Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 41 »
De regreso al refugio de Orzil, pregunté sin preámbulos:–Por tanto, nuestros hermanos enfermos, ¿estarán separados así hasta que se renueven?
–Exactamente, –aclaró Silas bondadosamente.
–Y, ¿qué deben hacer para alcanzar la mejoría necesaria? –preguntó Hilario con indescifrable asombro.
Nuestro amigo sonrió y dijo:
–El problema es de naturaleza mental. Cuando modifiquen sus propias ideas, lograrán cambiar su situación.
Silas se entregó a una ligera pausa, mostró nuevo brillo en su mirada, y dijo con seguridad:
–Eso, no obstante, no es tan fácil. Actualmente, ustedes se consagran a estudios especiales de los principios de causa y efecto. Es necesario que sepan, pues, que nuestras creaciones mentales son preponderantes, fatalmente, en nuestra vida. Nos liberan cuando se enraízan en el bien que sintetiza las leyes divinas, y nos encarcelan cuando se afirman en el mal que expresa la delincuencia responsable, envolviéndonos por esa razón, en el lodo sutil de la culpa. Afirma un viejo aforismo popular en la Tierra, que “el criminal vuelve al lugar del crimen”. De lo que podemos afirmar que, aun ausentándose del ambiente del crimen, el pensamiento del criminal está prendido al ambiente y a la propia sustancia de la falta cometida.(47)
Y reparando en nuestra perplejidad, añadió:
–Recordemos además, el pensamiento actúa en forma de onda, con una velocidad muy superior a la de la luz, y no olvidemos que toda mente es una dínamo generadora de fuerza creadora. Ahora, sabiendo que el bien es expansión de luz y que el mal es condensación de sombra, cuando somos crueles con los demás, nuestros pensamientos, por ser ondas de energía sutil, al pasar por los lugares y criaturas, por las situaciones y cosas que afectan nuestra memoria, actúan y reaccionan sobre sí mismos en circuito cerrado, y nos traen así, de vuelta, las sensaciones desagradables que emanan de nuestras obras infelices.
MIS OBSERVACIONES
(47) Esta es una importante lección. El valor que tienen nuestras creencias o nuestras creaciones mentales nos determinan como espíritu y nos conmina a ser felices o infelices.
Es por esto que cuanto antes tengamos la mayor claridad, estemos mas cerca de la verdad, mejor nos sentiremos y disfrutaremos la vida.
Para lograrlo se debe estar permanentemente estudiando, trabajando y haciendo siempre el bien para uno y para los demás sin caer en dogmas o fanatismos que nos estanquen por mucho tiempo en una ideología que defendamos hasta con la muerte. Muerte inutil, porque al reencarnar, estaremos nuevamente ante la misma prueba que deberemos tratar de saldar para no seguir repitiendola vida tras vida.
Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz