25 de agosto de 2019

¿El instinto es independiente de la inteligencia?

Software para la Eternidad

¿El instinto es independiente de la inteligencia?

por Richard Simonetti

Precisamente, no, por eso, el instinto es una especie de inteligencia. Es una inteligencia sin raciocinio; Por ello todos los seres llegan a sus necesidades. Pregunta nº 73

Uno de los inventos más prodigiosos de nuestro siglo es el ordenador, cada vez más sofisticado, beneficiando a todos los sectores de la actividad humana. Mi sensación, cuando comencé a usarlo, retirando mi vieja máquina de escribir, fue como quien deja una carroza para usar un moderno coche de importación. El ordenador está presente en los hogares, en las comunicaciones, en los vehículos, facilitando la vida, volviéndola más confortable y segura. Hay cálculos relacionados con la astronomía y viajes espaciales que demandarían meses. Hoy computadoras lo hacen en horas. Las más potentes, en minutos.

En el siglo XVI el genial astrónomo alemán Johannes Kepler tardó cuatro años para calcular la órbita de Marte, una elipse perfecta. Un ordenador, lo haría los mismos cálculos en cuatro segundos. -Solo le falta hablar- dice boquiabierto un usuario novicio. Está engañado.. Ya existen ordenadores que transforman los impulsos electromagnéticos en voz humana sintetizada. En proceso inverso atienden al comando del operador.

Curiosamente, sin embargo, los prodigios que realiza, el ordenador no tienen nada de inteligente. Es hasta muy obtuso, solo hace lo que le mandamos, según las características del software, su sistema de rutinas y funciones. Recuerda al instinto, que es una programación para los seres vivos, relacionada con la conservación, reproducción, prole, habitad, sociedad…

Ninguna especie animal necesita de orientación para el emparejamiento. Podemos criar un perro sin jamás tener contacto con cualquier animal. Cuando lo colocamos junto a una perra en celo, él ejercitara el acto sexual instintivamente, sin dificultades. Aves migratorias viajan millares de quilómetros, en determinada época del año, huyendo de los climas fríos o buscando una región para el emparejamiento. En el periodo denominado desove, grandes bancos de peces suben los ríos hasta el nacimiento para el desove, enfrentando predadores y rápidos. ¿Quién orienta esas aves y peces? Nadie. Ellos obedecen a un software inscrito en su conciencia embrionaria y que en el momento oportuno ordena sus acciones, llevándolos a hacer exactamente aquello para lo que fueron programados.

En algunas especies hay el instinto gregario. Tenemos, por ejemplo, la sociedad de las abejas, que hacen la admiración de los entomologistas. La colmena es un autentica ciudad, con un buen sentido de ciudadanía entre las abejas. Todas tienen una función definida, las operarias, las guerreras, la reina…¿Hay un consejo que decide quién es quién? No. Apenas cumplen el software de la especie.

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"


PANCHO SIERRA


PANCHO SIERRA


(1831 – 1891) Argentina


Esta es la historia de un hombre simple, de campo, que llevó la palabra de Dios y la sanación espiritual a todos los necesitados, en nombre del Espiritismo. Su nombre, como una luz brillante, recorrió y sigue recorriendo la Argentina de norte a sur y de este a oeste.

El despertar espiritual de Pancho Sierra

Pancho Sierra, como cariñosamente se lo conoce, nació en la ciudad de Salto, Provincia de Buenos Aires, el 21 de abril de 1831. Sus padres don Francisco Sierra y de doña Raimunda Ulloa eran acaudalados estancieros. Fue allí, en el campo, donde encontró la energía de la naturaleza, manifestación divina, para su crecimiento espiritual y para su obra de servicio al prójimo. Veía al Padre en cada pájaro, en cada flor, en cada semilla lanzada al surco. Sentía latir la vida en cada amanecer y en cada atardecer. Toda la obra del Padre estaba delante de sus ojos y la loaba. Sentía el placer de saberse uno con el Todo.

Estudió en Buenos Aires, como lo hacían todos los jóvenes de familias acaudaladas en la época, y luego volvió a su amado campo, donde cantaba el jilguero y se escondía la mulita. Allí había depositado el corazón.

De su vida personal se sabe muy poco. Siempre la resguardó con esmero, como un tesoro personal. Sabemos que siendo muy joven se enamoró de una señorita muy hermosa, llamada Nemesia, pero que ese romance no prosperó. A partir de entonces, Pancho se volvió callado, meditativo, introvertido, y nunca se supo de otro amor. Se retiró a su estancia “El Porvenir”, situada entre Rojas y Pergamino, en la provincia de Buenos Aires.

La obra benéfica de Pancho Sierra

Su campo era famoso porque estaba lleno de familias que vivían allí, sin pagar un centavo. Su generosidad era magnífica y decía que todo pertenecía a Dios, no a los hombres. Cumplía con el mandamiento principal de amar al prójimo como a uno mismo, y a Dios por sobre todas las cosas. Era un discípulo del Cristo en medio de la pampa gaucha; un caminante de botas de cuero crudo; un terapeuta, en el real sentido de la palabra, que significa, “aquel que camina hacia Dios”. Era un obrero del Evangelio.

Después de su desilusión amorosa, se dedicó a ayudar a los demás, sin límites. Se alejó de los ambientes frívolos y ricos, a los que pertenecía por su fortuna, y se dedicó al campo y a los humildes. Había encontrado su misión. Había encontrado la Palabra, el Camino y la Vida.

Al final de su vida se casa con una señora viuda. Nadie supo más que eso de su vida personal, siempre rodeada de misterio y encerrada en sí misma.

Como la mayoría de los hombres de campo, amaba la música de la guitarra, los versos gauchescos y los enormes mates. Dicen en los pagos que era un eximio músico y que los sonidos de su guitarra se escuchaban hasta entrada la noche, llevando la esperanza y la fe.

Su aspecto físico era el de un hombre alto y fuerte, usaba una larga y sedosa cabellera blanca y gran barba. Parecía un patriarca. Vestía anchas bombachas de campo, impecables y planchadas; la riestra, con las monedas de plata incrustadas cuidadosamente en la cintura; un negro chambergo, ladeado a la izquierda del rostro y sus famosas botas de cuero. Era un gaucho.

Su palabra era siempre dulce, sincera y reconfortante, pero firme y segura. Había algo en su tono que no dejaba dudas y hacía que todos se rindieran ante ella.

El contacto de Pancho Sierra con el espiritismo

Cuando leyó y adoptó como libro de cabecera el “Evangelio según el Espiritismo”, de Allan Kardec, lo recomendó a todos sus conocidos y aquellos que pedían sus sanaciones. Se vendieron más ejemplares que en ningún otro lugar de la provincia y más que el famoso “Martín Fierro” de José Hernández. Cuando iba a la capital, Buenos Aires, frecuentaba la Sociedad Espírita “Constancia”, la primera fundada en esa ciudad, y mantenía contacto con hombres ilustres de la época, como Cosme Mariño y el ingeniero Rafael Hernández (hermano del autor de “Martín Fierro”).

Era socio de esa Sociedad Espírita. Allí conversaba y cambiaba ideas con los hombres del Espiritismo argentino, que veían en él a un gran sanador espiritual. Fue un gran divulgador de la doctrina de la Buena Nueva.

La mediumnidad curativa de Pancho Sierra
Se comunicaba con facilidad con el Mundo Invisible y se sentía unificado con la Naturaleza. Todo deviene de Dios y por lo tanto, todo está interconectado con todo y con todos. Él era uno más en la gran cadena de almas que formamos la gran familia universal.

Se lo conoció como un “médium curador”, de los más famosos de su tiempo. La gente acudía por centenas a su estancia, haciendo largas filas, esperando una palabra amiga o una cura, que él siempre estaba dispuesto a practicar, en nombre de Jesús. Sus métodos de cura eran simples: solamente los pases y el agua fluidificada y, a veces, la sugestión de su palabra segura, firme y amigable.

Asimismo, en otras oportunidades, usaba la imposición de manos. Hay una anécdota famosa de sus curas: Un día llegó un hombre en una carreta para pedir una cura, tenía las piernas paralizadas. Don Pancho, sentado a la puerta de su casa, tomando mate, lo vio llegar y le gritó: “¡Bájese, amigo!”. Todos lo miraron asombrados, ya que sabían que el hombre era paralítico. Pancho volvió a gritar: “¿A qué lo han traído? ¿A que lo cure? Entonces, ¡obedezca!”

El hombre estaba asustado y lo miraba sin pestañar. Pancho lo alentó con palabras cariñosas pero seguras, y volvió a decirle que debía ir caminando hasta él. En un enorme esfuerzo, el hombre logró ponerse de pie y, como pudo, empezó a dar unos pasos. “¿Vieron?, dijo Pancho, ¡Ya está curado en nombre de Dios!”

Pancho Sierra no solo curaba a personas sino a todos los animales que se le acercaban. Entendía que el amor no tiene fronteras ni nombres propios. Su amor se extendía a todo ser viviente. Era común ver a los paisanos llevando a sus vacas, caballos, perros o gatos enfermos, y hacer largas filas esperando la mano amiga que los sanaría. Don Pancho se comunicaba con el espíritu de los animales, hablándoles del amor de Dios y los hacía volver al estado de equilibrio, que es la salud.

Lo llamaban el “doctor del agua fría” por ser éste su método preferido de cura. Sacaba el agua que fluidificaba del aljibe, frente a la casa.

La querida Amalia Domingo Soler, desde España, lo admiraba mucho y siempre le mandaba algunas líneas escritas, dándole coraje para continuar con la labor sanadora.

Fue duramente atacado por los médicos de su época, quienes lo acusaron de ejercicio ilegal de la medicina, pero él no respondía. Sabía que el Mundo Espiritual trabajaba a través suyo, en beneficio de los que necesitaban. Al mismo tiempo, fue querido y admirado por los humildes, que encontraban en este hombre a un amigo, curador y evangelizador. Sabía, también, que el futuro de la medicina estaría conectado con la espiritualidad del hombre y la correspondencia entre cuerpo físico, cuerpo periespiritual y Espíritu.

Desencarnó el 4 de diciembre de 1891, en su estancia “el Porvenir”, fue sepultado en la ciudad de Salto.

Dice Humberto Mariotti: “Todo individuo facultado mediúmnicamente, llamado a realizar una gran obra, no se reduce a una vida recoleta, pues de esa manera se tornaría en un ser anémico y carente de vitalidad espiritual”.

La misión de Pancho Sierra

La misión de Pancho Sierra fue despertar conciencias hacia la realidad espiritual. Curaba cuerpos y almas, enseñando la importancia de la fe y del conocimiento de la vida espiritual. Su obra a favor del Espiritismo fue muy importante porque llevó el conocimiento a las personas más humildes, más lejanas a las posibilidades de la cultura.

Su nombre será siempre recordado con cariño y agradecimiento. Desde el Mundo Espiritual, continúa alentando y ayudando a todo aquel que acude a él. Su figura imponente de patriarca gaucho nos envuelve en su amor y con su ejemplo.

Fuentes Consultadas:
MARIÑO, Cosme. “El Espiritismo en la Argentina”
MARIOTTI, Humberto. “Pancho Sierra y el Porvenir de la Medicina”.
SCHULTE, Etel. “Fluidoterapia o vibraciones terapéuticas”.

Tomado del Sitio "Confederación Espírita Argentina".



Investigaciones Científicas sobre la Existencia de los Espíritus 2/3

Investigaciones Científicas sobre la Existencia de los Espíritus 2/3

por Elaine Vieira

En 1913, el premio Nobel de medicina, Charles Richet, participó de investigación mediumnica y fue testigo de una materialización de espíritus, mientras el médium tenia las manos atadas en una silla. Richet dijo que era imposible imaginar que se tratara de un fraude o ilusiones.

Podría citar muchos otros investigadores que confirmaron la existencia de espíritus en esta época, como Friedrich Jürgenson, Konstantin Raudive, el cura François Brune, etc, pero el objetivo principal de mi articulo es presentar las investigaciones actuales sobre la existencia espiritual. Investigaciones actuales que prueban la realidad espiritual.

En los Estados Unidos, la doctora Julie Beischel, del Instituto Windbridge lleva a cabo la investigación con médiums para demostrar que hay vida después de la muerte. Básicamente, ella utiliza tres métodos en la investigación científica mediúmnica: proof-focused research (investigación de prueba) que son pruebas para verificar si los médiums están dando la información veraz; process-focused research (investigación del proceso) que estudia las experiencias de los médiums durante las comunicaciones con los espíritus y applied research (investigación aplicada) que estudia cómo la información puede beneficiar a la sociedad en general.

Los médiums estudiados por Dra. Julie dieron información concreta de personas que ya habían muerto y la información fue confirmada más tarde como correcta. Por lo tanto, los resultados de su investigación confirman la hipótesis de que la conciencia (el espíritu) sobrevive a la muerte.

El médico psiquiatra americano Brian Weiss graduado en la Universidad de Columbia y Yale en su libro “Muchas Vidas Muchos Maestros” nos muestra, desde una perspectiva un tanto profesional (Psiquiatría), la existencia de la reencarnación y de los espíritus. A través de regresiones hipnóticas realizadas para buscar y corregir traumas de la infancia, el autor descubre que antes de la vida actual de la paciente, existieron otras vidas.

Posteriormente recibió por medio de la paciente importantes mensajes provenientes de espíritus superiores, llamados “Maestros” durante las sesiones hipnóticas. Además de utilizar los médiums como herramienta científica, los investigadores también están utilizando otros métodos científicos para probar la existencia de los espíritus.

Extractos de "Revista Espirita FEE"


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Dios no les Reveló toda la Verdad al Hombre

El Cielo

Dios no les Reveló toda la Verdad al Hombre

por Allan Kardec.

Pero entonces, ¿por que Dios no les reveló toda la verdad desde el principio? Por la misma razón que no se enseña en la niñez lo que enseña en la edad madura. La revelación parcial era suficiente durante cierto período de la Humanidad; Dios la adecua a las fuerzas del espíritu. Los que reciben hoy una revelación más completa son los mismos espíritus que recibieron ya otra parcial en otros tiempos, pero que desde entonces han crecido en inteligencia. Antes que la ciencia hubiese revelado a los hombres las fuerzas de la Naturaleza, la constitución de los astros, el verdadero objeto y la formación de la Tierra, ¿cómo habrían podido comprender la inmensidad del espacio, la pluralidad de mundos? Antes de que la geología hubiese probado la formación de la Tierra, ¿cómo habrían podido desalojar de su centro el infierno y comprender el sentido alegórico de los seis días de la Creación? Antes de que la astronomía hubiese descubierto las leyes que rigen el Universo, ¿cómo habrían podido comprender que no hay ni alto ni bajo en el espacio, que el cielo no está encima de las nubes, ni limitado por las estrellas? Antes de la ciencia psicológica, ¿cómo habrían podido identificarse con la vida espiritual? ¿Concebir, después de la muerte, una vida feliz o desgraciada, a no ser en un sitio circunscrito y bajo una forma material? No; comprendiendo más por los sentidos que por el pensamiento, el Universo era demasiado vasto para su cerebro. Era necesario reducir a proporciones menos extensas para ponerlo a su alcance, aunque más adelante tuvieran que ensancharlo. Una revelación parcial tenía su utilidad: era prudente entonces; hoy es insuficiente. La falta de razón está en aquellos que, no teniendo en cuenta el progreso de las ideas, creen poder gobernar a los hombres de edad madura con los andadores de la niñez.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.