El Maravilloso Mundo de los Sueños
Cinco Tipos de Sueños Psíquicos
por Javier Gargallo.Dentro de los sueños psíquicos se pueden clasificar en cinco tipos:
1º Telepatía en los sueños: Básicamente hay una comunicación psíquica recíproca que no es otra cosa que la transmisión de pensamiento mientras dormimos, ejemplo; dos individuos se despiertan y descubren que han estado soñando lo mismo. Aquí las corrientes psíquicas pueden ser admitidas como una realidad.
2ª Apariciones de moribundos o visión a distancia:
Normalmente, cuando vemos a alguien que se está muriendo, nos pensamos que viene a darnos un último adios. En ocasiones es así, pero la gran mayoría de las veces realmente es el que sueña el que se desplaza hacia el que está moribundo.El espíritu del que dormita ha visto, percibido, sentido cosas que suceden lejos, ejemplo; sueño que se muere un familiar y me despierto sobresaltado, apunto la hora exacta de este sueño y al día siguiente me doy cuenta que realmente murió en ese mismo momento. Este tipo de sueños son muy interesantes y deben ser aceptados como comprobantes. En el libro “El mundo de los sueños” de Camille Flammarión hay documentados más de setenta casos distintos con estas características quedando demostradas ciertas percepciones que la acción inconsciente del cerebro no explica. Esto prueba que el ser humano está dotado de facultades aún desconocidas que le permite ver lo que pasa lejos sin usar el sentido de la vista.
3ª Sueños premonitorios o adivinación del porvenir:
En este tipo de sueños hay visión de acontecimientos futuros, se logra ver lo que no existe aún. Hay sueños premonitorios que han previsto y anunciado el porvenir con precisión, no tratándose de presentimientos vagos de doble o triple sentido y que puedan aplicarse a posteriori a muchos sucesos diferentes (como algunas predicciones de Nostradamus) sino de vista real y exacta. Estos sucesos se refieren, a veces, a las cosas más vulgares de la vida diaria.
En todas las épocas se han oído hablar de estos sueños. Se puede leer en Plutarco la trágica historia del asesinato de Julio César y el sueño premonitorio de su mujer Calpurnia, que hizo cuanto pudo para impedir que su marido fuera al senado. También Juana de Arco predijo su propia muerte al igual que David Fabricius, astrónomo alemán, predijo que moriría el 7 de Mayo de 1617, ese día tomó todas las precauciones para evitarlo y no salió de su casa. Por fin a las diez de la noche salió a tomar el aire y un campesino le mató.
La adivinación del porvenir es lo más extraordinario que hay, pues para que exista es preciso que el porvenir esté determinado de antemano. Aceptar esto implica entrar en un debate filosófico sobre el libre albedrío y el porvenir.
Hay dos posturas que conviene diferenciar. La primera es el llamado fatalismo donde el hombre es un ser pasivo que espera los acontecimientos, los cuales son inevitables. La segunda es el determinismo en el que la persona forma parte de las causas actuantes, es el artífice de su propio destino (ley de causa y efecto). No hay efecto sin causa. El efecto es el porvenir y las acciones del hombre son una de las causas, ya que diariamente nos estamos construyendo nuestro propio futuro.
“La personalidad humana forma parte de las causas en acción en la marcha de los acontecimientos terrestres” Esta es la solución al problema propuesto por Cicerón, San Agustín, Laplace y sus discípulos (1)
No siempre un sueño premonitorio se concretiza, ya que en ocasiones son avisos de nuestros guías espirituales para que tengamos cuidado y seamos prudentes.
4º Sueños pantomnésicos o reflexivos:
Son sueños en los que se accede al recuerdo del pasado, ya sea de vidas anteriores o de la actual. El espíritu fuera del cuerpo ve imágenes y recuerdos archivados en el subconsciente que están plasmados en la organización periespiritual. Para que esto se de es necesario que el espíritu realice una modificación vibratoria.
5º Sueños espirituales:
Por fin llegamos a los sueños de mayor interés, ya que invitan a la reforma interior. El espíritu, fuera del cuerpo, va a encontrarse con familiares, amigos, enemigos, guías espirituales, etc… y desarrolla la verdadera vida espiritual, que nada tiene que ver con las cosas y preocupaciones de la Tierra. Esta es la verdadera vida, la que encontraremos cuando desencarnemos.
Sencillamente cuando dormimos tenemos nuestra vida espiritual. La frase “El sueño es el hermano de la muerte” encierra una profunda verdad, así como esta otra, dicha por un santo “Morimos todos los días”. Esto tendría que quitarnos el miedo a la muerte.
Hay que confesar, en efecto, que lo que menos conocemos aún es nuestra propia naturaleza porque como dijo Sócrates “Conócete a ti mismo”
El conjunto de hechos psíquicos que hemos analizado demuestran que vivimos en medio de un mundo invisible, en el cual se ejercen fuerzas aún desconocidas. Lo que realmente sabemos son las limitaciones de nuestros sentidos terrestres.
Tomado del Blog "El Ángel del Bien"