7 de diciembre de 2019

Origen de la vida

Evolución y Cuerpo Espiritual

Origen de la vida


Tratando de fijar las ideas acerca del cuerpo espiritual, será preciso remontarnos, de igual modo, al origen de la vida en la Tierra cuando cesaban las convulsiones telúricas, oportunidad en que los Ministros Angélicos de la Sabiduría Divina, con la supervisión del Cristo de Dios, lanzaron los fundamentos de la vida en el cuerpo ciclópeo del planeta.

La materia elemental, en la que el electrón es uno de los corpúsculos bases (*) en la etapa de experiencia evolutiva que analizamos, acumulada sobre sí misma al soplo creador de la Inteligencia Eterna, dio nacimiento a la providencia terrestre, en el Estado Solar al que pertenecemos, cuyos fenómenos, de formación original, no conseguimos por ahora adivinar en su más íntima estructura.

El inmenso horno atómico estaba preparado para recibir las simientes de la vida y, bajo el impulso de los Genios Constructores, que operaban en el orbe naciente, vemos el seno de la Tierra recubierto de mares serenos invadidos por una gigantesca masa viscosa extendiéndose en el seno del panorama primitivo.

De esa masa cósmica, emerge el principio inteligente en sus primeras manifestaciones...

Trabajadas en el transcurso de los milenios por los operarios espirituales que magnetizaron sus elementos, permutándolos entre sí bajo la acción del calor interno y del frío exterior, las mónadas celestes se manifestaron en el mundo a través de la red filamentosa del protoplasma, del que surgió la existencia organizada en el planeta creado. Transcurrieron siglos de actividades silenciosas sucesivamente...

(*) En la Esfera Espiritual en que cumplimos nuestro aprendizaje, el electrón es también una partícula atómica disociable. [Nota del Autor espiritual].

Extractos del Libro "Evolución en dos mundos", por André Luiz-Chico Xavier

Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 66 »


Libro "Acción y Reacción" Chico Xavier\André Luiz « parte 66 »

Los grandes corazones de aquella casa de amor, lloraban igualmente como el mío, mísero pecador, en lucha para curar mis defectos y, contemplando a Alzira, que se hallaba ahora de pie, acariciando los cabellos del infeliz, tuve la idea de que un ángel del cielo visitaba a un penitente del infierno.
Fue Silas quien nos arrancó del silencio, ofreciendo el brazo a la abnegada hermana, conduciéndole a la salida y explicando servicial:
–La oración le proporcionó un inmenso bien, pero no le conviene despertar sino gradualmente. Todavía necesita el sueño natural y reparador para su recuperación.
Alzira se apartó aparentemente más tranquila, no obstante el golpe moral que le había causado el reencuentro.
Disfrutamos de algunos minutos de valiosa conversación en los diversos sectores de trabajo de aquel gran Instituto, hasta que, llegado el momento, nos ausentamos los cuatro, en camino hacia el antiguo hogar de nuestra hermana.
El paisaje terrestre se presentaba, en la madrugada, lleno de niebla espesa y fría.
De vuelta a los viejos lugares en que había sufrido sus dolorosas experiencias, Alzira no podía disfrazar la emoción que sentía.
Ligeramente amparada por el brazo de Silas, señalaba, aquí y allá, ese o aquél trecho de los caminos y de los terrenos de pastoreo, que evocaban en ella expresivos recuerdos...
De repente, se presentó a nuestra vista, en una estrecha planicie, el caserío en que se había desarrollado aquel funesto drama.
El lugar era una sólida construcción en franca decadencia. Sus extensos patios laterales, mostraban grandes jardines arruinados por las pisadas constantes de los bovinos de gran tamaño. Puertas destruidas, cercas derruidas y barandas inmundas, hablaban, sin palabras, de la desidia de sus moradores.
Algunas entidades espirituales extrañas, envueltas en largos velos de sombra, transitaban, absortas, por aquellos amplios lugares, como si ignorasen la presencia unas de otras.
Con visible recelo de poder ser oída, la esposa de Olimpio nos dijo en voz baja:
–Son usureros desencarnados, traídos subrepticiamente hasta aquí por Leonel y Clarindo, para que aumenten el sentido de la usura en el espíritu de mi hijo.
–¿No nos pueden ver? –preguntó Hilario comprensiblemente intrigado.
–No –confirmó Silas– podrían identificar nuestra llegada, pero, por lo que deduzco, se encuentran demasiado absortos en las ideas que les unen. No se preocupan con nuestra presencia, ya que no penetramos en su esfera mental, comulgando con sus intereses.(58)

MIS OBSERVACIONES
(58) Observen que no hay contacto vibrando en el mismo plano, pero a otras frecuencias. No se advierten unos a otros.

Libro Psicografiado, "Acción y Reacción", por Chico Xavier\André Luiz


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La Encarnación es el Período en que el Espíritu se Encuentra en un Medio Material

El Proceso de la Reencarnación

La Encarnación es el Período en que el Espíritu se Encuentra en un Medio Material

por Cláudia Bernardes de Carvalho

Antes de empezar a explicar el proceso reencarnatorio, es necesario saber qué es el espíritu y qué es la encarnación.

El espíritu es un ser que fue creado simple e ignorante dotado de una conciencia y de la capacidad de elección de sus actos. Es un ser inmortal, poseedor de la eternidad y que intercala períodos en la espiritualidad con períodos encarnados hasta que tenga conocimientos necesarios para poder seguir evolucionando en mundos menos materiales. Su creación tiene como objetivo su evolución, debido a la Ley del Progreso en todos los campos de la sabiduría moral e intelectual,  eso significa, hasta la perfección.

La encarnación es el período en que el espíritu se encuentra en un medio material, lo que comúnmente llamamos “vida” con un cuerpo de carne y hueso, donde sus sentidos están impresionados por esta materia y bajo su influencia. En ese período el espíritu experimentará diferentes situaciones en la vida, tanto de bienestar y de tranquilidad, como de aflicción y de sufrimiento. Esas diferentes situaciones promoverán conocimientos que le beneficiarán en su formación.

La encarnación no debe ser vista solamente como una forma de regeneración para espíritus muy transgresores de las Leyes Morales, sino también como un medio natural de evolución, por lo tanto, todos los espíritus sin excepción pasan por ella. Esto significa que, espíritus que hayan desarrollado mucho la inteligencia en algún aspecto, necesiten aprender a sedimentar y a experimentar conocimientos fraternales hacia el prójimo; mientras otros espíritus que sean virtuosos en lo tocante a los sentimientos nobles necesiten desarrollar la mente en el sentido  intelectual. No obstante, hay una gran mayoría de espíritus entre estos dos extremos, no poseyendo destacables conocimientos o cualidades muy desarrolladas tanto en lo intelectual como en lo moral.

El objetivo de la encarnación es hacer que el espíritu obtenga, a través de una nueva oportunidad de empezar, múltiples conocimientos y aprendizajes. El espectro de las adquisiciones que debe almacenar es amplio, porque debemos tener dominio de todas las ciencias del saber y todos los valores nobles que engrandecen el alma. Por lo tanto y por lógica el control de todos esos campos no se puede conseguir en un espacio de tiempo corto de algunos años, son necesarios para adquirir todo ese conocimiento innumerables vidas materiales, porque el verdadero valor del hombre está en encontrar y dirigir sus valores íntimos adquiriendo el auto-control de sus emociones y sentimientos.

Tomado del Blog "Amanecer Espírita"

El Dios del Placer Subyuga al Joven y a la Joven con su Mágico Hechizo

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Vicios sociales

El Dios del Placer Subyuga al Joven y a la Joven con su Mágico Hechizo

por Sebastián de Arauco

En toda clase de vicios acontece lo mismo. El individuo que ha comenzado en
alguna de las modalidades viciosas, es asediado por desencarnados viciosos
que tratan de inducirlo al vicio; y esos seres viciosos desencarnados se valen
de todos los medios posibles para conseguir sus fines. Como están ociosos le siguen por todas partes para conocer sus puntos débiles. En el caso del bebedor, provocan con frecuencia disgustos en el hogar a fin de llevarlo a la bebida.

Pero esto no quiere decir que toda persona que tome un vaso de vino en las comidas vaya a caer víctima de esos obsesos. Recordad que, en todo, prima la ley de afinidad. Suele acontecer más frecuentemente en las personas de voluntad débil; pero no así en las de voluntad fuerte, capaces de resistir fácilmente las tentaciones. Mucho podríamos extendernos en este tema de los vicios sociales. Pero, recomendamos que, si no queréis caer víctimas de esos vicios repugnantes, si no queréis caer víctimas de esa clase de obsesos más repugnantes todavía, apartaos de las bebidas alcohólicas y de los lugares frecuentados por viciosos.

Tened presente que, cada vez que cedáis a los impulsos de un mal hábito, tales como el alcohol, tabaco, juego y otros, perderéis vuestra libertad, el don más preciado para el ser humano. Y si permitís que algún vicio os domine, os convertiréis en esclavos de ese vicio y con ello retrasaríais vuestra evolución.

Debido a que a nuestras conferencias asisten jóvenes y adolescentes, dado que en el momento actual una parte de la juventud y adolescencia está cayendo víctima de los estupefacientes, necesario es hacer algunas reflexiones sobre este tema.

Por desventura, existen ciertos individuos, irresponsables de baja ralea que, en su afán de lucro, no vacilan en valerse de medios ruines y criminales como son la propagación del uso de ciertas substancias o drogas alucinógenas que están penetrando ya hasta en los escolares. El camino de perdición es muy seductor para la juventud. Oye embelesadores cantos de sirena que embargan sus sentidos.

El dios del placer subyuga al joven y a la joven con su mágico hechizo, y le embriaga y extravía con los incentivos de placeres paradisíacos que excitan su imaginación. y solo un conocimiento de las consecuencias puede librarles de la caída, cuando circunstancias desafortunadas colocan ante él o ella, la oportunidad de “probar”. Y otros, ya mayorcitos, en su vida vacía ¡pobres criaturas! van buscando atolondradamente nuevos placeres, para caer en las garras del vicio o vicios degradantes y del dolor.

Extractos de "Revista Amor, Paz y Caridad".

Con Fluido Vital de los Médium Combinado con el Espíritu, este se Manifiesta

Pruebas Experimentales

Con Fluido Vital de los Médium Combinado con el Espíritu, este se Manifiesta

por León Denis.

El alma, en su existencia de ultratumba, no es privada de forma. Posee un cuerpo fluídico, de materia vaporosa y quintaesenciada, nombrada periespíritu, que preexiste y sobrevive al cuerpo material, y es a la vez su red, el modelo y el motor. Este periespíritu o cuerpo fluídico posee todo un organismo sutil, y es por su acción, combinada con fluido vital de los médium, que el Espíritu se les manifiesta a los humanos, deja oír golpes, desplaza objetos, se comunica con nosotros por signos convenidos. En ciertos casos, hasta puede hacerse visible, tangible, producir de la escritura directa, mensajes, y hasta impresiones y moldeados de su envoltorio materializado. Todos estos hechos han sido observados millares de veces por los sabios que ya nombramos y por personas de todo rango, de toda edad y de todo país. Prueban experimentalmente la existencia, alrededor nuestro, de un mundo invisible, poblado de las almas que dejaron la Tierra, entre las que se encuentran aquellas a las que conocimos, amamos, y con las que nos reuniremos un día. Son ellas quienes nos enseñan la filosofía consoladora y grandiosa de donde no hemos esbozado más que sus rasgos esenciales.

Y qué se sabe que estas manifestaciones, consideradas, por tantos hombres -bajo el efecto de los perjuicios estrechos- como extrañas, anormales, imposibles; estas manifestaciones siempre existieron. Relaciones continuas unieron el mundo de los espíritus con el mundo de los vivos. La historia da fe de ello. La aparición de Samuel a Saul, el genio familiar de Sócrates, los de Tasso y de Jérôme Cardan , las voces de Juana de Arco, tantos otros hechos análogos, proceden de las mismas causas. Solamente, lo que se consideraba en otro tiempo como sobrenatural y milagroso se presenta hoy con un carácter racional, como un conjunto de hechos regidos por leyes rigurosas, cuyo estudio origina en nosotros una convicción profunda y alumbrada.

Extractos del Libro "El Porqué de la Vida", por León Denis.