1 de julio de 2019

¿Si hay Karma, no debe Existir la Caridad?

Mis Conceptos Espíritas - Comportamientos del Hombre

¿Si hay Karma, no debe Existir la Caridad?


Todos tenemos errores a corregir y por eso reencarnamos para intentar superarlos. Seguramente las mejoras nos harán pasar desagradables momentos hasta aprender a superarlos. Pero si bien la vida nos dá esa oportunidad, esto no significa que nadie deba darnos una mano en el camino a recorrer.

Para algunos espíritas este sufrimiento se justifica y hasta se alienta para que el alumno aprenda la enseñanza que los liberará de sus errores o peor dicho aún, como expiación de una culpa, vaya a saber de que origen y tiempo milenario que el Espíritu cometió cuando se nos dice que fue creado sencillo e ignorante. Pero esto es otro tema y merece artículo aparte.

Quien nace pobre o rico, tiene muy probablemente una lección para aprender. Unos por tener nada y otros por tener todo lo material ya resuelto, no evitan las contrariedades a sortear. Seguramente se las han propuesto a si mismos, puesto que nadie obliga al Espíritu cuando tiene cierta evolución.
Antes de nacer realizan un acuerdo con aquellos que lo ayudarán en su paso terrenal, para someterse a una prueba y superarla, aunque hoy no lo recuerden.

Todo lo que nos afecta como individuo debe ser resuelto y mejorado por méritos propios y a la vez como parte integrante de una sociedad, debe exigirse que nuestros representantes en los tres poderes de una república, cumplan con sus promesas pre electorales en garantizar la paz y el progreso de todos.

No se pueden echar culpas a nadie mas que a nosotros mismos por aquello que nos aqueja. Pero como seres humanos y con moral, siempre debemos colaborar con todo aquel que podamos ayudar.sin importar los errores a superar por el otro. En otro momento seremos nosotros mismos los que necesitaremos ayuda y aunque nadie podrá hacer el trabajo por nosotros mismos, será reconfortable saber que tenemos a alguien pendiente de nuestro progreso, del aliento, de una caricia al alma o de una palabra justa.

Un pobre triste, al igual que un rico depresivo, son ambos enfermos espiritualmente y necesitan la asistencia de otras personas para que visualicen la luz que los hará ir hacia el rumbo correcto y adquirir las armas intelectuales y morales que necesitan para salir de su empantanamiento espiritual.

Un Espíritu sano es aquel que siendo pobre es al mismo tiempo rico.

Nadie se debe sentir obligado a ser caritativo con los demás. Esa caridad nace en uno y la ejercita porque además siente que le da bienestar. Ser caritativo con el otro nos llena de inmensa felicidad. No lo hacemos solo por el otro, también nos sentimos felices y nos invade el amor cuando ayudamos a los demás. Ser caritativo es dar y recibir y no solo dar. Solo lo saben quienes experimentan ese acto de puro amor.


Tener Conversaciones Profundas Aumenta Nuestra Felicidad

Tener Conversaciones Profundas Aumenta Nuestra Felicidad


El acto de entablar una conversación con alguna persona, puede tener otras connotaciones que van más allá del el simple hecho comunicacional. Una buena conversación, profunda y con intimidad, puede ayudarnos a sentirnos contenidos, lo que promueve nuestra felicidad.

En el ser humano, la conversación se ha convertido en un símbolo representativo de su evolución; ya que en ella es posible descargar nuestros pensamientos y expresar nuestras ideas.

En líneas generales, una buena conversación es capaz de construir espacios seguros, donde nuestras emociones puedan manifestarse sin temores e intercambiarse distintos tipos de información; que permitan afianzar la sensación de confianza y constituirse de ese modo en una válvula de alivio, para drenar el estrés por medio de refuerzos positivos.

La conversación nos puede servir además para expresar algún deseo o dar una información a una tercera persona, sin que esto involucre algo más allá que una sencilla trivialidad.

Ahora bien, existe un tipo de conversación que sí tiene un especial significado para todos nosotros: es la conversación con contenido.

La conversación con contenido, o también llamada “conversación profunda” es aquella donde el ser humano se conecta con lo más profundo de su pensamiento; permitiendo que este fluya de manera ordenada y brindando una sensación de placer y bienestar.

Sitio Web "Mente Asombrosa"     Leer artículo completo >>>



El Espiritismo Otorga al Niño Libertad para Pensar y para Actuar

Educar para Trascender

El Espiritismo Otorga al Niño Libertad para Pensar y para Actuar

por Dante López

Transmitir a nuestros hijos de manera sistemática los conceptos emanados de la Doctrina Espírita les permite desarrollar sus capacidades intelectuales y emocionales de una manera superadora. Los niños que se sienten valorados, queridos, abrazados y contenidos son en general seres seguros de sí mismos, que aprenden a controlar sus emociones y relacionarse con su entorno con naturalidad y felicidad. Cuando un niño comprende que es libre para pensar y para actuar, que de él dependen su felicidad y su futuro, que en la vida todo tiende hacia el amor universal, adquiere herramientas que le permiten valorar mejor las alternativas que la vida le presenta.

Entender el concepto de Dios y sus leyes como palancas para la felicidad y el progreso lo preparan para aceptar las situaciones que la vida le presenta como propuestas y desafíos para su propio progreso y el de sus semejantes, evitando considerarlas como injusticias o castigos inexplicables. La diferencia es muy grande y los resultados son asombrosos. Los niños de las generaciones nacidas a finales de siglo XX y principio del XXI son identificadas por sus conciencias naturalmente más desarrolladas, que rechazan los dogmas y esperan justificaciones fundamentadas para asimilar los conocimientos.

Es una gran oportunidad para que las Instituciones Espíritas se pregunten si están en condiciones de servir a esa nueva generación necesitada de explicaciones y demostraciones que el Espiritismo puede brindar, pero que necesitan de un lenguaje moderno y atractivo, librado de atavismos y fórmulas perimidas que provienen de otros tiempos en los que Autoridad era sinónimo de Verdad.

Tomado del Blog "América Espírita"


El Sufrimiento Termina con el Arrepentimiento y la Reparación

El Sufrimiento Termina con el Arrepentimiento y la Reparación

por Allan Kardec.

Por las relaciones que el hombre puede ahora establecer con los que dejaron la Tierra, tiene no sólo la prueba material de la existencia y de la individualidad del alma, sino que comprende la solidaridad que enlaza a vivos y muertos en este mundo, y los de este mundo con los de otros mundos. Conoce su situación en el mundo de los Espíritus; les sigue en sus migraciones; es testigo de sus alegrías y de sus penas; sabe por qué son felices o desgraciados, y la suerte que le espera a sí mismo según el bien o el mal que hace. Estas relaciones le inician a la vida futura, que puede observar en todas sus fases, en todas sus peripecias; el futuro no es ya una esperanza vaga: es un hecho positivo, una certeza matemática. Entonces la muerte no tiene nada de horroroso, porque es para él la liberación, la puerta de la vida verdadera.

Por el estudio de la situación de los Espíritus, el hombre sabe que la felicidad y la desgracia en la vida espiritual son inherentes al grado de perfección y de imperfección; que cada uno sufre las consecuencias directas y naturales de sus faltas: es decir, que es castigado por donde pecó; que estas consecuencias duran tanto tiempo como la causa que las produjo; que así el culpable sufrirá eternamente si persiste eternamente en el mal, pero que el sufrimiento termina con el arrepentimiento y la reparación; entonces, como depende de cada uno de mejorarse, cada uno puede, en virtud de su libre albedrío, prolongar o abreviar sus sufrimientos, como el enfermo sufre de sus excesos mientras no pone término a ellos.

Si la razón rechaza, como incompatible con la bondad de Dios, la idea de las penas irremisibles, perpetuas y absolutas, a menudo infligidas por una sola falta; los suplicios del infierno que no puede suavizar él más ardiente y sincero arrepentimiento, se inclina ante esta justicia distributiva e imparcial, que le tiene en cuenta todo, jamás cierra la puerta del retorno, y que tiende sin cesar la mano al náufrago, en lugar de rechazarlo en el abismo.

Extractos del Libro "Caracteres de la Revelación Espirita", por Allan Kardec.


¿Porqué los Espíritus No Respondieron como se Esperaba?

Los Médiums Juzgados

¿Porqué los Espíritus No Respondieron como se Esperaba?

por Allan Kardec

Ante la prueba fallida hecha en EEUU. donde se premiaría con 2.500 francos a quienes publicamente demostrara fenómenos magnéticos por parte de Espíritus, esto dijeron los consultados...

– ¿Puede pedirse a los Espíritus que den signos materiales como prueba de su existencia y de su poder? Resp. – «Se puede sin duda provocar ciertas manifestaciones, pero no todos son aptos para esto, y a menudo lo que se pide, no se obtiene; ellos no están al capricho de los hombres.»

– Pero cuando una persona pide estos signos para convencerse, ¿no tendría utilidad satisfacerla, puesto que sería un adepto más? Resp. – «Los Espíritus no hacen sino lo que quieren y lo que les está permitido. Al hablar y al responder a vuestras preguntas atestiguan su presencia: esto debe ser suficiente para el hombre serio que busca la verdad en la palabra.»

Los escribas y los fariseos dijeron a Jesús: – Maestro, quisiéramos que nos hicierais ver algún prodigio. Jesús respondió: – «Esta raza mala y adúltera pide un prodigio, y no se le dará otro que el de Jonás» (san Mateo).

Nosotros agregaremos aún que es conocer muy poco la naturaleza y la causa de las manifestaciones si se cree que se puede estimularlas con una suma cualquiera. Los Espíritus desprecian la codicia tanto como el orgullo y el egoísmo. Y esta sola condición puede ser para ellos un motivo para no manifestarse. Por lo tanto, sabed que obtendréis cien veces más de un médium desinteresado que de aquel que está movido por el afán de lucro, y que un millón no lo llevaría a hacer lo que no debe. Si alguna cosa nos extraña es que se haya encontrado médiums capaces de someterse a una prueba en la que estaba en juego una suma de dinero.

Extracto de "Revista Espírita 1858", por Allan Kardec.