Por el Espiritismo el Hombre Sabe Muchas Cosas, antes Veladas
por Allan Kardec.El Espiritismo, tomando su punto de partida en las mismas palabras del Cristo, como Cristo tomó el suyo en Moisés, es una consecuencia directa de su doctrina. A la idea vaga de la vida futura, añade la revelación de la existencia del mundo invisible que nos rodea y puebla el espacio, y ahí precisa la creencia; le da un cuerpo, una consistencia, una realidad en el pensamiento.
Define los lazos que unen el alma y el cuerpo, y levanta el velo que ocultaba a los hombres los misterios del nacimiento y de la muerte.
Por el Espiritismo, el hombre sabe de donde viene, donde va, por qué está sobre la Tierra, por qué sufre en ella temporalmente, y ve en todo la justicia de Dios. Sabe que el alma progresa sin cesar a través de una serie de existencias sucesivas, hasta haber alcanzado el grado de perfección que puede acercarla a Dios. Sabe que no hay en absoluto criaturas desheredadas, ni están más favorecidas las unas que otras; que Dios no creó a unas privilegiadas y dispensadas del trabajo impuesto a otras para progresar; que de ninguna manera hay seres perpetuamente consagrados al dolor y al sufrimiento; que los llamados demonios son Espíritus todavía atrasados e imperfectos, que hacen daño en el estado de Espíritus, como lo hacían en el estado de hombres, pero que avanzarán y mejorarán; que los ángeles o Espíritus puros no son en absoluto unos seres separados en la creación, sino Espíritus que lograron el fin, después de haber seguido todos los trámites del progreso; que tampoco hay creaciones múltiples, ni diferentes categorías entre los seres inteligentes, sino que toda la creación resalta de la gran ley de unidad que rige el universo, y que todos los seres gravitan hacia un fin común, que es la perfección, sin que unos sean favorecidos a costa de otros, siendo todos hijos de sus obras.
Conceptos Extractados de "Caracteres de la Revelación Espirita", por Allan Kardec.