4 de agosto de 2019

JUAN ANTONIO DURANTE


JUAN ANTONIO DURANTE


(1928 – 2011) Argentina


El 9 de noviembre de 2011, en la Ciudad de Buenos Aires, tras una prolongada enfermedad que consumió sus fuerzas físicas, partió hacia el Mundo Espiritual el alma luminosa de don Juan Antonio Durante, destacado médium, orador, traductor, escritor y dirigente espírita argentino.

Nacido en Buenos aires, el 17 de marzo de 1928, Juan Antonio abrazó con jóvenes veinte años los postulados del Espiritismo, orientado por el impulso idealista de su querida madre, doña Benita.

Realizó sus primeras labores doctrinarias en la Sociedad Espírita “Teresa de Ahumada”, y en la década de 1950 la “Confederación Espiritista Argentina” lo vio integrarse a sus filas como miembro de la Agrupación Juvenil “Manuel Porteiro”.

Poco después, desde la flamante Federación Espírita Juvenil Argentina (FEJA), luchó por hacer oír la voz de las juventudes idealistas de entonces.

En julio de 1958 viajó por primera vez al Brasil espírita, donde tuvo oportunidad de representar a la Argentina en un encuentro de jóvenes realizado en la ciudad de Teresina, estado de Piauí. Allí conoció al médium Divaldo Pereira Franco, cuya vida se convirtió para él en un ejemplo que marcó definitivamente su accionar en las filas del Consolador.

El 3 de octubre de 1965, junto a un grupo de jóvenes amigos, fundó la Institución Espírita “Juana de Ángelis”, de Buenos Aires, de la que fue Presidente durante varios períodos, así como Presidente Honorario hasta su desencarnación.

Se desempeñó también como Secretario General y Vicepresidente de la Confederación Espiritista Argentina. Durante la década de 1990, en su condición de representante del movimiento espírita confederado, cumplió un rol destacado en las históricas reuniones que dieron lugar a la fundación del “Consejo Espírita Internacional” (CEI), en el que trabajó durante años como miembro de su Comisión Ejecutiva.

En su carácter de orador, Juan Antonio es sin lugar a dudas el mayor divulgador de la doctrina espírita que ha dado nuestra Patria. Durante más de 50 años, recorrió el mundo entero dictando conferencias, cursos y seminarios, en más de 400 ciudades de 45 países. En muchos de ellos inspiró y promovió la fundación de grupos y centros espíritas, actividad por la que obtuvo el reconocimiento y la gratitud de innumerables compañeros e instituciones del Ideal.

En calidad de traductor de la lengua portuguesa, desde 1965 (año del lanzamiento del libro Mies de Amor en castellano), y gracias a su aporte de cientos de horas de dedicación y sacrificio, vieron la luz en idioma español cuarenta libros psicografiados por su entrañable amigo Divaldo, que permitieron a los espíritas de Hispanoamérica acceder al pensamiento de sabios Espíritus, tales como Juana de Ángelis, Manuel Filomeno de Miranda y Víctor Hugo, entre otros.

Como médium espírita cristiano, puso sus valiosas facultades al servicio del prójimo, brindando alivio y consuelo a infinidad de almas de este y del otro lado de la Vida, que hoy lo recuerdan con emocionada gratitud. Asistido por el Espíritu de don Cosme Mariño, líder del movimiento espírita argentino y uno de sus guías espirituales, escribió los libros “Del maestro al discípulo” (Librería Espírita Alborada) y “Prosigamos” (Edicei). Nos deja asimismo un importante y valioso caudal de textos inéditos.

Fuente consultada: Confederación Espiritista Argentina (CEA), Memoria, Ejercicio 112º, Asamblea de Delegados del 1º de septiembre de 2012.

Tomado del Sitio "Confederación Espírita Argentina".



La Voluntad, arma del subconsciente

La Voluntad, arma del subconsciente

Artículo de Wallice

Hablamos de cambios, de progreso, de cosas nuevas y lo decimos como si fueran cosas fáciles de lograr. Pero al evaluarnos vemos cuán difícil es lograr los cambios que reconocemos como necesarios. Definitivamente la tarea más difícil para un ser humano es cambiar, especialmente porque tenemos primero que “desaprender” tantos conceptos equivocados que hemos recogido a través de tantas encarnaciones.

¿Qué hace que algunas personas logren estas cosas más fácilmente que otras? La raíz de todo cambio es la voluntad. Aun sabiendo intelectualmente que debemos hacer algo para nuestro propio beneficio, esto será en vano si nuestra voluntad es nula o débil. La voluntad es nuestra capacidad de mantener nuestra atención enfocada activamente en un objetivo durante el tiempo suficiente para lograrlo; es la antítesis de la inercia, es la fuerza que mueve ideas hasta convertirlas en efectos manifestados.

Si no tenemos la suficiente fuerza de voluntad quedaremos relegados a los grupos de espíritus que amparan su desarrollo lento bajo frases como “yo he tratado pero no puedo”, “Dios lo quiso así”, y otras. Por lo tanto, en vez de concentrarnos en muchos campos de cambio a la vez, quizás debamos en vez prestarle mucha más atención a nuestra voluntad.

La voluntad es parte del arsenal del subconsciente, encargado de contribuir en parte a aflorar y nutrir nuestra naturaleza creadora. Un problema mayor en este campo es nuestra indecisión. Al subconsciente se le hace sumamente difícil ayudarnos a crear cuando le estamos enviando continuamente mensajes conflictivos (directos e indirectos). Por ejemplo, decimos que queremos contener nuestra ira, pero nutrimos actitudes agresivas; queremos ser más saludables pero continuamos los mismos patrones de nutrición.

Ejercitar nuestra fuerza de voluntad — comenzando con proyectos pequeños y aumentando su envergadura — le envía un mensaje al subconsciente recalcándole una y otra vez que lo tratado (lo que queremos lograr) es importante. Poco a poco esta potente espada se va fortaleciendo y el subconsciente aprende a trabajar de la mano con nuestra voluntad.

Sin embargo, el desarrollo de la fuerza de voluntad es también una posible arma de doble filo que puede usarse tanto para el bien como para el mal. Si la voluntad se desarrolla sin el énfasis en también expandir nuestra conciencia permitiendo el libre flujo universal a través de nuestro espíritu, podríamos tener en nuestras manos un arma que nos causará peor retraso. Esto lo vemos diariamente en personas que “logran todo lo que se proponen”, pero en muchos casos lo logran sabiendo — admitidamente o no — que sus acciones son poco honorables y van contra la naturaleza de su espíritu.

La voluntad es siempre la llave que nos abre las puertas a nuevos estados de desarrollo espiritual.

Tomado del Blog "La Weblog Espírita de Mari"


“Naturaleza y Espiritismo”

VI Congreso Espírita Mundial 2010 - Edwin Bravo

“Naturaleza y Espiritismo”


…hoy que está de fiesta España y que es El Día de la Hispanidad, en realidad para los que venimos de América hace muchos años más de 500 años España llegó a las Américas y nos llegó a imponer religiones y nos llegó a imponer y a invadir nuestras tierras y ahora un indígena de allá viene aquí con ustedes.… Igual que los Mayas cuando tenían que hacer sus pirámides, tenían que cortar los árboles para hornear lo que se llamaban estucos, ósea como el cemento para sus pirámides, fueron tan grandiosos en sus estructuras que se acabaron los árboles y nosotros estamos haciendo lo mismo. Esta es una imagen de Haití vean ustedes la deforestación tan severa que fue causa también del desastre que ocurrió allá.

…porque hay veces que a la gente cuando está sentadita así, así que bonito hablo, que bonitas sus enseñanzas pero no se transforma a sí mismo, yo no quiero que digan qué bonita fue la conferencia, yo quiero que cuando salgan por esa puerta digan que vino a un Congreso Espírita y que ahora tienen intención de cambiar.

…Pues bien, yo los invito como me invitó El Libro de los Espíritus a mí. Examinar la obra, buscar el artífice, quién construyó ese cielo, quién construyó ese mar, quién le dio el color a las flores. Fueron los científicos, fue su dinero... Mis hermanos, apenas manipulamos células madres, no podemos hacer más que manipular, entonces el hombre orgulloso no admite nadie superior a él por eso no cree en Dios. Entonces cuando el hombre orgulloso se encuentra la catástrofe se encuentra ante la nada, se encuentra ante lo que muchos de nosotros hacemos, será que él seguirá esperando nuestra acción.

Extractos de "Revista Espirita FEE"


Todos Tenemos una Función en Relación a Nuestro Adelanto

El Cielo

Todos Tenemos una Función en Relación a Nuestro Adelanto

por Allan Kardec.

Todas las inteligencias contribuyen, pues, a la obra general en cualquier grado que se encuentren, y cada una según la medida de sus fuerzas. Unas en el estado de encarnación, otras en el estado de espíritu. Todo es actividad, desde el pie hasta la cumbre de la escala. Todos instruyéndose, prestándose un mutuo apoyo, dándose la mano para llegar a la cima. Así se asienta la solidaridad entre el mundo espiritual y el mundo corporal, o dicho de otro modo, entre los hombres y los espíritus, entre los espíritus libres y los cautivos. Así se perpetúa y se consolidan, a través de la depuración y la continuidad de las relaciones, las simpatías verdaderas y los nobles afectos.

En todas partes, pues, todo es vida y movimiento. Ni un rincón hay en el infinito que no esté poblado, ni una región que no sea incesantemente recorrida por innumerables legiones de seres radiantes, invisibles a los sentidos groseros de los encarnados, pero cuya contemplación llena de admiración y de la alegría a las almas libres ya de la materia. En todas partes, en fin, hay una dicha relativa para todos los progresos, para todos los deberes bien cumplidos. Cada uno lleva consigo los elementos de su dicha, en proporción a la categoría en que le coloca su grado de adelanto. La dicha radica en las cualidades propias de los individuos, y no en el estado material del centro en que se encuentran. La dicha está, pues, en todas partes donde haya espíritus capaces de ser felices, y no tiene ningún sitio señalado en el Universo. En cualquier lugar en que se encuentren los espíritus puros puede contemplarse la Divina Majestad, porque Dios está en todas partes.

Sin embargo, la dicha no es personal, es decir, tan sólo para uno mismo. Si no procediese más que de nosotros mismos, si no pudiéramos compartirla con otros, sería una dicha egoísta y triste; y de aquí que también consista en la comunión de pensamientos que une a los seres simpáticos. Los espíritus felices, atraídos los unos hacia los otros por la similitud de ideas, gustos y sentimientos, forman amplios grupos o familias homogéneas, en medio de las cuales cada individualidad irradia con sus propias cualidades, y recoge los efluvios serenos y benéficos que dimanan del conjunto, cuyos miembros, tan pronto se separan para desempeñar su misión como se reúnen en un punto del espacio para compartir el resultado de sus trabajos, o alrededor de un espíritu de un rango más elevado para recibir sus advertencias e instrucciones.

Extractos del Libro "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.