FLORENCE COOK
Cuando William Crookes emprendió con ella una serie de experimentos en 1872, era una joven de 15 años, rubia, delgada, de ojos negros y cabellos en bucles; dotada de grandes facultades psíquicas bajo la rara forma de materializaciones completas.
Toda la familia tenía en cierto grado capacidades parecidas y su hermana Kate llegó a tener cierta fama. Desde muy pequeña, Florence percibía espíritus y oía voces, pero sus padres no deseaban dar crédito a sus relatos.
Los fenómenos producidos en su presencia eran cada vez más llamativos, voces directas, movimientos de objetos y otros, hasta culminar con la materialización de Katie King, quien afirmó ser hija de Juan King, espíritu que por aquellos días presidía muchas sesiones; y aclaró que King era un nombre genérico de ciertas clases de espíritus. Estas materializaciones eran parciales al principio, pero con el tiempo fueron haciéndose cada vez más completas y reales, saliendo del marco habitual de las manifestaciones de los espíritus.
No sólo intercambiaba pensamientos con los presentes, a través de Florence Cook, sino que incomprensiblemente aparecía materializada con una total apariencia de vida orgánica. Se colocó a disposición de William Crookes, para que éste certificara la legitimidad de los efectos por ella producidos, con la finalidad de responder a cierto comentarista que la acusó de farsante.
Miss Cook descansaba en una habitación interior, mientras en la exterior se ubicaban Crookes y otros observadores. Después de 20 minutos a una hora, aparecía una figura materializada por el ectoplasma de la médium.
En aquellos días se desconocida la existencia de esa sustancia que permitía la aparición de una mujer que caminaba, hablaba y actuaba en todos los sentidos como un ser independiente de la médium. Durante 3 años se llevaron a cabo sesiones de materialización entre Florence Cook y Katie King. Vio a la aparición trasladarse con libertad, hablar y expresar emociones; la fotografió en varias ocasiones, obteniendo 44 fotografías; y describió la forma en que se desvanecía gradualmente para luego desaparecer “como una muñeca de cera que se derrite.”
Por último, Katie manifestó su imposibilidad para continuar materializándose. Había pasado una etapa muy penosa para expiar sus faltas, había cumplido su misión de demostrar la existencia del mundo espiritual y ahora estaba resuelta a elevarse a un grado superior.
Dos décadas después Florence se convirtió en noticia nuevamente, encontraron dentro del gabinete una tela blanca, que despertó sus sospechas de fraude y el veredicto inflexible concluyó que todo era una comedia. Con esto terminó la actuación de Florence Cook-Corner, aunque no se supo nunca si realmente hubo intención de fraude, para esconder el debilitamiento de su facultad.
Extractado del Blog Luz Espiritual.