el vacío, como si dijésemos, sorteando esos niveles intermedios. Por el contrario, tiene que irse construyendo distintos cuerpos de forma secuencial hasta llegar al físico, donde toma finalmente una vestimenta de naturaleza carnal. Es a través de estas vías que el ser humano puede relacionarse con diferentes planos existenciales y que entidades de dichos planos se puedan relacionar con los humanos.

En cualquier caso el ser humano, como todo en la naturaleza, está sujeto a la ley de evolución, es como una flor encerrada en su capullo que a lo largo del tiempo ha ido activando lo que conocemos como facultades psíquicas, mediumnidades, etc.

Es notorio que en la actual humanidad son ya muy escasos los individuos que no den muestras de poseer facultades psíquicas en diversos grados. En este caso el progreso se expresa en la amplitud de dichas facultades y, sobre todo, en el control consciente que de manera gradual se va alcanzando sobre ellas, porque lo que caracteriza esencialmente al reino humano en la CONCIENCIA, como dijimos, la que debe presidir todas sus expresiones, al menos ese es nuestro destino.

Extractado del Blog Grupo Espírita de La Palma.

El Pensamiento del Sanador Actúa Sobre los Fluidos Espirituales

El Pensamiento del Sanador Actúa Sobre los Fluidos Espirituales

por Juan Miguel Fernández Muñoz

Desde el instante de la fecundación, el cuerpo carnal fue constituido molécula a molécula por la voluntad del espíritu, que definirá el futuro cuerpo espiritual del ser, su periespíritu.
Por ser ambos transformaciones de él, ese fluido, condensado en el periespíritu, puede proporcionar principios reparadores al cuerpo.

El pensamiento del sanador actúa sobre los fluidos espirituales, transmitiéndolos de Espíritu a Espíritu, conforme sean buenos o malos, sanando o viciando los fluidos ambientales.

El periespíritu de los encarnados, siendo de naturaleza idéntica al de los fluidos espirituales, él los asimila con facilidad, como una esponja se empapa de un líquido, dependiendo, está claro, de la ley de sintonía y afinidad.

Actuando esos fluidos sobre el periespíritu, este, a su vez, reacciona sobre el organismo material con el que se encuentra en contacto molecular; si los efluvios son de buena naturaleza, el cuerpo siente una grata y saludable sensación; si no lo son la impresión es negativa.

Considerado como materia terapéutica, el fluido tiene que alcanzar la materia orgánica, a fin de repararla, puede, entonces, ser dirigido contra el mal por la voluntad del sanador, o atraídos por el deseo ardiente, por la confianza, por la fe del enfermo. Con relación a la corriente fluidica, el sanador obra como una bomba impulsora y el enfermo como una bomba aspirante. Algunas veces es necesaria la sintonía de las dos acciones. La disposición mental de quien aplica la sanación y de quien la recibe es muy importante.

El poder terapéutico está en la pureza de la sustancia transmitida, de la fuerza psíquica y espiritual, cuya corriente fluidica circula de aura a aura, pero depende también de la energía de la voluntad que, cuanto mayor sea, más abundante emisión fluídica provocará y mayor fuerza de penetración dará a los fluidos.

Los fluidos son también el vehículo del pensamiento, el cual puede modificar las propiedades, impregnándolas de cualidades buenas o inferiores según la pureza o impurezas emitidas.
Lo importante es, repetimos, la disposición mental para transmitir o captar los fluidos.

Podemos concluir, después de este análisis, que las formas externas de sanación son secundarias y solamente pueden ser válidas aquellas aplicaciones que ofrezcan mayor porcentaje de confianza a quién da y a quién recibe, atendiendo a los principios de la ética, simplicidad y discreción cristiana.

Extractado del Sitio Asociación de Estudios Espíritas de Madrid.

Sobre el Hecho de Mentir…

Sobre el Hecho de Mentir…

De Editorial

Leyendo un interesante Ensayo del periodista Tim Rayment, publicado en el Magazine del periódico “El Mundo” (01/2006), sobre “Mentir, ¿una cuestión de supervivencia?”, constatamos cuánto se ajustan a la realidad las opiniones vertidas en ese escrito. Parece ser que “generalmente necesitamos mentir”, y que, en la mayoría de los casos, “tenemos pocas posibilidades de saber si nos engañan”, aunque, como en todo, el tiempo proporciona la respuesta a tal interrogante.

Según Rayment, “científicos de la Universidad de California del Sur han estudiado el cerebro de los mentirosos compulsivos y han descubierto que tienen un 14,2% menos de materia gris que las personas honestas. Esto, según los expertos, se traduciría en una menor preocupación por los aspectos morales”. En dicho texto también se arguye que “las relaciones sociales serían imposibles en un mundo sin mentiras, sobre todo porque no estamos preparados para que nos digan la verdad sobre nosotros mismos”. Y según Kant: “un mundo sin mentiras no podría estar habitado por seres humanos”.

Ante esta disyuntiva entre mentirosos patológicos y mentirosos piadosos es recomendable aplicar el antiguo proverbio: “En la duda, abstente”.

Si en muchos momentos de nuestra vida, unos más que otros, todos mentimos; si por el sólo hecho de la muerte no somos mejores ni peores, sino que continuamos siendo “allá” lo que realmente somos “acá”, ¿acaso no pueden mentir los espíritus?; ¿por qué esa alta dosis de credulidad que se observa sobre la veracidad y procedencia de los mensajes mediúmnicos?; lo cual no invalida el que el fenómeno sea un hecho real, ni tampoco significa que se deba desconfiar de todo lo proveniente del “mundo” de los espíritus.

En “El Libro de los Médiums” (cap. XX, preg. 230) está escrita una regla de oro ofrecida por el espíritu de Erasto, discípulo del apóstol Pablo: “(…) Así pues, aceptad tan sólo aquello que os parezca ser de una evidencia incuestionable. Tan pronto como una nueva opinión surja, por poco que la consideréis dudosa, sometedla a las más duras pruebas de la razón y de la lógica. Y aquello que la razón y el buen sentido reprueben, desechadlo sin vacilar. Mas vale rechazar diez verdades que admitir una sola mentira, una sola falsa teoría. (…)”

Esta regla que debería ser observada continuamente en los trabajos y estudios espiritistas, también se tendría que poner en práctica en nuestro entorno. Si así fuera, más de un desengaño nos ahorraríamos. Sin embargo, parece ser que sólo se aprende a través de esas decepciones que sacuden todo nuestro ser emocional. Según afirmaciones del neurólogo y psiquiatra sueco, Torsten Wiesel, premio Nóbel de Medicina en 1981: “...el sufrimiento o las conmociones personales también son una forma de aprendizaje y crecimiento personal. A veces hay que fracasar para crecer.”

En “Obras Póstumas” -Mi Primera Iniciación en el Espiritismo-, Allan Kardec nos dice: “Uno de los primeros resultados de mis observaciones, fue el darme cuenta de que los espíritus, no siendo otros que las almas de los hombres, no poseen ni la soberana sabiduría ni la soberana prudencia; que su saber era proporcionado a su progreso, y que su opinión no tenía más valor que el de una opinión personal. (...)”

Sea lo que fuere, ante cualquier manifestación de un ser, sea encarnado o desencarnado, tendríamos que ser capaces de poner en práctica las premisas que sustentaron a Kardec en todos sus estudios: “observar, comparar y juzgar desapasionadamente todos los hechos”. (“Obras Póstumas” -Mi Primera Iniciación en el Espiritismo-).

Extractado del Boletín Flama Espírita.

Más allá de la Tumba, se Abre otra Fase de la Existencia

Más allá de la Tumba, se Abre otra Fase de la Existencia

por José Aniorte Alcaraz. Extracto del Prólogo

Tocamos con los pies las profundas obscuridades del abismo y con la frente las deslumbradoras alturas del cielo.

La tarea es difícil; los caminos que hay que subir son escabrosos, pero nuestras fuerzas no tienen límites, y podemos renovarlas continuamente con nuestra voluntad y la unión con los buenos espíritus.

A medida que nuestro Espíritu se eleva, más grandes revelaciones y nuevas formas de actividad recibe, nuevos sentimientos psíquicos nacen en nosotros, y más sublimidades sentimos.

Los espíritus elevados envuelven con su influencia a todos aquellos que luchan en la Tierra para conseguir su redención espiritual: los inspiran con los consejos de su propia experiencia, les sostienen en la lucha de la vida, para que sigan los rudos caminos que ellos mismos ya han recorrido. Más allá de la tumba, se abre otra fase de la existencia. El Espíritu en su forma fluídica, imponderable, se prepara para nuevas reencarnaciones, encontrando en su estado mental los frutos de la existencia que acaba de terminar. La muerte no es más que un instante en la gran revolución de nuestras existencias.

Extractado de "Hechos y Obras de una Vida", José Aniorte Alcaraz.