Qué mejor techo que la bóveda celeste
por Salvador MartínQué mejor jardín que los paisajes del mundo.
Y es que igual que somos aún prisioneros de las vanidades somos prisioneros de nuestros sentidos. Y ellos nos engañan continuamente.
Lo que escuchamos se encuentra en una franja de vibraciones muy estrecha, entre 16 y 36 por segundo. Más arriba y más abajo es mucho mayor el número de vibraciones que permanecen inaudibles para nosotros.
Lo que vemos es solamente aquella franja de vibraciones también muy reducida entre 458 y 727 billones de vibraciones por segundo. Por encima y por debajo de esos límites, que son los límites del rojo y del violeta, hay colores, luces y cosas que nuestra vista no percibe ante las que somos auténticos ciegos como antes lo éramos sordos.
Pero escuchamos la música y sus sonidos armoniosos, ¡error!, los sonidos no existen en realidad, no hay sino vibraciones del aire de determinada amplitud y velocidad, vibraciones que por sí mismas son silenciosas.
El arco iris despliega en el aire la gama de sus brillantes colores, ¡error!, esos colores no existen, son ondulaciones haciendo vibrar el nervio óptico, que a su vez crea en nosotros la ondulación de los colores.
Nuestros sentidos nos muestran la Tierra inmóvil y al sol nacer y ocultarse, ¡error!, lo contrario es lo cierto.
No podemos dudar de que el sol se alza siempre por encima de nosotros, ¡error!, durante varios meses del año surge debajo de nosotros.
Sufrimos calor en verano y frío en invierno, ¡error!, el calor no existe como tampoco el frío, no son más que vibraciones produciendo en nuestro sistema nervioso esta clase de sensaciones.
Tocamos un cuerpo sólido cualquiera y estamos bien convencidos de que es sólido, ¡error!, se halla constituido por partículas que no se tocan moviéndose entre sí.
Estos son algunos de los errores a los que nos conducen nuestros sentidos.
Los fisiólogos juzgan que el pensamiento es una función del cerebro, ¡error! Esta es una apariencia engañosa como las otras y su demostración corre a cargo de los fenómenos espíritas.
Extractado del Blog Curso Espírita.
MI COMENTARIO
Como relata el artículo, nuestra mente puede mostrarnos un mundo limitado a los sentidos físicos o podemos ampliarla si abrimos esa mente mas allá de nuestros sentidos.