4 de mayo de 2019

Nuestros Familiares Fallecidos


Nuestros Familiares Fallecidos

por Marina Silva

Es muy reconfortante la certeza de que el amor permanece igual, aunque estemos separados por una barrera física. Se debe a que estamos seguros de que ellos pueden comunicarse con nosotros mediante el pensamiento, durante el sueño; que pueden estar a nuestro lado en este momento, tocándonos la frente o besándonos la mejilla. Podremos sentirlo mientras no estemos concentrados en nuestro dolor. Cuando pensamos en ellos con amor nos es posible atraerlos hacia nosotros. Y no es necesario que vayamos al cementerio, pues ellos no están allí.

Cuanto más reflexionamos sobre la muerte, más percibimos que educarnos para la muerte es educarnos para la vida. Maria Júlia Kovács, del Instituto de Psicología de la Universidad de São Paulo, BrasilP plantea que se discuta el tema en los colegios, en los hospitales, en los geriátricos y en los hogares; asimismo, que los profesionales de la educación se preparen para orientar a sus alumnos en las situaciones de pérdida de algún familiar o amigo, de modo que encaren la posibilidad de su propia muerte; y que los profesionales de la salud sepan cómo asistir a sus pacientes terminales y a las personas mayores, a fin de que enfrenten la muerte con más tranquilidad, sin traumas, como un proceso natural en la vida de los seres vivos.

José Barros de Oliveira, de la Universidad de Porto, en Portugal, dice que enseñar el arte de morirse bien o de educar para morirse bien, es educar para vivir bien. Agrega, asimismo, que si la muerte forma parte de la vida, el tema debe formar parte del contenido de una educación integral de la persona humana y de su destino; no puede continuar ausente de los ámbitos educativos, como tampoco de la familia ni de la escuela. Conocer los mecanismos involucrados en el proceso de la muerte, tener la certeza de la supervivencia del alma, de que volveremos a encontrar a nuestros seres queridos, saber lo que nos espera más allá de la tumba, es una manera de educarnos para la vida.

Sabremos que debido a la Ley de Acción y Reacción somos nosotros mismos quienes programamos nuestras vidas, tanto en el cuerpo físico como en el ámbito espiritual. Si tratamos de proceder correctamente durante la vida, regresaremos en buenas condiciones a nuestra vida de Espíritus, y experimentaremos reencarnaciones menos dolorosas que nos permitirán evolucionar más rápidamente.

Extractado de la Revista La Idea  - Centro Espírita Argentino.

El Miedo a la Muerte Inculcado por la Religión

EL MIEDO A LA MUERTE INCULCADO POR LA RELIGIÓN

por Allan Kardec.

Otra razón que une a los asuntos de la materia a los que creen más firmemente en la vida futura es la impresión que conservan de la enseñanza que se les dio en la niñez.

El cuadro que de ella hace la religión no es, hay que convenir en ello, ni muy seductor, ni muy consolador. Por un lado se ven las contorsiones de los condenados, que expían en los tormentos y llamas sin fin sus errores de un momento, para quienes los siglos suceden a los siglos sin esperanza de alivio ni de piedad. Y lo que es todavía más despiadado para ellos, el arrepentimiento es ineficaz.

Por otro lado, las almas lánguidas y atormentadas en el purgatorio esperan su libertad del buen querer de los vivos que rueguen o hagan rogar por ellas y no de sus esfuerzos para progresar. Estas dos categorías componen la inmensa mayoría de la población del otro mundo. Por encima se mece la muy reducida de los elegidos, gozando, durante la eternidad, de una beatitud contemplativa. Esta eterna inutilidad, preferible sin duda al no ser, no deja de ser, sin embargo, una fastidiosa monotonía. Así se ven, en las pinturas que representan los bienaventurados, figuras angelicales, pero que más manifiestan hastío que verdadera dicha.

Este estado no satisface ni las aspiraciones, ni la idea instintiva del progreso que sólo parece ser compatible con la felicidad absoluta. Cuesta esfuerzo concebir que el salvaje ignorante, con inteligencia obtusa, por la sola razón de que fue bautizado, esté al nivel de aquel que llegó al más alto grado de la ciencia y de la moralidad práctica, después de largos años de trabajo.

Es todavía más inconcebible que un niño muerto en muy tierna edad, antes de tener la conciencia de sí mismo y de sus actos, goce de iguales privilegios, por el solo hecho de una ceremonia en la que su voluntad no tiene participación alguna. Estos pensamientos no dejan de conmover a los más fervientes, por poco que reflexionen.

El trabajo progresivo que se hace sobre la Tierra, no siendo tomado en cuenta para la dicha futura; la facilidad con que cree adquirir esa dicha mediante algunas prácticas exteriores; la posibilidad también de comprarla con dinero, sin reformar seriamente el carácter y las costumbres, dejan a los goces mundanos todo su valor. Más de un creyente manifiesta en su fuero interno que, puesto que su porvenir está garantizado con el cumplimiento de ciertas fórmulas, o por legados póstumos que de nada le privan, sería superfluo imponerse sacrificios a una privación cualquiera en provecho de otro, desde el momento en que podemos salvarnos trabajando cada uno para sí.

Seguramente no piensan así todos, porque hay grandes y honrosas excepciones. Pero hay que convenir en que aquél es el pensamiento del mayor número, sobre todo de las masas poco instruidas, y que la idea que se tiene de las condiciones para ser feliz en el otro mundo desarrolla el apego a los bienes de éste, cuyo resultado es el egoísmo.

Conceptos Extractados de "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.

El Papel de los Genes

El Papel de los Genes 

por Nubor Orlando Facure

La “filosofía” de los dichos populares ha hecho prejuzgamientos curiosos para interpretar la naturaleza humana, considerando su sumisión, tanto a los factores hereditarios como al poder de transformación del ambiente. Todos nosotros ya escuchamos decir que “hijo pez, pececito es”; “palo que nace torcido muere torcido”. El sentido común puede aceptar esas afirmaciones como verdaderas, aunque experimentos en el campo de la genética y de la psicología comportamental, hayan revelado contradicciones interesantes.

El estudio de los genes y de como ellos se mezclan para transmitir herencias tuvieron inicio con los famosos experimentos de Gregor Mendel combinando guisantes. Cuando sus estudios fueron descubiertos por Hugo de Vries, estudioso de la hereditariedad, él también propuso la existencia de una unidad de transmisión genética que denominó de “pan gene”.

Más tarde, Thomas Hunt Morgan, profundizó en los detalles de la transmisión de los genes estudiando talentosamente la “mosca de las frutas” (Drosofila). A partir de ahí, la Ciencia humana, pasó a disponer de recursos tecnológicos para manipular los genes mutantes, capacitándose para crear nuevas variantes para viejas especies.

El mayor descubrimiento se debe a Crick y Watson que en 1953 describieron la doble hélice del DNA en el interior de los núcleos de las células. El gen pasó a ser identificado como un fragmento de letras de esa gigantesca cadena de aminoácidos. Y, finalmente, con la cooperación internacional, el material genético del ser humano (33000 genes) fue totalmente descodificado en el proyecto Genoma de 2003.

La cartografía del ADN nos permitió la identificación de la paternidad que se imaginaba protegida por el anonimato. Enfermedades genéticas pasaron a recibir números de código específico. La masculinidad fue relacionada con el SRY, el gen que programa el testículo. Al mismo tiempo de promesas de cura y rejuvenecimiento con las “células madre”.

El gen es el mecanismo que nos “predispone” a más o menos inteligencia, actitud deportiva, comportamiento viril, baja estatura u obesidad, cuando los aplicamos en el ambiente adecuado. Crean condiciones para afirmarnos sobre un ambiente propicio. Escoger entre música o matemáticas tiene predisposiciones genéticas. Casarse o divorciarse también. Y todos nosotros sabemos cómo esas decisiones influyen en nuestras vidas y cambian el ambiente donde viviremos.

Extractado del Blog Córdoba Espírita.

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Divaldo Pereira Franco

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Divaldo Pereira Franco

Presentó la conferencia inaugural “Somos Espíritus Inmortales” …


posteriormente Sócrates y Platón indican que la vida real tiene una trascendencia transpersonal, el ser se sumerge en la carne para adquirir experiencias y desarrollar el Dios interno, por las sucesivas reencarnaciones. Iremos a encontrar un momento en la historia de Roma, en el que Constantino tiene un sueño, en el que los espíritus se le presentan y le imponen poner en los símbolos bélicos la cruz porque con aquella señal lograría vencer la guerra y tornarse el emperador de Roma. Posteriormente, Francisco en la ciudad de Asís mantiene el contacto mental con Jesús, que se le presenta varias veces induciéndolo a seguir la propuesta iluminativa del Evangelio, en espíritu y verdad… y de inmediato Juana de Arco en la aldea de Domremy escuchando las voces de santa Catalina, de san Miguel, sale para preparar la tarea del porvenir cuando el consolador debía venir a la tierra. La historia prosigue y a partir de la noche del 31 de marzo de 1848 por los fenómenos mediúmnicos de Hydesville, en New York, ya no se pueden más detener las comunicaciones espirituales, que después de conmover América se transfieren a Europa y allí se van a asentar en París …, y es en ese momento que el notable científico, filólogo, pedagogo, Hypollite León Denizard Rivail atraído por esa fenomenología especial se da cuenta que está delante de uno de los momentos más grandiosos de la humanidad, y conducido por el espíritu de Verdad, presenta el Libro de los Espíritus, en el día 18 de abril de 1857, y nace la doctrina de los espíritus. Comienza entonces el período extraordinario de la investigación científica, a respecto a la inmortalidad del alma.

Extractado de la Revista Espirita FEE.

ANA PRADO


ANA PRADO

(1883 – 1923) – la primera médium de efectos físicos de Brasil

Esta médium brasileña es casi desconocida para nosotros los argentinos y para gran parte de la actualidad espírita brasileña. En los últimos tiempos el mundo espiritual está trayéndola a la memoria de todos nosotros. Es un Espíritu increíble que se acerca a ayudarnos y que vale la pena conocer.

Médium brasileña pionera en la mediumnidad de efectos físicos, muy famosa en su tiempo, no sólo dentro de Brasil sino internacionalmente. Nació y vivió en Belén, Capital del Estado de Pará, en el nordeste brasileño. Estaba casada con Eurípides Prado quien la ayudó en sus trabajos con amor y respeto. Tuvo varios hijos.
Ana producía fenómenos de materializaciones, traslado de objetos (“apport”), fotografías, movimientos de objetos, escritura directa y otros más, todos increíbles.

A sus reuniones asistían los hombres más brillantes de la época, comienzos de 1900>, políticos, filósofos, médicos, psiquiatras, abogados, jueces, etc., quienes certificaron la autenticidad de los fenómenos producidos por su intermedio. Podemos nombrar varias materializaciones no sólo de flores, manos y pies, sino de cuerpos enteros. Tal vez el caso más famoso de materialización fue el de Raquel Figner, joven hija del famoso Federico Figner, hombre rico y poderoso, espírita activo y amigo personal de Chico Xavier, introductor de la lámpara eléctrica en Brasil y dueño de la casa Edison, en Rio de Janeiro, que en esa época era la capital del país. Este hecho fue ampliamente documentado en su momento por la prensa.

La joven se materializó en varias oportunidades, caminando, conversando y acariciando a sus amorosos padres. Muchos años después, desde el mundo espiritual, Federico Figner, a través de la mediumnidad de Chico Xavier, relató este encuentro en el libro “Volví”.

Ana produjo también, efectos de “apport”, o sea, el traslado de objetos de fuera del recinto totalmente cerrado, al medio del salón de reuniones. En varias oportunidades trajo flores de diferentes regiones del país, que simplemente aparecían sobre la mesa para sorpresa de todos.

Se guardaron en parafina diferentes objetos materializados como flores, manos, pies, y otros, que hoy forman parte de un museo.

Los fenómenos de escritura directa dejaban a todos fascinados. Muchos años después Chico Xavier también desarrollaría, entre todas sus capacidades de efectos físicos, la de la escritura directa. Recordemos que se trata de poner un papel dentro de una caja cerrada y obviamente controlada con esmero, donde luego aparecerá escrita una o varias frases, sin que haya lápiz ni médium escribiente. Es escrita directamente por el Espíritu comunicante, por su voluntad y la colaboración de la energía vital y especial del médium. Los importantes testigos de estas reuniones certificaron que no sabían cómo se producían estos efectos pero que eran absolutamente verdaderos. Varios de ellos escribieron artículos y libros sobre el tema.

Ana era colocada dentro de una jaula para un mejor control de los experimentos y los Espíritus se materializaban, gracias a su ectoplasma y su capacidad para estos efectos mediúmnicos físicos.

El respetado investigador espírita francés Gabriel Delanne registró los hechos producidos por Ana Prado, en su libro “Reencarnación”, así también como en la “Revista metafísica” de París, en los años 1922 y 1923.

Entre otras cosas, Ana fue la mejor colaboradora del escritor Raymundo Nogueira de Faria en su obra “El trabajo de los muertos”, (FEB – 1921).

Naturalmente, al mismo tiempo que Ana era visitada por los hombres más brillantes del momento y admirada era también perseguida y ofendida por otros. Entre estos enemigos estaba un sacerdote francés, el padre Florencio Dubois, quien escribía artículos en los periódicos de la ciudad, ridiculizando y ofendiendo a la médium. Era un enemigo acérrimo del Espiritismo. Intentó participar de esas reuniones pero nunca fue aceptado.

La mayor parte de estos increíbles fenómenos de efectos físicos ocurrieron entre los años 1918 y 1921. Obviamente contribuyeron de manera muy importante en la divulgación del Espiritismo en Brasil y en el mundo.

En los últimos años hay un creciente interés en traer a la memoria a esta maravillosa médium brasileña, aparentemente olvidada, precursora de los famosos fenómenos de efectos físicos que conmovieron al mundo. Eran épocas donde el mundo espiritual alentaba estas demostraciones sorprendentes de efectos físicos, sin que hubiera comprensión científica de cómo se las producía, con el claro objetivo de despertar las conciencias dormidas para la Espiritualidad Superior. Pasados unos años de mucho movimiento fenoménico, se decidió desde el Plano Mayor, que a partir de entonces, este despertar debería hacerse a través de los libros, las reuniones y la conciencia de la necesidad y la urgencia de modificarnos moralmente, practicando la tan mentada “reforma íntima”, promocionada por Allan Kardec, a través de los Espíritus Superiores.

- Acta de la sesión mediúmnica realizada en la residencia del Sr. Eurípedes y Ana Prado, el 14 de junio de 1920. (Anuario Espírita 1965) Resumido y traducido por Etel Schulte.

A las 8 ½ de la noche del día 14 de junio de 1920, en la calle de los Tomoios, número 43, de la ciudad de Belén de Pará, Brasil, donde reside el Sr. Eurípedes Prado, estando presentes: (nombra a las autoridades), entre ellas: Sr. Kouma Horigoutchy, ministro japonés ante el gobierno brasileño, Dr. Justo Chermont, senador federal y esposa, Dr. Virgilio Mendoça, senador estatal, Dr. Amazonas de Figuereido, catedrático de la Facultad de Derecho del Estado, Dr. Napoleón de Oliveira, jefe de policía, Sr. Santiago, miembro del tribunal del Estado, maestro Eltare Bosio, Capitán Pedro Borges, ayudante del Gobernador, Dr. Nogueira de Faría, 1er. Prefecto de la Capital (más adelante escribiría un libro relatando las sesiones de materializaciones que publicaría la FEB un año después), Sr. Antonio Martins Pinheiro, intendente de Belén y algunos otros más, además de miembros de la familia Prado.

Comienzan los trabajos. En el ángulo izquierdo del balcón-terraza fue instalado una especie de gabinete, forrado con una lona negra y armado a la vista de todos. Las cortinas del lado derecho del armado y del frente quedaron colgando. Dentro de este armado al que daremos el nombre de “gabinete mediúmnico”, fue colocada una jaula, previamente inspeccionada por los asistentes y pasado alrededor, un cordón fuerte de hilo de algodón, como control, que fue lacrado. Después de recibir a la médium (Ana) esa jaula fue cerrada con candado en presencia de los Sres... (los nombra a todos), algunos de los cuales presenciaban esto por primera vez. Frente al gabinete pusieron dos baldes, uno con agua fría y otro con parafina derretida, a temperatura bastante elevada.

Se disminuyó la luz y la terraza quedó iluminada por una lámpara eléctrica que alumbraba bastante bien. Atrás de la fila de los asistentes, en dirección al gabinete mediúmnico funcionaba un ventilador. Antes de comenzar los trabajos el Sr. Eurípedes Prado recibió un mensaje triptológico en que el Espíritu decía que estaba todo bien y le comunicaba al Sr. Virgilio Mendoça que en algún momento podría acercarse a la jaula, hecho que ocurrió poco después. Le pidió que invitase a alguien que estuviese allí por primera vez, a acercarse también. Eligieron al japonés Kouma. Ambos vieron entonces, al lado de la médium al Espíritu materializado, dentro de la jaula.

Unos 20 minutos después salió del gabinete el “Espíritu Juan”, vestido de negro, tanto los pantalones como el saco y con una capucha blanca. Estaba descalzo. Les apretó la mano al Sr. Mendoça y al ministro japonés. Iba y veía por el salón, luciéndose a todos con naturalidad. Después se dedicó a la parafina, mostrando la mano cubierta de cera, que fue tocada por los Sres. Martins, Chermont y Mendoça.

Después de hecho el molde, el Espíritu Juan se lo entregó al Sr. Kouma. Siguió moviéndose por el lugar e hizo otro molde más. Varios de los presentes le pidieron que trajera a Anita, un Espíritu femenino que ya se había presentado en diferentes oportunidades. Juan se fue al gabinete y poco después se vio aparecer a una joven de unos 14 o 16 años, vestida de blanco, blusa y pollera, y largos cabellos sueltos. La joven se arrodilló, oró, se levantó, caminó y se movió con toda libertad entre los presentes. Estuvo así alrededor de un cuarto de hora. Tomó el abanico de las manos de la Sra. Bastos y fue a abanicar al Sr. Kouma, que parecía merecer los honores de la noche. Cuando el abanico le fue restituido, estaba ligeramente húmedo en la empuñadura. La joven estaba tan bien materializada que causaba mucho asombro porque parecía de carne y huesos. Después de algunas vueltas más se retiró al gabinete y desapareció. Parecía terminada la sesión cuando reapareció Juan, esta vez, vestido con una túnica blanca. Se arrodilló y oró. Se acercó dos veces más a los asistentes y luego se fue al gabinete. Unos minutos más tarde se oía perfectamente que él despertaba a la médium. Antes de terminar los trabajos, todavía saludó a la asistencia con una especie de pañuelo.

Terminada la sesión, despertada la médium, se prendió la luz y fue examinada la jaula por los asistentes. El lacre y el candado, todo estaba intacto. Retirada la médium, el ministro japonés se colocó dentro de la jaula y examinó el candado, la resistencia de los barrotes y todo lo que pudo. Todo estaba en perfecto estado. Los presentes estaban más que admirados.

Aquí termina esta acta que relata una sesión de materialización realizada por nuestra Ana Prado en 1929. Un hecho importante en la historia del Espiritismo.


Fuente consultada: LUZ ETERNA – Revista de Actualidad Espírita, Nº 23 – Noviembre 2013, artículo: Biografía II – Buenos Aires, Argentina

Extractado de Confederación Espírita Argentina.

No Puede Enseñarse el Espiritismo como las Ciencias Ordinarias

Espiritismo, librepensador,  Allan Kardec,

No Puede Enseñarse el Espiritismo como las Ciencias Ordinarias

por Allan Kardec.

Para proceder en la enseñanza del Espiritismo como se hace con las ciencias ordinarias, sería necesario pasar revista a toda la serie de fenómenos que pueden producirse, empezando por los más sencillos y llegando sucesivamente hasta los más complicados; pero esto es lo que no se puede, porque no es posible hacer un curso de Espiritismo experimental, como se hace un curso de física o química. En las ciencias naturales se opera sobre la materia bruta, que se manipula a gusto y se está casi siempre cierto de poder regularizar los efectos; en el Espiritismo tiene uno que habérselas con inteligencias libres, y nos prueban a cada instante que no están sometidas a nuestros caprichos, es menester, pues, observar, esperar los resultados; aprovechar las ocasiones.

Decimos además, con toda convicción que el que presumiere en obtenerlas por su voluntad, no puede ser más que un ignorante o un impostor; porque el verdadero Espiritismo no se pondrá en espectáculo ni se mostrará jamás en escena. Tiene también algo de ilógico creer que los Espíritus vengan a ser examinados y someterse a investigación como objetos de curiosidad. Los fenómenos pueden, pues, faltar cuando se tiene necesidad de ellos, o presentarse en otro orden que el que se desea. Añadamos también que para obtenerlos son necesarias personas dotadas de facultades especiales, y estas facultades varían hasta lo infinito, según la aptitud de los individuos: luego como es extremadamente raro que una persona tenga todas las aptitudes, es una dificultad de más, porque sería menester siempre tener a mano una verdadera colección de médiums, lo que no es posible.

El medio de obviar este inconveniente es muy sencillo, es el de empezar por la teoría; en ella se examinan todos los fenómenos; se explican y se da cuenta de ellos, se comprende la posibilidad, se conocen las condiciones en las cuales pueden producirse y los obstáculos que pueden encontrarse, cualquiera que sea entonces el orden en el cual son conducidos por las circunstancias, nada tienen que pueda sorprender. Esta vía ofrece además otra ventaja, es la de ahorrar una porción de contrariedades al que quiere operar; prevenido contra las dificultades, se puede poner en guardia y evitar adquirir la experiencia a sus costas.

Extractos de "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.