4 de diciembre de 2019

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 63 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 63 »

Antonio Olimpio le había sobrevivido quince años en la esfera carnal, y después, llevaba padeciendo veinte años en las zonas tenebrosas. Por tanto, su hijo Luis había cumplido ya los cuarenta años.
Silas preguntó sobre sus intentos de socorro al marido desencarnado y Alzira aclaró que eso le había sido realmente imposible, porque las víctimas se habían transformado en feroces carceleros del infeliz delincuente, y como hasta entonces no había conseguido ampararse en ningún equipo de labor asistencial, los verdugos no le habían permitido aproximación alguna. (55)
Aun así, en ocasiones fortuitas, podía prestar algún amparo al hijo, a la nuera y a los dos nietos, pero que se le hacía extremadamente difícil, ya que los obsesores velaban contínuamente, contrarrestando sus buenas influencias.
En vista de la pausa espontánea que se hizo en nuestra conversación, en una prueba de conmovedora humildad, consultó a Silas si la Mansión podría facilitarle una visita al esposo, antes de realizar el viaje en busca del hijo, de acuerdo con las tareas programadas.
El asistente asintió con el mayor cariño, y la guiamos, nosotros tres, hasta el compartimiento en que Antonio Olimpo reposaba.
Acercándose al lecho, y al verle todavía postrado e inconsciente, noté que el semblante de la noble señora, acusaba una visible alteración. Las lágrimas brotaban, incontenibles, de sus ojos turbados por inmenso dolor. Le acarició la cabeza en la que sus rasgos, a mi ver, se reajustaban poco a poco, y le llamó varías veces por su nombre.
El enfermo abrió los ojos, mirándonos sin expresión alguna de lucidez y pronunciando monosílabos incoherentes.
Observando su ruina mental, Alzira pidió a Silas permiso para orar en nuestra compañía, a lo que el asistente asintió con mucho gusto.
Ante nuestra sorpresa, Alzira se arrodilló a la cabecera, apretó al enfermo contra su pecho, a la manera de una abnegada madre procurando conservar entre sus brazos al hijito enfermo y, levantando sus ojos cuajados de lágrimas hacia lo alto, clamó con humildad, de acuerdo con su fe:
–¡Madre santísima! Ángel tutelar de los náufragos de la Tierra, ¡compadécete de nosotros y extiéndenos tus manos dulces y puras!...

MIS OBSERVACIONES
(55) Observen el dominio que pueden tener los espíritus sobre otros de los cuales quieren vengarse. Influyen tan fuertemente sobre una mente débil que practicamente la secuestran para torturarla. Por otra parte Antonio no puede liberarse porque sus pensamientos son afines a los de sus victimas, ahora sus verdugos.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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“El Pensamiento NO es una Función del Cerebro” E. BOZZANO

Las Percepciones de la Mente

“El Pensamiento NO es una Función del Cerebro” E. BOZZANO

por Ubaldo Rodríguez de Avila

En el libro de Ernesto Bozzano “Cerebro y Pensamiento” (*), demuestra con pruebas fehacientes los casos de individuos que conservan su inteligencia y sus procesos psicológicos normales a pesar de la destrucción parcial o total del cerebro. Bozzano reproduce en su libro un caso observado por el Doctor Geley y publicado en su obra “Del Inconsciente al Consciente”, diciendo que “Un joven, Luis B., jardinero de París, había sufrido la oblación de una parte considerable de su hemisferio cerebral izquierdo (Sustancia cortical, sustancia blanca, núcleos corticales) y, a pesar de ello, continuó intelectualmente normal, no obstante la privación de circunvoluciones consideradas como asiento de las funciones esenciales”.

En otro aparte reproduce la experiencia del Doctor Robinson, expuesto por el Profesor Edmundo Pierre en la Academia de Ciencias de París: “Se trata de un individuo de 62 años de edad, y que a consecuencia de una ligera herida en la región occipital, presentó algunas perturbaciones visuales que llamaron la atención; sin embargo no se produjo ningún síntoma alarmante, ni parálisis ni convulsiones. Los demás sentidos permanecieron en estado normal…Al cabo de un año, el enfermo falleció bruscamente a causa de un ataque epileptiforme.

Al hacerle la necropsia, el Dr. Robinson comprobó que el cerebro de este hombre tenía la forma de una cáscara muy delgada que, al cortarla, dejó brotar una enorme cantidad de pus…Cómo es posible que una destrucción tan completa del órgano cerebral no haya producido ningún síntoma grave y característico? Y qué se hace, ante un hecho de esta índole, la doctrina de las “localizaciones” que atribuye a las distintas zonas o regiones del cerebro funciones bien determinadas? El Dr. Robinson apoyándose en este caso singular y en los sabios estudios de los doctores Van Gehuten y Pedro Marie, llega a la conclusión de que esta teoría debe ser revisada. (Annales des sciences Psychiques, 1914, pag. 29)”.

El profesor Ernesto Bozzano nos deja este comentario: “…por consiguiente, los casos de esta índole no son literalmente explicables por ninguna hipótesis fisiológica y arrastran a la vasta nada de las teoría erróneas, aquella que afirma que “el pensamiento es una función del cerebro”, y por necesidad nos vemos obligados a reemplazarla por la teoría opuesta, según la cuál el órgano cerebral está invadido y dirigido en sus funciones por algo cualitativamente distinto, donde reside la Consciencia Individual.. .”. o sea, el Espíritu.

*. BOZZANO, Ernesto, Cerebro y Pensamiento y Otras Monografías, Editorial Víctor Hugo, Buenos Aires, Argentina, 1962

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"

YVONNE DO AMARAL PEREIRA


YVONNE DO AMARAL PEREIRA




Yvonne Amaral Pereira nació en la antigua Villa de Santa Tereza de Valença, hoy Rio das Flores, sur del estado do Río de Janeiro, el 24 de diciembre de 1906. El padre, un pequeño negociante, Manoel José Pereira y la madre, Elizabeth do Amaral Pereira.

Tuvo 5 hermanos más jóvenes y uno más grande que ella, hijo del primer casamiento de su madre.
A los 29 días de nacer, después de un acceso de tos, le sobrevino una sofocación que la dejó como muerta (catalepsia o muerte aparente).

El fenómeno fue fruto de los muchos complejos que acarreaba en su espíritu, ya que en su última existencia terrestre, muriera ahogada por suicidio. Durante 6 horas permaneció en ese estado.
El médico y el farmacéutico certificaron su muerte por sofocación. Se preparó el velatorio y la supuesta difunta fue vestida con guirnaldas y un vestido blanco y azul. Se encargó el ataud blanco para la pequeña.

La madre se retiró a un aposento, donde hizo una sincera y fervorosa oración a Maria de Nazareth, pidiendo para que la situación se definiese, pues, no creía que la hija estuviese muerta.
Instantes después, la criatura despertó llorando. Todos los preparativos fueron deshechos. El funeral fue cancelado y la vida siguió su curso normal.

El padre, generoso de corazón, desinteresado de los bienes materiales, cayó en la quiebra económica  tres veces, pues favorecía a los feligreses en prejuicio propio.

Más tarde, fue nombrado funcionario público, cargo que ocupó hasta su desencarnación, en 1935.
El hogar siempre fue pobre y modesto, conoció dificultades inherentes a su posición social, lo que, según ella, la benefició mucho, pues bien temprano se alejó de las vanidades mundanas y comprendió las necesidades del prójimo. El ejemplo de conducta de los padres tuvo influencia capital en el futuro comportamiento de la médium.

Era común albergar en la casa personas necesitadas y mendigos.
A los 4 años ya se comunicaba audio-visualmente con los espíritus, a los cuales consideraba personas normales encarnadas. Dos entidades eran particularmente queridas: el espíritu Charles, a quien consideraba su padre terreno real, debido a los recuerdos vivos de una encarnación pasada, en que este espíritu fuera su padre carnal.

Charles, el espíritu elevado, fue su orientador durante toda su vida y actividad mediúmnica.
El espíritu Roberto de Canalejas, que fue médico español a mediados del siglo XIX era la otra entidad por la cual sentía un profundo afecto y con la cual tenía ligaciones espirituales de muy atrás y deudas a saldar.

Más tarde, en la vida adulta, mantenía contactos mediúmnicos regulares con otras entidades no menos evolucionadas, como el Dr. Bezerra de Menezes, Camilo Castelo Branco, Frederic Chopin y otras.

A los 8 años se repitió el fenómeno de catalepsia, asociado a un desprendimiento parcial. Aconteció en la noche y la visión que tuvo, la marcó por el resto de su vida. En espíritu, fue a pararse ante una imagen del “Sehor dos Passos”, en la iglesia que frecuentaba. Pedía socorro, pues sufría mucho. La imagen, entonces, cobrando vida, le dirigió las siguientes palabras: “Ven conmigo hija mía, será el único recurso que tendrás para soportar los sufrimientos que te esperan”, aceptó la mano que le era tendida, subió los peldaños y no recordaba más nada.

De hecho, Yvonne Pereira fue una criatura infeliz.

Vivía acosada por un inmenso recuerdo del ambiente familiar que tuviera en su última encarnación en España y que recordaba con extraordinaria claridad.

Consideraba sus familiares, principalmente su padre y hermanos, como extraños. La casa, la ciudad donde vivía, eran totalmente extrañas. Para ella, el padre verdadero era el espíritu Charles y la casa, la de España. Esos sentimientos desencontrados y el afloramiento de las facultades mediúmnicas, hacían que tuviese un comportamiento considerado anormal por sus familiares.

Por ese motivo, hasta los diez años, pasó la mayor parte del tiempo en la casa de su abuelo paterno. Su hogar era espírita.

A los 8 años tuvo el primer contacto con un libro espírita. A los 12, el padre le regaló “El Evangelio según el Espiritismo” y “El Libro de los Espíritus”, que la acompañarían por el resto de su vida, siendo su lectura repetida, un bálsamo en las horas difíciles.
A los 13 años comenzó a frecuentar las sesiones prácticas de Espiritismo, que mucho le gustaban, pues veía a los espíritus comunicantes.

Tuvo como instrucción escolar la escuela primaria. No pudo, por motivos económicos, hacer otros estudios, lo que representó una gran prueba para ella, pues amaba el estudio y la lectura.
Desde luego tuvo que trabajar para su propio sustento, y lo logró realizando costuras, bordados, encajes, flores, etc… La educación patriarcal que recibió, hizo que viviese apartada del mundo. Esto, por un lado, favoreció el desenvolvimiento y recogimiento mediúmnico, pero por otro, la tornó excesivamente tímida y triste.

Como ya vimos, la mediumnidad se presentó en los primeros días de vida terrena, a través del fenómeno de catalepsia, llegando a ser éste, un fenómeno común en su vida a partir de los 16 años.
La mayor parte de las informaciones de más allá del túmulo, de los romances, de las crónicas y cuentos relatados por Yvonne Pereira, fueron recogido del mundo espiritual a través de este proceso, y en la hora del sueño reparador.

Su mediumnidad, sin embargo, fue muy diversa. Fue médium psicógrafo y recetista (hacía recetas Homeopáticas) asistida por entidades de gran elevación, como Bezerra de Menezes, Charles, Roberto de Canalejas, Bittencourt Sampaio.

Practicó la mediumnidad de incorporación y pasista. Poseía mediumnidad de efectos físicos, llegando a realizar algunas sesiones de materialización, mas nunca sintió atracción por esta modalidad mediúmnica.

Los trabajos, en el campo de la mediumnidad, que más le gustaba hacer eran los de desdoblamiento, incorporación y recetar.

Como fue dicho, a través del desdoblamiento nocturno era que Yvonne Pereira navegaba por el mundo espiritual, amparada por sus orientadores, colectando las crónicas, cuentos y romances con los cuales hoy nos deleitamos.

Como médium psicofónica, podía entrar en contacto con obsesores, obsesados, y suicidas, a los cuales, les tenía un cariño especial, siendo que muchos de ellos se tornaron en espíritus amigos.
Con las recetas homeopáticas trabajó en diversos centros espíritas de varias ciudades en las que vivió durante sus 54 años de actividad.

Fue una médium independiente, que no se sometía a los obstáculos burocráticos que algunos centros ejercen sobre sus trabajadores. Seguía siempre a la “Iglesia de lo Alto” y el ejercicio de la caridad a cualquier hora y cualquier día en que fuese requerida por los sufrientes.

Fue una esperantista convencida y trabajó arduamente en su propaganda y difusión, a través de la correspondencia que mantenía con otros esperantistas, tanto en el Brasil, como en el exterior.
Desde muy pequeña cultivó el estudio y a la buena lectura.

A los 16 años ya había leído obras de los grandes autores como Goethe, Bernardo Guimarães, José de Alencar, Alexandre Herculano, Arthur Conan Doyle entre otros.

Escribió muchos artículos publicados en diarios populares. Los cuales todos se han perdidos.
La obra mediúmnica de Yvonne Pereira consta de 20 libros, entre los que se destacan: “Memorias de un Suicida” y “Recuerdos de la Mediumnidad” .

Yvonne do Amaral Pereira desencarnó en Río de Janeiro el 19 de marzo de 1984.

Una hermosa anécdota:

Era la mañana del 18 de julio de 1998, en la ciudad Valenca de Río de Janeiro y comenzaban las actividades en la “Librería Espírita Yvonne Pereira”. Augusto Marque de Freitas, observó un señor de mediana edad que acompañado por su hija de 20 años se habían parado frente a la puerta del local. Ambos vestían ropas muy sencillas y aparentaban venir de un barrio pobre de la ciudad. De pronto la joven gritando emocionada le indicó a su padre, el libro “Enjugando Lágrimas” de F. C. Xavier y E. Barbosa-Diversos Espíritus.
Entraron ambos a la librería, y el padre emocionado le explicó a Freitas que habían venido de muy lejos a solucionar un problema que los tenía muy preocupados. Hacía pocos días había soñado con una “señora” que le indicaba con insistencia que leyera ese libro, pues mucho le iba a favorecer el entendimiento de ciertas cosas que estaba pensando hacer, incluso atentar contra su vida…
Freitas intentó averiguar quién era la “señora” del sueño, pero ni tiempo tuvo para eso, pues de pronto, el hombre declaró:

-“Mira, ella está allí, hija mía!”- señalando una fotografía de Yvonne Pereira expuesta en una pared dela librería. Y prosiguió eufórico:

-“Fue esa señora la que se me apareció en el sueño, diciéndome que debía leer este libro!. Voy a llevarmelo!”

En ese momento Freitas tuvo la certeza de que el espíritu Yvonne Pereira, una vez más, había auxiliado a una persona con la mente confundida y preocupada con la problemática que atravesaba en la vida, la condujo hasta la librería.
Éste era ya el cuarto caso semejante, donde varias personas con cierto desequilibrio emocional, y tendencias a la obsesión, mostrando actitudes peligrosas, conforme declararon, fueron hasta la librería a la cual Yvonne Pereira prestó el nombre, para recibir orientación y palabras de aliento.

(Extractado del “Anuario Espírita” 2004  y  del Jornal Macaé Espírita – Nº 289/290 – Enero y Febrero del 2000; Biografía compilada por Rocky Antonio Valencia Oyola, y traducido al español por la Dra. Claudia Marta Maglio-Esteban.)

Tomado del Sitio "Federación Espírita Española"

Los Muertos ya no Pueden ser Considerados Muertos

La Realidad Espiritual del Hombre

Los Muertos ya no Pueden ser Considerados Muertos

por Miguel Vera

El proceso de la vida es tan complejo, que el hombre siempre se ha apegado al concepto negativo de la muerte como frustración de todas las posibilidades humanas. De ahí, la famosa frase de Sartre que se propagó por toda la cultura moderna: “El hombre es una pasión inútil”.

Ante lo inevitable de la muerte, el hombre actual no ha podido salir de la corta visión de considerarla como pura y simple destrucción. Y ello, a pesar de las innumerables concepciones que desde la antigüedad más remota han ido configurando el pensamiento humano. Sin embargo, las investigaciones científicas respecto a la naturaleza humana, particularmente en el campo de los fenómenos paranormales, han aportado las pruebas irrefutables de la supervivencia del hombre después de la muerte. Esa supervivencia implica la existencia de planos espirituales, de hipóstasis, donde la vida humana continúa, como ya consideró Plotino en su teoría de las almas viajeras.

Hoy con los avances de distintas ciencias, en especial la física y la biología, se está rasgando el velo que nos impide observar de manera clara y distinta la realidad que nos constituye y nos circunda. La existencia de las hipóstasis ya no es una especulación filosófica, sino una verdad comprobada. El cuerpo espiritual del hombre, el periespíritu, según Allan Kardec, ha sido tecnológicamente demostrado. Por consiguiente, los muertos ya no pueden ser considerados muertos. Ha sido declarado categóricamente que el hombre es inmortal. Lo que muere es sólo el cuerpo carnal, el cuerpo físico. Por otra parte, desde el punto de vista del pensamiento, ya sería un absurdo pensar que en un Universo en que nada se pierde pues, como enseña la física, todo se transforma, el hombre fuese la única excepción.

Extractos de "Revista Espirita de la Federación Espírita Española"

Cuadro del Infierno Cristiano - San Agustín

El Infierno

Cuadro del Infierno Cristiano - San Agustín

por Allan Kardec.

“Los teólogos circunspectos no se arriesgan a describir, como los egipcios, los indios y los griegos, los horrores de aquella mansión. Se limitan a enseñarnos, como muestra, lo poco que la escritura revela de ella. El estanque de fuego y de azufre del Apocalipsis, y los gusanos de Isaías. Esos gusanos eternamente hormigueando sobre las podredumbres del Thopel, y los demonios atormentando a los hombres a quienes perdieron, y los hombres gimiendo con rechinamiento de dientes, según la expresión de los evangelistas.

“San Agustín no concibe que esas penas físicas sean simples imágenes de las penas morales. Ve un verdadero estanque de azufre, gusanos, serpientes reales, encarnizándose en todas las partes del cuerpo de los condenados, añadiendo sus mordeduras a las del fuego. Pretende, según un versículo de San Marcos, que aquel fuego extraño, aunque material como el nuestro, y obrando sobre cuerpos materiales, los conservará como la sal conserva las carnes de las víctimas. Pero los condenados, víctimas siempre sacrificadas y siempre vivas, sentirán el dolor de aquel fuego que quema sin consumir. Penetrará debajo de su piel, estarán impregnados y saturados de él todos sus miembros, y el tuétano de sus huesos, y las niñas de sus ojos, y las fibras más recónditas y más sensibles de su ser. El cráter de un volcán, si pudiera precipitarse en él, sería para ellos sitio de refresco y de descanso.

“Así se expresan, con toda seguridad, los teólogos más tímidos, los más discretos, los más reservados. Además, no niegan que haya en el infierno otros suplicios corporales. Dicen solamente que para hablar de ellos, no tienen el suficiente conocimiento, tan positivo al menos como el que fue dado del horrible suplicio del fuego y del asqueroso suplicio de los gusanos.

“Pero hay teólogos más atrevidos o más esclarecidos que hacen sobre el infierno descripciones más detalladas, más variadas y más completas, y aun cuando no se sepa en qué sitio del espacio el infierno está situado, hay santos que lo han visto. No fueron allí con la Lira en la mano, como Orfeo, o con la espada desenvainada como Ulises. Fueron transportados allí en espíritu.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.