16 de octubre de 2019

Sueños Psíquicos

El Maravilloso Mundo de los Sueños

Sueños Psíquicos

por Javier Gargallo.

Sueños Psíquicos: También llamados profundos o etéreos. Son una clase de sueños donde intervienen fuerzas psíquicas exteriores que pueden ejercer influencia sobre nuestro espíritu durante el sueño.
P. 402 de “El libro de los Espíritus” ¿Cómo podemos juzgar la libertad del espíritu mientras dormimos?
R. El espíritu posee más facultades que en estado de vela, tiene recuerdo del pasado (vidas anteriores) y a veces precisión del porvenir, adquiere mayor poder y puede ponerse en comunicación con otros espíritus, ya sean encarnados o desencarnados de este o de otros mundos.
En los sueños psíquicos ya no vemos ni oímos por los órganos físicos, sino que nuestras percepciones vienen a través de nuestro cuerpo fluídico por un sentido interior psíquico. Un claro ejemplo de este caso lo tenemos en los sonámbulos.

Nos comunicamos telepáticamente ¿Quién no ha soñado alguna vez que está volando? Esto es simplemente un recuerdo de cómo nos trasladamos en el plano espiritual.

P.403 de “El libro de los Espíritus” ¿Por qué no se recuerdan siempre los sueños?
R. El cuerpo es materia pesada y grosera, con dificultad conserva las impresiones que ha percibido el espíritu porque no las ha percibido por medio de los órganos del cuerpo.
En este tipo de sueños, el desprendimiento del espíritu con el cuerpo es mayor. Haciendo menos influencia la materia sobre el alma, esta puede disfrutar de más facultades y desarrollar mejor su actividad espiritual. Por el contrario el recuerdo es menor debido a la diferencia vibratoria de un plano a otro. Existe una posibilidad de recordar parte de esos sueños que se da en el momento de las migraciones (al pasar de un plano a otro o en el momento de regresar al cuerpo) y que se realiza a través del lazo fluídico que une el espíritu al cuerpo. Este recuerdo, desde mi punto de vista, no deja de producirse sino por alguna facultad mediúmnica del individuo, que puede ser mayor o menor dependiendo de la persona. La sensación al despertar es muy diferente a la del resto de sueños ya que modificamos considerablemente nuestra vibración. Por esta circunstancia las personas que tienen menos desarrollada esta facultad registran estos sueños a través de simbolismos, debido a la gran dificultad para hacer llegar una experiencia extracorpórea hacia el cerebro físico.
Aquí nos encontramos con el problema que tenemos para diferenciar lo que viene del cerebro y lo que proviene del alma. Por esta razón nos es tan difícil analizar los sueños que son verdaderamente importantes.

P. 404 de “El libro de los Espíritus” ¿Qué debe pensarse de la significación atribuida a los sueños?
R. Los sueños no son verdaderos en el sentido que entienden los que dicen la buenaventura, porque es absurdo creer que soñar tal cosa anuncia tal otra. Pero son verdaderos en el sentido de que presentan imágenes reales para el espíritu pero que con frecuencia no tienen relación con lo que ocurre en la vida corporal.
Aunque no se pueda recordar el sueño, si este es importante para la evolución del individuo, quedará gravado en la organización periespiritual y vendrá en el momento preciso como un sentimiento o intuición con el mensaje oportuno que debía llegar.
A medida que evolucione moralmente el hombre y predomine más lo espiritual sobre lo material, los recuerdos de estos sueños serán mayores y las percepciones psíquicas aumentaran.

Tomado del Blog "El Ángel del Bien"

No hace Kardec Alusión sobre el Budismo o el Islamismo, sino Sobre el Cristianismo

Jesús y Kardec: Dos Guías de una Misma Doctrina

No hace Kardec Alusión sobre el Budismo o el Islamismo, sino Sobre el Cristianismo

por Rosell Alfaro Martínez

En El Evangelio según el Espiritismo, cap. VI, punto 4, Kardec afirma lo siguiente: “... Jesús promete otro consolador: Espíritu de Verdad, que el mundo no conoce aún, porque no tiene la suficiente madurez para comprenderle y que le Padre enviará para enseñar todas las cosas y recordar lo que Cristo dijo... El Espiritismo viene en el tiempo señalado a cumplir lo que Cristo prometió: el Espíritu de Verdad ... De este modo el Espiritismo realiza lo que Jesús dijo del Consolador Prometido: conocimiento de las cosas, que hace que el hombre sepa de dónde viene y a dónde va y porqué está en la Tierra ...”

Entonces, ¿enseña la doctrina algo diferente a lo enseñado por Jesús? No, se fortalece y nutre de las sabias enseñanzas del Mesías. Hay muchas personas que dicen ser espiritistas y se atribuyen la facultad de imponer sus puntos de vista particulares, arguyendo de que entonces el Espiritismo en Oriente de tradición hindubudista será budista, en el Islam será musulmán, y que teniendo El Evangelio según el Espiritismo, tendremos así El Corán según el Espiritismo, eso pudiera ser así, pero lo que quizás no se han puesto a meditar tales personas es que el Espiritismo codificado por Allan Kardec no recoge como bien dice en El Libro de los Espíritus, conclusión VIII: “una moral diferente de la de Jesús”; entonces negar ello equivaldría a negar al Codificador, quien en su obra El Génesis según el Espiritismo, cap. I, item 42, nos dice: “Se reconoce que el Espiritismo realiza todas las promesas de Cristo con respecto al Consolador Prometido...”

No hace Kardec en toda su obra alusión alguna sobre el budismo o el islamismo, sino sobre el Cristianismo. ¿Dónde, pues, radica la confusión? Niega a una y estarás negando al otro, diría yo en particular. Tratan de confundir las bases sobre las que se apoya el Espiritismo, aun cuando el propio Codificador, que no es más que un digno y fiel defensor de la doctrina de Jesús, afirmó en un discurso en Lyon el 19 de septiembre de 1861, en la Revista Espírita bajo su dirección (Anuario Espírita/95, pág. 28, punto 2): “... El Espiritismo, al contrario, no tiene nada que destruir, porque se asienta sobre las mismas bases del Cristianismo; sobre el Evangelio, del cual no es sino su aplicación.”

Pero además nos dice: “... Por el Espiritismo Dios viene a hacer un último llamado a la práctica de la ley enseñada por Cristo: la Ley de Amor y Caridad.” (El Espiritismo en su más simple expresión, Mensaje Fraternal, pág. 38, punto 32 final).

Extractos del Boletín "Luz y Vida"

En la Célula se Hallan los Rudimentos de Espíritu

Laicismo Evolucionista

En la Célula se Hallan los Rudimentos de Espíritu

por David Grossvater.

Por los medios científicos sabemos que la Vida comienza en la célula. Cuando se juntan una serie de átomos que forman la molécula albuminoide, y ésta se transforma en proteína -protoplasma-. Se combinan en un ambiente adecuado de equilibrada proporción y sufren una mutación de sustancia y estructura y surge la Célula. Es el paso de lo inorgánico a lo orgánico.

Asimismo, los diferentes grados de fuerzas inherentes en esas materias minerales que pasan a Célula, se fusionan y re transforman en una nueva modalidad cinética. Esa energía combinada es lo que llamamos Elementos-Espíritu.

Ya, pues, en la célula se hallan los rudimentos de espíritu; psiquis incipiente que comienza a grabar en sí su vivencia, su historia y lo archiva como memoria, recuerdos de las experiencias; es el comienzo de la Vida. La conjunción de las energías que contienen los átomos que forman el protoplasma se modifican en una nueva síntesis, se saturan a sí m!smos y toman la característica primigenia de espíritu en vías de su individuación.

Ya la ameba es casi todo un ente conteniendo un Bión Psíquico, comienzo de Espíritu. Como la célula es elemento base de lo carnal en evolución de los cuerpos, así el primer Bión energético, o corpúsculo espiritual en fomación ascendente, es base y principio de toda organicidad y Espíritu.

Extractos del Libro "Espiritismo Laico", por David Grossvater.

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 16 »

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 16 »


¿Quiénes eran aquellos trabajadores? ¿Era justo que el Director de la casa fuese molestado así, con tantas consultas, cuando los trabajos de administración podían ser delegados?
El amigo me ofreció las aclaraciones pertinentes, informándome que los mensajeros no eran simples cumplidores de determinada tarea, sino supervisores y jefes de servicio, todos ellos eran asistentes y asesores cultos y dignos, con enormes responsabilidades, y que solamente demandaban la presencia de Druso después de haber agotado todos los recursos posibles dentro de la autoridad a ellos confiada. El problema no era, pues, de centralización, y sí de lucha intensiva.
–¿Y aquél caso de la reencarnación pendiente? –me atreví a preguntar respetuosamente– ¿Puede la Mansión opinar con seguridad en la solución de semejante asunto?
El interpelado sonrió con benevolencia y respondió:
–Para que me puedas comprender, conviene aclarar que, si existen reencarnaciones ligadas a los planos superiores, hay otras que lo están directamente en los planos inferiores. Si la cárcel tiene razón de ser entre los hombres, de acuerdo con la criminalidad en el mundo, el infierno existe en la espiritualidad, en función directa de la culpa en las conciencias.
Y así como contamos en el plano físico con una justicia sinceramente interesada en ayudar a los delincuentes en su recuperación, a través de la libertad condicional y de las prisiones-escuelas, organizadas por las propias autoridades que dirigen los tribunales humanos en nombre de las leyes, aquí, también los representantes del amor divino pueden movilizar recursos de misericordia, beneficiando a espíritus deudores, siempre que se muestren dignos de la ayuda que abrevie su rescate y regeneración.
–¿Quiere decir –exclamé– que, en buena lógica terrestre, y recurriendo al lenguaje que utilizaría un hombre en la experiencia física, hay reencarnaciones en perfecta conexión con los planos infernales?...
–Sí. ¿Cómo no? Valen como preciosas oportunidades de liberación de los círculos tenebrosos. Y como tales reencarnaciones no poseen sino características de trabajo expiatorio, en muchas ocasiones son procesos planificados y ejecutados aquí mismo, por bienhechores autorizados para actuar y ayudar en nombre del Señor.
–Y en esos casos –aduje– ¿el instructor Druso dispone de la necesaria competencia para poder resolver los problemas de esa índole?
–Nuestro dirigente –contestó el cariñoso amigo– como es razonable, no goza de facultades ilimitadas, y esta institución es lo suficientemente amplia para requerir de él los mayores cuidados. No obstante, en los procesos reencarnatorios, funciona como autoridad intermediaria.
–¿De qué modo?
–Dos veces a la semana, nos reunimos en el Cenáculo 3
–¿Mensajeros de la luz? de la Mansión, y los mensajeros de la luz, a través de instrumentos adecuados, deliberan sobre el asunto, apreciando y considerando los procesos que nuestra casa somete a su juicio.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz



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