13 de marzo de 2019

El Astrónomo Flammarion

El Astrónomo Flammarion

por Eduardo Carvalho Monteiro

El gran escritor y astrónomo, Camille Flammarion (1842 – 1925), cuyo nombre significa aquél que trae la luz, pasó los últimos años de su vida en un palacete en Juvisy (Francia) que le fue donado por un amigo. Allá pudo construir un Observatorio y legar a la humanidad grandes trabajos científicos e importantes reflexiones filosóficas.

Reproducimos aquí, interesante artículo y a la vez entrevista del afamado escritor E. Percy Noel, Publicado en el Diario Excélsior, del 3 de septiembre de 1924 (México). Su título es: Cómo es el Alma, según Flammarion.

“La más inesperada impresión que se recibe de Flammarion, es la de su gran sinceridad y falta de pretensión. Siempre fue así. Nunca procuró títulos, ni honores; no quiere que lo conozcan como sabio. Hace algún tiempo le preguntó una señora en qué basaba ciertas previsiones astronómicas. –Fue una idea que se me ocurrió– dijo. Respuesta digna del profundo filósofo que es.
Otro día, me decía, bajo la cúpula del Observatorio de Juvisy: –Nunca encontré razones para que la ciencia se oculte bajo sombrío manto. Siempre la amé por la belleza que nos revela. ¡Oh! ¡El estudio! Jamás ambicioné otra cosa que poder estudiar.

El público juzga que sus libros acerca del cielo se leen con el placer de una novela. No obstante, su exposición, es la de la más exacta de las ciencias. Se puede decir, que en ellos está basada el alma de este hombre encantador, irradiando simpatía, con 80 años de edad, ojos llenos de dulzura, modesto, con su enmarañada cabellera blanca, sobre todo en los momentos en que muestra su tesoro.

En la cúpula del telescopio, se detuvo ante un mapa de la Luna y me dijo con una sonrisa: –Vea ahora mis propiedades– y marcó con el dedo un punto en el mapa, cierta mancha de la Luna a la que los astrónomos dieron el nombre de Flammarion. –Pero– agregó con su inalterable sonrisa –, no es bueno hablar de propiedades en estos días, cuando los impuestos son tan elevados.

El primer trabajo científico de Flammarion fue un tratado de matemática sobre las dimensiones de las estrellas, escrito a los 20 años, cuando estaba empleado en el Observatorio de Luxemburgo. Fue el primer sabio que enunció la idea de saber si Marte está habitado, problema al que consagró más de sesenta años de estudios científicos, que se tradujeron en varios mapas del planeta, los cuales cada año se tornan más completos.

Sus estudios sobre la muerte y sus misterios datan también de muchos años, pero no tienen el mismo carácter que sus trabajos sobre astronomía. Es el resultado secundario de su concentración en el estudio de los cuerpos celestes, de sus incansables esfuerzos para penetrar con la vista el espacio y para aprender los secretos guardados por la distancia.

Extractado de Anuario de la Federación Espírita Española.

Los problemas de la existencia


Los problemas de la existencia

por León Denis.

Si la vida está circunscrita entre la cuna y la tumba, si las perspectivas de la inmortalidad no vienen para alumbrar nuestra existencia, el hombre no tiene ya otra ley que la de sus instintos, la de sus apetitos, la de sus goces. Poca importancia tiene que le gusten el bien y la equidad. Si sólo aparece y sólo desaparece de este mundo, si se lleva con él, en el olvido, sus esperanzas y sus afectos, sufrirá tanto más cuanto más elevadas sean sus aspiraciones; amando la justicia, el soldado del derecho, se considera condenado por no ver casi nunca su consecución; apasionado por el progreso, sensible a los dolores de sus semejantes, se imagina que se apagará antes de haber visto triunfar sus principios.

Con la perspectiva de la nada, cuanto más habrá practicado la devoción y la justicia, más caerá su vida fértil en amarguras y en decepciones. El egoísmo bien comprendido sería la sabiduría suprema; la existencia perdería toda grandeza, toda dignidad. Las facultades más nobles, las tendencias más generosas del espíritu humano acabarían por marchitarse, por apagarse totalmente.

La negación de la vida futura suprime también toda sanción moral. Con ella, que sean buenos o malos, criminales o sublimes, todos los actos acaban con el mismo resultado. No hay compensaciones a las existencias miserables, a la oscuridad, a la opresión, al dolor; no hay más consuelo en la prueba, más esperanza para los afligidos. Ninguna diferencia espera, en el futuro, al egoísta que sólo vivió y a menudo a costa de sus semejantes, y el mártir o el apóstol que habrá sufrido, habrá sucumbido combatiendo por la emancipación y el progreso de la raza humana. La misma sombra servirá para ellos de mortaja.
Si todo acaba con la muerte, el ser no tiene ninguna razón para esforzarse, para contener sus instintos, sus gustos. Aparte de las leyes terrestres, nada puede retenerlo. El bien y el mal, el justo y el injusto también se confunden y se unen en la nada. Y el suicidio será siempre un medio de escapar de los rigores de las leyes humanas.

La creencia en la nada, al mismo tiempo que arruina toda sanción moral, deja irresoluto el problema de la desigualdad de las existencias, en lo que toca a la diversidad de facultades, de aptitudes, de situaciones, de méritos. En efecto, ¿por qué a unos todos los dones del espíritu y del corazón, los favores de la fortuna, mientras que tantos otros, tienen en reparto sólo pobreza intelectual, vicios y miseria? ¿Por qué, en la misma familia, los padres y los hermanos, nacidos de la misma carne y de la misma sangre, difieren en tantos puntos? Muchas cuestiones insolubles para los materialistas, así como para muchos creyentes. Estas cuestiones, vamos a examinarlas brevemente a la luz de la razón.

Conceptos Extractados de "El Porqué de la Vida", por León Denis.

Admitís que un Espíritu puede levantar una mesa


Admitís que un Espíritu puede levantar una mesa

por Allan Kardec.

 – ¿Qué es, pues, lo maravilloso según vosotros? – Lo que es sobrenatural. – ¿Qué entendéis por sobrenatural? – Lo que es contrario a las leyes de la Naturaleza. – ¿Acaso conocéis estas leyes con tanta perfección que os sea posible marcar un límite a la potencia de Dios? ¡Pues bien! Probad entonces que la existencia de los Espíritus y sus manifestaciones son contrarias a las leyes de la Naturaleza; que esto no es y no puede ser una de estas leyes. Seguid la Doctrina Espírita y ved si se eslabona con todos los caracteres de una admirable ley que resuelve todo lo que las leyes filosóficas no han podido resolver hasta este día. El pensamiento es uno de los atributos del Espíritu; la posibilidad de obrar sobre la materia, de hacer impresión sobre nuestros sentidos y como consecuencia de transmitir su pensamiento, resulta, si podemos expresarnos así, de su constitución fisiológica; luego no hay en este hecho nada de sobrenatural, nada de maravilloso. Que un hombre muerto y bien muerto, resucite corporalmente, que sus miembros dispersos se reúnan para volver a formar su cuerpo, he aquí lo maravilloso, lo sobrenatural, lo fantástico; eso sería una verdadera derogación que Dios no puede cumplir sino por un milagro, pero no hay nada de esto en la Doctrina Espírita.

Sin embargo, se dirá, admitís que un Espíritu puede levantar una mesa y mantenerla en el espacio sin punto de apoyo; ¿acaso no es esto una derogación de la ley de gravedad? – De la ley conocida, sí, ¿pero la Naturaleza ha dicho su última palabra? Antes que se hubiese conocido la fuerza ascensional de ciertos gases, ¿quién hubiera dicho que una pesada máquina llevando muchos hombres, pudiera triunfar a la fuerza de atracción? A los ojos del vulgo ¿no debería parecer maravilloso, diabólico? El que hubiera propuesto, hace un siglo, transmitir un despacho a 500 leguas, y recibir la contestación en algunos minutos, hubiera pasado por un loco; si lo hubiese hecho, se hubiera creído que tenía el diablo a sus órdenes, porque entonces sólo el diablo era capaz de ir tan aprisa. ¿Por qué, pues, un fluido desconocido, no tendría la propiedad en circunstancias dadas, de contrabalancear el efecto de la gravedad, como el hidrógeno contrabalancea el peso del globo aerostático? Hacemos esta observación de paso, que es una comparación, mas no una asimilación, y únicamente para demostrar, por analogía que el hecho no es físicamente imposible. Pero fue precisamente cuando los sabios, en la observación de estas especies de fenómenos, quisieron proceder por vía de asimilación que se engañaron. Por lo demás el hecho existe; todas las denegaciones no podrán hacer que no sea, porque negar no es probar; para nosotros no hay nada de sobrenatural; es todo lo que podemos decir por el momento.

Conceptos Extractados de "El Libro de los Médiums", por Allan Kardec.

MI COMENTARIO
No existe nada sobrenatural. Todo lo tildado como sobrenatural tiene una respuesta racional y ajustada a las leyes que rigen el universo. El problema radica en no saber los suficiente para dar la respuesta correcta.

Reflexiones: La rosa y el sapo

Reflexiones: La rosa y el sapo


Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa mas bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Está bien, si así lo quieres.

Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces:

Vaya que te ves mal. ¿Qué te pasó?

La rosa contestó: Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual.

El sapo solo contestó: Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la mas bella del jardín.

Moraleja:
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos mas que ellos,mas bellos o simplemente que no nos “sirven” para nada. Todos tenemos algo que aprender de los demás o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera seamos conscientes.

Anatomía del Periespíritu


Anatomía del Periespíritu

por Ricardo Di Bernardi

En el libro "Mecanismos de la Mediumnidad", de André Luiz, psicografiado por Francisco Cándido Xavier, encontramos elementos complementarios sobre el porqué de la liviandad del cuerpo espiritual de las entidades cuyo patrón vibratorio es más elevado.

Espíritus de alta jerarquía moral poseen vibraciones de alta frecuencia, o sea, las ondas que emiten o irradian son "finas" o de pequeño largo de onda. Las energías emanadas por las vibraciones de las moléculas periespirituales se interpretan también por una irradiación luminosa con colores típicos.

Los Espíritus son vistos por los videntes o descritos en las obras psicografiadas emitiendo colores y tonos bastante peculiares a su grado de adelanto.

Cuanto más primitiva sea la entidad espiritual, más oscuros los tonos de los colores y más opacos. A medida que ascienden a grados más elevados en la escala del progreso, pasan a emitir una luminosidad, por la postura mental adoptada, debido a situaciones momentáneas, las vibraciones se aceleran o se desaceleran, determinando modificaciones en la estructura del cuerpo espiritual, y todo el conjunto se altera.

Ejemplos prácticos de modificaciones profundas y graves, en el capítulo de las patologías del cuerpo astral, serían los casos descritos como de zoantropía o licantropía. En esas situaciones las formas periespirituales se animalizan por la postura de odio recalcitrante u otros sentimientos inferiores, deformantes del cuerpo espiritual. Se denomina como zoantropía (zoo = animal y anthropos = hombre ) a los casos donde el cuerpo espiritual por la deformación progresiva pasa a asemejarse a un animal. Licantropía (lican=lobo y anthropos = hombre) a los casos donde el cuerpo espiritual por la alteración degenerativa de la forma pasa a recordar la figura de un lobo, lo que nos hace recordar la leyenda del hombre-lobo que talvez tenga origen en el hecho de, por el fenómeno de la videncia mediúmnica, hayan sido vistos espíritus con este tipo de deformidad anatómica en su cuerpo astral .

Naturalmente que estas deformidades son transitorias y relativas al tiempo en que la entidad espiritual se mantiene en la actitud mental de odio.

Extractado del Blog ICERenacimiento.

¿Cuando el arrepentimiento es importante?


¿Cuando el arrepentimiento es importante?


¿Cuál es para los espíritas el valor del arrepentimiento y en qué momento él necesita ocurrir para tener validez?

El arrepentimiento es fundamental para la renovación del ser humano que se haya desviado del camino del bien. No hay un momento para que tenga mayor o menor validez. Así, tanto hace que el individuo se arrepiente de los errores cometidos mientras está encarnado o después de su desencarnación.

Sabemos, sobre la base de relatos hechos por los propios Espíritus, que la desencarnación es a menudo el aguijón que lleva a la persona a arrepentirse, lo que no es difícil de comprender.
Imaginemos una persona que se enriqueció a costa del erario, que falsificó, que engañó, ... Cuando regresa al plano espiritual, donde la riqueza y la posición social no tienen valor alguno, es común que esa persona sienta remordimientos y esos remordimientos pueden llevarla a arrepentirse sinceramente de los errores cometidos.

El Espiritismo enseña, sin embargo, que el arrepentimiento -aunque importantísimo- no basta por sí mismo. Es necesario añadir a él la expiación y la reparación, lo que lleva a muchos Espíritus a pedir la oportunidad de pasar por los mismos sufrimientos que causaron a otro (expiación), además de la necesaria reparación con que devuelven a sus víctimas aquello que les hayan tomado.

Extractado del Blog Espiritismo Siglo XXI.