Evolución y Cuerpo Espiritual
Origen de la vida
Tratando de fijar las ideas acerca del cuerpo espiritual, será preciso remontarnos, de igual modo, al origen de la vida en la Tierra cuando cesaban las convulsiones telúricas, oportunidad en que los Ministros Angélicos de la Sabiduría Divina, con la supervisión del Cristo de Dios, lanzaron los fundamentos de la vida en el cuerpo ciclópeo del planeta.
La materia elemental, en la que el electrón es uno de los corpúsculos bases (*) en la etapa de experiencia evolutiva que analizamos, acumulada sobre sí misma al soplo creador de la Inteligencia Eterna, dio nacimiento a la providencia terrestre, en el Estado Solar al que pertenecemos, cuyos fenómenos, de formación original, no conseguimos por ahora adivinar en su más íntima estructura.
El inmenso horno atómico estaba preparado para recibir las simientes de la vida y, bajo el impulso de los Genios Constructores, que operaban en el orbe naciente, vemos el seno de la Tierra recubierto de mares serenos invadidos por una gigantesca masa viscosa extendiéndose en el seno del panorama primitivo.
De esa masa cósmica, emerge el principio inteligente en sus primeras manifestaciones...
Trabajadas en el transcurso de los milenios por los operarios espirituales que magnetizaron sus elementos, permutándolos entre sí bajo la acción del calor interno y del frío exterior, las mónadas celestes se manifestaron en el mundo a través de la red filamentosa del protoplasma, del que surgió la existencia organizada en el planeta creado. Transcurrieron siglos de actividades silenciosas sucesivamente...
(*) En la Esfera Espiritual en que cumplimos nuestro aprendizaje, el electrón es también una partícula atómica disociable. [Nota del Autor espiritual].
Extractos del Libro "Evolución en dos mundos", por André Luiz-Chico Xavier