10 de marzo de 2019

Cuando todo va mal

Cuando todo va mal


¿Qué se hace ese día, en que todo parece ir mal?

Algunos dicen, empecé con el pie izquierdo.

Se entiende que quien así habla, cree que un pie es más valioso que otro.

De todos modos, ese día en que todo va mal, porque empezó mal, qué hacer?

Primero, rechazar la idea de una persecución de Dios a sus hijos.

Dios quiere dar mal porque nosotros, sus hijos, actuamos equivocado.

¿Usted se levantó por la mañana atrasada? ¿De quién es la culpa?

No es del despertador, que no sonó la alarma, o sonó más tarde.

La cuestión es suya, porque quien programa las funciones del aparato es usted.

Usted puede levantarse de un salto, ponerse de pie, salir a las tontas de la habitación y ... golpearse en la puerta, en un mueble.

Pensaba que nada traería de vuelta los minutos pasados, se levantaría con calma y haría todo mas despacio.

Cuando usted tiene prisa e intenta hacer varias cosas al mismo tiempo, tiene mucha probabilidad de que algo desagradable suceda.

La leche se desborda, ensuciando la cocina, se corta al afeitarse, el botón de la camisa cae por la violencia que usted usa, tratando de abotonarlo.

En fin, la lista es casi interminable. Y la culpa, con certeza, no es de Dios.

Hazlo con calma.

¿El coche no arranca?
Compruebe el porqué y resuelva, si es posible, sin estresarse.

¿Perdió el horario del autobús?
Recuerde que su ansiedad o su irritación no hará que el prójimo se adelantará.

Si es necesario, avise a su superior, su jefatura, su cliente, del retraso.
Si pierde una clase, una prueba, ya ha perdido. ¿De qué sirve gritar, enfadarse? Nada traerá de vuelta los minutos perdidos.

¿El tráfico está congestionado? No haga tonterías, no viole las reglas del buen conductor.
Tenga siempre a mano un libro, una revista y aproveche el tiempo.

¿La lluvia le sorprendió en el camino? Espere un poco. Todo pasa. La lluvia también pasa.
Esperar un poco no le debe causar mayor preocupación.

En fin, en todo sea responsable y piense que en sus manos está permitiendo que todo ande en eje, o no camine.

Todo se resuelva, poco y poco, o no.

Por último, piense: no vale la pena perder minutos preciosos de la vida por estrés, irritación o impaciencia.

Dios quiere su felicidad. Colabore con Él en esta conquista.

Todo en el Universo traduce armonía, precisión. Los planetas obedecen a sus trayectorias y cada cual se encuadra, en la línea del deber que le es propia.

Los astros giran, las estrellas lanzan su luz al espacio. Todo obedece al Gran Padre de todos nosotros.
No seamos diferentes. Colaborar con nuestra propia felicidad.

Y pensar todos los días: Hoy en día todo saldrá bien. Perfectamente correcto.

Yo haré lo posible para que todo suceda acertadamente.

Extractado del Blog Mundo Espírita.

A su alteza el príncipe G.


A su alteza el príncipe G.


Vuestra Alteza me ha hecho el honor de dirigirme varias preguntas referentes al Espiritismo; voy a tratar de responderlas, tanto como lo permita el estado de los conocimientos actuales sobre la materia, resumiendo en pocas palabras lo que el estudio y la observación nos han enseñado al respecto. Esas cuestiones se basan en los propios principios de la ciencia; para dar más claridad a la solución, es necesario tener esos principios presentes en el pensamiento; por lo tanto, permitidme considerar la cuestión desde un punto más alto, estableciendo preliminarmente ciertas proposiciones fundamentales que, además, han de servir de respuesta a algunas de vuestras preguntas. Fuera del mundo corporal visible existen seres invisibles que constituyen el mundo de los Espíritus.

De ninguna manera los Espíritus son seres aparte, sino las propias almas de los que han vivido en la Tierra o en otras esferas, y que se han despojado de sus envolturas materiales. Los Espíritus presentan todos los grados de desarrollo intelectual y moral. Por consecuencia los hay buenos y malos, esclarecidos e ignorantes, ligeros, mentirosos, bellacos, hipócritas, que buscan engañar e inducir al mal, así como los hay muy superiores en todo y que solamente buscan hacer el bien. Esta distinción es un punto capital.

Los Espíritus nos rodean sin cesar; sin que lo sepamos, dirigen nuestros pensamientos y nuestras acciones, y por esto influyen en los acontecimientos y en los destinos de la Humanidad. A menudo los Espíritus atestiguan su presencia a través de efectos materiales. Estos efectos nada tienen de sobrenatural; sólo nos parecen así porque reposan sobre bases que se encuentran fuera de las leyes conocidas de la materia. Una vez conocidas estas bases, el efecto entra en la categoría de los fenómenos naturales. Es así que los Espíritus pueden actuar sobre los cuerpos inertes y hacerlos mover sin el auxilio de nuestros agentes exteriores. Negar la existencia de agentes desconocidos por el solo hecho de no comprenderlos, sería poner límites al poder de Dios y creer que la Naturaleza nos ha dicho su última palabra.

Todo efecto tiene una causa: nadie lo discute. Por lo tanto, es ilógico negar la causa por el solo hecho de que es desconocida. Si todo efecto tiene una causa, todo efecto inteligente debe tener una causa inteligente. Cuando vemos al manipulador del telégrafo formar señales que responden al pensamiento, no sacamos en conclusión que dicho manipulador sea inteligente, sino que una inteligencia lo hace mover. Sucede lo mismo con los fenómenos espíritas. Si la inteligencia que los produce no es la nuestra, es evidente que se encuentra fuera de nosotros.

Extracto de la Revista Espírita 1859 de ALLAN KARDEC.

Lo que se siente al morir


Lo que se siente al morir

por P.M.H. Atwater

Hay un aumento de energía al momento de morir, un aumento en la velocidad, como si repentinamente estuvieras vibrando más rápido que antes. Utilizando un radio como analogía, este aumento de velocidad es comparable a haber vivido toda tu vida en una cierta frecuencia de radio cuando repentinamente alguien o algo viene y cambia el dial. Ese movimiento te cambia a otra longitud de onda superior. La frecuencia original donde una vez exististe esta todavía allí. No cambió. Todo es aún lo mismo que era antes. Sólo tú cambiaste, solo tú aceleraste para permitir la entrada hacia la próxima frecuencia de radio en el dial.

Como sucede con todos los radios y las estaciones de radio, pueden presentarse distorsiones de las señales de transmisión debido a patrones de interferencia. Estos pueden permitir o forzar a las frecuencias a coexistir o a mezclarse por períodos de tiempo.

Normalmente, la mayoría de los cambios en el dial son rápidos y eficientes pero, ocasionalmente, uno puede encontrar interferencia quizá de una emoción fuerte, de un sentido del deber o de una necesidad de cumplir con un voto o mantener una promesa. Esta interferencia puede permitir la coexistencia de frecuencias por unos pocos segundos, días o aún años (quizá eso explica los fantasmas o aparecidos); pero más tarde o más temprano, eventualmente, cada frecuencia dada de vibración, perseguirá o será empujada hacia donde pertenece.

Tú encajas en tu punto particular del dial debido a tu velocidad de vibración. No puedes coexistir para siempre en donde no perteneces. ¿Quién puede decir cuántos puntos hay en el dial o cuántas frecuencias hay para habitar? Nadie lo sabe. Al morir cambias frecuencias. Cambias sobre otra longitud de onda en la vida. Todavía eres un punto en el dial pero te mueves un grado hacia arriba o hacia abajo.

Tú no mueres cuando mueres. Tú cambias tu conciencia y tu velocidad de vibración.

Eso es todo lo que la muerte es…un cambio.

Extractado del Blog Grupo Espírita de La Palma.

El guía y la filosofía Espírita

El guía y la filosofía Espírita

por Jacques Peccatte

Gracias a los contactos con el más allá desde el siglo XIX, se comprende entonces que lo que se llamaba “ángeles de la guarda” son de hecho los espíritus de personas difuntas.
Allan Kardec en El Libro de los Espíritus, escrito en 1857, dedica todo un capítulo a los ángeles guardianes, espíritus protectores que llamamos “guías”.

El espíritu que guía es más evolucionado que su protegido, tanto en el plano moral como en el intelectual. Pero es ante todo alguien a quien hemos conocido en el curso de nuestras diversas reencarnaciones y con quien tenemos afinidades (un pariente, un amigo de ruta o de combate…). Nos es cercano, nos ama. Es el espíritu que espera por nosotros, que nos ve vivir y nos acompaña a todo lo largo de nuestra vida. ¿Tenemos siempre el mismo guía? La regla no es absoluta. Podemos tener un guía durante cierto tiempo y luego cambiar.

El guía puede ser el mismo a lo largo de toda nuestra encarnación y si es necesario durante varias vidas. Por múltiples razones, el espíritu también puede suspender su función de guía. Puede necesitar reencarnar para su propia evolución o para cumplir otra misión en el más allá, lo cual no le permitirá asumir más su papel. Entonces, otro guía tomará su lugar.

Extractado de la Revista Le Journal Spirite.

Las manifestaciones aparentes y espontaneas de Espíritus

Las manifestaciones aparentes y espontaneas de Espíritus

por Allan Kardec.

LAS MANIFESTACIONES APARENTES

Las manifestaciones aparentes más comunes tienen lugar durante el sueño, por los ensueños: son las visiones. Los en sueños no han sido nunca explicados por la ciencia: cree haberlo dicho todo atribuyéndolos a un efecto de la imaginación; pero no nos dice que es la imaginación ni como produce estas imágenes tan claras y tan límpidas que se nos presentan algunas veces. Eso es explicar una cosa desconocida por otra que no lo es menos: la incógnita queda en pie.

El Espiritismo, solamente, podía darnos la clave de ese fenómeno extraño, que pasa inadvertido, a causa de su misma vulgaridad, como todas las maravillas de la naturaleza que hollamos con nuestros pies. No puede entrar en nuestros cálculos examinar todas las particularidades que pueden presentar los sueños; las resumimos diciendo que pueden ser una visión actual de cosas presentes o ausentes, una visión retrospectiva del pasado, y, en algunos casos excepcionales, un presentimiento del porvenir. También son, con frecuencia, cuadros alegóricos que los Espíritus hacen pasar ante nuestros ojos para darnos útiles advertencias y saludables consejos, si ellos son buenos, o para inducirnos a error y halagar nuestras pasiones, si ellos son imperfectos.

Las personas que vemos en sueños, son, pues, verdaderas visiones: si soñamos con más frecuencia con aquellas que ocupan nuestro pensamiento, es porque el pensamiento es un modo de evocación y por ella atraemos al Espíritu de aquellas personas, estén vivas o muertas.

Nos parecería insultar al buen sentido de nuestros lectores refutando todo lo que hay de absurdo y de ridículo en estos manuales que suelen llevar por título o tiene como objeto, la interpretación de los sueños.

LAS MANIFESTACIONES ESPONTANEAS

Las manifestaciones espontáneas no son ni raras ni nuevas:  hay pocas crónicas locales que no contengan alguna historia de este género. El miedo, a no dudarlo, ha exagerado frecuentemente los hechos, que han tomado, en ese caso, proporciones gigantescamente ridículas al pasan de boca en boca, A ello ha ayudado grandemente la superstición, y las casas donde tales hechos pasaron se reputaron hechizadas por el diablo: de aquí todos los cuentos maravillosos o terribles de los aparecidos.

Las manifestaciones espontáneas se producen muy raramente en los lugares aislados: es casi siempre en las casas habitadas donde tienen lugar, y por la presencia de ciertas personas que ejercen una influencia sobre ellas. Estas personas son verdaderos médiums que ignoran que lo son, circunstancia por la cual los llamamos nosotros médiums naturales.

Se debe estar alerta, no solo contra los relatos que puedan pecar de exagerados, sino contra las propias impresiones, y no atribuir origen oculto a todo aquello que no se comprende. Una infinidad de causas muy simples y muy naturales pueden producir efectos extraños a primera vista, y sería una verdadera superstición ver en todas partes Espíritus ocupados en remover muebles, romper vajillas, suscitar, en fin, mil y una zarabandas con los muebles, que no es racional cargar en cuenta sino a nuestra torpeza.

Conceptos Extractados de "Manual Práctico de las Manifestaciones Espíritas", por Allan Kardec.


La muerte y su misterio

La muerte y su misterio

por Camilo Flammarion.

Dado el conjunto de los hechos observados, y siendo tan concordantes, tan numerosos, tan precisos, puede llegarse a las siguientes conclusiones, apoyándolas sobre bases irrefutables:

1º Los seres humanos fallecidos, los llamados muertos siguen existiendo después de la disolución del organismo material.

2º Ellos existen en sustancias invisibles, intangibles, que nuestros ojos no alcanzan a percibir, que nuestras manos no pueden tocar, que nuestros sentidos no pueden apreciar, en las condiciones normales de costumbre.

3º Generalmente, esos muertos no se manifiestan. Su modo de existencia es completamente distinto del nuestro. A veces obran sobre nuestro espíritu, y en determinadas circunstancias pueden probar su supervivencia.

4º Cuando obran sobre nuestro espíritu, y, por tanto, sobre nuestro cerebro, nosotros los vemos y percibimos bajo formas sensibles: los vemos tales como los hemos conocido, con su indumentaria, sus gestos, sus maneras, su personalidad. Es nuestra vista interna que los ve; es una percepción de alma a alma.

5º No se trata de alucinaciones o visiones fantásticas. Son realidades: el ser invisible se torna visible.

6º Pueden igualmente manifestarse bajo formas objetivas.

7º En un crecido número de casos, las apariciones de los difuntos no son intencionales. El muerto no obra expresamente sobre el espectador; parece más bien que él conserva vagamente ciertas costumbres que tenía en vida, y que merodea por los lugares donde ha vivido, o cerca de su tumba: pero no olvidemos que estas no son más que apreciaciones que hacemos nosotros desde nuestro punto de vista humano, y que la distancia no existe para los espíritus. Ondas eternas emanan de las almas, las que en contacto con el percipiente, se transforman en imágenes para el cerebro receptor que vibre sintónicamente.

8º Las apariciones y manifestaciones son relativamente frecuente en las horas inmediatas al fallecimiento; a medida que se aleja la fecha del mismo, su número disminuye y se atenúa paulatinamente.

9º Las almas separadas de sus cuerpos, conservan por mucho tiempo su mentalidad terrestre. Los que fueron católicos, no es raro que pidan oraciones: he aquí un hecho digno de observación y que sería importante analizar desde el punto de vista de la psicología humana y trascendental.
Estas declaraciones, recabadas del conjunto de los hechos observados, representan los casos en general de las apariciones de difuntos; pero hay casos distintos, hay variantes, y diversas excepciones. Pero el principio ya establecido es la certeza de una entidad persistente, de un dinamismo que continúa la personalidad.

Esas deducciones están basadas en la observación experimental: todos los investigadores imparciales que tengan espíritu serio de esta naturaleza, llegarán al mismo resultado.

Conceptos Extractados de "La Muerte y su Misterio", por Camilo Flammarion.

 

El Espiritismo, ese gran desconocido

El Espiritismo, ese gran desconocido


El médium norteamericano Andrew Jackson Davis (1821910), cuya vida y obra configuran uno de los antecedentes más cercanos del Espiritismo, dejó recogido en sus notas biográficas el episodio que seguidamente copiamos,fechado el 31de Marzo de 1848:

"Esta mañana, hacia el amanecer, un hálito fresco pasó por mi rostro y oí[ una voz, tierna y segura, que me decía: "Hermano, ha comenzado la buena labor, contempla la demostración viviente que se inicia": Me quedé divagando acerca del significado de tal mensaje. "

La explicación de esta curiosa experiencia de Andrew jackson Davis se encuentra en los acontecimientos acaecidos en el hogar de la familia Fox, que Llamaron definitivamente la atención pública precisamente a finales del mes de Marzo de 1848.Estos hechos dieron inicio a un movimiento que culminó con la Codificación del Espiritismo por Allan Kardec en Francia, acontecimiento sellado con la publicación en abril de 1857 del "Libro de los Espíritus", inaugurándose de esta manera  una nueva etapa en el devenir evolutivo de la humanidad.
El término ESPIRITISMO fue creado por Kardec, quien le dio una  definición  concreta, precisa y ajustada: "Ciencia que estudia el origen, la naturaleza y estudio del espíritu y sus relaciones con el mundo corporal''

Desde entonces el Espiritismo se fue extendido por el mundo. En algunos países,como el nuestro, tuvo su época de esplendor, en la que una pléyade de espíritas españoles dieron a la cultura una enorme contribución, liderando el pensamiento espírita de su época en el ámbito del habla hispana. Este tiempo dorado se vio, sin embargo, dramáticamente truncado por la guerra civil y la terrible dictadura que le siguió, pasando el Espiritismo en España a sobrevivir en las catacumbas. Hoy vivimos con esperanza un paulatino resurgimiento del Movimiento Espiritista en nuestro país, desarrollo que sin embargo topa con numerosos problemas, muchos de ellos relacionados con la singular época que nos toca vivir.

En el resto del mundo la situación del Movimiento Espiritista a principios del siglo XIX presenta,al igual que cualquier otro aspecto de la realidad, una imagen compleja y a veces hasta contradictoria. Energía y pujanza en algunos sitios y grandes resistencias y dificultades en otros. Por lo pronto la batuta no la llevan ahora los países europeos.

A pesar de todos los esfuerzos, la imagen que se tiene del Espiritismo en el ámbito popular no deja de ser poco menos que una caricatura de lo que éste es en verdad. Y hasta en las mismas filas del movimiento espiritista se constata una amplia gama de interpretaciones y posturas, a
veces con conatos de enfrentamientos cuando no se miran las cosas desde una perspectiva más elevada, al margen de las pequeñas miserias humanas.

Extractado del Boletín Flama Espírita.

 

¿Son mis pensamientos o influyen los pensamientos de los demás?

¿Son mis pensamientos o influyen los pensamientos de los demás?

por  Jorge Hessen

¿Cuáles son los límites, las líneas divisorias entre esos elementos? Creo que no es posible establecer esos límites, es decir, cuando un elemento termina y el otro comienza. No hay fronteras, territorios específicos del pensar, del actuar, del yo, y del otro.

Bajo el punto de vista espírita, "nuestro espíritu residirá donde proyectar nuestros pensamientos, cimientos vivos del bien y del mal".  Los pensamientos negativos corrompen los fluidos espirituales, como los miasmas corrompen el aire respirable. Los infelices se imaginan que el viento gime; los alegres y llenos de optimismos confirman que él canta, hasta porque la vida tiene el colorido que le damos, pues el mundo es como un espejo: devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos.

Los fluidos que envuelven a los Espíritus obsesores, son viciados, variando de acuerdo con el grado de imperfección de cada uno, mientras que los que envuelven a los Benefactores espirituales, son puros. "El pensamiento es el generador de los infractores o de las líneas de fuerza del mundo subatómico, creador de: corrientes de bien o de mal, grandeza o decadencia, vida o muerte, según la voluntad que lo exterioriza y dirige."

Otro aspecto a considerar es que tanto los buenos pensamientos como los malos, emitidos por un ser encarnado, afectan considerablemente las mentes de hermanos, también encarnados, en bandas mentales equivalentes. Es imprescindible comprender que, después de la muerte del cuerpo físico, prosiguimos desarrollando los pensamientos que cultivábamos en la experiencia carnal. Nuestros pensamientos generan nuestras acciones y nuestras acciones generan los pensamientos de los demás. Toda carga que el pensamiento exterioriza y proyecta, alcanza aquel a quien va dirigida. Cuando es benigna y edificante, se ajusta a las leyes que nos rigen, creando armonía y felicidad. Sin embargo, cuando es desequilibrada y deprimente, establece aflicción y ruina.

Para tener salud, es importante saber cómo estamos pensando. Los pensamientos negativos operan en nuestro estado íntimo determinada perturbación, instaurando desarmonías de grandes proporciones en los centros del alma y provocando lesiones funcionales variadas. "De este modo, imponen a las células la desarmonía por la que se vulnerabilizan los recursos de defensa, creando un campo fértil a la proliferación de bacterias patógenas en los tejidos. Todas las enfermedades surgen como efectos, residiendo la causa en el desequilibrio de los reflejos de la vida interior.

Es obvio que, en el descuido de la nutrición posibilita la infestación de gran cantidad de microorganismos patógenos que pueden inducir a las molestias infecciosas. Sin embargo, no es sólo esa forma que originan las patologías. Nuestras emociones más profundas  y pensamientos menos dignos que alimentamos se vuelven contra nosotros mismos, y generan también, agudas enfermedades.

Extractado del Blog La Luz en la Mente.

Arrepentimiento y unión con Dios

Arrepentimiento y unión con Dios


La culpa es natural consecuencia del avance moral de nuestra conciencia, pero el remordimiento autopunitivo no lo es, es una reacción instintiva de reparar, por nosotros mismos, lo que no tiene ya remedio. El orgullo nos crea la ilusión de poder reparar por nosotros mismos lo errado, pagando con la moneda que le es mas fácil (los pensamientos depresivos). El remordimiento es un intento de nuestro orgullo (llamado también orgullo negativo), de arreglar o compensar las Leyes Divinas, como si realmente pudiera.

La única salida es el ARREPENTIMIENTO sincero. Insistimos el remordimiento (re-morder) nos sitúa nuevamente en el pasado, el arrepentimiento es un acto de entrega, comienzo de la actitud de abnegación, es un acto de humildad que derrumba nuestro orgullo mas arraigado. Donde hay humildad, abnegación, fe y arrepentimiento, el orgullo se diluye purificándonos.

Fácilmente podemos entender las consecuencias de no reparar los sentimientos de culpa. Muchos de ellos, al no ser reparados, pasarán a formar parte del inconsciente de las vidas futuras, próximos atavismos de la culpa, hasta su disolución con el arrepentimiento, expiación y reparación necesarios. Cuando el inconsciente tiene un complejo de culpa fuertemente instaurado, este nos hace sentir un sentimiento de separación con Dios, con la unidad de un todo. Nos polariza. Un sentimiento de desamparo y de no merecer ser ayudado, es la consecuencia natural de sentirse culpable inconscientemente cayendo definitivamente en la desesperanza, concluyendo que: "La culpa nos desconecta de Dios". Cuando pensamos que no seremos ayudados por la divinidad o el destino, un sentimiento egoísta y lleno de orgullo se descubre en nuestro interior. Egoísta debido a la sobreactuación de nuestro mecanismo de conservación, el Ego; y orgulloso al no querer admitir ni la culpa ni sus consecuencias ampliando el sentimiento de separación entre nosotros y todo el universo que nos rodea, del cual, internamente, ya no esperamos colaboración. Este desequilibrio interior distorsiona el Ego hacia actitudes egoístas. Al no esperar ser ayudados ya no confiamos en Recibir y como consecuencia no seremos capaces de Dar o bloquearemos cualquier impulso caritativo que pueda menguar nuestras reservas materiales. "No podemos dar si no sabemos recibir" al igual que "No podemos amar si no sabemos ser amados". Para aprender a Recibir debemos recuperar la Fe y la confianza en lo alto, pero antes tenemos que disolver los sentimientos de culpa.

Después de disolver todo sentimiento de culpa o separación con Dios podemos volver a establecer la conexión con las corrientes benéficas fluídicas que envuelven toda la creación. En este momento tan esperado y deseado por nuestro espíritu, como la respiración propia del cuerpo, es el momento para dar un paso más allá.

Extractado del Blog El Ángel del Bien.


Amar el Espiritismo

Amar el Espiritismo

Por Alondra

Para entregarnos real y profundamente a algo, tenemos que llegar a amarlo. Nos damos a nuestros hijos o a nuestros seres mas queridos, sin ningún tipo de oposición o medida. Para lograr darnos al espiritismo, tenemos igualmente que llegar a amarlo.

Y para llegar a ese estadio, debemos conocerlo primeramente a través de la lectura; comprenderlo después, lo que logramos con el estudio profundo y la intima reflexión; hasta llegar finalmente a una vivencia del mismo, de una manera natural.

Para ello, llevamos a la práctica todas las enseñanzas adquiridas, transformándolas en actos de amor en nuestro día a día.

Amando, irradiamos una vibración que nos sintoniza con la espiritualidad mayor, que nos alienta, nos asiste y nos protege siempre, manteniéndonos alerta a la búsqueda de la necesidad, que muchas veces se encuentra donde menos lo esperamos.

Hablar, escuchar, compartir, sonreír … hacer caridad sincera, esa que va mas allá de dar las migajas materiales que nos sobran, esa con la que abrimos sinceramente nuestros corazones.

¿Qué haríamos si viéramos a un ser muy querido por nosotros pasando calamidades?, haríamos todo lo que estuviera en nuestra mano por evitarle cualquier tipo de sufrimiento. ¿Y si pusiéramos mentalmente la cara de nuestros seres mas queridos a nuestros semejantes necesitados?…al fin y al cabo, ¿no somos todos hermanos planetarios, hijos del mismo padre?. Debemos reconocer la obra de Dios en cada uno de ellos.

Algunos disculpan su indiferencia pensando: están pagando su karma por la ley de causa y efecto, éstas pruebas son un aprendizaje para ellos, pero… ¿nos exime esto acaso, de darles asistencia?, ¿no serán igualmente pruebas para nosotros, si Dios los puso en nuestro camino?.

No nos corresponde juzgar, nos corresponde amar… amar sin medida. A través de darnos a los demás, es como hallaremos el camino recto hacia nuestra transformación moral y es como llegaremos realmente a amar el espiritismo.


Extractado del Blog Zona Espírita.