Carol Bowman y la Reencarnación
La doctrina de la reencarnación, que es uno de los principios fundamentales de la doctrina espírita, no se fundamenta en dogma o decisión tomada por autoridades religiosas. Se trata de una ley y como tal nadie a ella podrá escapar, crea o no en eso.
A medida que los años pasan, hechos nuevos, muchas veces ocurridos en ambientes que nada tienen que ver con el Espiritismo, han fortalecido la convicción de los espíritas y de todos los que admite que no nos encontramos aquí en la Tierra por primera vez, al contrario, nuestras vivencias en este plano de vida son múltiples y -se puede decir- incontables.
Hace poco más de 22 años, recibimos en Londrina la visita de Barbara Ivanova, un nombre respetado mundialmente en el campo de las investigaciones psicobiofísicas, que habló a un público numeroso en el Cine Teatro Ouro Verde. Uno de los temas de la conferencia fue precisamente la reencarnación.
Ivanova mencionó entonces varios casos de niños que se recordaban de vidas pasadas, hecho que sugiere la existencia de una memoria extracerebral, que había sido objeto de estudio de varios investigadores de renombre mundial, como el indio Banerjee y el estadounidense Ian Stevenson.
Posteriormente a la conferencia, ella concedió una rueda de prensa en una sala del Hotel Bourbon. Una de las preguntas versó sobre el tema de la reencarnación. Alguien le preguntó cuáles eran los métodos en que ella se basaba para decir que la reencarnación estaba científicamente comprobada.
En su respuesta, Ivanova dijo que toda la comunidad científica lo sabía, refiriéndose ciertamente a sus colegas rusos, y explicó a continuación que los métodos científicos adoptados para comprobar la reencarnación son, entre otros, la comunicación con los Espíritus por medio de la mediumnidad, la regresión de memoria y la llamada memoria extracerebral.
Es bueno recordar que Barbara Ivanova nació en 1917 en Moscú, capital de Rusia, en la misma época en que eclosionó en su país la revolución que condujo a Lenin al poder y, por consecuencia, determinó el cierre de todas las iglesias y la elección del materialismo dialéctico como filosofía de gobierno.
Treinta y tres años después del nacimiento de Barbara Ivanova, nació en los Estados Unidos Carol Bowman, que llevaba una vida común, cuidando a sus dos hijos, hasta que algo muy extraño sucediera. Durante la conmemoración del feriado del 4 de julio, su hijo menor, Chase, que sufría de fobia a un ruido muy alto, se puso en pánico con las explosiones de la quema de los fuegos artificiales. Como si estuviera en trance, el niño comenzó a narrar su muerte violenta durante la guerra civil estadounidense, en la que decía que fue un soldado negro. Chase contó toda la desesperación de la guerra con una riqueza de detalles de que sólo un historiador sería capaz. Después de ese acontecimiento, la fobia del niño desapareció mágicamente.
A partir de ese día, la vida de Carol Bowman cambió radicalmente. Buscando comprender el fenómeno que su hijo había relatado, empezó a investigar incesantemente sobre experiencias similares, pero no encontró nada que la satisfaga. Entonces, pasó a buscar personas que hubieran vivido alguna experiencia similar y luego reunió un vasto material que le permitió escribir un libro sobre el tema vidas pasadas. Y así lo hizo. En los Estados Unidos, el libro Children's Past Lives (Bantam, 1997), publicado en Brasil por la editorial Sextante, fue editado también en Inglaterra, Australia, Holanda, Alemania y China.
Judía, Carol Bowman dijo en una entrevista con nuestro confesado José Lucas que no le fue difícil compatibilizar su creencia religiosa con la admisión de la reencarnación, incluso porque entre los judíos algunos creen en la doctrina de las vidas sucesivas, que, por cierto, se enseña en la Cábala.
Uno de los casos con respecto a la llamada memoria extracerebral en que Carol Bowman estuvo involucrada se refiere al retorno a la existencia corpórea de un piloto de caza estadounidense abatido con ocasión de la Segunda Guerra Mundial, un caso bastante expresivo y muy documentado que el lector puede ver en internet.
Tomado del Blog "Espiritismo Siglo XXI"