26 de julio de 2019

Un Día Crucial (18 de abril de 1857)

Un Día Crucial (18 de abril de 1857)

por Editorial

Finalmente el gran día había llegado, “El Libro de los Espíritus” salía a la venta, en una edición costeada por el mismo autor. Verdaderamente fue un día crucial para la Humanidad. Aunque, ahora mismo, pudiera parecer petulante para muchos el pensar que aquel era un día de gran importancia, si nos colocamos en aquel momento histórico esa posible petulancia desaparece ya que no se puede obviar que: el Espiritismo surgió en Paris, sin duda en aquel momento la capital cultural del planeta; su autor no era un desconocido, sino que se trataba de un prestigioso pedagogo y librepensador, discípulo del gran Pestalozzi. Además, el Espiritismo no pasó en ningún momento inadvertido sino que suscitó encendidos, y también agrios, debates. Podría aplicársele aquel dicho cervantino apócrifo: Ladran, luego cabalgamos.

Hoy, a un siglo y medio de aquella publicación, el Espiritismo ha perdido la relevancia y el ímpetu iniciales. ¿Tal vez, porque el mensaje del Espiritismo, como todos los mensajes precursores, llegó demasiado pronto? O, ¿tal vez, porque la confusión entre Espiritismo, “espiritismos” y animismos y mediumnidades remunerados es fácil, a los ojos de los no espiritistas? A lo mejor habría que aceptar como cierta aquella afirmación de Camille Flammarion: El Espiritismo tiene generalmente mala reputación y se la merece. Sus adeptos carecen de método en su mayoría; no son ponderados y se dejan engañar por ilusiones (“La Muerte y su misterio”, Tomo III, Cáp. XI).

Matizamos los conceptos del párrafo anterior, en orden inverso a su exposición:

- El Espiritismo tiene mala reputación por la general ignorancia que hay sobre él; como decía el eminente exégeta de Kardec J. H. Pires: Es preciso no olvidarnos de esta desoladora verdad: el Espiritismo es todavía el Gran Desconocido, incluso hasta para los mismos espiritistas que creen conocerlo a la perfección (del Prólogo a la nueva traducción de “La Génesis”, publicada en 1981 por la Editora argentina 18 de abril). Así pues, la mala fama atribuida al Espiritismo es por desconocimiento del mismo, y es ese desconocimiento lo que produce que, inclusive en muchos de quienes a él se acercan, no se perciba suficientemente la comprensión de la necesidad de cambio en la manera de pensar y, por consiguiente, en los hábitos, que debería suscitar la práctica de la doctrina espiritista.

Extractos del Boletín "Flama Espírita"

Las Eternidades Serán más Largas para los que Persisten en la Maldad

Progresión de los Espíritus 

Las Eternidades Serán más Largas para los que Persisten en la Maldad

por Allan Kardec.

123 – ¿Por qué ha permitido Dios que los Espíritus puedan seguir el camino del mal?
–¿Cómo os atrevéis a pedirle a Dios cuenta de sus actos? ¿Pensáis que podéis penetrar en sus designios? Sin embargo, podéis decir así: La sabiduría de Dios está en la libertad que a cada uno concede de elegir, porque así cada uno tiene el mérito de sus obras.

124 – Puesto que hay Espíritus que desde el principio siguen el camino del bien absoluto y otros el del mal absoluto, ¿existen indudablemente grados entre estos dos extremos?
– Ciertamente que sí, y están allí la gran mayoría de Espíritus.

125 – Los Espíritus que han seguido el camino del mal, ¿podrán alcanzar el mismo grado de superioridad que los otros?
– Sí; pero, las eternidades serán más largas para ellos.
– Por esta expresión –las eternidades– debe entenderse la idea que los Espíritus inferiores se hacen de la perpetuidad de sus sufrimientos, puesto que no les es dado ver su término, y esa idea se renueva en todas las pruebas en que sucumben.

Extractos del Libro "El Libro de los Espíritus", por Allan Kardec.



P123 No podemos entrar a analizar a Dios. Solo podemos evaluar lo que Existe y como funciona. La LEY indica que solo podemos progresar en base a los méritos de las obras que encaremos y no recibiremos nada de manera gratuita
P124 Entre ambos extremos sin dudas existen innumerables grados de bondad o de maldad en relación a la evolución de cada Espíritu.
P125 Los Espíritus que persisten en el mal, tardarán mucho mas tiempo en ser felices eliminando sus imperfecciones. Todos tenemos una eternidad para llegar al mismo estado. La diferencia es que cuanto antes lo logremos, antes nos libraremos de sufrimientos.

Los Sueños Fueron Considerados en la Antigüedad como Visiones Proféticas

Emancipación del Alma: El Sueño y los Sueños

Los Sueños Fueron Considerados en la Antigüedad como Visiones Proféticas


Según concepciones antiguas, los sueños, muchas veces fueron considerados como visiones proféticas y reveladoras del futuro, por los cuales los hombres entraban en relación con los dioses o demonios. Otras veces, se perdían en diferentes interpretaciones, ligadas a supersticiones, creencias, astrología, numerología, etc.

La simbología de los sueños deviene de la imaginación y de la ignorancia de los hombres sobre las causas determinantes de los sueños. Aún hoy, existe mucha gente que es engañada, porque se complacen con estas veleidades, en la búsqueda de la riqueza fácil, de honras y pasiones, tornándose en juguete en manos de personas insensatas o espíritus livianos, burlones y obsesores.

Para los psicoanalistas, todo lo que existe en el mundo mental proviene de la experiencia de una vida única. Todo permanece en la memoria. Lo que está en el inconsciente, aflora en los sueños, que es una manifestación instintiva o mecanismo que trae ese contenido al recuerdo.

Los sueños son vistos como una válvula de compensación de las frustraciones diarias, y la actividad onírica siempre es vista como una profilaxis de la mente, o sea, un mecanismo para limpiar las redes nerviosas del cerebro.

Los patrones que aparecen en los sueños no son muchos; sin embargo, reflejan preocupaciones básicas de cada persona, como el nacimiento, la muerte, sexo, posesión, pérdida, siendo prácticamente imposible interpretarlos de forma padronizada.

Según la Doctrina Espírita, los sueños son un estado de emancipación del alma, como la catalepsia, la letargia y el sonambulismo. Son recuerdos de experiencias que el Espíritu vive, mientras está emancipado del cuerpo (LE, 402). Además, dicen los Espíritus en este mismo ítem: “Pero notad que no en todos los casos soñáis, porque no os acordáis siempre de lo que habéis visto o de todo lo que visteis. El recuerdo no os muestra el alma en todo su desarrollo.

A menudo sólo recordáis la turbación que acompaña a vuestra partida o reingreso, a lo que se agrega la memoria de lo que habéis hecho o de lo que os preocupaba en estado de vigilia”.

Tomado del Sitio "Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís"