Kardec Responde a Como se Realizó la Codificación
por Allan KardecA menudo se nos han preguntado sobre la manera por la cual obtuvimos las comunicaciones que son el objeto de El Libro de los Espíritus.
Resumimos aquí, con mucho gusto, las respuestas que hemos dado sobre ese tema, lo que nos proporcionará la oportunidad de cumplir un deber de gratitud para con las personas que han tenido a bien prestarnos su colaboración.
Como ya lo hemos explicado, las comunicaciones mediante golpes o, dicho de otro modo, a través de la tiptología, son demasiado lentas e incompletas para un trabajo de gran extensión; es por eso que nunca hemos empleado este medio: todo ha sido obtenido a través de la escritura y por intermedio de varios médiums psicógrafos.
Nosotros mismos hemos preparado las preguntas y coordenado el conjunto de la obra; las respuestas son textualmente las que han sido dadas por los Espíritus; la mayoría han sido escritas bajo nuestros ojos, siendo algunas extraídas de las comunicaciones que nos han sido dirigidas por nuestros corresponsales, o que hemos recogido en todos los lugares donde hemos estado para hacer estudios: con este fin, los Espíritus parecen multiplicar ante nuestros ojos los temas de observación.
Los primeros médiums que han colaborado con nuestro trabajo son las señoritas B..., cuya complacencia no nos ha faltado nunca: el libro ha sido escrito casi enteramente por intermedio de las mismas y en presencia de un numeroso público que asistía a las sesiones, en las cuales tenía el más vivo interés. Más tarde, los Espíritus prescribieron la revisión completa en reuniones particulares, para hacer allí todas las adiciones y correcciones que ellos juzgaban necesarias. Esta parte esencial del trabajo ha sido realizada con la colaboración de la señorita Japhet III,que se ha prestado con la mayor complacencia y el más completo desinterés a todas las exigencias de los Espíritus, puesto que eran ellos los que designaban los días y las horas de sus lecciones. El desinterés no sería aquí un mérito en particular, ya que los Espíritus reprueban todo el tráfico que pueda hacerse con su presencia; mas la señorita Japhet, que es igualmente una muy notable sonámbula, tenía su tiempo empleado útilmente: pero ella ha comprendido que también le daría una utilización provechosa al consagrarlo a la propagación de la Doctrina.
En cuanto a nosotros, hemos declarado desde el principio – y nos agrada confirmarlo aquí – que nunca hemos pretendido hacer de El Libro de los Espíritus el objeto de una especulación, debiendo su producto ser aplicado en cosas de utilidad general; es por eso que siempre tendremos gratitud para con aquellos que se asociaron, de corazón y por amor al bien, a la obra a la que nos hemos consagrado.
ALLAN KARDEC
Extracto de "Revista Espírita 1858", por Allan Kardec.