Jesús y Kardec: Dos Guías de una Misma Doctrina
No hace Kardec Alusión sobre el Budismo o el Islamismo, sino Sobre el Cristianismo
por Rosell Alfaro MartínezEn El Evangelio según el Espiritismo, cap. VI, punto 4, Kardec afirma lo siguiente: “... Jesús promete otro consolador: Espíritu de Verdad, que el mundo no conoce aún, porque no tiene la suficiente madurez para comprenderle y que le Padre enviará para enseñar todas las cosas y recordar lo que Cristo dijo... El Espiritismo viene en el tiempo señalado a cumplir lo que Cristo prometió: el Espíritu de Verdad ... De este modo el Espiritismo realiza lo que Jesús dijo del Consolador Prometido: conocimiento de las cosas, que hace que el hombre sepa de dónde viene y a dónde va y porqué está en la Tierra ...”
Entonces, ¿enseña la doctrina algo diferente a lo enseñado por Jesús? No, se fortalece y nutre de las sabias enseñanzas del Mesías. Hay muchas personas que dicen ser espiritistas y se atribuyen la facultad de imponer sus puntos de vista particulares, arguyendo de que entonces el Espiritismo en Oriente de tradición hindubudista será budista, en el Islam será musulmán, y que teniendo El Evangelio según el Espiritismo, tendremos así El Corán según el Espiritismo, eso pudiera ser así, pero lo que quizás no se han puesto a meditar tales personas es que el Espiritismo codificado por Allan Kardec no recoge como bien dice en El Libro de los Espíritus, conclusión VIII: “una moral diferente de la de Jesús”; entonces negar ello equivaldría a negar al Codificador, quien en su obra El Génesis según el Espiritismo, cap. I, item 42, nos dice: “Se reconoce que el Espiritismo realiza todas las promesas de Cristo con respecto al Consolador Prometido...”
No hace Kardec en toda su obra alusión alguna sobre el budismo o el islamismo, sino sobre el Cristianismo. ¿Dónde, pues, radica la confusión? Niega a una y estarás negando al otro, diría yo en particular. Tratan de confundir las bases sobre las que se apoya el Espiritismo, aun cuando el propio Codificador, que no es más que un digno y fiel defensor de la doctrina de Jesús, afirmó en un discurso en Lyon el 19 de septiembre de 1861, en la Revista Espírita bajo su dirección (Anuario Espírita/95, pág. 28, punto 2): “... El Espiritismo, al contrario, no tiene nada que destruir, porque se asienta sobre las mismas bases del Cristianismo; sobre el Evangelio, del cual no es sino su aplicación.”
Pero además nos dice: “... Por el Espiritismo Dios viene a hacer un último llamado a la práctica de la ley enseñada por Cristo: la Ley de Amor y Caridad.” (El Espiritismo en su más simple expresión, Mensaje Fraternal, pág. 38, punto 32 final).
Extractos del Boletín "Luz y Vida"
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