8 de septiembre de 2019

El Uso del Agua Fluidificada para el Tratamiento a Través de los Pases

Cuestiones sobre Agua Fluidificada

El Uso del Agua Fluidificada para el Tratamiento a Través de los Pases

Por Alejandro Fuentes de Fonseca

El agua fluidificada es un recurso frecuentemente utilizado en diversas casas espíritas para complementar el tratamiento a través de los pases. Aunque muchos centros espíritas ofrecen un vaso de agua al público después del pase, la utilidad del agua fluidificada se verifica en casos de mayor necesidad donde, por ejemplo, el asistido es incapaz de mantenerse en equilibrio espiritual por el tiempo necesario hasta la próxima sesión de pases. Por regla general, las personas no necesitan tomar agua fluidificada, pues los fluidos recibidos a través del pase y de las vibraciones, o simplemente por el hecho mismo de estar presentes en un ambiente armonioso, son suficientes para ayudarlas a mantenerse en equilibrio.

A pesar de ser inofensiva y benéfica, la distribución indiscriminada de agua fluidificada para el público puede acarrear algunos inconvenientes. Por ejemplo, crear en los asistidos una dependencia por el agua fluídica; comenzar los asistidos a traer gran número de envases para fluidificación.
Nunca es demasiado recordar que el cuerpo humano es aproximadamente el 70% compuesto por agua que, naturalmente, es susceptible de ser fluidificada por el contacto con los buenos fluidos del pase o de un ambiente armonioso.

Un vaso de agua añadiría menos del 1% al volumen de agua de nuestro organismo.

Aquí, estamos interesados en discutir cuestiones de orden científico acerca de la fluidificación del agua. Encontramos en Kardec varias menciones al hecho de que el agua es una sustancia susceptible de impregnarse con fluidos espirituales. Por ejemplo, al analizar el pasaje del Evangelio de San Juan (Cap. IX, vv. 1-34) en que Jesús cura a un ciego de nacimiento usando lodo formado con su saliva, Kardec dice (ítem 25, Cap. XV de La Génesis [2]) que "las más insignificantes sustancias, como el agua, por ejemplo, pueden adquirir cualidades poderosas y efectivas, bajo la acción del fluido espiritual o magnético, al cual ellas sirven de vehículo, o, si lo desean, de depósito.

Tomado del Blog "O Blog dos Espíritas"

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