17 de septiembre de 2019

Carol Bowman y la Reencarnación

Carol Bowman y la Reencarnación


La doctrina de la reencarnación, que es uno de los principios fundamentales de la doctrina espírita, no se fundamenta en dogma o decisión tomada por autoridades religiosas. Se trata de una ley y como tal nadie a ella podrá escapar, crea o no en eso.

A medida que los años pasan, hechos nuevos, muchas veces ocurridos en ambientes que nada tienen que ver con el Espiritismo, han fortalecido la convicción de los espíritas y de todos los que admite que no nos encontramos aquí en la Tierra por primera vez, al contrario, nuestras vivencias en este plano de vida son múltiples y -se puede decir- incontables.

Hace poco más de 22 años, recibimos en Londrina la visita de Barbara Ivanova, un nombre respetado mundialmente en el campo de las investigaciones psicobiofísicas, que habló a un público numeroso en el Cine Teatro Ouro Verde. Uno de los temas de la conferencia fue precisamente la reencarnación.
Ivanova mencionó entonces varios casos de niños que se recordaban de vidas pasadas, hecho que sugiere la existencia de una memoria extracerebral, que había sido objeto de estudio de varios investigadores de renombre mundial, como el indio Banerjee y el estadounidense Ian Stevenson.
Posteriormente a la conferencia, ella concedió una rueda de prensa en una sala del Hotel Bourbon. Una de las preguntas versó sobre el tema de la reencarnación. Alguien le preguntó cuáles eran los métodos en que ella se basaba para decir que la reencarnación estaba científicamente comprobada.
En su respuesta, Ivanova dijo que toda la comunidad científica lo sabía, refiriéndose ciertamente a sus colegas rusos, y explicó a continuación que los métodos científicos adoptados para comprobar la reencarnación son, entre otros, la comunicación con los Espíritus por medio de la mediumnidad, la regresión de memoria y la llamada memoria extracerebral.

Es bueno recordar que Barbara Ivanova nació en 1917 en Moscú, capital de Rusia, en la misma época en que eclosionó en su país la revolución que condujo a Lenin al poder y, por consecuencia, determinó el cierre de todas las iglesias y la elección del materialismo dialéctico como filosofía de gobierno.
Treinta y tres años después del nacimiento de Barbara Ivanova, nació en los Estados Unidos Carol Bowman, que llevaba una vida común, cuidando a sus dos hijos, hasta que algo muy extraño sucediera. Durante la conmemoración del feriado del 4 de julio, su hijo menor, Chase, que sufría de fobia a un ruido muy alto, se puso en pánico con las explosiones de la quema de los fuegos artificiales. Como si estuviera en trance, el niño comenzó a narrar su muerte violenta durante la guerra civil estadounidense, en la que decía que fue un soldado negro. Chase contó toda la desesperación de la guerra con una riqueza de detalles de que sólo un historiador sería capaz. Después de ese acontecimiento, la fobia del niño desapareció mágicamente.

A partir de ese día, la vida de Carol Bowman cambió radicalmente. Buscando comprender el fenómeno que su hijo había relatado, empezó a investigar incesantemente sobre experiencias similares, pero no encontró nada que la satisfaga. Entonces, pasó a buscar personas que hubieran vivido alguna experiencia similar y luego reunió un vasto material que le permitió escribir un libro sobre el tema vidas pasadas. Y así lo hizo. En los Estados Unidos, el libro Children's Past Lives (Bantam, 1997), publicado en Brasil por la editorial Sextante, fue editado también en Inglaterra, Australia, Holanda, Alemania y China.

Judía, Carol Bowman dijo en una entrevista con nuestro confesado José Lucas que no le fue difícil compatibilizar su creencia religiosa con la admisión de la reencarnación, incluso porque entre los judíos algunos creen en la doctrina de las vidas sucesivas, que, por cierto, se enseña en la Cábala.
Uno de los casos con respecto a la llamada memoria extracerebral en que Carol Bowman estuvo involucrada se refiere al retorno a la existencia corpórea de un piloto de caza estadounidense abatido con ocasión de la Segunda Guerra Mundial, un caso bastante expresivo y muy documentado que el lector puede ver en internet.

Tomado del Blog "Espiritismo Siglo XXI"

La Vida es un Intercambio Incesante de Materia.

El Porqué del Ser y del Destino

La Vida es un Intercambio Incesante de Materia.

por Salvador Martín

Cuando contemplamos el espectáculo del Universo con los ojos de la ciencia, la naturaleza entera se nos aparece bajo el carácter de un dinamismo inmenso, en cuyo seno se asocian o se transforman las fuerzas de la física y de la química. Una gran unidad envuelve el Universo. El movimiento universal arrastra a los átomos como a los mundos.

La vida es un intercambio incesante de materia. Todos los seres están constituidos de las mismas moléculas, que pasan sucesivamente de uno a otro, de manera que lo que somos físicamente se nos presta de forma temporal.

Nuestro cuerpo se renueva constantemente, y la mayoría de nuestros tejidos y células desaparecen en poco tiempo. Los átomos que forman nuestra materia no están muchos años con nosotros, incluso las células que más viven, las neuronas del córtex, renuevan continuamente sus átomos.

En este incesante cambio de materia nada nos pertenece en propiedad. Sólo nuestro ser pensante es realmente nuestro. Más allá de eso, la materia que forma nuestros nervios, huesos, músculos y órganos viene y va, pasa de un ser a otro.

Tomado del Blog "Sociedad Española de Divulgación Espírita"

La Mente es el Principal Mecanismo para Producir Energías Positivas o Negativas

Extracto del Prólogo

La Mente es el Principal Mecanismo para Producir Energías Positivas o Negativas

por José Aniorte Alcaraz

Debemos recordar que el pensamiento es pura energía y las ideas son interpretadas, aceptadas o rechazadas, según nuestra propia voluntad.

La mente es siempre el principal mecanismo para producir energías positivas o negativas. Cada pensamiento es como la simiente que se lanza a la tierra, y después recogemos el fruto, bueno o malo, de esa siembra. Si pasamos nuestras existencias sembrando una semilla mala, sobrecargamos nuestro Espíritu de energías negativas, y con el paso del tiempo, se hace necesario que el Espíritu se libere de esas energías, para que pueda seguir en su camino evolutivo. Así es como empieza el ciclo de reencarnaciones expiatorias, para liberarnos de las energías negativas que hemos ido acumulando.

Ya no estamos más en la posición de sólo estudiar, es necesario actuar, reformar nuestros conceptos para que podamos analizar los hechos, descartando todo aquello que hace peso en nuestra conciencia, utilizando los bienes materiales sin esclavizarnos a ellos. Ha llegado el momento de espiritualizar nuestra vida, pero es necesario comprender que la evolución del Espíritu en la materia, sólo se puede conseguir cuando ésta se logra dominar. Tenemos que comprender que todo lo que hacemos, bueno o malo, lo hacemos para nosotros mismos, y que somos nosotros los únicos responsables de escoger éste o aquel camino.

Extractos del Libro "Hechos y Obras de una Vida", José Aniorte Alcaraz.