11 de octubre de 2019

¿Qué Sabemos Sobre la Muerte?

El Misterio de la Muerte

¿Qué Sabemos Sobre la Muerte?

Por: Oscar M. García Rodríguez

Antes de responder a esta pregunta, parece pertinente hacernos previamente otra: ¿Qué sabemos sobre la Vida? Dar adecuada repuesta a esta segunda cuestión implicará encontrar la solución de la primera, pues ambas representan las dos caras de una misma moneda.

¿Dónde estará la frontera entre “materia muerta” y “materia viva”?. ¿Las moléculas orgánicas gigantes como el ADN son ya vida? Y los coacervados, ¿son seres vivos? Y, ¿qué decir de los virus, son ellos los primeros seres vivos? La frontera entre “materia viva” y “materia muerta” en las etapas primigenias, no parece ser una línea clara sino una zona difusa.

Sin lugar a dudas puede decirse que la existencia de un ser humano es, desde que nace, un camino hacia la muerte. Pero, ¿cómo definir con nitidez esa frontera que separa la vida de la muerte? Históricamente ha habido un debate entre “vitalistas” y “materialistas”. Para los primeros, la muerte de una persona se produciría cuando el alma abandona el cuerpo; para los segundos, la muerte sería sólo una fase más del ciclo de la materia.

A lo largo del tiempo, la determinación de la muerte de un individuo venía haciéndose mediante la observación de una serie de signos físicos tales como la palidez, el “rigor mortis” y el aparente cese de determinadas actividades o funciones de los órganos vitales: La respiración, el latir del corazón, el pulso y, más modernamente, el paro de la actividad eléctrica del cerebro evidenciado por el encefalógrafo. La fijación del momento de la muerte en los seres humanos ha sido siempre una cuestión de gran importancia, no sólo en su dimensión estrictamente orgánica, sino también por sus implicaciones metafísicas y jurídicas.

El avance en las técnicas de reanimación ha traído como resultado que numerosos individuos, aún manifestando en un primer momento gran parte de los antedichos síntomas, hayan podido mantener sus funciones vitales con ayuda de aparatos externos y que en un significativo número de casos, saliesen de esa zona fronteriza con la muerte. De ahí que se hayan multiplicado las llamadas “experiencias cercanas a la muerte”, que tan de actualidad han estado en los últimos años, aportando gran cúmulo de indicios que sugieren que la vida no termina con el cese de las funciones orgánicas y que la conciencia individual permanece íntegra más allá de dicho “límite”.

Tomado del Blog "Grupo Espírita de La Palma"

El Enigmático Jesús de Nazaret


El Enigmático Jesús de Nazaret


No existen evidencias arqueológicas que permitan verificar la existencia de Jesús de Nazaret. La explicación principal sería que Jesús, en vida no habría alcanzado relevancia suficiente como para dejar constancia en fuentes arqueológicas. En su momento no fue un importante líder político, sino un sencillo predicador itinerante.

A falta de pruebas de su existencia sí hay gran número de personajes, lugares y acontecimientos descritos en las fuentes.La inmensa mayoría de los eruditos que escriben sobre el tema aceptan que Jesús existió, aunque los estudiosos difieren acerca de sus creencias y enseñanzas, así como la exactitud de los relatos de su vida. Los únicos eventos sujetos a "asentimiento casi universal" son que Jesús fue bautizado por Juan el Bautista y que fue crucificado por orden del prefecto romano Poncio Pilato.

Por otro lado, Jesús, como muchos destacados dirigentes religiosos y filósofos de la Antigüedad, no escribió nada, o al menos no hay constancia alguna de que así haya sido. Todas las fuentes para la investigación histórica de Jesús de Nazaret son, por lo tanto, textos escritos por otros autores.

El más antiguo documento inequívocamente concerniente a Jesús de Nazaret es el llamado Papiro P52, que contiene un fragmento del Evangelio de Juan y que data, según los cálculos más extendidos, del 125 aproximadamente, es decir, casi un siglo después de la fecha posible de la muerte de Jesús, hacia el año 30. Si bien los testimonios materiales referentes a la vida de Jesús son muy tardíos, la investigación filológica ha logrado reconstruir la historia de estos textos con un alto grado de probabilidad, lo que arroja como conclusión que los primeros textos sobre Jesús (algunas cartas de Pablo) son posteriores en unos veinte años a la fecha probable de su muerte, y que las principales fuentes de información acerca de su vida (los evangelios canónicos) se redactaron en la segunda mitad del siglo I.

Existe un amplio consenso acerca de esta cronología de las fuentes, al igual que es posible datar algunos (muy escasos) testimonios acerca de Jesús en fuentes no cristianas entre la última década del siglo I y el primer cuarto del siglo II.

En el estado actual de conocimientos acerca de Jesús de Nazaret, la opinión predominante en medios académicos es que se trata de un personaje histórico, cuya biografía y mensaje experimentaron modificaciones por parte de los redactores de las fuentes.

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Carácter y Consecuencias Religiosas de las Manifestaciones Espíritas

Carácter y Consecuencias Religiosas de las Manifestaciones Espíritas


Las almas o Espíritus de quienes han vivido constituyen el mundo invisible que puebla el Espacio y en medio del cual vivimos. Dado que hay hombres, hay Espíritus, y si estos hoy pueden manifestarse, han podido hacerlo en todos los tiempos. La historia y las religiones de todos los pueblos constatan este hecho. No obstante, últimamente las manifestaciones de los Espíritu se han multiplicado y adquirido un carácter más real, porque entre los designios de la Providencia está el de poner término a la plaga de incredulidad y materialismo que azota al mundo, mediante pruebas evidentes, permitiendo a quienes han abandonado la Tierra venir a atestiguarnos su existencia y a revelarnos su situación feliz o desgraciada.

El mundo visible vive en medio del mundo invisible, están en contacto perpetuo y actúan incesantemente uno sobre el otro. Esta reacción es el origen de una infinidad de fenómenos considerados antiguamente sobrenaturales, debido a que se desconocían sus causas. La acción de un mundo sobre el otro es una de las leyes, una de las fuerzas naturales necesarias para lograr la armonía universal, como lo es la ley de atracción. Si esa interacción se suspendiese, la armonía desaparecería, como si se tratase de un mecanismo al que le faltara un engranaje. Al estar basada esta acción sobre una ley de la Naturaleza todos los fenómenos que produce son naturales. Se los creyó sobrenaturales porque se ignoraba su origen, tal cual sucedió con ciertos efectos eléctricos, lumínicos, etc.

Todas las religiones se basan en la existencia de Dios y tienen por meta el futuro del hombre más allá de la muerte. Ese porvenir, que es de interés capital para el hombre, está ligado íntimamente a la existencia de un mundo invisible. El conocimiento de ese mundo fue, en todas las épocas de la humanidad, objeto de búsquedas y de preocupaciones. La búsqueda se orientó de una manera especial hacia los fenómenos que atestiguan la existencia de ese mundo y, sin duda, la prueba más concluyente la constituyen las manifestaciones de los Espíritus, mediante las cuales los habitantes de ese mundo revelan su existencia. Por ese motivo, tales fenómenos son la base dogmática de todas las religiones

Extractos de "Revista La Idea" - Centro Espírita Argentino.

En la Antigüedad el Espiritismo era Objeto de Estudios Misteriosos

Ventajas de la Comunicación con los Seres Espirituales

En la Antigüedad el Espiritismo era Objeto de Estudios Misteriosos

por Amalia Domingo Soler.

La humanidad tiene que ser deista, siempre le quedará a los hombres ¡Un Dios a quién adorar y un infinito para vivir!.

El Espiritismo es fuerte, porque se apoya en las mismas bases de la religión; Dios, el alma, las penas y las recompensas futuras, sobre todo porque presentan esas penas y esas recompensas como naturales consecuencias de la vida terrestre y porque nada del cuadro que ofrece del porvenir puede ser rechazado por la razón más exigente. Muy equivocada idea se tendría del Espiritismo si se creyera que toma su fuerza en la práctica de las manifestaciones materiales, y que dificultando éstas, pueden minársele por su base. Su fuerza reside en la filosofía, en el llamamiento que hace a la razón y al sentido común.

En la antigüedad eran objeto de estudios misteriosos, cuidadosamente ocultos a los pueblos: hoy no tiene secretos para nadie, habla un lenguaje claro, sin ambigüedad, en él nada hay místico, nada alegórico susceptible de falsas interpretaciones. Quiere ser comprendido por todos, porque ha llegado la época de hacer conocer a los hombres la verdad; lejos de oponerse a la difusión de la luz, la quiere para todos; no exige una creencia ciega, sino que quiere que se sepa porqué se cree, y apoyándose siempre en la razón, será siempre más fuerte que los que se apoyan en la nada.

¿Qué hace la moderna ciencia espiritista?. Reúne en un cuerpo lo que estaba esparcido; explica en términos propios lo que sólo estaba en alegóricos; rechaza lo que la superstición y la ignorancia han engendrado, para no dejar más que lo real y positivo. Esta es su misión; pero la de fundadores no le pertenece. Enseña lo que es, coordina, pero no crea, porque sus bases han existido en todos los tiempos y lugares.

Extractos del Libro "La Luz del Porvenir", por Amalia Domingo Soler.

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 11 »

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 11 »


Nosotros, que hemos errado en las sombras y que somos atormentados viajeros del sufrimiento, nosotros, que conocemos el desierto helado y el suplicio del fuego en el alma oprimida, ¿podríamos encontrar mayor felicidad que la de subir algunos escalones hacia el Cielo, para descender luego con seguridad a los infiernos, y poder salvar a aquellos que más amamos, que están perdidos hoy, como nosotros ayer, en las furias de la miseria y la muerte?
Decenas de circunstantes se miraban entre sí, admirados y felices.
En ese momento, el mentor aparecía rodeado de una dulce claridad, que irradiaba de su tórax, con destellos azules y blancos. Miré a mi compañero y, notando que sus ojos estaban nublados por el llanto, traté de sofocar mi propia emoción.
El instructor no hablaba como el que expone una teoría. Estampaba en su voz la inflexión de quien trae en sí mismo un dolor inmensamente sufrido, y se dirigía a los humildes compañeros allí congregados, como si todos fuesen hijos queridos de su corazón:
–Supliquemos al Señor –prosiguió emocionadamente– que nos conceda fuerzas para obtener la victoria. Victoria que nacerá en nosotros para lograr la gran comprensión. ¡Solamente así, al precio del sacrificio, en el reajuste, conseguiremos el pasaporte liberador!...
Al hacerse el silencio, se levantó una señora de aspecto triste y, caminando hacia nosotros, se dirigió a él llorando:
–Amigo mío, perdóneme la interrupción. ¿Cuándo partiré para la vida terrestre con mi hijo? Siempre que puedo, le visito en las zonas tenebrosas... Pero ni me ve ni me escucha... sin darse cuenta de la miseria moral que lo envuelve, continúa autoritario y orgulloso... Pablo, no obstante, no es para mí un enemigo... es un hijo inolvidable... ¡Ah! ¿Cómo puede el amor contraer semejante deuda?...
–Sí... –exclamó Druso con reserva– el amor es la fuerza divina que frecuentemente vilipendiamos. Le tomamos simple y puro de la vida con que el Señor nos crió, y con él inventamos el odio y el desequilibrio, la crueldad y el remordimiento, que nos sumergen indefinidamente en las sombras... Es casi siempre por el amor, por lo que nos enredamos en hirientes laberintos, en lo referente a la Ley... Amor mal interpretado... mal conducido...
Como si volviese de una rápida fuga a su mundo interior, emitió un nuevo brillo en su mirada, acarició las manos de aquella torturada mujer, y dijo:
–Esperamos que pueda reunirse con él en breve, para dar comienzo a su valiosa empresa de rescate. Por los informes de que disponemos, no ha de demorarse mucho en las inhibiciones en que todavía se encuentra. Tengamos serenidad y confianza...

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz



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