19 de agosto de 2019

Entrevista al Padre François Brune 2/3

Entrevista al Padre François Brune 2/3

Autor del Libro “Los Muertos nos Hablan”

por José Lucas

¿Serán necesarios nuevos paradigmas para que la Ciencia descubra al Espíritu?

- Sí, creo que la Ciencia debe adaptarse a una realidad que le escapa en este momento. Podemos hacer una comparación: si yo fuera a pescar, para atrapar peces tengo que lanzar el hilo y tengo que adaptarme a la posición del pez. ¡No puedo pedir al pez que siga el atajo que corresponde a la posición de la línea! Las líneas son las teorías científicas para “atrapar” la realidad. Si conservo esa misma línea, nunca conseguiré “atrapar” tal realidad que se me escapa. Es, pues, necesario que la Ciencia acepte cambiar esos paradigmas, para adaptarse a nuevos niveles de realidad que de momento, repito, se les escapan.

¿Es verdad que en el Vaticano hay sacerdotes científicos que investigan esta área?

- Sí, tengo la certeza que existe un pequeño equipo, compuesto de dos o tres sacerdotes, que están al corriente y que conocen estos fenómenos. Si hacen ellos mismos las investigaciones, eso ya no lo sé. Estaba el sacerdote Andreash Resh, que creó un Instituto de Parapsicología, o “Instituts für Grenzgebiete dé Wissenschaft” –IGW- “, en Innsbruck. Él enseñó durante muchos años los fenómenos paranormales en un Instituto que dependía de la Universidad Pontificia de Latrão. Él abandonó esos cursos para dedicarse, ahora, a otros trabajos. Pero me contó que, a veces, algunos cardenales le llegaron a pedir si no podrían obtener alguna comunicación, por ejemplo, de sus madres. (risas).

¿La prueba científica de la inmortalidad será considerada una revolución para la humanidad, como lo fue la Revolución Industrial?

- Sí, normalmente debería ser hasta una revolución aún mayor, ¿pero nunca será así, sabe? En la Edad Media, en el Occidente, todos o casi todos creían en la vida eterna. ¡Y no se hicieron santos a causa de eso! Continuó habiendo criminales, había hombres llenos de orgullo, hombres ávidos de poder, de dinero… ¡Esa verdad no hizo al mundo cambiar mucho! Actualmente, creemos menos en la vida eterna y estamos tal vez más en riesgo de hacernos “monstruos”, pero no bastará “encontrar” la vida eterna para que todos se hagan “santos”.

De los casos que conoce, ¿qué objetivos tienen los espíritus, las personas fallecidas, que se comunican a través de la TCI o de los médiums? ¿Qué dicen ellos?

- Dos motivos fundamentales: el primero es el de consolar a los seres queridos que dejaron en la Tierra y que se encuentran, muchas veces, desesperados; el segundo es el de confirmar que la vida continúa inmediatamente después de la muerte, que Dios existe – lo dicen frecuentemente – ¡que nos espera, que nos creó por amor y que todo el sentido de nuestra vida en la Tierra es el de crecer en ese Amor!

Tomado del Sitio "Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís"


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Kardec sobre la Comunicación del 12 de junio de 1856 por el Espíritu de Verdad

Un Día Crucial (18 de abril de 1857)

Kardec sobre la Comunicación del 12 de junio de 1856 por el Espíritu de Verdad 

por Editorial

En una anotación de Kardec (inserta, también en “Obras Póstumas”), fechada el 1 de enero de 1867, escribía: “Diez años y medio después de habérseme dado esta comunicación, he comprobado que se realiza en todas sus partes, porque he pasado por todas las vicisitudes que me fueron anunciadas. He sido objeto de odio para mis enemigos encarnizados; he sufrido la injuria, la calumnia, la envidia y los celos (…)

No ha faltado quien ha dicho que los que tomaban mi partido, estaban sobornados por mí con el dinero que del Espiritismo sacaba. No he conocido el reposo; más de una vez he caído rendido por exceso de trabajo, mi salud ha sido alterada y mi vida comprometida”. “En tanto, gracias a la protección y asistencia de los buenos Espíritus que sin cesar me han dado pruebas de su solicitud, puedo reconocer que hasta esta hora no he experimentado ni un solo instante de desfallecimiento y que he perseverado constantemente en mi obra con el mismo ardor del primer día, sin preocuparme de la malevolencia de que sea objeto. Después de la comunicación del Espíritu de Verdad, yo debía atenerme a todos sus consejos y previsiones, y todo se ha cumplido”.

“Pero, al lado de todas estas vicisitudes, ¡qué satisfacciones no he experimentado viendo cómo la obra se ensanchaba de una manera prodigiosa! ¡Con qué creces no han sido compensadas mis tribulaciones! ¡Qué de bendiciones, qué de testimonios de verdadera simpatía no he recibido de parte de numerosos afligidos a quienes la doctrina ha consolado! Este resultado no me había sido anunciado por el Espíritu de Verdad, quien, sin duda deliberadamente, no quiso mostrarme más que las dificultades de la empresa. (…) Cuando recibía una decepción, una contrariedad cualquiera, me elevaba con el pensamiento por cima de la humanidad, penetraba por anticipado en la región de los Espíritus, y desde este lugar culminante desde donde descubría mi obra, las miserias de la vida resbalaban sobre mí sin hacerme daño. Me habitué tanto a esto, que los gritos de la injusticia jamás ofuscaron mi razón”.

Realmente los Espíritus Superiores que tutelaron y dirigieron el advenimiento del Espiritismo, no se equivocaron al elegir a Denizard Rivail para aquella hercúlea tarea. Era la persona adecuada en el momento histórico preciso y, verdaderamente, realizó un trabajo excelente: “El Libro de los Espíritus” fue una dignísima tarjeta de presentación en sociedad de aquella, de esta, extraordinaria doctrina que es el Espiritismo..

Extractos del Boletín "Flama Espírita"


La Palabra Demonio No Implica la Idea de Espíritu Malo

Ángeles y Demonios

La Palabra Demonio No Implica la Idea de Espíritu Malo

por Allan Kardec.

131 – ¿Existen demonios, en el sentido que se da a esta palabra?
– Si hubiese demonios, serían obra de Dios, ¿y sería Dios justo y bueno si hubiese creado seres consagrados eternamente al mal e infelices? Si hay demonios, es en tu mundo inferior y en otros semejantes donde habitan. Son esos hombres hipócritas que hacen de un Dios justo un Dios malo y vengativo, y creen serle agradables con las abominaciones que cometen en su nombre.
La palabra demonio no implica la idea de Espíritu malo mas que en su acepción moderna, porque la palabra griega daimon, de la que se origina, significa genio, inteligencia y se empleaba para designar a los seres incorporales, buenos o malos, indistintamente.
Se entiende por demonios, según el significado vulgar de la palabra, a seres esencialmente maléficos, que serían, como todas las cosas, creación de Dios. Ahora bien, Dios que es soberanamente justo y bueno, no pudo haber creado seres predispuestos al mal por su naturaleza y condenados eternamente. Si no son obras de Dios, serían como él eternos, o bien habría muchos poderes soberanos.
La primera condición de toda doctrina es la de ser lógica. Pues bien, la de los demonios, en su sentido absoluto, peca por esta base esencial.

Se comprende que en las creencias de los pueblos atrasados, que no conocían los atributos de Dios, fuesen admitidas las divinidades maléficas, como también los demonios, pero, es ilógico y contradictorio para los que sostienen que la bondad de Dios es un atributo por excelencia, suponer que pueda haber creado seres consagrados al mal y destinados a practicarlo perpetuamente, pues eso negaría su bondad. Los partidarios de la doctrina de los demonios se apoyan en las palabras de Cristo. No seremos nosotros quienes neguemos la autoridad de sus enseñanzas, que quisiéramos ver más en el corazón que en los labios de los hombres. Pero, ¿estarán bien seguros del sentido que él daba a la palabra demonio? ¿Acaso no se sabe que la forma alegórica era uno de los caracteres distintivos de su lenguaje y que todo lo que contiene el Evangelio no debe ser tomado al pie de la letra?

Extractos del Libro "El Libro de los Espíritus", por Allan Kardec.


Mi Comentario
Para la religión siempre existió un Dios bueno. Aquel dios que también era Padre, Hijo y Espiritu Santo. y por contraposición existía el Diablo, o sea el dios malo en lucha permanente.
El Espiritismo nos sacó de esa infantilidad y error. Con él podemos entender que Dios solo puede haber Uno y que los diablos y los demonios son simplemente Espíritus aún atrasados que gozan con su maldad porque aún no han conocido el bienestar que brinda la bondad.
A esos espíritus los llamaron ángeles caídos, súbditos del Diablo.
En la oración del padre nuestro la referencia..." libranos del maligno, amen"... se debe entender que nos debemos liberar del mal y de los malos espíritus que esos sí existen. Pero son Espíritus al igual que nosotros y no discípulos de un dios malo llamado Diablo.