26 de febrero de 2019

¿El Espiritismo con Pocas Certezas, puede Considerarse una Ciencia?

Mis Conceptos Espíritas - Divulgación del Espiritismo

¿El Espiritismo con Pocas Certezas, puede Considerarse una Ciencia?


A algunos les caerá mal aceptar que hay mas suposiciones que certezas en el espiritismo, pero es una realidad que podemos ver a simple vista.

Podríamos tildar de certezas los siguientes principios...

1. Se comprobó que además de simples golpes y mesas danzantes, ante preguntas serias de encarnados, se recibían respuestas inteligentes de seres invisibles a los ojos físicos.
La primera certeza es que existe la capacidad de un encarnado en entrar en sintonía con esos seres invisibles o espíritus para transmitir y recepcionar mutuamente. Esta habilidad es lo que conocemos como mediumnidad y médium a quien la practica.

2. La otra certeza surge de que los Espíritus tenían el conocimiento de haber vivido como encarnados y que despúes de muertos seguían teniendo perfecta conciencia de si mismos y de sus circunstancias. Se deducía entonces, que existía la continuidad de la vida. Esto es conocido como la supervivencia o sobrevivencia del ser a pesar de la muerte del cuerpo.

3. Usando la razón y la intuición podemos concluir que si estos espíritus tenían conocimientos de vidas anteriores, era lógico que existe una reencarnación sucesiva.
Si en la naturaleza todo se transforma y nada se pierde, también la vida humana debe continuar de alguna manera fuera del cuerpo.
Esta podríamos considerarla una tercera certeza que se ajusta a la lógica y a las exposiciones de los Espíritus que se pueden corroborar con datos exactos.

4. Por último podríamos decir que como certeza tendríamos la diferenciación de cualidades en los espíritus. Existen distintos grados de evolución y esto nos indicaría que hay un orden de espíritus entre los mas atrasados y los mas adelantados. La certeza proviene de la comparativa entre unos y otros y la incapacidad para un espíritu atrasado en manifestarse como adelantado.

Todo lo demás que enseña el espiritismo es solo la manifestación de esas inteligencias que pueden tener la verdad o ser solo su interpretación de la realidad. Me inclino por esto último porque estoy convencido que cada uno ve la realidad en la manera que su capacidad se lo permite y por lo tanto no es objetivo sino subjetivo todo lo que pueda decir sobre todo lo que existe.

Roby Delgado

¿Qué conoce de la doctrina?


¿Qué conoce de la doctrina?


Estamos asistiendo últimamente, a través de la televisión, a programas de debate que dicen tener relación con los temas del espíritu y que no son más que enfrentamientos y disputas groseras que generan, a su vez, una gran confusión a todos aquellos que contemplamos atónitos estos “espectáculos”.

El título de este artículo servirá para manifestar y aportar un poco de luz a muchos de los asuntos que cuestionamos por falta de información.

Hemos escuchado y leído en infinidad de ocasiones, divulgado por los medios de comunicación, que “realizando o practicando espiritismo” se han desencadenado situaciones lamentables.
Deseamos aclarar de forma generalizada que cuando en este aspecto nos hablan de “reuniones espiritistas” están refiriéndose a “reuniones mediúmnicas”. El Espiritismo es una ciencia que trata de la naturaleza, el origen y el destino de los Espíritus, así como de sus relaciones con el mundo corporal.

Desde que el ser humano caminó sobre este planeta los espíritus se han comunicado con él, por ser la mediumnidad una facultad orgánica de carácter espiritual innata en cada uno de nosotros.
Ahora bien, el Espiritismo, neologismo creado en 1.857 por Allan Kardec, codificador de la Doctrina Espírita, para diferenciarla del espiritualismo, explica y ordena esta facultad educándola y encaminándola de tal forma que no sea un inconveniente en nuestras vidas.
El Espiritismo revela conceptos nuevos y más profundos con respecto a Dios, el Universo, el Hombre, los Espíritus y las leyes que rigen la vida.

Revela además lo que somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos, cuál es el objetivo de nuestra existencia y cuál es la razón del dolor y del sufrimiento.
Trayendo conceptos nuevos acerca del hombre y todo lo que le rodea, el Espiritismo abarca todas las áreas de conocimiento, de las actividades y del comportamiento humano, abriendo una nueva era para la regeneración de la Humanidad. Puede y debe ser estudiado, actualizado y practicado en todos los aspectos fundamentales de la vida, tales como el científico, filosófico, moral, educacional y social, desarrollando sus principios fundamentales:

La creencia en Dios, inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas.
La inmortalidad del alma.
La pluralidad de los mundos habitados por seres de diferentes grados evolutivos, iguales y más o menos evolucionados que los hombres.
La reencarnación que permite al hombre a través de la Ley de causa y Efecto progresar espiritualmente hasta llegar a la perfección.
La comunicabilidad con el mundo invisible, morada de los Espíritus no encarnados que permite conocer mediante sus manifestaciones el entorno espiritual con el que nos encontramos actualmente interpenetrados. La práctica mediúmnica que realizan los espiritistas sólo es la ejercida en base a los principios de la Doctrina Espírita y dentro del la moral cristiana, sin ninguna clase de culto exterior y según la orientación moral del Evangelio: “Dad de gracia lo que de gracia recibisteis”.


Extractado del Sitio Asociación de Estudios Espíritas de Madrid.

Qué mejor techo que la bóveda celeste


Qué mejor techo que la bóveda celeste

por Salvador Martín

Qué mejor jardín que los paisajes del mundo.
Y es que igual que somos aún prisioneros de las vanidades somos prisioneros de nuestros sentidos. Y ellos nos engañan continuamente.

Lo que escuchamos se encuentra en una franja de vibraciones muy estrecha, entre 16 y 36 por segundo. Más arriba y más abajo es mucho mayor el número de vibraciones que permanecen inaudibles para nosotros.

Lo que vemos es solamente aquella franja de vibraciones también muy reducida entre 458 y 727 billones de vibraciones por segundo. Por encima y por debajo de esos límites, que son los límites del rojo y del violeta, hay colores, luces y cosas que nuestra vista no percibe ante las que somos auténticos ciegos como antes lo éramos sordos.
Pero escuchamos la música y sus sonidos armoniosos, ¡error!, los sonidos no existen en realidad, no hay sino vibraciones del aire de determinada amplitud y velocidad, vibraciones que por sí mismas son silenciosas.

El arco iris despliega en el aire la gama de sus brillantes colores, ¡error!, esos colores no existen, son ondulaciones haciendo vibrar el nervio óptico, que a su vez crea en nosotros la ondulación de los colores.

Nuestros sentidos nos muestran la Tierra inmóvil y al sol nacer y ocultarse, ¡error!, lo contrario es lo cierto.
No podemos dudar de que el sol se alza siempre por encima de nosotros, ¡error!, durante varios meses del año surge debajo de nosotros.

Sufrimos calor en verano y frío en invierno, ¡error!, el calor no existe como tampoco el frío, no son más que vibraciones produciendo en nuestro sistema nervioso esta clase de sensaciones.
Tocamos un cuerpo sólido cualquiera y estamos bien convencidos de que es sólido, ¡error!, se halla constituido por partículas que no se tocan moviéndose entre sí.

Estos son algunos de los errores a los que nos conducen nuestros sentidos.

Los fisiólogos juzgan que el pensamiento es una función del cerebro, ¡error! Esta es una apariencia engañosa como las otras y su demostración corre a cargo de los fenómenos espíritas.

Extractado del Blog Curso Espírita.
MI COMENTARIO
Como relata el artículo, nuestra mente puede mostrarnos un mundo limitado a los sentidos físicos o podemos ampliarla si abrimos esa mente mas allá de nuestros sentidos.




El fluido cósmico universal


El fluido cósmico universal

por Claudia Bernardes De Carvalho

El espiritismo explica cómo podemos crear algo con un pensamiento. Existe un fluido cósmico universal que rodea absolutamente todo. Una de sus modificaciones es el fluido espiritual.

Este fluido es el vehículo de propagación de las ideas, así como el aire lo es del sonido, de allí, ellos extraen los elementos sobre los cuales operan y forma el ámbito en el que ocurren los fenómenos perceptibles a la vista y el oído del espíritu, pero que escapan a nuestros sentidos materiales. Recomendamos la lectura del capítulo XIV de La Génesis, los milagros y las predicciones según el Espiritismo, titulado Acción de los espíritus sobre los fluidos. Creaciones fluídicas. Fotografía del pensamiento.

El estudio de las propiedades del periespíritu, de los fluidos espirituales y de los atributos fisiológicos del alma abre nuevos horizontes a la ciencia y explica una infinidad de fenómenos incomprensibles hasta hoy, debido a la ignorancia de la ley que los gobierna.
“Estos fenómenos son negados por el materialismo porque se relacionan con lo espiritual, a la vez que calificados de milagros o sortilegios por otras creencias. Tales son, entre otros, los fenómenos de doble vista y de visión a distancia, de sonambulismo, ya sea natural o provocado, de efectos físicos, catalepsia y letargia, presciencia, presentimientos, transfiguraciones, apariciones, transmisión de pensamiento, fascinación, curas instantáneas, obsesiones y posesiones, etcétera.
Demostrando que tales fenómenos obedecen a leyes tan naturales como las que rigen para los fenómenos eléctricos, así como las condiciones normales en que se producen, el Espiritismo destruye el imperio de lo maravilloso y sobrenatural, y, en consecuencia, la fuente de la mayor parte de las supersticiones.

Estamos imbuidos en el pensamiento de Dios. “Ya sea que el pensamiento de Dios actúe directamente o por intermedio de un fluido, para facilitar las cosas vamos a representarlo bajo la forma concreta de un fluido inteligente que llena el Universo infinito y penetra todas las cosas de la Creación: la Naturaleza entera está sumergida en el fluido divino o, en virtud del principio que establece que las partes de un todo son de la misma naturaleza y tiene iguales propiedades que el conjunto, cada átomo de ese fluido, si se puede explicarlo así, posee el pensamiento y los atributos esenciales de la Divinidad.

Dicho fluido está por doquier y todo está sujeto a su accionar inteligente, a su previsión, a su solicitud, pues todos los seres, por más pequeños que sean, están saturados de él. Estamos constantemente en presencia de Dios.
De ahí que se diga que Dios está en lo más recóndito de nuestro corazón. Nosotros estamos en Él, como Él está en nosotros, según la palabra de Cristo.


Inducción mental


Inducción mental

por Nubor Orlando Facure (Brasil)

Inducción, en términos electrónicos, consiste en la transmisión de una energía electromagnética entre dos cuerpos sin que haya contacto entre ellos.
Este fenómeno ocurre por conjugación de ondas a través de un flujo de energía que es transmitido de un cuerpo a otro. En el campo mental el proceso es idéntico.

Existe una corriente de ondas susceptibles de reproducir sus propias características sobre otra corriente mental que pasa a sintonizar con ella.
Expresando cualquier pensamiento que sustentamos, estamos induciendo los otros a pensar como nosotros. La aceptación que los otros hacen de nuestras ideas es cuestión de sintonía.

Por otro lado, al sentir una idea, absorbemos y pasamos a reflejar todas las corrientes mentales que se asemejan a esa idea, comulgando los mismos propósitos.

Por tanto, nuestras ideas y convicciones nos ligan compulsóriamente a todas las mentes que piensan como nosotros y, cuanto mayor nuestra insistencia en sustentar una idea o una opinión, más nos fijamos a las corrientes mentales de las personas que sienten y piensan como nosotros y que sustentan las mismas opiniones.

Amar a un ser humano

Amar a un ser humano (para copiar y guardar)


Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni siquiera en sí mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad.

Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera: apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por como tú desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.

Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu Verdad desnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tú mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a tí mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, “este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto… si tú quieres recibirlo”.

Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando duda de sí mismo, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente.

Extractado del Blog Grupo Espírita de La Palma.

La Expresión Visible de Nuestros Pensamientos


Clarividencia y Clariaudiencia, Pensamiento y Mediumnidad

La Expresión Visible de Nuestros Pensamientos


En materia de mediumnidad no debemos olvidarnos del pensamiento. Nuestra alma vive donde está nuestro corazón. Caminamos al influjo de nuestras propias acciones, sea donde fuera. La gravitación en el campo mental es tan efectiva como en la esfera de la experiencia física.

En los dominios del espíritu no existe la neutralidad. Evolucionamos con la luz eterna, según los designios de Dios, o nos estancamos en las tinieblas conforme a la equivocada determinación de nuestro yo.

No vale encarnar o desencarnar solamente. Todos los días las formas se crean o se destruyen.Lo que importa es la renovación interior con un crecimiento de la visión, a fin de seguir hacia delante con la verdadera noción de la eternidad en la que nos desplazamos  en el tiempo.

La conciencia  cargada de propósitos malignos, revestida de remordimientos, llena de ambiciones desvariadas o ennegrecida de aflicciones, no puede sino traer fuerzas semejantes que la encadenan a torbellinos infernales.

La obsesión es el resultado de la siniestra unión de la mente con el desequilibrio propio de las tinieblas. Pensamos y damos vida al objeto idealizado.

La expresión visible de nuestros pensamientos  más íntimos denuncia nuestra misma  condición espiritual, y los que tienen afinidad  con la naturaleza  de nuestras inclinaciones  y deseos se acercan  a nosotros por lo que le dicen nuestros pensamientos.

Si persistimos  en las esferas más bajas  de la experiencia humana, los que aun cumplen sus jornadas  en los grados  de la animalidad se nos acercaran atraídos por el tipo de nuestros impulsos inferiores, absorbiendo a su vez las sustancias mentales que emitimos y proyectando sobre nosotros los elementos  dañosos que llevan con ellos.

Imaginar es crear.

Y toda la creación tiene vida y movimiento que, aunque breves, otorgan responsabilidad a la conciencia que la manifiesta. Y como la vida y el movimiento se vinculan a los principios que rigen las relaciones, es indispensable analizar lo que damos, a fin de saber que es lo que vamos a recibir.

Tomado del Blog "Rincón Espírita"

La naturaleza del periespíritu guarda relación con la evolución de la persona


La naturaleza del periespíritu guarda relación con la evolución de la persona


El periespíritu, o cuerpo fluídico de los Espíritus, es una condensación del fluido cósmico alrededor del alma. El cuerpo físico, o carnal, resulta de una mayor condensación del mismo elemento, hecho que lo transforma en materia tangible.

Aunque tienen origen común, que es el fluido cósmico, las transformaciones moleculares son diferentes en estos dos cuerpos, resultando de ahí ser el periespíritu etéreo e imponderable. Ambos son, por lo tanto, materia, pero en diferentes estados. Como enseña el ministro Clarencio, de la colonia espiritual "Nuestro Hogar", el cuerpo periespiritual está constituido a base de principios químicos semejantes, en sus propiedades, al hidrógeno, a expresarse a través de moléculas significativamente distanciadas unas de otras.

El Espíritu forma su envoltura periespirítica con los fluidos retirados del ambiente en que vive. Como la naturaleza de los mundos varía según su grado de evolución, será mayor o menor la materialidad de los cuerpos físicos de sus habitantes. El periespíritu guarda relación, en cuanto a su composición, con ese grado de materialidad. Admiten que un Espíritu emigre de la Tierra, ahí quedará su envoltura fluídica, porque el Espíritu necesita tomar otro envoltorio fluídico apropiado al planeta en que pasará a vivir.

La naturaleza del envoltorio fluídico guarda siempre relación con el grado de adelantamiento moral del Espíritu. A la condición moral del Espíritu corresponde, por así decir, una determinada densidad del periespíritu. Mayor elevación, menor densidad fluídica. Mayor inferioridad, mayor densidad, es decir, periespíritu más grueso, con mayor condensación fluídica. Es claro que, a pesar de más densos, los envolturas fluídicas más gruesas siguen siendo imponderables. Cada periespíritu tiene una densidad, un peso específico propio.

En el cap. XIII de la obra arriba citada, Claréncio asevera que el vehículo espiritual es, por excelencia, vibrátil y se modifica profundamente, según el tipo de emoción que le fluye del corazón. Como nadie ignora, en nuestro propio medio la máscara física se altera en la alegría o en el sufrimiento, en la simpatía o en la aversión. En el plano espiritual, semejantes transformaciones son más rápidas y exteriorizan aspectos íntimos del ser, con facilidad y seguridad, porque las moléculas del periespíritu giran en más alto patrón vibratorio, con movimientos más intensivos que las moléculas del cuerpo carnal.

Extractado del Blog  ADE- SE Ade-Sergipe.


El periespíritu y los centros de fuerza


El periespíritu y los centros de fuerza


La Doctrina Espírita nos enseña a través de su amplio saber que el ser humano está constituido por la unión de tres principios: 1º EL ALMA O ESPÍRITU, causa de la vida psíquica; 2º EL CUERPO, envoltura material a la que el alma está temporalmente asociada durante su paso sobre la Tierra; 3º EL PERIESPÍRITU, substancia fluídica que sirve de lazo entre el alma y el cuerpo por medio de la energía vital. Del estudio de este organismo se han adquirido conocimientos nuevos que nos permiten explicar las relaciones entre ambos la idea directriz que preside la formación de todo individuo:la conservación del tipo individual y específico a pesar de los cambios perpetuos de la materia y el complicado mecanismo de la máquina viviente.

Cuando la sustancia fluídica del Periespíritu cesa, dejan los órganos de funcionar, se retira el principio vital, y el espíritu abandona el cuerpo. Entonces las células físicas dejan de formar un conjunto compacto y, al no tener ya una dirección común, tienden a separarse; es entonces cuando sobreviene la descomposición de la ya vacía envoltura carnal.

El Periespíritu, denominado también por otras filosofías de oriente y occidente como cuerpo astral, envoltorio o cuerpo bioplasmático, está compuesto de la quinta esencia de los elementos combinados de las encarnaciones anteriores. Evoluciona y progresa con el alma y es tanto más sutil y menos material cuanto más elevado y perfecto es el individuo. El Periespíritu asegura la conservación de la indiviualidad, fija los progresos ya conseguidos, es decir, sintetiza el estado de avance del ser.
El vehículo periespiritual está regido por siete “Centros de fuerza” o “Chakras” según el lenguaje de Oriente, que tienen el doble cometido de dar viabilidad a nuestro cuerpo físico y hacernos percibir físicamente el mundo fluídico o mundo espiritual que nos rodea y nos influencia. Vibrando en sintonía unos con otros al influjo del poder directriz de la mente, establecen para su uso un vehículo de células eléctricas.

La vitalidad con que estos “Centros de fuerza” o “Chakras” impregnan nuestro organismo es lo que hace que éste sea un conjunto armónico con un denominador común; la voluntad del Espíritu. Aquí vemos hasta que punto puede influir la situación o estado moral del espíritu sobre la salud física del individuo.

Extractado del Sitio Asociación de Estudios Espíritas de Madrid.

La homosexualidad bajo la óptica del Espíritu inmortal

La homosexualidad bajo la óptica del Espíritu inmortal

La homosexualidad ¿es una dolencia a la luz del espíritu inmortal?

-Desde 1973, la homosexualidad dejó de ser clasificada como enfermedad por la Asociación Americana de Psiquiatría. En 1975, la Asociación Americana de Psicología adoptó el mismo procedimiento, dejando de considerar la homosexualidad como dolencia. En Brasil, en 1985, el Consejo Federal de Psicología dejó de considerar la homosexualidad como un desvío sexual, y en 1999, estableció reglas para la actuación de los psicólogos en relación a las cuestiones de orientación sexual, declarando que la homosexualidad no es una dolencia, ni un disturbio ni una perversión, y que los psicólogos no habrían de colaborar con eventos y servicios que propongan tratamiento y cura de la homosexualidad. El día 17 de Mayo de 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de su lista de dolencias mentales de la Clasificación Internacional de Dolencias (CID). Al fin, en 1991, la Amnistía Internacional pasó a considerar discriminación contra los homosexuales una violación de los derechos humanos – Wikypedia.

La homosexualidad, según la ciencia, es una orientación afectivo-sexual normal.

Bajo el punto de vista espírita, ha sido catalogada por muchos escritores espíritas como dolencia o disturbio de la sexualidad, en una falta de respeto al conocimiento científico actual. No hay base en el conocimiento espírita para afirmar que la homosexualidad ser una dolencia o un disturbio de la sexualidad. No hay una visión de consenso sobre el asunto en el movimiento espírita, pero podemos destacar excelentes textos de los espíritus André Luiz y Emmanuel que nos están direccionados hacia la reflexión y el respeto, acogimiento e inclusión de la persona homosexual, entendiendo la homosexualidad como una condición evolutiva natural (considerando el término “natural” como sinónimo de “presente en la naturaleza”) consecuente de múltiples factores, siempre individuales para cada espíritu, constituida o escogida por el espíritu, en función de tareas específicas o pruebas redentoras, incluyendo ahí las condiciones de expiación y reeducativas derivadas de abusos afectivos-sexuales en el pasado, que parecen ser la causa determinante de la mayor parte de las condiciones homosexuales, según la literatura espírita.

Extractado del Blog Córdoba Espírita.

MI COMENTARIO
A mi modo de ver "normal" no es sinónimo de "natural".
Decir que la homosexualidad es una conducta "normal", para mi, no es correcto. Se dice que algo es normal cuando lo analizado se cumple como norma o sea que es común. La homosexualidad es "natural", o sea que es algo que existe en la naturaleza pero lo normal es ser heterosexual y no homosexual. De cada 10 individuos, mucho menos de 1 es homosexual.
La homosexualidad no es una enfermedad o dolencia, pero es una característica especial que tiene el individuo como otros pueden ser altos, bajos, genios, idiotas, grandes cantantes o habilidosos para las artesanías. Es solo una cualidad que está relacionada con el sexo y muy probablemente el origen sea por reencarnaciones anteriores en las cuales pertenecieron al sexo opuesto y aún no se han adaptado suficientemente al otro sexo.

Velorio y cremación


Velorio y cremación

por Raúl Teixeira

Es tan serio el momento del pasar, de la desencarnación como lo es del nacimiento. De ahí se vuelve necesario que creamos un clima de afectividad, de cariño, en torno de aquel ser que está viajando de vuelta para el mundo espiritual, tanto cuanto creamos un ambiente de cariño, de buena recepción de aquellos seres que llegaran un día a nuestra convivencia, en nuestros hijos, o en hijos de nuestra familia como un todo. Cuando pensamos en el velorio, la condición del desencarnado, que puede ser feliz por ser liberado del cuerpo enfermo. Deficiente, enfermo o que puede estar deprimido por la depresión de la familia o que puede estar rabioso por la forma como ha abandonado el cuerpo, nos cabe hacer el contrapunto.

Al aproximarnos a la urna, del cuerpo, o en la esquina donde nos coloquemos, emitiendo pensamientos saludables, pensamientos de cariño, pidiendo a Dios que avance esa criatura, recientemente desatada del cuerpo, donde quiera que el este. Entonces, surge la cuestión de enterrarlo, o de incinerarlo. Para mucha gente, lo mejor es la sepultura tradicional, los llamados siete palmos. Para otros, mejor la incineración. Hay personas que piden testarudamente que su cuerpo, después de la muerte, sea incinerado y la familia obedece, cumple el ritual. Era el último pedido de la persona. Y vale la pena saber que la incineración debería ser echa un poco después, se espera un poco más de tiempo, para que el espíritu desencarnado tenga tiempo para que se aclimate, se acostumbre a ese estado de desprendimiento definitivo y no sufra tanto con el proceso de incineración.

Es muy común que veinticuatro horas después la criatura desencarnada aun este muy ligada mentalmente al cuerpo que acaba de dejar. Es como si tirásemos una ropa pesada que usamos durante mucho tiempo y, durante algún tiempo, persistimos con la sensación de que aun la cargamos sobre el cuerpo. Imaginemos vivir el tiempo que vivamos en el cuerpo físico… Estamos con la sensación de que cargamos el cuerpo con nosotros. La cremación es una medida higiénica, por excelencia , facilita mucho en el futuro la vida de las comunidades, no obstante, proponen los amigos espirituales que se podría esperar setenta y dos horas, para evitar cualquier choque, cualquier traumatismo sobre el espíritu desencarnado con la reverberación de la incineración sobre su cuerpo.

El mismo raciocinio podríamos usar para el enterramiento tradicional. El espíritu que se haya ligado al cuerpo, mentalmente hablando, psíquicamente hablando, el se siente asfixiarse cuando el ataúd es cerrado y el cuerpo baja a la sepultura. Cuando después de los méritos espirituales, los Benefactores lo liberan antes de esa escena, pero la mayoría de todos nosotros, la media de los espíritus de la tierra no tiene ese merito y, por eso, acostumbran sufrir situaciones desagradables.
En nuestros velorios, respeto. En la incineración, un uso importantísimo, que precisa apenas ser regulado de manera diferente.

Extractado del Blog Luz Espiritual.

Qué hay de cierto en las “mancias”

Qué hay de cierto en las “mancias” y demás artes adivinatorias

por José Luis Martín

El Ser humano necesitó siempre creer en algo maravilloso y mágico, aunque sea en individuos que afirmen “ leer el futuro” en las manos, en los posos del café, en la bola de cristal ,en las hortalizas o en los astros.

Es evidente que en la actualidad existen dos tendencias sociales bien definidas y diferenciadas: Una son las de las personas imbuidas en una especie de corriente de credulidad colectiva en tantas “Mancias” , adivinaciones, fe religiosa, rituales mágicos, esoterismos, o en lo que sea. La otra es otra corriente totalmente opuesta como lo es el ateísmo, agnosticismo, materialismo puro e incredulidad en todo lo que no sea materia palpable, tangible y experimentable por la ciencia empírica; esta segunda corriente está ocasionada tanto por los absurdos sostenimientos dogmáticos de carácter religioso y muchas veces irracional que determinados cultos y personas sostienen, como por la falta de respuestas íntimas coherentes con la razón y la lógica que presentan estas religiones vacías de contenido y de esencia , así como por tantos desengaños originados por los abundantes casos de mentiras, estafas o fraudes de personas que se dedican profesionalmente a engañar a los demás y a vivir a costa de la buena fe, la credulidad y hasta del fanatismo de otras personas.

Se ha entrado así de lleno en el campo de lo supersticioso, pues todas esas llamadas “Ciencias Ocultas”, así como el Esoterismo , el Ocultismo y lo Mágico, tan de moda, tienden a llenar el vacío que han ido dejado las religiones trasnochadas con sus rituales y dogmas carentes de sentido, credibilidad y su falta de respuestas lógicas, dando lugar también con ello a esa otra corriente de agnosticismo e incredulidad que han ido forjando con sus particulares conceptos de la Verdad tan desfigurados y a veces tan absurdos.

Sería injusto y erróneo no reconocer que también hay personas dotadas de ciertas capacidades psíquicas , dotadas para poder “ver” o presentir el futuro individual o colectivo, aunque los realmente dotados de percepción o conocimiento paranormal, son los menos. Estas personas reciben dinero por sus previsiones y sus facultades intuitivas, aunque basadas en determinadas normas significativas de su especialidad, funcionan mediante un estímulo material sobre el que fijan su atención dentro de esas normas particulares de cada especialidad, tal como por ejemplo, por medio de las cartas (cartomancia), las manos (quiromancia), los astros (astrología), los posos del café, etc. En sus consejos y directrices, cuando son serios y exentos de disparates, suelen emplear un método psicológico y una lógica general y procuran no arriesgar demasiado en afirmaciones muy concretas e individualizadas, actuando como auténticos y audaces psicólogos.


Extractado del Blog Inquietudes Espíritas.