Cuerpo Espiritual
Centro coronario
Tenemos particularmente, en el centro coronario, el punto de interacción entre las fuerzas determinantes del Espíritu y las formas fisiopsicosomáticas organizadas.
De él parte, por ello, la corriente de energía vital formada de estímulos espirituales con acción difusora sobre la materia mental que lo envuelve, trasmitiendo a los demás centros del alma los reflejos vivos de nuestros sentimientos, ideas y acciones, tanto como esos mismos centros, interdependientes entre sí, imprimen tales reflejos en los órganos y demás sectores de nuestra constitución particular plasmando, en nosotros, los efectos agradables o desagradables de nuestra influencia y conducta.
La mente elabora las creaciones que fluyen de su voluntad, apropiándose de los elementos que la circundan, y al centro coronario le incumbe, automáticamente, la función de fijar la naturaleza de la responsabilidad que tenga al respecto, imprimiendo, en el propio Ser, las consecuencias felices o desdichadas de sus resoluciones de conciencia en el campo del destino.
Estructura mental de las células
Es importante considerar además que nosotros, los desencarnados, estudiamos en la actualidad, en la esfera que nos es propia, la estructura mental de las células, a efecto de iniciarnos en el aprendizaje superior con una mayor amplitud de conocimiento acerca de los fluidos que integran la atmósfera de nuestra manifestación, todos ellos de origen mental y todos entretejidos con la esencia de la materia primitiva, o Hálito Corpuscular de Dios, de que se compone la base del Universo infinito.
Extractos del Libro "Evolución en dos mundos", por André Luiz-Chico Xavier