Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 71 »
–Es el reflejo de nosotros mismos –completó Leonel con una carcajada.Creo que, observando mi gran interés en todo lo que pudiese constituir una enseñanza para mí, el asistente pidió al hermano de Clarindo, que nos expusiera alguna demostración práctica de lo que afirmaba teóricamente, para nuestro estudio, a lo que él asintió con placer, informándonos:
–El avaro que tenemos delante, tiene el propósito de comprar o usurpar una finca vecina, a cualquier precio, aun llegando a cualquier transacción criminal, con el fin de revalorizar el suministro de agua de la propiedad que nos pertenece. Tratándose de un asunto que es tema principal en su existencia, es decir, la avaricia, fácilmente recogerá las imágenes que yo desee transmitirle utilizando su propia onda mental, en la que sus propias ideas se expresan habitualmente...
Y pasando de las palabras a la acción, colocó su diestra sobre la frente de Luis, manteniéndose en profunda atención, como el hipnotizador que quiere gobernar a su presa.
Vimos al pobre amigo, desligado del cuerpo físico, abrir sus ojos con el ansia de aquél que contempla un plato sabroso a distancia, y con cara de maldad satisfecha, hablar para consigo mismo:
–¡Ahora! ¡Ahora! ¡Las tierras serán mías! ¡Nadie competirá con mis precios! ¡Nadie!... Después, se apartó rápidamente, con una expresión indefinible de locura.
Le acompañamos hasta la salida y, desde el balcón, pudimos verle avanzando deprisa, desapareciendo entre la gran arboleda próxima, en dirección a la hacienda vecina.
–¿Vieron? –exclamó Leonel, contento–. Transmití a su cuadro mental una escena fantástica, donde las tierras del vecino estarían en subasta, yendo a parar a sus manos. Bastó con que yo mentalizase una figura en ese sentido, idealizando el sitio a poner en venta, para que él lo tomase por una realidad indiscutible, ya que, tratándose de nuestro reflejo fundamental, nos vemos inducidos a creer en aquello que deseamos que suceda... tan pronto como termine el flujo controlado de mi influencia hipnótica, regresará a su cuerpo carnal, relamiéndose, en la seguridad de haber soñado con la adquisición de la granja que pretende poseer.(61)
MIS OBSERVACIONES
(61) Resulta muy sencillo para cualquier espiritu influenciar nuestras mentes cuando no estamos resguardados y con pensamientos del error. Si mantenemos una mente fuerte y sana, eso no ocurriría nunca porque no les damos lugar a los espíritus equivocados que nos dominen la mente con sus locuras. El mal solo puede darse donde existen pensamientos equivocados.
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz