Emancipación del Alma: El Sueño y los Sueños
Los Sueños solo Reflejan las Perturbaciones Fisiológicas o Sentimentales
Dice André Luiz: “Como en la mayoría de los hermanos encarnados, los sueños solo reflejan las perturbaciones fisiológicas o sentimentales a la que se entregan; Sin embargo, existe gran número de personas que, con más o menos precisión, están aptas a desarrollar este intercambio espiritual”.
En ese intercambio, durante el sueño, el hombre puede tener relaciones con el bien; estudios educativos, tratamientos espirituales, buenas conversaciones, trabajo productivo, o puede también, tener relaciones con el mal: obsesiones inferiores, persecuciones persistentes, vampirismo destructor, tentaciones diversas, ociosidad. Dice además André Luiz (Los Mensajeros, cap. 38), que son pocos, los hermanos que saben dormir para el bien”.
Si los hombres supiesen “dormir para el bien” tendrían muchas oportunidades para estudiar y trabajar durante el sueño, en la esfera espiritual. Narra también André Luiz en “Misioneros de la Luz”, cap. 8, el ejemplo de una escuela en el Plano Espiritual, donde había cerca de 300 alumnos encarnados matriculados, pero donde sólo asistían en forma constante 32 alumnos.
Informa que la mayoría de los que faltaban se dejaban llevar por las seducciones comunes, decurrentes de su naturaleza animal y, aún, el recuerdo del aprendizaje variaba de alma a alma y de acuerdo con la evolución de cada uno.
Cuando el hombre duerme, su alma busca la convivencia con espíritus afines, tal como acontece entre los hombres, de acuerdo con la ley de sintonía. “La criatura consciente, sea donde sea en el Universo, sólo asimilará las influencias a que se aficione” (Mecanismos de la Mediúmnidad, cap. 17, André Luiz). De ahí la importancia de la reforma íntima, como corrección a los vicios y defectos de la personalidad humana.
Sabiendo el hombre que durante la vida en la Tierra pasa un tercio de ella durmiendo, debe esforzarse en dormir para el bien, aprovechándose por lo tanto de las lecciones doctrinarias para hacer un aprendizaje integral, aumentando sus posibilidades espirituales a través de ese intercambio durante el sueño.
Tomado del Sitio "Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís"