La muerte y su misterio
por Camilo Flammarion.No hay ruptura ni solución de continuidad entre esta vida y la otra; la personalidad no desaparece; hay, eso sí, una diferencia considerable de estado; no hay más bienes materiales, ni dolores físicos, ni enfermedades. Generalmente los muertos no se dan cuenta de su nuevo estado; sufren de sueño, tienen ensueños incoherentes; a veces sus facultades se acrecientan. La maravillosa metamorfosis de los insectos desde la larva a la crisálida y a la mariposa, nos da una idea lejana y torpe del fenómeno póstumo de la vida. Es la Psiquis que despliega sus alas; es la vida espiritual en el éter; la proyección de las facultades a través de la inmensidad. El espíritu desencarnado no esta confinado en nuestro espacio, vive en la cuarta dimensión, en el "hiper-espacio".
Con mucha dificultad puede comunicarse con los VIVOS, para lo cual es menester entrar en nuestra esfera de actividad, penetrar en los cerebros, materializarse -— por decirlo así, —y expresarse por medios mecánicos. La acción de los seres invisibles sobre nosotros es posible que sea más general de lo que parece y puede pasar desapercibida para la mayoría; en realidad estamos muy preocupados por las exigencias de la vida, para reparar en ella.
Hay que reconocer que estas manifestaciones postumas no son las que esperábamos de acuerdo con nuestras observaciones terrestres de costumbre. Flotan al lado mismo de lo que nos parece que debería ser.
Es un mundo totalmente distinto, un mundo desconocido inexplorado y de aspecto incomprensible el que debemos estudiar, y del cual es difícil separar nuestra propia asociación de ideas terrenal.
Estas dificultades son para nosotros un obstáculo casi insalvable, y nos obligan a usar una reserva extrema en nuestra interpretaciones. ¡Cuántas objeciones se nos antojan! Parecería que nuestros más queridos amigos debieran estar a nuestra disposición y manifestarse continuamente. Seres de quienes esperamos un testimonio, permanecen mudos.
En cambio, las manifestaciones son generalmente, de una vulgar trivialidad y nada nos dicen sobre "el más allá". Los espíritus superiores que en cualquier ramo del saber humano, como ser filósofos, sabios, escritores y artistas, han contribuido al progreso de la humanidad, no han vuelto para instruirnos. Estas objeciones y cien otras más, obstaculizan nuestro leal deseo de conocer la verdad; mencionémoslas, sin renunciar, por ello, a nuestro estudio: por lo pronto, nos invitan a pensar que no hay entre los muertos más igualdad que entre los vivos: una infinita diversidad distingue los espíritus entre si, desde los más elevados a los más humildes.
Provisoriamente todo cuanto podemos afirmar es que la disolución del cuerpo no suprime el espíritu y que en determinadas circunstancias, éste puede probar su supervivencia. Conjuntamente con el mundo material existe un mundo psíquico cuya realidad es tan segura como la del mundo visible. Ambos mundos se interpenetran.
Conceptos Extractados de "La Muerte y su Misterio", por Camilo Flammarion.