9 de abril de 2019

La Libertad fue un valor en toda la obra de Kardec

La Libertad fue un valor en toda la obra de Kardec


El nombre es en cierto sentido la propia cosa; dar nombre a las cosas es conocerlas y apropiarse de ellas; la denominación es el acto de la posesión espiritual. (Miguel de Unamuno)

No es de hoy que los investigadores y los productores del espiritismo están preocupados por las enormes distorsiones del desarrollo a la que fue sometido. En el caso de que se trate de una "ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino del espíritu y de sus relaciones con el mundo material" (Definición de Allan Kardec en "Lo que es el Espiritismo"), el espiritismo se llamó a sí, para ocuparse de él como una realidad científicamente observable y comprobable, el fenómeno del espíritu, sus manifestaciones y consecuencias.

Hacer ciencia, a diferencia de practicar una religión, exige, por encima de todo, libertad de pensamiento y de acción, distanciamiento de dogmas y prejuicios de cualquier tipo. Por eso mismo, la libertad fue un valor destacado y prestigioso en toda la obra de Kardec. Como tantas veces afirmó, el espiritismo no sería un sistema cerrado de fe, sino un campo abierto a la investigación que, sin embargo, en ningún momento, podría distanciarse de la ética, del sentido común y de la razón, consubstanciados en la ley natural.

Extractado del Blog Opiniones.

Hace unos días me estaba cortando el pelo...

Hace unos días me estaba cortando el pelo...


... y hablando con el barbero sobre un conocido nuestro que falleció recientemente. Una persona muy respetada en el barrio, él era médium y actuaba en el recetario mediúmnico, habiendo proporcionado alivío y cura a innumerables enfermos que lo buscaban para consultas en el centro que frecuentaba. Él era médico también y ejercía la profesión normalmente en su consultorio, que estaba abierto a todos, pudieran o no pagar las consultas, que incluso eran de valor accesible a la mayoría de las personas. Suministraba los medicamentos para los que lo necesitaban.

Su desencarnación ocurrió después de un doloroso proceso de lucha contra el cáncer - enfermedad posiblemente ligada al hecho de haber fumado en la juventud - proceso por el cual pasó con la mayor resignación. Una persona muy buena, pero de genio fuerte, nunca demostró impaciencia con la enfermedad o revuelta con la situación que gradualmente le llevó a disminuir el ritmo de su trabajo hasta que fue obligado a parar ya en los últimos días de su estancia en este mundo.

La conversación corría justamente por ese punto, por su lucha contra el cáncer, cuando el barbero que me atendía -de formación católica pero con simpatía por el Espiritismo- se salió con una frase que me dejó pensativo: "Coito, todavía bien que él era espírita, los espíritas aguantan mejor estos sufrimientos ".

Realmente no tengo como afirmar categóricamente que la frase es verdadera, sería necesaria una vasta investigación entre espíritas y no espíritas, que pasan por situaciones difíciles como la descrita, para basar tal conclusión. Pero en un primer análisis, más subjetivo, es bastante razonable y parece corresponder a las observaciones del día a día. La experiencia cotidiana parece mostrar que el sufrimiento tiene un componente psicológico muy fuerte, que es mayor o menor en relación al modo en que la persona que pasa por él encara la vida. La percepción de que estamos en un proceso de aprendizaje, del cual la estancia en este mundo material es sólo una etapa muy corta, cambia razonablemente la relación entre el enfermo y la enfermedad. Y cambia aún más cuando sabemos lo que nos espera del otro lado de la sepultura,

Pero, independientemente de que la frase sea más o menos verdadera, hay otra cuestión interesante en la reflexión del barbero que me atendía. En esencia él dejó ver que la admiración que tiene por la Doctrina es causada por el efecto que ella tiene en la vida de sus adeptos. La vida de nuestro amigo médico, que actuaba como mensajero del más alto, se transformó en el propio mensaje.

Así, pensando posteriormente en la frase, no pude dejar de sonreír ante la simple constatación de que por más que hablemos, que escribimos, que divulguemos el Espiritismo por todos los medios de comunicación existentes, será siempre en la forma como aplicamos el Espiritismo en nuestra vivencia cotidiana que pasaremos realmente a nuestros conocidos el mensaje que queremos transmitir.

Extractado del Blog O Blog dos Espíritas.

De cuando el Espiritismo dejó de ser Ciencia

De cuando el Espiritismo dejó de ser Ciencia

Por Myriel

Lo cierto que tras tantos años ligado al movimiento . Me paro a pensar y ya no sé qué es espiritismo. Ni qué entiende la gente neófita con ello. ¿Ouija? ¿Curanderos? ¿Otra religión? ¿Una mezcla de las tres?

Cuando empecé en esto, me quedé maravillado.
Era una mezcla entre ciencia, filosofía y no excluía el sentimiento religioso, me sugería un toque más amplio, donde cabíamos todos.

No necesitabas abdicar de Jesús si creías en él, hasta sentía la libertad de creer en él de un modo más libre, más desde el corazón.

Se suponía que había una divinidad superior, que había hecho unas leyes, que nos tocaba ir conociéndolas, y la revelación se había expandido a través del globo, por varios intermediarios o profetas, que gracias a la explicación de la mediumnidad me permitía darle un toque lógico, científico, nada místico.

Bien, quizá el espiritismo sea la última utopía de un pensamiento que trataba de explicarlo todo, tan en boga en el siglo que nació. No porque lo que diga sea malo, ni falso, sino porque no se ha adaptado a los nuevos tiempos. Y hablar de él, hoy es hablar de una religión y de un modo de entender la vida. Nada más. ¿Ciencia?, no, eso ya no tiene cabida en estas lides. Como mucho hay profesionales que se dedican a la investigación científica en sus ámbitos y tienen creencias espíritas, que habrán sido heredadas de sus padres. Algún investigador hay suelto, sí, alguno. Pero es la excepción que confirma la regla.

El espiritismo actual, es una teología. Ha dejado de comportarse como una filosofía. Porque “ya tenemos la verdad”, pasa esto y esto. Cuando la inmensa mayoría de estas aseveraciones se apoyan en pálidos argumentos. Textos psicografiados que se llegan a contradecir, y que depositan su autoridad en el Criterio de Verdad dada a la solemnidad de su autor, sea espiritual o médium.
Las opiniones espíritas duras, no se separan en mucho de las ideas de la Iglesia Católica. Curiosa forma de entender el “cristianismo redivido”. ¿Así qué fin tiene en realidad?

Hay movimientos que hablan de la vida después de la muerte, y lo hacen más llanamente. Nuestra peculiaridad es la posibilidad de la comunicación. Pero cuánto consejo se pide a los espíritus, demasiado. Y cualquier cosa impropia es “obsesión“. Es un círculo vicioso.

“Si el espiritismo deja de ser ciencia perderá su verdadero carácter” dijo Kardec. Pues hace ya tiempo que esto pasó. Por eso cuando digo espiritismo, no puedo pensar en los textos de la época gloriosa, sino ver lo yermo que hay ahora. Y no vale sacar a relucir investigaciones de hace 2 siglos, como tampoco tiene sentido hablar de los experimentos de cualquier otra disciplina sin hablar de los actuales.

Hoy en día el espiritismo no es el Espiritismo que Kardec codificó. Es la doctrina espírita, este híbrido de religión y misticismo. Que a veces, pero solo a veces, relumbra trayendo parte de aquella belleza que se volatizó hace tiempo.

La verdad sigue estando en semilla, de momento que viva en el corazón de cada espírita. Quizá algún día vuelva a florecer con la antigua energía. Porque ahora, es una sombra de lo que realmente puede trasmitir.

Extractado del Blog Zona Espírita.


"Algo" sobrevive a la disgregación

"Algo" sobrevive a la disgregación

por Camilo Flammarion.

Las comunicaciones más frecuentes son las de los parientes y amigos. Estos están a nuestro lado, o. mejor dicho, la distancia no existe para ellos; entonces, una circunstancia imprevista puede revelar su presencia.
Los difuntos, manifiestan su supervivencia bajo los más distintos aspectos.

Lo que resulta con mayor evidencia de todas esas observaciones es que en nosotros hay un "algo" desconocido, negado, sistemáticamente, hasta hoy por todas las teorías científicas, y que ese "algo" sobrevive a la disgregación, del cuerpo orgánico, a la transformacion de nuestras moléculas materiales las que por otra parte, y desde el punto de vista estrictamente científico, tampoco pueden ser destruidas. Que a ese "algo" se le llame "principio", "elemento átomo psíquico", "alma" o "espíritu" el nombre no importa mayormente. Las manifestaciones (intencionales o involuntarias) de los difuntos, prueban que esa fuerza intrínseca de cada ser puede — en ciertos casos, y durante un período dé tiempo mas o menos largo, — ligarse con hilos sumamente tenues a la vida terrestre. Pero nada demuestra que sea esa precisamente la situación normal de todos los seres fallecidos.

El cambio que se produce entre la vida humana y el mas allá de la muerte, implica una nueva adaptación del estado psíquico, muy difícil de poder ser comprendida por nosotros los encarnados.

Esas deducciones sobre la existencia de los espíritus mas alla de la tumba, y su acción, son para Flammarión tanto más cierto en cuanto que le ha costado mas tiempo para constatarlas, comprobarlas y adoptarlas. Desde 1861 a 1922 median más de 60 anos. Un estudio imparcial de tal portada ofrece en si mismo una garantía de su valor científico; y sería lógico que quienes niegan aquellas observaciones pudieran oponerles un estudio de la misma naturaleza.

Conceptos Extractados de "La Muerte y su Misterio",