La Glándula Pineal Fue definida como la Antena que Sintoniza a los Espíritus
Recientemente, al verificar imágenes de cerebros de médiums en trance, por medio de un tipo específico de tomografía, el investigador americano Stephen Kosslyn, de la Universidad de Harvard, detectó una actividad electromagnética más intensa exactamente en la glándula pineal. La pineal regula el ritmo de la producción hormonal en el cerebro y funciona como un reloj para el desenvolvimiento del cuerpo. En 1958, se descubrió que ella producía la hormona melatonina—que tiene efectos sedantes—bajo el estímulo de la obscuridad. La glándula es también responsable por la percepción del paso del tiempo.
“Eso debe explicar el hecho de que los médiums generalmente pierdan la noción del tiempo mientras están en trance”, dice Kosslyn.
(... .) Muchos neurólogos y psiquiatras atribuyen a disturbios psiquiátricos esos comportamientos inesperados del cerebro. “Cuando se trata de una enfermedad mental la persona pierde el juicio crítico”, rebate el psiquiatra Sérgio Felipe de Oliveira. Para él y otros estudiosos de la línea dualista, tanto la mediumnidad como los trastornos mentales podrían partir de un mismo mecanismo cerebral. O sea, una psicosis podría resultar en la apertura de una puerta para una comunicación espiritual, o al contrario.
El profundo interés de la humanidad por los estados especiales de la conciencia tal vez refleje un deseo inmensurable de que la muerte no sea el fin y de volver a encontrar a las personas queridas que se fueron. La verdad es que los médiums son portavoces de un mundo que las personas quieren que exista.
El científico y escritor norteamericano Carl Sagan, profesor de Astronomía en la Cornell University, muerto en 1996, escribió en su libro El Mundo Asombrado por los Espíritus que la mediumnidad es una especie de pseudociencia. Existiría para atender las poderosas necesidades emocionales que la ciencia deja, con frecuencia, de satisfacer. “Es natural que las personas tengan creencias. Si estamos desesperados, pronto abandonamos lo que puede ser visto como la carga del escepticismo. Nutre las fantasías sobre poderes personales que no tenemos y deseamos tener.”
Aunque las sospechas mutuas aun deban perdurar entre los que consideran a la ciencia ciega y los que dudan del mundo de los Espíritus, lo ideal para cualquier descubrimiento es que ni la ciencia ni la fe tengan prejuicios y puedan realizar lo que Chico Xavier describió: “La religión abre un sendero. Después la ciencia pasa por encima y construye una carretera.” Mientras perdura la búsqueda de la palabra final, los poderes de los médiums, comprobados o no, son aun el único alivio para muchas aflicciones y una pregunta desafiante sobre los verdaderos límites del hombre.”
Extractado de Anuario de la Federación Espírita Española.