18 de septiembre de 2019

Una Palabra Maldita

El Misterio de la Muerte

Una Palabra Maldita

Por: Oscar M. García Rodríguez

“¿Por qué no supimos de esto mientras vivimos en la tierra?”
Charles Drayton Thomas, “A Real World” (Un Mundo Real).

“Por favor, ayuden a comunicar a todos que existe una vida después de la muerte”.

Transcomunicación recibida en 1988 por el ingeniero alemán Hans Otto König.

Si una palabra hay en nuestro diccionario que pueda llamarse maldita, ésta es, sin ningún género de dudas, muerte. Esta aserción puede comprobarse fácilmente si pronunciamos dicho término entre los asistentes a cualquier reunión social. Las reacciones que se producirían podrían ser de este estilo: en un primer momento, sólo con escucharla, una buena parte de los presentes no podrá evitar sentir como automáticamente se les eriza el vello de la piel; a otros traerá a la memoria reminiscencias dolorosas, cercanas o lejanas, referidas a la pérdida de seres queridos; habrá también quien sienta un involuntario estremecimiento al evocar cierta película vista últimamente, en la cual se mostraban algunas supuestas escenas con las inquietantes situaciones que, se especula, puede ocultar esa temida frontera; y hasta es posible, incluso, que alguien de los presentes considere que el sólo hecho de evocar un tema tan “desagradable”, es un signo de muy mal gusto.

Pero como sucede con toda palabra maldita, también ésta tiene su contraparte morbosa, de tal manera que es bastante probable que entre ese mismo colectivo surja la voz de quien diga que puesto que ha surgido un tema tan interesante, es una buena oportunidad para comenzar a contar historias de miedo, de fantasmas y aparecidos, sobre todo si la reunión social ha llegado ya, como suele ser habitual, a altas horas de la madrugada. Finalmente, podría suceder – ¿por qué no? – que alguna voz se alzase representando una postura más constructiva, racional o lógica – y por eso mismo, más rara – manifestando que éste es un tema cuyo debate, estudio e investigación merecen las mayores atenciones y que, por tanto, se debería enfrentar como cualquier otro aspecto de la realidad todavía indescifrado por el género humano; es decir, tendría que ser abordado sin preconceptos, con rigor, libertad y honestidad.

Resulta sorprendente y contradictorio a un tiempo que en una sociedad como la nuestra, supuestamente orientada y educada mayoritariamente bajo presupuestos espirituales religiosos – en los que aparece formando parte de sus contenidos esenciales, la idea de una realidad espiritual trascendente en el ser humano -, el tema de la muerte se haya convertido en un auténtico tabú.

Tomado del Blog "Grupo Espírita de La Palma"

¿Es el Jediismo una Religión?


¿Es el Jediismo una Religión?


El jediismo (se pronuncia yediismo o yedaísmo) es un nuevo movimiento religioso inspirado en el guion de las películas de la Guerra de las Galaxias. George Lucas creador de Star Wars, se inspiró en religiones como el budismo, el taoísmo y el sintoísmo y algunas creencias de origen céltico. Su credo se fundamenta en La Fuerza, entidad panteísta o ideal no teísta —varía según la interpretación— que es venerada por los caballeros Jedi en la saga mencionada.

En el Reino Unido 46.000 personas, el 0,4% de la población, dijeron que su religión era la Jedi en el censo del 2001, esto haría que la religión Jedi fuese la cuarta religión más extendida del país. En Australia el censo de 2012 indica más de 40.000 creyentes en La Fuerza de La guerra de las galaxias, mientras en Nueva Zelanda se trataría de más de 12.000 personas. El jediismo no está reconocido oficialmente, pero sus miembros presionan para que sus gobiernos lo hagan.

¿Se trata verdaderamente de una religión?
Sin duda es un fenómeno. Para muchos seguidores de la Guerra de las Galaxias, estas películas le proporcionan respuestas contemporáneas que las distintas iglesias o credos no dan. Las religiones primitivas de hace siglos o milenios no pueden competir con el conocimiento científico y las verdades racionales que desde Albert Einstein hasta el presente demuestran que, si bien los libros sagrados de distintas religiones ha sido importantes desde un punto de vista histórico o moral para la humanidad, muchos de sus relatos no son exactos ni creíbles.

La Guerra de las Galaxias presenta en tiempos actuales o futuros distintos conceptos morales, filosóficos y religiosos más apetecibles que las religiones mayoritarias. Existe un Universo, un lado positivo y un lado oscuro, ambos manejadores de la Fuerza, que algunos interpretan como Dios o como una Conciencia Universal.

Para las nuevas generaciones desde finales del siglo 20 y en este siglo, se les hace más fácil creer en un Jedi, que en un ángel, en un Maestro Yoda que en cualquiera de los santos medievales. Las versiones del Diablo y sus legiones son representadas por los Sith y encarnadas por figuras como el emblemático Darth Vader.

Sitio Web "Dios Universal"   Leer artículo completo >>>


Espiritismo Consolador

Espiritismo Consolador

Hace un Siglo

I
Allan Kardec, el Codificador de la Doctrina Espírita, en aquella gris mañana de abril de 1860, estaba exhausto, agobiado. Hacía frío. Pese a la consolidación de la Sociedad Espírita de París y a la promisoria venta de libros, escaseaba el dinero para la obra gigantesca que los Espíritus Superiores habían confiado a sus manos. La presión aumentaba… Misivas sarcásticas se acumulaban sobre su escritorio. Cuando más desalentado se hallaba, llegó su paciente esposa, Madame Rivail -la dulce Gaby-, para entregarle una encomienda cuidadosamente embalada.

II
Al abrir el envoltorio, el Profesor encontró una carta sencilla. Y leyó: “Sr. Allan Kardec: ”Un respetuoso abrazo. ”Junto con mi gratitud le remito el libro adjunto, al igual que su historia, a fin de rogarle ante todo que prosiga con su labor de esclarecimiento a la humanidad, pues tengo importantes razones para hacerlo. ”Soy encuadernador desde mi niñez; me desempeño en un importante establecimiento de esta capital. ”Hace aproximadamente dos años contraje matrimonio con una mujer que reveló ser mi compañera ideal. Nuestra vida se deslizaba normalmente y todo era alegría y esperanza hasta que, a principios de este año, en forma inesperada, mi Antoinette abandonó esta vida, llevada por una furtiva dolencia. ”Imposible describir mi desesperación; me consideré condenado al máximo desamparo. ”No confiaba en Dios; experimentaba las necesidades de un hombre de este mundo al mismo tiempo que vivía con las aflictivas dudas de nuestro siglo, de modo que resolví tomar el camino de tantos otros ante la fatalidad…

”La prueba de la separación me destrozó; me convertí en una sombra. ”Faltaba al trabajo y mi jefe, recto y severo, me amenazaba con el despido. ”Mis fuerzas me abandonaban. ”Más de una vez había merodeado por el Sena, y finalmente me puse a planificar mi suicidio. “Sería fácil, no sé nadar…” -pensaba. ”Se sucedían noches de insomnio y días de angustia. Una madrugada fría, cuando las preocupaciones y el desánimo me dominaron con mayor intensidad, me dirigí al Puente Marie. ”Miré alrededor mío sin perder de vista la corriente… Afirmé la mano derecha decidido a lanzarme, cuando palpé un objeto empapado que estaba sobre el parapeto, y que cayó a mis pies. ”Con sorpresa noté que se trataba de un libro humedecido por el rocío. ”Lo tomé entre mis manos y a la luz tenue de un farol cercano pude leer en su portada, entre exasperado y curioso:

”Esta obra me salvó la vida. Léala con atención y que le sea de utilidad.- A. Laurent ”
Estupefacto, leí la obra, a la cual agregué un breve mensaje. Ahora confío el volumen a sus manos abnegadas, con la autorización para que Usted, distinguido amigo, haga de él lo que considere oportuno.” Además del mensaje, estaba el agradecimiento final, la firma, la fecha y la dirección del remitente. El Codificador desenvolvió entonces un ejemplar de “El Libro de los Espíritus” lujosamente encuadernado, en cuya tapa vio las iniciales de su seudónimo, y en la portada, levemente manchada, leyó embargado por la emoción no solamente la nota a la cual se refería el remitente, sino también otra, en letra firme: A mí también me ha salvado. Dios bendiga a las almas que contribuyeron a su publicación. - Joseph Perrier

III
Luego de leer la providencial carta, el Profesor Rivail sintió que una nueva luz lo inundaba por dentro… Acercó el libro a su pecho en medio de reflexiones, no ya en términos de desánimo o sufrimiento, sino según la guía de una radiante esperanza. Era preciso continuar, disculpar las injurias, abrazar el sacrificio, ignorar las ofensas… Frente a su espíritu giraba, en un torbellino, el mundo necesitado de renovación y consuelo. Allan Kardec se levantó de su viejo sillón, abrió la ventana que estaba delante de él y se puso a contemplar la vía pública, por donde circulaban obreros y mujeres del pueblo, niños y ancianos… El destacado trabajador de la Gran Revelación respiró profundamente… Antes de tomar la pluma para la tarea habitual, llevó un pañuelo hasta sus ojos y se secó una lágrima…

Psicografía del médium Waldo Vieira,en El Espíritu de la Verdad, capítulo 52.
Dictado por el Espíritu Hilário Silva en conmemoración del centenario de “El libro de los espíritus”

Extractos de "Revista La Idea" - Centro Espírita Argentino.

El Espiritismo no es Solidario de las Extravagancias

Ventajas de la Comunicación con los Seres Espirituales

El Espiritismo no es Solidario de las Extravagancias

por Amalia Domingo Soler.

La facultad de curar por el influjo fluídico es muy común y puede desarrollarse por el ejercicio; pero la de curar instantáneamente por la imposición de las manos es más rara, y su apogeo puede considerarse como excepcional; no obstante, se han visto en diversas épocas y en casi todos los pueblos, individuos que la han poseído en grado inminente.
En estos últimos tiempos se han visto varios ejemplos notables cuya autenticidad es incuestionable. Puesto que esta clase de curaciones tienen por fundamento un principio natural y el poder de hacerlas no es un privilegio, no se salen de las leyes naturales y no tienen nada de milagrosas sino en la apariencia.

Ciertamente que existen estos médiums poderosos, nosotros hemos tenido la fortuna de conocer a varios y entre ellos a uno cuya voluntad convertida en potencia, ha dado la salud instantánea a muchos enfermos, sin que por esto creamos que el tal médium sea un santo bajado del cielo. Nosotros no le damos a nada ni a nadie un tinte mágico ni un carácter milagroso: aceptamos todos los efectos como sencillas demostraciones de las leyes naturales, y es indiscutible que el Espiritismo con sus manifestaciones ha hecho pensar a muchos en lo que nunca habían pensado, y ha desarrollado condiciones que ellos ignoraban.

Que esto haya dado lugar a supercherías y engaños no implica nada en contra del Espiritismo que, como dice Kardec sobre los caracteres de los milagros. De que el Espiritismo admita los efectos que son consecuencia de la existencia del alma, no se deduce que acepte todos los efectos calificados como maravillosos, ni que traten de justificarlos y acreditarlos; que se haga campeón de todos los soñadores, de todas las utopías, de todas las excentricidades sistemáticas, de todos los romances y leyendas milagrosas.

Es preciso conocerle para juzgarle. ¿Han negado acaso sus partidarios que el charlatanismo ha explotado ciertos hechos; que la imaginación a fraguado otros y que el fanatismo ha exagerado mucho?. El Espiritismo no es solidario de las extravagancias que pueden cometer en su nombre, como la verdadera ciencia no lo es de los abusos de la ignorancia, ni la verdadera religión de los excesos del fanatismo.

Extractos del Libro "La Luz del Porvenir", por Amalia Domingo Soler.