29 de marzo de 2019

El hombre puede optar por tres alternativas al porvenir

El hombre puede optar por tres alternativas al porvenir

por Allan Kardec.

Con el panteísmo, desde el punto de vista moral, las consecuencias son también ilógicas. Por de pronto es para las almas, la absorción en un todo y la pérdida de la individualidad. Si se admite, según la opinión de algunos panteístas, que conservan su individualidad, Dios no tiene ya una voluntad única, es un compuesto de millones de voluntades divergentes. Siendo, pues, cada alma parte integrante de la Divinidad, ninguna es dominada por una potencia superior. No asume, por consiguiente, ninguna responsabilidad por sus actos buenos o malos, ni tiene interés alguno en hacer el bien, y puede hacer el mal impunemente, puesto que es señora soberana.

El hombre tiene tres alternativas según distintas filosofías: la nada, la absorción, o la individualidad del alma antes y después de la muerte. La lógica nos conduce inevitablemente a esta última creencia. Es también la que ha sido el fundamento de todas las religiones desde que el mundo existe.

Si la lógica nos conduce a la individualidad del alma, nos trae también esta otra consecuencia: que la suerte de cada alma debe depender de sus cualidades personales, porque sería irracional admitir que el alma rezagada del salvaje y la del hombre perverso estuviesen al nivel de las del sabio y del hombre de bien. Según la justicia, las almas deben tener la responsabilidad de sus actos. Pero para que sean responsables, es menester que sean libres de escoger entre el bien y el mal. Sin el libre albedrío hay fatalidad, y con la fatalidad no cabe la responsabilidad.

Conceptos Extractados de "El Cielo y el Infierno", por Allan Kardec.

MI COMENTARIO
La alternativa de LA NADA es bastante incongruente con la simple observación de la Naturaleza. ¿Si es evidente para muchos que detrás de la naturaleza debe inexorablemente existir una INTELIGENCIA SUPERIOR, que sentido tendría que esa inteligencia nos permitiera tener consciencia para luego terminar en la nada misma?
La otra alternativa de LA ABSORCIÓN o fusión en una masa llamada Dios o en simplemente un oceano de consciencias amalgamadas en la nada, sería algo similar a la anterior concepción.
La lógica y coherente es que si somos una individualidad, lo inteligente desde esa Suprema Inteligencia es que no desaparezcamos como tal. Esta alternativa es la que enseña LA DOCTRINA ESPIRITA.

Educación para la muerte

Educación para la muerte

por Marina Silva

Todos sabemos que nacemos y que, si bien es posible crecer y envejecer, la muerte será inevitable. Convivimos, a diario, con la idea de la muerte, a través de los medios de comunicación, a raíz del fallecimiento de personas conocidas o de familiares... Sin embargo, tales sucesos nos sorprenden como si no formaran parte de la naturaleza, como si ese no fuera el destino que nos espera a todos; de tal modo, nos rehusamos a tratar el tema con la profundidad necesaria, en un intento -incluso infantil- de ignorarlo o alejarlo de nuestra realidad existencial.

REFLEXIONES FILOSÓFICAS SOBRE LA MUERTE

Sócrates enseñaba que filosofar es aprender a morir. En su Apología, Platón describe de qué modo su maestro estimulaba a los ciudadanos de Atenas a que se ocuparan de la perfección del alma, y a valorarla más que al cuerpo. Para él, la muerte era algo tan natural como la vida; la superación de la angustia y del miedo a la muerte liberaría al hombre.

La filosofía griega reconocía la susceptibilidad del ser humano para con la muerte, y Sócrates relacionaba la misión educativa con el cuidado del alma, a través del conocimiento de la verdad. Platón defendía la idea de que el alma seguía existiendo tras la muerte del cuerpo. El cuerpo era la cárcel del alma, de modo que morir no era otra cosa más que alcanzar la libertad.

En la Edad Media, la muerte era un ritual de pasaje desde las cosas transitorias hacia las eternas. El moribundo la esperaba en su casa, acostado y mirando hacia arriba, donde estaba el Cielo. Era una gran ceremonia pública en la que las mujeres lloraban, se arrancaban los pelos y se rasgaban las vestimentas; la preocupación principal no era la muerte, sino la salvación del alma. En esa época, la idea griega de la muerte como liberación dio lugar al terror de la condena del alma en el Infierno, y es posible que los escenarios infernales pintados por los artistas medievales hayan estimulado a muchos hombres al materialismo del período posterior. Así pues, esta concepción teológica medieval, junto con la negación materialista -incentivada en la Edad Moderna-, son las principales formadoras de los conceptos occidentales acerca de la muerte, los cuales han sido heredados por la Edad Contemporánea: por un lado, los creyentes en la salvación o la condena eternas; por el otro, aquellos que creen que la muerte es el fin.

Extractado de la Revista La Idea  - Centro Espírita Argentino.

Desarrollo científico del Espiritismo

Desarrollo científico del Espiritismo


En la historia, hubo una gran separación entre lo que era el materialismo y la religión. Todo lo que no puede demostrarse por el método científico es considerado místico o fantasioso, saliendo Dios del contexto de la ciencia.
La justificación que ha venido utilizándose es que la religión hacía que el hombre estuviera sometido. En los siglos XVIII y XIX el materialismo se hizo muy presente, todo debía de ser comprobado físicamente, matemáticamente, filosóficamente, sino perdía su valor. Y el espiritismo nace en la cuna de la ciencia.

Allan Kardec, aun escéptico con los fenómenos de las mesas giratorias, después de ser invitado a uno de los salones más representativos de la alta sociedad parisiense, observa cuidadosamente y empieza a buscar la razón por la cual, tales fenómenos ocurrieran. A partir de ahí, empezaron las investigaciones, dando lugar a la hoy conocida como doctrina de los espíritus, donde, por primera vez, el propio fenómeno da respuesta y explica su verdadero origen. Algo no solo innovador sino también único. La doctrina espirita se fundamenta en tres aspectos principales: filosófico, científico y religioso (en España este último se entiende más como Moral o de consecuencias morales).

Isis Sinotti da un ejemplo muy esclarecedor sobre este tema en la “Serie psicológica Joanna de Angelis”, refiriéndose al pensamiento científico. Comenta que, asistiendo a un documental, ve a un científico que, levanta un cono y pone a un ratón dentro del cono, Seguidamente, introduce a un gato suelto dentro de este ambiente, y comenta que él sabe que el ratón está dentro del cono y el gato irá en su búsqueda. ¡Y eso hizo el gato! A partir del momento en que el gato entra en el cono, nadie más podría ver lo que lo que habría de suceder en el interior, pero es fácil que podamos deducir lo que sucedió: lo más probable es que el gato cazara al ratón. El científico concluye que eso es ciencia, todo el proceso de investigación en sí. Si nosotros nos dedicásemos ahora a empezar a indagar todas las posibilidades al respecto de si el gato persiguió al ratón, o la inversa; este sería el aspecto filosófico del experimento. Y la religión se halla justamente donde nuestra razón o nuestra objetividad no encuentra respuestas. Porque la religión iría más allá de lo que la razón puede explicar.

El aspecto moral tiene que transcender el Ser.

Extractado de la Revista Espirita FEE.

El éxito de la espiritualidad superior

El éxito de la espiritualidad superior

por Nubor Orlando Facure

La Espiritualidad Superior introdujo los cambios necesarios para el éxito del proyecto humano realizando intervenciones en los dos planos de la vida.

Nuestros talentos o aptitudes para el bien o para el mal son fruto de nuestro propio mérito. La perseverancia perfecciona el artista, el estudio construye el genio, la serenidad modela el santo, persistir en el vicio estaciona, perjudicar al prójimo esclaviza a la falta cometida, huir de la lección aplaza la enmienda.

Tanto la apariencia que cada uno presenta, como el ambiente que en la vida nos localiza, son situaciones momentáneas, adecuadas a nuestras necesidades. Un labrador que se agota en la tierra puede estar viviendo la lección de la simplicidad y de la paciencia. Un político público puede estar experimentando el compromiso del poder. Un líder religioso puede estar aprendiendo la perseverancia y la fe. La familia que nos acompaña, con dedicación o con dificultades y exigencias, representan créditos o protección, cuentas a pagar o correcciones a aceptar en nosotros mismos.

Somos expresiones parciales de las múltiples vivencias que ya experimentamos en diferentes existencias. Talentos y deficiencias están frecuentemente inmersos en la ley de olvido transitorio que nos protege.

En la reencarnación, la misericordia divina nos favorece la bendición de recomienzo ignorando un pasado de culpas.

Para la Doctrina Espírita, no cabe cualquier idea de superioridad de raza, de género, de profesión o de prestigio social. Lo que nos vale es el bien que hagamos al prójimo y la transformación para mejor que hayamos hecho.

Cada niño acumula la suma de las personalidades que desenvolvió en el transcurso de milenios y la inocencia de los primeros años es oportunidad de cambiar comportamientos, transformar sentimientos y adquirir nuevos valores.
Padres y hermanos, profesión y matrimonio, fortunas y privilegios son préstamos transitorios que exigirán prestación de cuentas. “La vida nos dará lo que buscamos y nos cobrará lo que recibimos”.

“La genética señala, pero no realiza lo que sea de nuestro compromiso”. En verdad, “somos herederos de nosotros mismos”, es nuestro pasado el que nos representa en el palco de la vida.

La Ciencia oficial todavía no se dio cuenta de la “dimensión espiritual” y de cuanto ella influye en nuestras vidas.

Extractado del Blog Córdoba Espírita.