3 de mayo de 2019

La Decisión del Aborto

Espiritismo, librepensador,  Allan Kardec,

La Decisión del Aborto

 
¿En qué instante el soplo Divino pasa a animar el cuerpo de aquel nuevo ser que pronto surgirá en la Tierra?
La respuesta a estas preguntas siempre inquietó  a la Humanidad. Meditaron sobre ella filósofos,  religiosos y  científicos. Solamente la religión  ofrece certezas. Las diversas tradiciones religiosas, alrededor del Mundo, guardan entre si muchas cosas en común, casi todas las religiones enseñan que la vida se inicia en el momento de la concepción.
En aquel momento en que el espermatozoide fecunda el óvulo, se inicia lo más complejo y conmovedor proceso:  la formación de un nuevo cuerpo humano.
Por eso, también, las religiones son unánimes en reprobar el aborto. La única excepción es cuando el embarazo amenaza la vida de la madre. Y eso también es una unanimidad entre las creencias.
Bueno, si es así, si todas las religiones humanas desaconsejan el aborto, ¿por qué la Humanidad insiste en el abortamiento?
¿ El qué hace que un padre o una madre, decidan matar a su hijo?.¿Que nos mueve a tomar una actitud que hace víctima a una frágil criatura desprotegida?
Respuesta: nuestro egoísmo. Cuando nos vemos en una situación que amenaza nuestro confort, en general nos defendemos escogiendo una actitud defensiva. El problema es cuando nuestra actitud viola los derechos de los demás. Y eso, definitivamente, ocurre cuando se hace el aborto.
Sí, porque en el silencio del vientre crece un cuerpo que ya tiene dueño. Será morada de un Espíritu inmortal, abrigará a un hijo de Dios.
¿Cuántas veces nosotros, los que creemos en Dios, pensamos que aquel cuerpo en formación es la morada de un hermano nuestro? ¿Un ser especial que las manos de Dios depositaran en nuestros brazos?
Y ¿cómo recibimos esa nueva vida? ¿Qué hacemos con el Divino regalo que nos llegó a las manos? ¿Será correcto sofocarlo cuando está todavía tan frágil y pequeñito? No. La vida pide protección, amparo.
En todos los países e idiomas del Mundo, la maternidad es alabada como sublime. No podemos, en nombre de la modernidad, corromper los valores morales y éticos que heredamos. La ley natural es la del progreso. Jamás de retroceso. Hoy, el discurso de mucha gente es que la mujer debe tener poder de decisión sobre su cuerpo. La legalización del aborto es tratada como avanzo de los derechos humanos, pues se alega que la medida va a proteger las mujeres pobres que hacen abortos ilegales.
Son argumentaciones equivocadas. Primero, porque el feto es otro ser, él no es parte del cuerpo de la madre. Y cabe la pregunta: ¿De qué derechos humanos hablamos? Derechos humanos están para garantizar prácticas éticas y no legalizar un asesinato de niños.

Extractado del Blog Albacete Espírita.



MI COMENTARIO
En este tema lo que prima es la decisión personal de cada uno. Es la simple aplicación de la libertad que tiene cada espíritu en tomar decisiones. Luego deberá enfrentar sus consecuencias, felices o infelices. Algunos optarán por el aborto y otros lo considerarán asesinar a otro ser humano.
Para el espiritismo kardeciano, el espíritu termina de encarnar en el momento que nace. O sea que en la concepción se da comienzo a la construcción de un cuerpo hasta el alumbramiento. Por lo que no habría un asesinato de un ser aún nonato.
Si bien podría no estar asesinando, algo que los espíritas sabemos que no puede ocurrir, en definitiva está impidiendo la encarnación de un espíritu que de alguna manera su nueva vida estaba consensuada desde el plano espiritual y resulta trunca.
También cabe la posibilidad de otras circunstancias que pueden llevar a cabo un aborto y no sabemos en profundidad las circunstancias de los implicados en cada caso.

La Ciencia del Mal

La Ciencia del Mal

Las investigaciones que llevan décadas realizándose sobre la maldad en los seres humanos nos han dejado muchos y valiosos datos. Aunque es cierto que seguimos lejos de encontrar el factor con mayúsculas que lo defina. Vamos a tener que empezar a aceptar que las personas malvadas son bastante más parecidas al resto de las personas de lo que seguramente estamos preparados para admitir.

La Ciencia del Mal...........



Guía y Libre Albedrío

Guía y Libre Albedrío

por Jacques Peccatte

A veces se ve el testimonio de personas que dicen estar bien guiadas, porque han atravesado muchas dificultades sin tropiezos. ¿Habría entonces unos guías mejores que otros? Dicho de otra manera, ¿guías buenos y malos? Dentro del desconocimiento de las relaciones con el más allá, algunos todavía pueden creer que los éxitos y las bondades de la vida están en función del valor y la calidad del guía. Habría que concluir entonces que todos los humanos que sufren o que viven en la miseria, están desatendidos y mal guiados, lo cual sería un contrasentido ante la inmanente justicia divina.

Este caricaturesco razonamiento viene de una idea también simplista: se quiere creer ingenuamente que con su influencia el guía podría evitarnos todas las dificultades de la vida y que tendría todo el poder para dirigirla. La realidad es muy otra, en la medida en que el papel del guía no es decidir en lugar de su protegido. Por medio de su influencia sutil, acompaña, vigila, trata de insuflar buenos consejos, buenas intuiciones que sean favorables a su desarrollo. Pero, él jamás está seguro de ser escuchado y seguido en su papel de consejero. Todo depende de la receptividad inconsciente del protegido y de su buena voluntad en asumir su vida.

Extractado de la Revista Le Journal Spirite.

Sobre que es la Sematología

Sobre que es la Sematología

por Allan Kardec.

El fenómeno es siempre provocado por causa de la aptitud de algunas de las personas que ensayan. La mesa no se limita a girar: se agita, se levanta, se yergue sobre un pie, se balancea como un barco, y acaba por sostenerse en el aire sin punto de apoyo.

Una cosa notable es que, pese a la inclinación que a veces toma la máquina, los objetos que hay encima de ella se mantengan sin caer; aun una lámpara, no corre ningún riesgo. Otro hecho no menos singular, es que estando inclinada, y por lo tanto, apoyada solamente sobre un pie, puede ofrecer una resistencia tal, que el peso de una persona no baste para vencerla.

Hasta aquí, los fenómenos no tienen ningún carácter esencialmente inteligente; pero no por ello dejan de ser curiosos y dignos de observación, como producto de una fuerza desconocida. Su naturaleza, por otra parte, es a propósito para convencer a ciertas personas a quienes no convencería ningún razonamiento filosófico. Este es el primer paso en la ciencia espirita, que nos conduce con entera naturalidad a los medios de comunicación.

Un Espíritu puede comunicar su pensamiento por el movimiento de un objeto cualquiera. El mismo resultado se obtiene con una mesa o un velador: colocados los dedos sobre el borde, sea uno solo, o sean varios, y evocado un Espíritu, si éste se presenta y si juzga del caso rebelarse, la mesa se levanta, se baja, se agita, y por sus movimientos hacia la derecha, hacia la izquierda o de balanceo, responde afirmativa o negativamente, por sus trepidaciones manifiesta su júbilo, su paciencia y hasta su cólera; algunas veces se inclina violentamente o se precipita sobre uno de los asistentes, como si hubiera estado impelida por mano invisible, y en este movimiento se reconoce la expresión de un sentimiento de afecto o de simpatía.

Uno de nuestros amigos estaba un día en su salón ocupado en manifestaciones de este género; recibió una carta, y mientras la leía, el velador avanzó hacia él, y se colocó, sin que persona alguna le influyera, al lado de la carta.

Terminada la lectura se puso la carta sobre la mesa que estaba al otro extremo del salón, y el velador la siguió y se precipitó sobre ella. De esto se dedujo la presencia de un Espíritu recién venido. simpático al autor de la carta, con quien se quería comunicar. Interrogado por medio del velador, quedaron confirmadas tales presunciones. Esto es lo que nosotros denominamos semantología o lenguaje por signos.

Conceptos Extractados de "Manual Práctico de las Manifestaciones Espíritas", por Allan Kardec.